Tovar
¡cruje en el abandono! Hoy vamos a referirnos al problema del agua y sus
múltiples derivaciones. Además del déficit en el suministro acumulado desde
hace años y agravado día a día por el urbanismo desbocado, sin planificación
ni control, sin tomar en consideración los límites del crecimiento,
existe un problema tan grave o más grave que la escasez, la contaminación del
agua de consumo, lo cual ocurre ante la mirada indiferente de las autoridades
municipales, sanitarias y del ambiente.
Agua no es igual a agua. Toda agua no es apta para el consumo. Debe
reunir condiciones esenciales: líquido transparente, límpido, insípido e
inodoro. No debe contener sustancias orgánicas disueltas o en suspensión ni
mucho menos sustancias químicas tóxicas. En Tovar el agua que se suministra
por tres de los más importantes acueductos que sirven el casco urbano, carece
de estas condiciones esenciales (El Carrizal, El Rincón de la Laguna y la represa Pulido
Méndez). Mirar dentro de un tanque o depósito casero de agua tanto en verano
como en época de lluvias y pensar que ese líquido oscuro, turbio, con una nata
aceitosa, espumosa, que flota en la superficie, es el agua que se consume en
Tovar ¡da nauseas! ¿De qué sirve hervirla y airearla, si el vaso en que se
toma, la licuadora, el tetero, el plato o la cuchara han sido lavados con esa
agua oscura, turbia, con nata aceitosa y espumosa en la
superficie?.
Las denuncias sobre esta realidad han
sido y son desoídas por las autoridades municipales, sanitarias y ambientales
que andan en otras cosas, menos en cuidar las condiciones esenciales que debe
tener el agua de consumo. Los estudios realizados por estudiantes de
la
Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), provocan la risa
y burlas del alcalde en sus telegráficos discursos, incoherentes, de frases
paralelas ¡habla por ráfagas! y niega la gravísima situación que amenaza la
salud de la población por causa del agua. Por esta causa enfermedades
digestivas y de la piel van en aumento. ¡Que
insensatez!
Es de elemental condición que la
microcuenca de una naciente de agua no debe estar habitada ni mucho menos
realizar en ella actividades agrícolas y pecuarias. Debe estar total y
absolutamente deshabitada y entregada a la acción benéfica de la naturaleza.
Ante la imposibilidad de esta elemental propuesta de prohibición y desalojo de
toda actividad agrícola, pecuaria y de vivienda en estas vertientes o
nacientes de agua, la solución que se desprende de la neurastenia heredad del
alcalde, es trasladar a los cuarenta mil habitantes de Tovar a otro sitio. Es
más fácil el traslado de los cuarenta mil habitantes de Tovar a otro sitio,
que el desalojo de la minoría que contamina el agua con la cría de gallinas,
cerdos, vacunos, y agricultura que utiliza pesticidas (fosforados,
clorinados). Por causa de la lluvia, estas sustancias tóxicas y contaminantes
escurren hacia la vaguada por donde corre el agua utilizada para consumo.
¿Dónde queda el derecho de las mayorías? ¿Quién podrá
defendernos?!!!
Existen correctivos y existen
límites del crecimiento ¡Falta
gobierno!