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Asunto: | Banco para los Pobres / Mas de Yunus / Coloquio con Muhammad Yunus en Espania | Fecha: | Lunes, 25 de Septiembre, 2000 22:13:26 (-0600) | Autor: | Ricardo Ocampo <anahuak @.............mx>
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From: "bocha" <bocha@...>
Date: Mon, 25 Sep 2000 16:56:16 -0300
To: <rgt@...&ot;*~Ciuot;*~CirculoVirtuoso~*" <circulo-virtuoso@...>
Subject: Banco para los Pobres - más de Yunus ... COLOQUIO CON MUHAMMAD
YUNUS EN ESPAÑA
Gracias Daniel por tan valioso aporte.-
----- Original Message -----
From: Daniel Barrantes <mailto:bvr@...>
To: [antorcha] <mailto:antorcha@...>
Sent: Thursday, September 02, 1999 9:59 PM
Subject: Banco para los Pobres
Banco para los Pobres
El señor Muhammad Yunus, es un destacado economista, que comenzó a dictar
clases de economía en el año 1972, en la Universidad de Bangladesh (estado
del sur de Asia, población 123.100.000 habitantes, religión: musulmana,
superficie: 144.000 Km2).
De pronto, le pareció que todas esas actividades teóricas sobre desarrollo
económico que enseñaba, mientras sus compatriotas se morían de hambre, eran
ilusorias y que el mundo universitario estaba a años luz de la realidad.
Decepcionado abandonó las aulas para trabajar en el terreno: con los pobres.
El primer caso que vió, fue el de una mujer que se deslomaba fabricando
sillas de bambú, por unos pocos centavos que le alcanzaban apenas para pagar
dos comidas. No pudo entender cómo era posible trabajar tanto para ganar tan
poco. Para comprar la materia prima necesaria recurría a un prestamista que
se llevaba la mayor parte de sus ganancias. Pensó, entonces, que si le daba
la posibilidad de obtener un crédito con una tasa de interés no usurario, la
mujer ganaría lo suficiente para formar un capital e invertirlo, lo que le
permitiría tener un ingreso decoroso y salir de la miseria.
Conoció a 42 personas que estaban en la misma situación. Les preguntó
"cuánto necesitaban para desenvolverse". Dijeron: "Treinta dolares". De
inmediato Yunus se lo anticipó, pensando que las instituciones financieras
hicieran lo mismo, miles de personas podrían salir de la miseria.
Lamentablemente los bancos no prestan a los pobres.
Los banqueros a los que se dirigió, se burlaron de él, diciéndole: "¿Quién
aceptaría prestar dinero a personas que no ofrecen ninguna garantía?" ¿Por
qué entonces -él se dijo- no fundar mi propio Banco? Así nació el Banco
Grameen, un banco independiente: el Banco para los Pobres. Sólo se presta a
los ricos. El sistema bancario tradicional ha sido concebido para dejar al
margen a los pobres. La sacrosanta noción de "garantía" (responder con
bienes personales al cumplimiento de la deuda) está de hecho destinada a
desanimar a los solicitantes de escasos recursos.
Se prestan millones de dólares a personas ricas, que muchas no los
devuelven. La tasa de reembolso, en algunos casos, no llega al 10 % en
Bangladesh. Con el sistema Grameen que cuenta actualmente con más de dos
millones de clientes, el volúmen concedidos superan los mil setecientos
millones de dólares, con una alta tasa de retorno (95 %). Ha permitido
financiar la construcción de más de trescientas mil viviendas.
El Banco rechaza de plano la noción de garantía, cambiándola por sostener
que no hay mejor garantía que cada persona, cuando a ésta se la dignifica,
se le otorga confianza, y entonces ésta responde con los valores que cada
alma posee por el sólo hecho de serlo.
La iniciativa del Banco Grameen ha sido reconocida por la ONU, apoyada por
la UNESCO y difundida por grandes periódicos del mundo con titulares de
admiración y sorpresa. Actualmente el Banco Grameen ha abierto sucursales en
diversas partes del mundo. En América existen emprendimientos similares
basados en esta idea en Bolivia, Perú, Honduras, etc.
Más Información:
The Grameen Home Page:
http://www.grameen.org
http://www.grameen.com
http://www.grameen.inf.org
E-mail: grameen.bank@...
Un abrazo del Alma.
Daniel
*******
COLOQUIO CON MUHAMMAD YUNUS EN ESPAÑA
PREGUNTA.- Profesor Yunus, ¿por qué la mayoría de prestatarios del Grameen
Bank son mujeres?
RESPUESTA.- Una de nuestras críticas era que las instituciones bancarias
habían sido creadas deliberadamente para ser organizaciones antipobres; se
construyen unos muros de avales y garantías de forma que los pobres queden
fuera de su territorio. Y la segunda crítica fundamental que teníamos era
que además son antimujer; porque si te fijas en los prestatarios de casi
todos o todos los bancos de Bangladesh, ni siquiera el uno por ciento de los
que reciben créditos de estos bancos son mujeres. Por lo tanto, llegamos a
la conclusión de que el sistema en sí tenía que estar mal porque rechazaba a
las mujeres.
Al empezar queríamos asegurarnos de llegar a dar crédito a los más pobres y
que además la mitad de los receptores de créditos fueran mujeres. Cuando
intentábamos llegar a esas mujeres no parecían dispuestas a aceptar dinero;
de hecho, salían corriendo literalmente y decían que el dinero o el crédito
debíamos dárselo a sus maridos. Muchas de ellas decían que nunca habían
manejado dinero en su vida y que no iban a saber qué hacer con él, pero
nosotros no renunciamos, no abandonamos, y rápidamente nos dimos cuenta que
no eran las mujeres las que creían eso realmente, sino que era un temor que
se les había inducido debido al tratamiento que habían recibido a lo largo
de su vida. Si no conseguíamos aliviar ese temor, no conseguiríamos llegar a
ellas. Tardamos 6 años inicialmente en llegar a ese 50% de mujeres
receptoras de nuestros créditos y en ese momento empezamos a darnos cuenta
de que el dinero que llegaba a las casas a través de las mujeres beneficiaba
mucho más a las familias que el dinero que llegaba a las mismas a través de
los hombres. Las mujeres eran más conscientes del futuro, querían labrarse
un futuro, tenían mucho cuidado con su dinero, con sus inversiones, y los
niños se beneficiaban inmediatamente del dinero que ganaban o recibían las
mujeres, mientras que estas mejoras inmediatas no se veían en las familias
en las que los que habían recibido el préstamo eran hombres.
Los hombres tendían a prestar más atención a sí mismos y querían disfrutar
del dinero inmediatamente en vez de esperar al mañana; eran mucho más
impacientes. Entonces pensamos que si llegábamos a las familias a través de
las mujeres se conseguía un provecho mayor incluso en el sentido social. Por
eso cambiamos nuestra política y decidimos ser promujeres y de forma activa
intentamos atraer más y más clientas a nuestro banco.
Actualmente, el 95% de nuestros clientes son mujeres y todas las cosas
positivas que se dicen de Grameen pienso que se deben a ese hecho.
P.- ¿Qué papel puede jugar el tercer sector, fundaciones, ONGs, iglesia,
etc., en la lucha contra la pobreza en el Tercer Mundo y, por otro lado, en
la generación de empleo en los países desarrollados?
R.- Bien, lo que está diciendo es que hay que crear instituciones
sostenibles. La mayoría de las veces el trabajo con los pobres suele ser un
trabajo más bien de caridad, dándoles atención sanitaria gratuita, formación
gratuita, educación gratuita o incluso créditos abiertos sin necesidad de
devolución.
Yo pienso que hay muchísimo campo para dar servicios en circunstancias
extremas, pero no debe ser una cosa permanente, continuada; la gente tiene
que desarrollar sus propias capacidades y ese desarrollo es lo que lleva a
la creación de instituciones viables y autosuficientes, y de servicios
viables y autosuficientes. En vez de regalar dinero lo que hay que hacer es
intentar proporcionar fondos para la creación de empresas que resulten
autosuficientes, que se autofinancien y que se creen empresas que involucren
directamente a las comunidades, es decir, que no sea la caridad la que
soporte estas estructuras sino que se soporten a sí mismos. Tenemos que
construir instituciones auto suficientes que se sostengan por sí mismas en
vez de depender de fondos donados por países ricos directamente. Más bien
constituiría fondos de microcréditos en cada país y dejaría que los países
ricos contribuyeran a esos fondos de forma que estos microcréditos se
convirtiesen en instituciones viables, aunque se interrumpiese la donación
de fondos.
Por ejemplo, un programa educativo yo lo organizaría de tal forma que si
algún día no llegasen fondos desde el exterior estas instituciones pudieran
sobrevivir y seguir funcionando. Inicialmente a lo mejor no van a ser
viables al 100%; lo importante es que nunca sea el 0%. Eso es lo que yo
diría a fundaciones, ONGs o cualquiera que quiera participar en este
proceso, en países del Tercer Mundo y en países industrializados donde hay
mucha gente sin hogar, que está en paro, emigrantes, marginados sociales de
todo tipo. Hay muchas ONGs y muchas fundaciones que trabajan con ellos de
una forma que los mantienen vivos, digamos, pero en la misma situación. No
debe ser algo que se haga de forma individual, sino algo que cree
estructuras que les permita salir. Cuando veo que la gente sobrevive de la
caridad me parece como si estuviésemos creando una situación tipo zoológico
donde recogemos a esa gente y la alimentamos; y ahí quedan. No hay
iniciativa por su parte ni por parte de nadie para sacarles de allí e
integrarles en la sociedad, así que eso es lo que me gustaría ver, alguna
forma familiar de autorrealización de esas personas para que se ocupen de si
mismas, en vez de dejarlas en una situación de dependencia.
P.- La experiencia del Grameen Bank está basada en el microcrédito para las
actividades de generación de ingreso, pero ¿tiene alguna experiencia en el
tema de la vivienda y en fondos internacionales de garantía para la
construcción de las mismas?
R.- Nosotros trabajamos con temas de vivienda en 1984 y nos metimos en ello
de forma casual. Vimos un anuncio del Banco Central que decía que quería dar
a la banca comercial unos fondos para que iniciasen programas de
financiación de construcción de viviendas, pero por supuesto no lo dirigían
a nosotros, sino a los bancos con clientes de clase media y clase media
alta. Decidimos correr el riesgo presentando una solicitud. Propusimos
créditos por unos 200 dólares y nos dijeron que era absurdo, que cómo se
podía construir una casa con 200 dólares, que lo que se iba a construir no
era realmente una casa y no satisfacía su definición de lo que era una casa.
Se rechazó nuestra solicitud.
La volvimos a presentar y les dijimos que lo sentíamos, que habíamos
cometido un error y que realmente no pedíamos un crédito para vivienda sino
para refugios. Y ellos dijeron que refugios es dar un crédito para el
consumo y nos lo volvieron a rechazar. Después presentamos una nueva
solicitud diciendo, bueno, olvidemos el tema de los refugios; nosotros
queremos un crédito para fábricas. Entonces preguntaron qué tipo de fábricas
íbamos a construir. Les explicamos que en Grameen la mayor parte de nuestras
clientas son mujeres que trabajan normalmente desde sus casas y lo podían
considerar como fábrica; pensaron que les estábamos tomando el pelo y nos
volvieron a rechazar la solicitud. Entonces fui a ver al presidente del
Banco Central y le expliqué el programa experimental. Usted nos da una
pequeña cantidad de dinero y lo intentamos; no sabemos si vamos a tener
éxito, pero vamos a intentarlo, porque es la gente la que realmente necesita
una vivienda. Entonces al presidente le dimos pena, nos aprobó el crédito y
así es como nos metimos en el tema de los créditos para viviendas.
Esto fue en 1984, y en 1989 recibimos el premio Aga Khan de arquitectura por
esas viviendas de 300 dólares que estábamos construyendo. Eso lo cambió
todo. Debido a ese premio los arquitectos empezaron a interesarse por lo que
estábamos haciendo. Les costaba que las llamásemos vivienda y que encima
tuviésemos un premio internacional de arquitectura por unas viviendas de 300
dólares. Les parecía intolerable. Ese mismo año en la misma lista de
premiados había un proyecto de Arabia Saudí, un edificio ministerial con un
presupuesto de 1,2 billones de dólares que había recibido el mismo premio.
Pero de hecho nosotros estábamos más alto en la lista que ese edificio.
Actualmente tenemos más de 400 créditos para la construcción de viviendas.
El crédito tópico es de 300 dólares y el máximo que damos es de 600. Con esa
cantidad construyen una casa con tejado de hojalata con 4 columnas de
hormigón y con canalización. Se devuelve en un periodo de 6 años al 8% de
interés y seguimos ampliando el programa. Pensamos que es muy importante,
particularmente si quieres que las mujeres sean productivas y activas porque
esto favorece un entorno donde ellas pueden trabajar. En un país como
Bangladesh, donde cuatro meses al año no hace más que llover durante el
monzón, es imposible trabajar si tienes un tejado de hoja o de paja o
incluso de plástico que no te protege en absoluto de la lluvia. Cuando
llueve, las viviendas se convierten en lodazales y sin embargo allí
esperamos que críen a sus hijos y que laboralmente sean productivas y
activas; psicológicamente las pobres empiezan a sentir que viven más como
animales que como seres humanos.
Por lo tanto, el primer requisito para poder ser productivo es tener una
vivienda que te dé una dignidad mínima para un ser humano. Ahora estamos
intentando obtener fondos en los mercados de capitales internacionales. Va a
ser la primera vez que unas institución de microcréditos como el Grameen
Bank salga a los mercados de Nueva York en una operación de capitalización
para la obtención de fondos. Tenemos que ir desarrollándonos y trabajando.
El tipo de microcrédito que dimos inicialmente fue como el primer vuelo
tripulado por el hombre; ahora hemos demostrado que podemos volar y que
somos suficientes, que funcionamos; entonces podemos pasar a proyectos más
ambiciosos. Las instituciones de microcréditos se tienen que construir de
tal forma que vayan creciendo y se conviertan en empresas serias, sólidas, y
no algo periférico o marginal.
P.- ¿Qué le motivó a comenzar este trabajo, una cuestión profesional, humana
o personal?
R.- Fue más bien una cuestión personal porque profesionalmente yo era
considerado como una especie de loco. No me veían como al catedrático
tradicional en la Universidad, sino que me iba a los pueblos, y al resto del
profesorado, en general en casi todas las universidades, no gusta que
algunos profesores estén sentados en el suelo con los pobres en un pueblo
cada día, así que fue más bien un tema personal. Yo estaba allí, sentado en
la universidad enseñando esas grandes teorías y sin embargo no veía que
mejorase nada en el país donde yo vivía. Por lo tanto, pensé que estaba
enseñando cosas irreales, más ficción que realidad y decidí que era
fundamental entender sobre el terreno las condiciones de vida de los pobres
para ver si se podía hacer algo. Porque cualquier joven de una universidad
en cualquier parte del mundo, cuando sale de la misma tiene la impresión de
que lo va a poder resolver todo, que lo sabe todo. Esa es una sensación que
poco a poco vas perdiendo según te acercas a las realidades de la vida.
Inicialmente piensas que puedes resolver todos los problemas de tu país y
que lo vas a arreglar todo y, sin embargo, pronto averigüé que ni siquiera
era capaz de resolver los problemas de un sólo pueblo. Así que fui
reduciendo mis propias ambiciones y pensé, bueno, si puedo resultarle útil a
una sola persona, incluso un solo día, ya será un momento muy feliz. Lo que
hice fue buscar oportunidades de serle útil a otras personas y así es como
empezó todo. Fue realmente una iniciativa más personal que profesional y
cuando dejé la universidad para dedicarme por entero a esto no creo que
nadie me echara de menos.
P.- ¿Las cajas de ahorro y montes de piedad no hacen ya algo parecido? Y,
también, ¿por qué en este caso no se cumple la ley de que "toda oferta crea
su propia demanda"?
R.- A los pobres, no se les está dando acceso a los enormes recursos que
controlan los bancos y éste es otro aspecto que me gustaría recalcar. Si se
deja solamente a las cajas de ahorro como grupo aislado de instituciones que
se dedican a esto, nunca podrán crecer lo suficiente como para establecer
una red nacional verdaderamente capaz. ¿Qué ha ocurrido con las cajas de
ahorro?, ¿por qué no se han ampliado hasta crear redes mundiales? Tiene que
haber algo que se lo haya impedido. A través del microcrédito hemos llegado
a 9 o 10 millones de familias pobres, pero queremos llegar a 100 millones
antes del año 2005. No creo que haya ninguna caja de ahorros que tenga como
objetivo financiar algo semejante.
Creo que el crédito se debería considerar como un derecho humano y tenemos
que construir una institución en la que nadie se quede fuera del sistema,
porque pienso que es derecho legitimo de una persona, igual que un derecho
humano fundamental, tener acceso a alimentos, a viviendas, atención
sanitaria, etc. Por tanto, el acceso a los recursos financieros lo considero
también como un derecho humano fundamental, de forma que la gente consiga
involucrarse y crear sus propias oportunidades de generación de ingresos. No
digo que las cajas de ahorro sean malas y que lo único que está bien es lo
que hacemos nosotros, pero desde luego, una vez que se les da a las personas
la posibilidad de crear sus propios re cursos, pueden cambiar su propia
situación eco nómica. En Grameen nos dicen los investigadores que un tercio
de nuestros clientes han cruzado ya la línea de la pobreza y otro tercio
están a punto. Hay un movimiento muy claro saliendo de la pobreza y los
cambios que estas mujeres han llevado a sus familias con este éxito son algo
prácticamente increíble, a no ser que lo veas con tus propios ojos.
Todos los estudios que se han hecho sobre Grameen indican que el nivel de
nutrición en la familias de nuestros clientes es mucho mejor que el nivel de
nutrición en las demás familias; la planificación familiar es el doble que
entre la población general y el nivel de vivienda también es muchísimo mejor
que el nivel general. Un ejemplo que me gusta poner es que en las elecciones
generales de 1996 las mujeres se han organizado y han llevado a todo el
mundo a votar, así que otro impacto es que una vez que se establece una
organización de redes de apoyo, de personas que intentan cambiar las cosas,
se pueden conseguir otras muchas.
P.- ¿De dónde salió el capital inicial de Grameen Bank? ¿Cuáles han sido las
principales dificultades que ha tenido el Banco hasta hoy?
R.- Como dije en mi presentación los primeros fondos salieron de mi propio
bolsillo, era una cantidad muy pequeña y me lo pude permitir. Después me
convertí en avalista; eso es también parte de la historia. Lo único que
hacia yo era firmar el papel de los créditos que daban en el banco.
Inicialmente me dieron un limite de fondos que podía sacar como avalista, un
limite de 300 dólares; no daban más porque no me admitían a mi como avalista
para más de 300 dólares. Pero después se les olvidó este limite porque les
devolvían todos los préstamos, y pudimos seguir expandiéndonos simplemente
con mi firma. Yo corría el riesgo de hacerlo y ellos corrían también el
suyo. Con la firma satisfacía sus normas y no perdimos nada de dinero.
Luego pasamos a entrar en un proyecto organizado, con varios bancos
comerciales que nos prestaban el dinero para que nosotros lo prestásemos a
los pobres, o sea, que no recibimos ninguna donación ni nada por el estilo.
Cuando nos convertimos en un banco independiente sí que necesitamos capital,
y en ese momento como teníamos el programa de ahorro de los clientes, lo que
hacíamos era utilizar ese ahorro como capital de inversión de nuestros
clientes, porque los clientes son los propietarios del banco, y al ir
creciendo cada vez había más accionariado, más dinero. Actualmente un 22% de
las acciones son propiedad de nuestros clientes y un 8% del Estado. El
dinero nunca fue un gran problema.
En cuanto a las principales dificultades que nos encontramos,
fundamentalmente los problemas surgían por las actitudes de las personas. Es
muy difícil cambiar las actitudes y las formas de ver las cosas. Cada vez
que les proponíamos algún proyecto nos decían que era una locura, que era
absurdo, que dándole dinero a las mujeres les íbamos a causar problemas.
Incluso en la actualidad se ven artículos en los periódicos diciendo que les
estamos creando problemas a esas mujeres, que van a tener dificultades
gravísimas para devolver los préstamos. Nosotros les contestamos diciendo
que todos los créditos se están devolviendo y que por lo tanto no están
teniendo tanto problema. Luego nos acusaron de presionarlos para que nos
devolvieran el dinero; entonces les decíamos que las visitasen, porque ésta
no es gente que viva en la luna, sino que vive ahí mismo. Realmente los
problemas residen en la falta de flexibilidad de la gente, en las actitudes
fijas que tienen y esto nos ha ocurrido con el mundo académico, la banca,
los políticos, los funcionarios, etc., aunque yo creo que ahora nos estamos
haciendo muchos amigos después de todos estos años.
P.- Quería preguntarle si tuvo muchas dificultades por parte del gobierno a
la hora de implantar sus iniciativas que al fin y al cabo propugnan que las
personas puedan valerse por si mismas.
R.- Nuestra relación con el gobierno ha sido a veces buena, a veces mala,
según los momentos. Recibimos mucho apoyo de personas individuales dentro
del gobierno, pero del gobierno como institución o del Estado nunca
recibimos un apoyo claro. o sea, nunca tuvimos problemas graves con el
gobierno y el estado nos permitió convertirnos en banco. Además tomaron una
medida muy inusual que fue crear una ley específicamente para permitirnos a
nosotros llegar a ser un banco, porque los requisitos de las leyes bancarias
que existían no nos hubiesen permitido nacer, así que finalmente convencimos
al Gobierno para que nuestro banco pudiera ser constituido bajo una ley
diferente, y se redactó y aprobó esa ley sólo para nosotros. Fue algo
maravilloso. Luego presentamos enmiendas a esa ley porque pensábamos que
algunos elementos no eran demasiado positivos para las actividades que
queríamos realizar y conseguimos también que se aprobasen en el parlamento.
Por lo tanto, como digo, hemos tenido bastante apoyo, porque si no, hubiera
sido imposible. Cada vez que obteníamos créditos de fuera, el gobierno nos
tenía que avalar esos créditos, porque los créditos internacionales no te
llegan a no ser que te avale el Estado.
P.- Me ha parecido entender en sus manifestaciones que el sector público
está en franco declive y que prácticamente podría llegar a desaparecer. Me
gustaría que pudiera extenderse un poquito en este punto. La segunda
pregunta es si hay alguna organización española que colabore con usted.
R.- En cuanto a la segunda pregunta la verdad es que no hemos tenido ninguna
colaboración continuada con ninguna organización española. De vez en cuando
recibimos cartas de organizaciones pero no tenemos una relación continuada
con ninguna.
En cuanto al tema del sector público es un tema también crucial en
Bangladesh, porque casi todos los países que han obtenido su independencia
recientemente pensaban que el sector público era la solución para todos sus
problemas. A nosotros nos ocurrió lo mismo durante el problema con Pakistán,
y cuando Bangladesh se convirtió en un país independiente el sector público
era el sector dominante de la economía, pero ahora vemos que se ha
convertido en un lastre y no por su propia naturaleza, sino porque la
burocracia, la corrupción, las ineficiencias y la ineptitud política lo han
con vertido en algo en lo que se meten enormes cantidades de fondos,
simplemente para sobrevivir, y ni siquiera se pueden hacer privatizaciones
debido a que los sindicatos no han permitido ningún intento. La pregunta es
qué hacer con estas empresas públicas que son un pozo sin fondo. Ahora mismo
nadie en Bangladesh quiere crear ninguna nueva empresa pública debido a los
enormes problemas que tenemos con las que ya existen, y debido a la misma
naturaleza de las empresas estatales, la burocracia parece que se convierte
en un fin en sí mismo. Además no pueden contratar ni despedir a nadie. Las
cosas no se mueven; no puedes cambiar las cosas, y por lo tanto, lo que yo
decía de las ilusiones que teníamos en el sector público se han convertido,
en la mayoría de los casos, en pesadillas.
¿Qué alternativa nos queda a las empresas con ánimo de lucro?, la conciencia
social, que no tiene que ser estatal. Las personas pueden crear esas
estructuras ellas mismas pero tendrán que ser competitivas. Si lo son,
sobrevivirán, y si no, desaparecerán.
P.- Me gustaría saber si eso que ha hecho en su país, ha cambiado su
sociedad y reducido la distancia entre las clases más acomodadas y las más
pobres. También me gustaría saber lo que piensa de los efectos de tener
muchos hijos, si no cree que éste es un factor que contribuye a la pobreza
en los países del tercer mundo y que habría que con vencer a la gente para
que no tenga tantos hijos.
R.- En cuanto a la distancia entre los ricos y los pobres, yo no me he
centrado en reducir esa distancia. Lo que nos interesa es levantar esos
tramos inferiores. Puede que la distancia esté aumentando, puede ser que los
ricos sean 10 veces más ricos, pero nadie tiene hambre y nadie está a merced
de nadie. Eso es lo que nos interesa. Pienso que podemos levantar a los más
pobres, a los que ocupan los tramos inferiores de la economía. El tema de la
distancia importa menos. Si todo el mundo tiene vivienda, si todo el mundo
tiene televisor, si todo el mundo tiene comida, que Bill Gates tenga muchos
millones importa menos. Yo tengo televisor, nevera, coche, así que, que él
tenga millones de dólares realmente no me preocupa inmediatamente. Yo
siempre digo que una sociedad se debe definir por la calidad de vida que
tengan las personas que estén en el peldaño más bajo de la escalera, es
decir, no por lo bien que vivan los ricos sino por la calidad de vida de los
pobres.
En cuanto al tema de tener muchos hijos, la utilización de técnicas de
planificación familiar es el doble de frecuente entre nuestros clientes que
entre la población en general. Nosotros no somos una institución de
planificación familiar. Cuando tuvo lugar la Cumbre de El Cairo sobre la
explosión demográfica, muchos de los oradores hablaron sobre la experiencia
del Grameen y decían que dar autonomía y posibilidades de autorrealización a
la mujer, afecta a la forma de tomar de cisiones, y aparte de las decisiones
sobre su actividad económica empieza también a tomar decisiones dentro de la
familia, en cuanto a cuántos hijos tener. Por lo tanto, el número de hijos
de las familias de Grameen es normalmente menor que el número de hijos de
familias no Grameen; esto es lo que pasa cuando se consigue la
autorrealización de la mujer, que ya no sigue y cumple ciegamente las
órdenes, sino que participa en el proceso de toma de decisiones. Cuanto más
consigamos eso, menos problemas tendremos con la explosión demográfica.
Además, a lo largo de la historia hemos visto que en el momento en que una
sociedad progresa, el crecimiento de su población se reduce. Por lo tanto,
si lo que nos preocupa es la explosión demográfica hay que trabajar aún más
para conseguir erradicar la pobreza.
P.- Yo quería preguntarle su opinión sobre un proyecto similar en una de la
poblaciones en España más cerradas, que es el de la población penitenciaria,
y quizás un proyecto muy similar con microcréditos podría ser una solución
cuando se sale. Quería saber su opinión sobre esto.
R.- En todas aquellas situaciones en que a la gente se le deba abrir puertas
que les permitan solucionar sus propios problemas, esta herramienta resulta
muy útil. No digo que el microcrédito sea la panacea ni la solución a todos
los problemas. No lo es. Hay que seguir haciendo lo demás que se está
haciendo, pero además también se debe incluir el microcrédito, porque,
conjuntamente, todas estas medidas consiguen grandes éxitos. Tampoco hemos
hablado sobre los ancianos que están en una residencia, ahí sentados sin
hacer nada. En muchos países no realizan ninguna actividad y la generación
de ingresos no es sólo un tema de su pervivencia; también es un tema que te
permite estar ocupado, activo, y es muy importante ser productivo,
participar.
Quedarte sentado esperando la muerte y que te den de comer hasta que llegue
ese momento es algo que no ocurre en los países del tercer mundo, donde las
familias permanecen juntas por muy viejos que sean. Mi padre tiene 90 años,
y no tiene demasiada preparación, pero sigue siendo el cabeza de familia y
no puedes ignorar lo que dice. Lo controla todo; resuelve las disputas entre
nosotros, decide lo que se debe hacer con los nietos y siempre se le
escucha. No necesariamente se hace exactamente lo que él dice, pero por lo
menos cuando está delante le das el respeto que merece para que sienta que
está controlando la situación. Por lo tanto, el tema de la tercera edad es
otra área en la que debemos trabajar.
Las personas con discapacidades mentales probablemente tengan suficiente
dinero o estén protegidos de alguna forma, pero necesitan poder hacer algo,
y también es importante hacerles sentir que son personas activas, que
contribuyen, que hacen cosas. O sea, que se puede aplicar a muchas
situaciones distintas, a los parados, a los que viven en barrios marginales,
a los jóvenes que han dejado el colegio... Tiene muchas aplicaciones en
muchísimos segmentos distintos de población.
Para terminar quisiera dar las gracias a todos por la paciencia y la
amabilidad que me han demostrado y particularmente a S. M. la Reina Sofía
por haber marcado un liderazgo en el movimiento de microcréditos. La Reina
Sofía ha sido presidenta de la cumbre del microcrédito donde nació el gran
sueño que todos compartimos: llegar a 100 millones de familias pobres con
microcréditos antes del año 2005. Muchas gracias.
*******
Hugo Novoa
maremagnum@...
Qué les parece, queridos Virtuosos, Hugo es un nuevo miembro de esta gran
familia que es "CÍRCULO VIRTUOSO". Como verán, compartimos con Hugo otra
casa, donde también se construyen "espacios para la vida", cual es la RGT -
Red Global de Trueque -.-
Aprovecho esta oportunidad para informarles que también se sumó a nuestra
familia Horacio Covas, uno de los visionarios que allá por el 1° de Mayo de
1995, en Bernal, Provincia de Buenos Aires, Argentina, junto a Carlos
Alberto De Sanzo, Ruben Ravera, y un puñado de amigos, pusieron la piedra
fundamental de un movimiento autogestivo que hoy convoca a cientos de miles
de "prosumidores" (productores-consumidores) a lo largo y lo ancho, no solo
de Argentina, sino de toda iberoamérica.
Queridos virtuosos, hagan uso de esta magnífica oportunidad para "sacarle" a
Horacio todo lo que está en condiciones de compartir, lo que hará, se los
aseguro, con mucho gusto.
Les dejo besos y abrazos del alma,
Bocha.-
*******
From: circulo-virtuoso-digest-ayuda@...
Reply-To: circulo-virtuoso-digest@...
Date: 25 Sep 2000 21:54:16 +0200
To: circulo-virtuoso@...
Subject: circulo-virtuoso Resumen 25 Sep 2000 21:54:16 +0200 Numero 61
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