Iporâ he'íva Ginan. El sentido común nos dice que la finalidad de la educación es modificar la actitud del educando hacia una vida plena. Busca que el educando mejore su vida cotidiana; su gesto, su lenguaje, su vocabulario, sus términos. En su forma cotidiana de hablar debe intervenir la educación para mejorarlo. La forma cotidiana de hablar puede servir para lograr otros objetivos pero no como modelo ni menos puede servir como reglas gramaticales. Tampoco se debe manipular expresiones de autoridad para justificar ideas equivocadas. Conclusiones de Ginan: Los niños guaraní
hablantes que habían sido instruidos primero en guaraní hablaban en un hermoso
lenguaje, desprovisto de castellano, a diferencia de los niños guaraní
hablantes instruidos en castellano.
Entre los jóvenes
encontramos un patrón de uso fascinante. Hablan mejor en guaraní que sus
abuelos porque sí aprendieron algo de lectoescritura en guaraní, pero todos tuvieron que abandonar su
lengua materna en la escuela ya en el nivel medio.
Sólo los que han
estudiado su lengua materna guaraní hasta niveles avanzados aprenden a
expresarse en un guaraní desprovisto de castellano.
Para concluir, los
jóvenes y ancianos, en estudios actitudinales realizados por Juana Dávalos Arce
(UCA 2001), Penner (2001) y Mansfeld de Agüero (UNI 2008), entre otros,
aprecian al guaraní normativizado y reconocen que los hablantes del guaraní
tienen derecho a aprender la ortografía y la gramática correctas de la lengua.
El guaraní hablante quiere ese nivel de prestigio y respeto para su lengua
materna. |