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Asunto: | [LEA-Venezuela] Proyecto Beisboíistico amenaza Monumento natural La Ga lera , denuncia León Moraria desde Tovar, Estado Mérida. | Fecha: | Jueves, 13 de Septiembre, 2007 23:39:23 (-0400) | Autor: | Jorge L. Hinestroza M. <jlhinestroza @.....com>
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MONUMENTO NATURAL “LA GALERA”
Ubicación: Tovar. Estado Mérida.
Para describir el Monumento Natural La Galera me permito utilizar
el texto tomado del libro “La Galera de Marmolejo” -que escribí hace algunos
años- para ser utilizado en las escuelas (Bailadores, La Playa, Tovar, El
Peñón, Santa Cruz). En el libro se relatan: fenómenos naturales nativos; la
economía del trigo; la caña de azúcar y el trapiche; la recua y los caminos
de recuas; el fantasma Mucutiti; y otros temas. Todos relacionados con el
Valle del Mocotíes. Una contribución al conocimiento de los niños sobre la
naturaleza en que viven. Y en forma sencilla, algunos aspectos de la
historia económica del Valle
En el libro hay tres relatos y un poema alusivos a la formación
natural, La Galera. Se busca crear el contraste o la contradicción entre una
versión y otra, para desechar unas y aceptar la verdadera.
(1). “La Galera de Escitia”, es un relato que pretende explicar su
presencia a partir de la leyenda histórica.
(2).-“La Galera de Oné”, busca darle explicación desde el punto de
vista de la leyenda mítica.
(3),-“La Galera Real”, como su nombre lo indica, es la explicación
científica, la explicación verdadera de la formación geológica.
(4).-Y en el poema “La Galera”, se recoge lo histórico, lo mítico y lo real
o verdadero. Vamos a utilizar el texto de “La Galera Real” para describir la
formación geológica.
La galera real
(Leyenda Científica)
Dominando la ciudad, sobre un alto nivel, se eleva la meseta La
Galera. Su figura ancha, larga y plana, estrecha en un extremo, la entallan
flancos verticales de perfiles recortados. El pastizal la arropa. Pequeños
árboles, matorrales y bejucos crecen en los peñascales. Está separada de
cuanto la rodea. El río y la ciudad circundan su base. Todo esto la hace ser
muy admirada.
- “Tiene forma de tepuy en albor”- comenta el naturalista que admira
la maravillosa meseta tendida al pie de la cordillera como gigantesco altar
consagrado a la Diosa naturaleza.
-“Parece una isla flotando en un mar de verdor”- sueña el poeta que
la vislumbra y trata de descubrir algún enigma, algún presagio, símbolo o
analogía que inspire su verso.
El parroquiano pasado de copas, mascullando palabras soeces,
sarcástico, la increpa, cuando la ve emerger entre las neblinas del
amanecer - “pareces una verruga!!! … un aeródromo de brujas sonámbulas!!!”.
Y quién contempla su soledad de siglos ajena a toda actividad, imagina
que -“debe esconder infecundos misterios como atalaya de todas las
historias.”
-“¡Un portaviones anclado!”- exclama el marinero que recorre la
serpenteante carretera en su descenso a la ciudad y ve en lontananza la
figura cuneiforme descollar sobre el paisaje crepuscular.
Aun cuando cada quien la percibe a su manera, la vincula a su
actividad, a su visión de las cosas, el interés común la convierte en
emblema de la ciudad y monumento nacional. Sería ridículo dudar si alguien
ha permanecido indiferente ante ella.
Diversas leyendas cuentan su origen. La más común ha atribuido su
formación al cataclismo de El Volcán: las aguas acumuladas por la inmensa
represa, al desbordarla, se precipitarían con violencia sobre el valle y
partirían en dos la nave milenaria.
II
La historia geológica de La Galera se remonta al final de la última
glaciación hace doce mil años. Las nieves acumuladas en los páramos Río
Negro, Los Pinos, El Carrizal, rodarían por las laderas arrastrando su carga
de rocas, areniscas, calizas, que sedimentarían formando la meseta.
De idéntica manera, el glaciar que tenía sus cimas en los páramos La
Negra, Beriguaca y Morretón, acumularían la nieve en el circo de La Playita,
Caricuena y Bailadores. El movimiento permanente del glaciar transportaría
la carga de sedimentos hasta la morrena terminal de Barrotes. A partir de
este sitio, los hielos licuados formarían el caudal del río Mocotíes que
iría cortando la meseta por su flanco Norte; en tanto, los hielos licuados
del glaciar de Río Negro, que formarían el caudal de la quebrada Tacarica,
horadaban la cara Sur. Esta acción continuada de las aguas haría emerger
sobre la superficie del valle, un plano, desde la falda del cerro El
Carrizal a Bucatera, que en época más reciente -1610- sería dividido en dos
por el violento alud de aguas que acumulara el Cataclismo de El Volcán.
Así, ¡nace La Galera!, por el arrastre de los hielos, la acumulación de
sedimentos, y separada de cuanto la rodea, por la acción de las aguas.
Esbelta, como atalaya que avizora el tiempo o como vestal consagrada a
navegar la historia: con la proa dirigida a Tacarica, la popa arrimada a
Bucatera, el río a babor y la ciudad a estribor.
Monumento Natural.
Por allá en el año 1969, un grupo de personas de recursos
económicos tuvieron la idea de urbanizar la meseta. De inmediato denunciamos
el proyecto y sugerimos fuera decretada Monumento Natural, como forma de
garantizar su protección de manera definitiva.
Pasaron los años (25) y La Galera mantuvo su forma prístina, natural,
salvaje, sin la intervención del hombre. Por fin, el Ejecutivo Nacional
dictó el Decreto que hace de La Galera, Monumento Natural (Decreto Nº 2352
del 5 de junio de 1992. Gaceta Oficial Nº 4548 del 26 de marzo de 1993).
El Decreto determina las coordenadas. Ordena al Instituto Nacional de
Parques elaborar el Reglamento de Uso, dentro del plazo de (1) un año
contados a partir de la publicación del Decreto.
Lo cual, luego de 14 años aún no se ha cumplido.
En otro artículo, el Decreto dice que, “el Ministerio de Relaciones
Exteriores notificará la creación del Monumento Natural a los organismos
internacionales para la protección de la Flora y la Fauna y de las Bellezas
Escénicas Naturales.”
Al conocerse el Decreto, ocurrió lo que nunca había ocurrido. De inmediato
quienes han ejercido propiedad sobre la meseta (Monjas de la Congregación La
Presentación que lo recibieron por donación), buscaron una persona para que
realizara actividades agrícolas en el área de la meseta. Establecieron un
cultivo de café y por tubería un sistema de regadío. Pasaron los años y el
cultivo fue abandonado, pero quedaron las heridas de los daños causados.
Hay una parte de la meseta que por causa del Cataclismo de El Volcán, quedó
pegada al cerro El Carrizal y separado de lo que conforma la estructura en
forma de nave, de allí su nombre: “La Galera.” Ese pedazo de meseta adherido
al cerro fue adquirido por una persona que comenzó la explotación de las
arenas y rocas sedimentadas por la morrena terminal del glacial del páramo
de Río Negro. Las heridas causadas a ese segmento de meseta, son muy graves.
Además de la violación de las coordenadas con obras oficiales: edificios.
Con mucha demora y debido a las denuncias hechas, por fin el Ministerio del
Ambiente prohibió dicha actividad de extracción de materiales y movimiento
de tierras. Pero ya el daño estaba hecho. Como ocurre siempre en nuestro
país con los Recursos Naturales Difícilmente Renovables. Nada ni nadie ni de
forma alguna, puede detener su destrucción o degradación. Es de allí de
donde nace nuestra propuesta de creación del Poder Territorial, como nuevo
poder del Estado con poder para la Defensa de los Recursos Naturales.
Viejo Proyecto.
Desde siempre, hemos sugerido que la meseta La Galera debe ser
destinada para un Jardín Botánico que sirva para el cultivo de variedades de
plantas nativas y de plantas exóticas. En medio del bosque que se forme,
construir caminaderos que permitan a los visitantes admirar las plantas
identificadas con su nombre vulgar y científico. Para la planificación del
Jardín Botánico se solicitaría el asesoramiento de la Universidad Central de
Venezuela que tiene experiencia en ello. Para subir desde el nivel de la
ciudad hasta el nivel de la meseta (unos 50 metros), construir un pequeño
funicular. Todo debe ser realizado sin dañar la belleza escénica del
monumento. Consideramos que este proyecto, de Jardín Botánico, responde a la
condición de Monumento Natural, por cuanto no interviene la formación
geológica ni daña su belleza escénica.
Nuevo Proyecto.
Con motivo del éxito en las Grandes Ligas, del tovareño Joan
Santana, en su más reciente visita a Tovar surgió la idea de construir en la
meseta un complejo beisbolístico que comprendería: Dos vías de acceso
(carreteras).Tres estadios de béisbol: uno infantil, otro profesional (con
capacidad para 5.000 espectadores), y otro para entrenamiento. Un edificio
para hotel (128 habitaciones). Una cancha de usos múltiples techada. Un área
de actividad comercial. Y varias otras edificaciones y servicios. Áreas para
estacionamiento de vehículos. Y un funicular.
Conclusión.
Este proyecto, de complejo beisbolístico, rompe con las normas
establecidas para los monumentos naturales, cuya legislación busca conservar
la forma original (belleza escénica) y prohíbe la intervención del hombre
con edificaciones y actividades que dañen o deterioren esa condición
fundamental de todo Monumento Natural.
En atención al nuevo proyecto, totalmente dislocado de la intención
del Decreto y de la conservación de los monumentos naturales, que pasan a
ser patrimonio de la Humanidad, estamos recabando información y respaldo
para emprender la lucha contra todo proyecto que tenga como propósito
intervenir el monumento natural La Galera.
Consideramos que el proyecto de Jardín Botánico, al tiempo que le da un uso
mesurado, garantiza la perdurabilidad de su belleza escénica, además de
constituirse en centro de estudio e investigación de la flora nativa o de
origen exótico, para los institutos educacionales del Valle del Mocotíes y
de Venezuela. La única actividad lícita sería el estudio y la sana
distracción.
Tovar, 8 de septiembre del 2007.
LEÓN MORARIA
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