Estimados
amigos:
Hoy, 23 de Septiembre de 2006 es un día muy
especial. Un día como hoy, hace 14 años, nuestro gran amigo y maestro
Arístides Bastidas se despidió de esta vida terrenal dejándonos un cúmulo de
escritos de conocimiento y de ciencia para el disfrute y crecimiento del
intelecto humano y en especial de ese venezolano que tanto soñó y luchó a
pesar de las adversidades y limitaciones físicas que le impusiese el
destino.
Ese día Arístides se había marchado, como
si estuviese retando una vez más al destino, diciéndole. “Ahora me
voy yo. Soy yo quien decide. No tú.”, como tantas veces
lo dijo ante las adversidades del destino: “Primero fue la
psoriasis, después la artritis, quedé ciego y para remate sufrí un accidente que
me dejó en sillas de ruedas; y ahora tengo que enfrentarme a los papilomas ¿qué
es eso para mí? “ Con estas palabras evocaba el concepto de
Manuel Barroso sobre la muerte: “Mi vida es mía, mi muerte es
mía. Muero como vivo”. ”Es una experiencia personal que he de vivirla yo sólo,
sin paliativos ni mentiras”.

Arístides Bastidas, como
investigador científico y con un gran conocimiento sobre la vida y la ciencia,
sabía que sólo faltaba conocer lo que poco conocemos: la muerte misma. Se fue al
comprender cuando Manuel Barroso decía:”Es
importante volver al sentido de la muerte, a su belleza, su importancia y a su
trascendencia. No es el coco que produce miedo, es la realidad de la vida. Es la
última y más importante experiencia de la vida, una experiencia de contacto y
separación, un límite final para poder entrar en otros contactos nuevos y más
diferenciados que, sin duda, enriquecerán nuestros sentidos cósmicos. Es
inconcebible que, siendo el cosmos, el universo entero, tan extenso y tan
maravilloso, vayamos a pensar que la experiencia humana de mayor trascendencia
vaya a terminar en hueco en la tierra, tapadas por cuentos, anécdotas y fantasía
de terrestres atemorizados. La tierra y el universo se encargarán de reciclar
todo en otras nuevas realidades”. No cabe duda que este diminuto
caballero debe estar en este momento en el mas allá o en el más acá
rodeados de grandes hombres como lo son Miguel Otero Silva, Aquíles
Nazoa, Arturo Uslar Pietri, Fenández Morán. Anibal Nazoa, Juan Liscano, Enrique
Tejeras, José Ignacio Cabrujas, Otto René Castillo, Alberto Lovera, y pare usted
de contar, todos juntos en reunión amenizada por Alfredo Sadel, Morela Muñoz,
Alí Prmera al compás de la música de Luis Mariano Rivera.
En calma no se puede hablar de aquel
labriebriego del periodismo que no vivió jamás en ella. Siempre le inqueitaba
las desviaciones del periodismo y de la ciencia al servicio del poderoso y
nos los advirtió en 1980 desde la UNESCO, a propósito de la entrega del Premio
Kalinga a este caballero de luz y de ciencia. La UNESCO le sirvió de
aerópago para denuciar ese día ante mundo lo siguiente
"Hemos visto, con la
debida consideración y el respeto que se merece, la determinación de la UNESCO
de crear un nuevo orden en la información para el mundo. A estas alturas en que
nos hallamos en vísperas del siglo XXI, y en que los niveles de la cultura
humana se han acrecentado suficientemente, no se puede explicar que un servicio
público tan importante como es el de los medios de comunicación social, que
están llamados a incidir en la forja de las presentes y de las futuras
generaciones, que están llamados a cumplir un rol fundamental en la educación de
los pueblos, no se puede concebir que esos medios estén en manos de gente que
con ellos no busca sino puras finalidades mercantiles, puros dividendos
egoístas, puras formas de engrosar sus opulentas riquezas. Esto requiere porque
sí una observación de fondo y una modificación substancial, porque no se pueden
invocar la libertad de prensa, la libertad de pensamiento y la libertad de
información para justificar la frecuencia con que en los espacios más
sobresalientes de la prensa, la radio, la televisión y el cine se divulguen las
cosas que expresan la desgracia humana, los robos, los estupros, los crímenes y
las violaciones, mientras se colocan en segundo lugar tanto los hechos de los
grandes pensadores como la significación de ellos como ejemplos señeros de lo
que debe ser el hombre. Esta prevalencía de lo transitorio y de lo grotesco por
encima de lo noble y de lo elevado, que es el hombre, me ha hecho pensar muchas
veces que el periodismo, que los medios de comunicación, están en una
edad paleolítica y no precisamente la edad de la piedra pulida, sino en la edad
del paleolítico inferior; y que llegará algún momento de la historia de
la humanidad, en que 1os periodistas se avergonzarán de que hubiera habido una
época, en que se daba referencia a las cosas más monstruosas del ser humano en
nombre del sensacionalismo y en nombre de la libertad de
comercio".
Igualmente hizo el siguiente e interesante
cuestionamiento. "Pienso que es hora de que haya una concepción más noble,
más hidalga y más alta de lo que es el quehacer de la ciencia. No es posible que
se esté utilizando a la ciencia con el objeto de fabricar los más monstruosos
artefactos bélicos y que en la actualidad las potencias dispongan de aparatos
con suficiente energía, para destruir este planeta y algunos otros del sistema
solar, mientras tenemos que quejarnos de la escasez de energía para las cosas
buenas de la existencia humana.La ciencia tiene que ser reorientada y es
necesario imponerle una moral, porque ella carece en si de moral y es necesario
imponérsela desde fuera. Es necesario que la ciencia sea ribeteada con los
caracteres humanísticos de que tiene que estar acompañada, a fin de que los
traficantes de la guerra y la destrucción no la sigan usando para sus nefastos
fines. Esto tiene que preocuparnos y esto es un viejo vicio del hombre, esto de
utilizar algo tan noble y tan elevado como es el conocimiento para los fines de
la ruindad y de la corrupción, para las cosas más contrarias de las que están
encerradas en el corazón de los hombres. Ya en la época de Arquímedes se
utilizaba su talento para fines bélicos e inclusive un humanista de la alta
condición de Leonardo se prestó para fabricar tanques a fin de
multiplicar las posibilidades bélicas de los príncipes de Florencia Y en nuestro
tiempo, ya sabemos la tristeza de Albert Einstein cuando supo que la bomba atómica había sido tirada
sobre Hiroshima y
Nagasaki y sabemos
también, de que ha habido hombres como Eduardo Teller y Samuel Cohen que con un siniestro ingenio y
echando mano de los conocimientos que la humanidad
adquiri6 durante muchos siglos, los utilizaron para fabricar la bomba de
hidrógeno y la bomba de neutrones. Estos hechos son también repudiables por la
moral del periodismo científico y son repudiables también por la conciencia de
los hombres que tengan un átomo de sentido de lo que debe ser la justicia.Es
necesario que el hombre se yerga por encima de este estúpido sentido de la
indignidad y de la inmoralidad, con el objeto de que rescate sus valores más
íntimos y los ponga a flamear como las banderas de la esperanza y de la
felicidad que tarde o temprano el hombre está llamado a conquistar.
Esta denuncia sigue intacta en estos
tiempos. Con suficiente tiempo nos alertó.
En aquel discurso el maestro expresó lo
siguiente." Muchísimas gracias. Debo en estos momentos manifestar también mi
gratitud por el Diario "El Nacional" de Caracas, vocero del
pensamiento y de la cultura en América Latina, que me ha hecho el honor de
acoger mis escritos durante más de treinta años en los que con mis esfuerzos de
constante labor he querido manifestar el hondo amor que siento por la
humanidad. ". El maestro nunca pensó que él iba a ser objeto de
una omisión intencional por quiénes dirigen hoy en día el Diario "El
Nacional" de Caracas". Hoy se repite un año más de once (11)
años consecutivos que este diario omite este día tan importante para la
ciencia y para el periodismo venezolano.
Nosotros, desde este rincón virtual, dedicamos
como un real y sentido homejane al maestro Atistides Bastidas esta página que
lleva su nombre y que contienen el legado de sus belllos escritos y reflexiones
para que lleguen al corazón sencillo de los pueblos del
mundo.
Dedicamos a usted hoy, mañana y siempre,
del poeta guerillero guatemalteco Otto Renñe Castillo, su
poema
SATISFACCION
Lo más hermoso
para los que han combatido
su
vida entera,
es llegar al final y
decir:
creíamos en el hombre y la vida
y
la vida y el hombre
jamás nos deufraudaron.
Así son ellos ganados para el ejemplo.
Así surge la eternidad del ejemplo.
No porque combatieron una parte de su vida
sino porque combatieron todos los días de su vida.
Sólo así llegan los hombres a ser hombres:
combatiendo
día y noche por ser hombres.
Entonces, el pueblo abre sus ríos más hondos
y los mezcla para siempre con sus aguas,
Así
son ellos, encendidas lejanías.
Por eso habitan hondamente el corazón del ejemplo.
Ing. Félix González B
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