LA ONDA ENCANTADA DEL CAMINANTE DEL CIELO
Estar siempre presentes, siempre en el aquí, siempre en el ahora, no
pasarse esta semana pendiente de lo que ocurrirá el domingo, ni dejar de vivir
cada día por lo que pasó ayer o por lo que no pasó, estar presentes entonces,
en cada instante segundo momento fractal y fragmento, ésa es la consigna de
este nuevo tiempo, no estar en el tiempo como quien se ha subido a un tren y ve
por las ventanas como pasa todo, sino que ser el tren que
avanza a cada instante por un pedazo y otro pedazo de la tierra, por la que cruza en busca de su destino propio. Entonces, en esta dimensión del
tiempo, el tiempo no pasa, ni se nos pasa el tiempo, el tiempo está aquí, es la
energía que informa, que trae una carga de formas que vienen desde el centro
mismo del cosmos, que vienen y vienen a cada instante, en cada día, cada mes,
cada año, cada semana, a cada rato y que nosotros podemos saber, hacer
conciente y vivir según ellas, aprovechar su presencia, la
información que nos traen y hacerla nuestra, que nos forme por dentro, que sea
como el agua que nos nutre para hacer brotar nuestras siembras.
Lo que hoy comienza es la energía del Caminante del Cielo, por lo tanto
vamos a sentir este tiempo como un viaje, pero no de esos viajes cómodos, sino
de esos que más parecen exploraciones, que saben a aventura, y que este viaje sea por fuera, por el mundo en que vamos siendo o por dentro, en el
mundo que llevamos a cuestas como un equipaje. Has el
recorrido, y si quieres comienza por afuera, mira tu sitio, mira tus
medios, mira lo tanto que aprecias a ver si lo aprecias tanto, mira lo tanto
que tienes ha ver si te hace sentido, a ver si con eso estás libre, a ver si
con eso estás grata y te sientes tranquila en el alma, si te sientes dichoso,
ahí tienes todo al frente, tu casa, tu vida, tu trabajo, tus bienes, tus metas,
tus expectativas, las que marchan y las que te detienen, ahí tienes todo al
frente, te invito a que pases, a que entres y te pasees por todo eso y
observes con detención, cada cosa, con tranquilidad, con libertad, no con
apego, no con deseo, no con apropiación, no con rabia, no con ese rechazo que
duele, no, tan sólo mira y desde tu mente superior percibe: cuánto es tanto
como para quedarse ahí, cuánto es tanto como para llevarlo, tanto como para
enemistarse con quien quiera acercarse, tanto como para dedicarle tantas horas
del
día, tanto como para creer que ya no hace falta nada más, tanto como para
quedarte ahí y mientras tanto, mientras estás ahí obligado, cuánto se te ha
pasado por el lado, cuanto no has visto, cuánto, tal vez sea harto o tal vez ni
lo sepas.
Bueno, a eso viene este Caminante del Cielo, a descolgar nuestro aventurero
guardado en el sótano o en la buhardilla y darse cuenta, estar atento, pero
súper atento y súper atenta, sin embargo para ello es necesario no tener los
ojos pegados a lo que no se puede descuidar por que se nos va la vida si se
pierde, pero para estar atentos a cuanto pasa alrededor nuestro, no se puede si
la mente está pegada a lo que falta, a lo que viene, a lo que tengo, a lo que
todavía no
tengo, a lo que se debe, a lo que no se debe, a lo que está bien, a lo
que no lo está, es necesario estar libre de todo eso y a eso viene este
Caminante del Cielo, a liberarnos, a poner en nuestras manos esa posibilidad,
yo sé que hay cosas que se pueden hacer en cualquier momento, pero también he
podido comprobar, a través de las ondas encantadas, que hay tiempos en que
estas cosas se producen solas, que cuando me entero de cual es la energía que viene desde el centro de la
galaxia, caigo en la cuenta de que eso ya me estaba pasando o que es ése el
mejor tiempo para hacerlo o que si ni se me había ocurrido y al saberlo, capaz
que me ponga a hacerlo, entonces partamos por ver cuanto nos sobra, como esas
veces en que al abrir la puerta de un closet se desmorona un cúmulo de cosas
inútiles que ya nadie recuerda y que están ahí porque no se tira lo ganado,
porque la economía y la seguridad y no hay que ser derrochador y el mito del mal agradecido y, y, y, o vamos
a la pieza cerrada y no se puede ni siquiera entrar y de sólo abrir un par de
cajas, empiezan a aparecer cosas, recuerdos, imágenes, que ya hace tanto tiempo
no son y que si no fuera por la razón que entramos allí, capaz que no las
habríamos visto más. Vamos a pensar un rato en la inmensa cantidad de cosas que se pueden tener guardadas sin ya saber que se tienen y que tal vez
haya algunas de valor, que estarían tan bien en otras manos; y eso ahí,
en lo concreto, pero qué hay de lo interno, te has puesto a revisar cuánto
tú crees que debe ser de una manera y cómo no estás dispuesto a aceptar de
ninguna forma que haya otra manera, de hacerlo, a enfrentarlo, de que aquí se
hace esto y allá eso otro, de que eso no es bueno y eso otro es tan lindo, que
de esto no has de beber y que eso otro te embriagas, en fin, es el tiempo de
explorar todas tus intrincadas dependencias internas para reconocer lo que es
cierto y lo que no lo es,
para reconocer lo que te sirve y lo que está demás, lo que has llevado siempre
en el altar de tu alma y que, sin embargo, mirándolo con calma, no tiene más
base que un miedo o que una amenaza añeja, te has dado cuenta de tus rutinas,
de tus procesos diarios en los que haces un montón de cosas, cuánto de todo
ello es cierto, cuánto de todo ello es tuyo, cuánto de todo ello es necesario,
piensa, para eso es este tiempo y después de pensarlo, después de verlo,
después de verlo en el hoy y en el aquí, te darás cuenta de que hay ene cosas
que sobran, que llevas demás, que te traban, que no te dejan actuar, toma la
decisión que te hace falta, piensa por favor en todo eso que tú crees que es
así y que no va a cambiar, que no puede ser de otra forma, ¡puede!, claro que
puede, todo se puede, es cuestión de libertad, es cuestión de liberarse, es
cuestión de vivir en un espacio abierto en vez de en uno tapiado por la paredes
y las rejas
que nos construimos nosotros mismos, o que aceptamos que nos las
construyeran otros, porque sí . Vamos a vivir este tiempo, entonces, con
este afán liberador y no sólo en lo nuestro, sino también en la hermandad en
que vivimos y crecemos, en el grupo, ayudando también a otros, dando luces,
poniéndonos en el camino sin nuestras posturas o con ellas, sin más y sin
menos, por qué tener miedo a ser ejemplo, vamos entonces y verás como se abre un mundo nuevo en
ese mismo mundo que tenía las ventanas tapiadas de conceptos, de relojes, de
palabras y palabras que pretendían explicar lo inexplicable, vamos a liberarnos
de todo lo que haga falta, y de verdad es que nada hace falta, que la gran
cantidad de todo lo que tenemos es prescindible, que la gran cantidad de deseos
que nos roban el alma, son pasajeros, son momentáneos, no alcanzan para hacer
una vida, es cierto que es lindo que el rededor sea grato, pero no es todo, no es eso lo que hace
la gratitud, todo empieza por uno, empieza por ti, empieza por mí y eso es lo
principal, lo demás viene y también se va, pero nosotros no, nosotros estamos
ahí, con los ojos bien abiertos, con las manos bien abiertas, con el pecho bien
abierto, con la espalda bien erguida, con la mente bien dispuesta, como una
cascada que cae libre desde la alta cima siempre y ninguna de sus gotas es la
misma ni está pendiente de
sostener ni su belleza ni su frescura y es la más bella y la más fresca del
mundo, y que tampoco trata de que las otras sean más o sean menos, todas son
las más bellas y las más frescas, es la conciencia más pura y así, con tal
apertura, con tal desapego, con tal desenvoltura, con tal espíritu libre y
aventurero y con esa mirada luminosa ante lo siempre nuevo, podremos ser la parte de la columna que falta, para unir la tierra con el cielo.
DRAGON RESONANTE ROJO