Sociedad
Conservacionista tiene “reservas” ante gasoducto del
sur
lunes, 30 abril 2007
El vicepresidente de la organización no gubernamental
ambientalista lamentó que todas las medidas sancionatorias que ha
aplicado el ministerio de Ambiente en Guayana han sido tan
“espasmódicas”.
Valdez asegura que esta ONG no ha podido obtener
información oficial sobre el proyecto del gasoducto, lo que va
contra la participación ciudadana contemplada en la Constitución.
Foto Archivo
El vicepresidente de la Sociedad
Conservacionista de Guayana, Francisco Valdez, asegura que aunque
esta organización no asume posiciones fundamentalistas referidas al
ambiente, sí ve con cierto recelo el proyecto de construcción del
Gran Gasoducto del Sur, que pretende llevar adelante el Gobierno
nacional y que contempla la instalación de una tubería para
transportar gas natural desde Venezuela -atravesando la Gran Sabana-
hasta Argentina.
Valdez afirma que aunque no tiene información suficiente de
este proyecto, “podemos intuir que ambientalmente va a afectar la
zona”.
“El progreso de una región trae consigo situaciones que
afectan al ambiente, porque aporta elementos que no son propios del
ecosistema. En cuanto al gasoducto del Sur, igual que pasó cuando se
planteó el tendido eléctrico hacia Boa Vista, nosotros nos opusimos
y planteamos observaciones y sugerencias claras”, dijo.
Precisó que una de las observaciones que se hizo cuando se
discutía el proyecto del tendido eléctrico a Brasil, fue que la
instalación de las torres se hiciera con helicópteros para evitar un
daño mayor, “pero Edelca aseguró que los costos se incrementarían
muchísimo y no lo hicieron así”.
“En aquel momento nosotros alegamos razones de tipo
ambiental para sustentar esa propuesta, y no se logró. Luego, con el
gobierno de Chávez la instalación de las torres se hizo como lo
planteamos, y así se hizo menos daño porque no hubo que hacer una
pica, ni se afectaron los ecosistemas de humedales que hay en esa
zona”.
Valdez recuerda que también en referencia al tendido
eléctrico se planteó que las instalaciones se hicieran subterráneas,
pero no se logró porque “según los técnicos no se podía. Y hoy vemos
como el tendido eléctrico afecta el paisaje de la Gran Sabana. Ese
paisaje que tú veías cuando subías y se abría la sabana... ahora
tienes ese impacto visual que desvirtúa todo el paisaje”.
“Con respecto al gasoducto del sur, aunque no tenemos una
visión oficial, es una realidad ese proyecto que cuesta cualquier
cantidad de dinero en dólares pero no conocemos el proyecto. La
Sociedad Conservacionista ha tratado de buscar información en Pdvsa,
pero no se ha logrado, no hay información. Sin embargo, en vista de
este antecedente sostenemos que todo proyecto que traiga beneficios
a la comunidad debe ser primero -desde el punto de vista ambiental-
sustentable y la sustentabilidad no es sólo que la gente tenga
mejoras, sino que también haya la menor afectación al
ecosistema”.
El vicepresidente de la ONG está consciente de que el
gasoducto impactará el equilibrio de la Gran Sabana, aunque todavía
se desconoce oficialmente la ruta y el trazado. “Lo que se dice es
que el gasoducto seguirá la misma ruta del tendido eléctrico, me
imagino que los técnicos habrán evaluado todas las
circunstancias”.
“Con respecto al gasoducto nosotros tenemos nuestras
reservas porque no conocemos exactamente cuál es el trazado,
intuimos que un gasoducto que pase por esa vía estará dando energía
a una densa población de la zona. A menos que se pase el gasoducto,
como siempre ha pasado, y la gente no tenga beneficios”.
El tendido eléctrico no benefició a todas las
comunidades
- No a todas y ese tendido debió haber eliminado las
deficiencias eléctricas y haber ayudado al desarrollo industrial de
Tumeremo, El Callao, Guasipati.
Gasoducto y estaciones - Todos los
proyectos de gasoductos además de la tubería contemplan estaciones a
lo largo de la ruta y trochas para acceder a esos lugares.
- Estoy de acuerdo que en términos de sustentabilidad es
difícil conciliar, porque hay un elemento que hace falta en ese
sector que es la ética, y al dejar a un lado la ética las pequeñas
cosas que van a afectar el ambiente no las van a tomar en cuenta...
y esas pequeñas cosas en conjunto hacen un daño tremendo al ambiente
y al ser humano.
- De acuerdo a experiencias que se han dado en otros países
con proyectos de gasoductos, ha quedado en evidencia que este tipo
de tuberías representan un riesgo latente de explosiones y hay
sitios en los que se han generado grandes explosiones.
- Nosotros estaríamos corriendo el mismo riesgo y supongo
que habrán adelantos técnicos. En Anzoátegui sucedió con un
gasoducto en Barcelona cuando un autobús chocó esa tubería y
explotó, incendiando el autobús y dejando un considerable número de
muertos. También está el caso de La Victoria en Aragua, donde se
perforó un gasoducto... los ingenieros deberían tomar en cuenta esos
elementos negativos.
¿Ustedes como ONG han sido consultados para este
proyecto?
- En absoluto, no hemos tenido ninguna información. Hemos
tratado de obtener la información extraoficialmente, pero no
conocemos todos los detalles. En definitiva creemos que el gasoducto
como todo proceso de desarrollo es bienvenido, lo que sí es
necesario que discutamos para llegar a un acuerdo es la
sustentabilidad del proyecto. Sabemos que no es fácil lograr la
participación de todos.
Pero a las comunidades indígenas tampoco se les ha
consultado este proyecto y ellos serán los primeros afectados.
¿Dónde queda la participación?
- Por eso digo que no es fácil, porque a lo mejor hay
personas que le dan largas al asunto porque no están ganados. Aquí
hay que reconocer una cosa, nosotros como ciudadanos no vemos la
participación como algo positivo.
“Golpes” espasmódicos
Para Francisco Valdez el que el Presidente de la República
viera “por primera vez” el “desastre ambiental” de Guayana fue el
elemento disparador para que el Ministerio de Ambiente realizara
algunas medidas sancionatorias en Guayana, pese a que las denuncias
de la situación de la contaminación se han hecho desde hace muchos
años.
Sin embargo, el ambientalista asevera que aunque “nosotros
en la ciudad vemos los efectos de la contaminación todos los días”
las acciones del Min. Ambiente se vuelven “espasmódicas”.
“Aquí se afectaron y se siguen afectando las lagunas
rebalseras del Orinoco, pero resulta que ellos no saben para qué son
importantes las lagunas, no saben que ellas controlan la inundación,
que son sitios de reproducción y desove... para ellos eso no
importó”.
Sobre el carácter tan inconstante del Ministerio de
Ambiente, Valdez señala que “hasta al director regional de Ambiente
lo botaron ese día... y uno observa una actitud bien negligente del
funcionario del ambiente para cumplir con su función. Siempre he
sido crítico de los funcionarios públicos porque parece que no
tienen el amor y la dedicación para trabajar en ambiente”. Concluyó
señalando que debería haber mayor diligencia para minimizar la
contaminación que existe en Alcasa y otras empresas públicas y
privadas.