Lo que sucedió ayer jueves 22 de marzo en la
Gran Sabana no tuvo que ver con ningún ataque a las infraestructuras del
cuestionado tendido, ni hubo fuego. Tal panorama de hogueras de los
postes fue apenas un rumor, realmente el fuego o mejor dicho la
violencia descontrolada en aquel lugar se evidenció en la actitud de las
autoridades militares.
Lo que sí ocurrió fue una discusión entre
indígenas y efectivos del Ejército en un lugar conocido como Salto El Kamá, mal
canalizada ya que el militar reaccionó dándole un cachazo de fusil a un
indígena, a quien se trasladó al Hospital de Santa Elena de Uairén. Al llegar a
ese sitio con el indígena herido, de nuevo se reaccionó con manejo represivo
contra los presentes y, tal como informó Jose Leal, se tomó el
hospital por los militares.
Por otro lado, el resto de los indígenas que
estaban en El Tamá fue trasladado al fuerte de Luepa, al norte dentro de la
Gran Sabana, donde se originó otro altercado entre militares y los Pemón que dio
como resultado la detención de ocho (8) hombres (entre ellos el cacique
Silviano Castro) y dos (2) mujeres. En tal situación de amedrentamiento
actuaron un coronel del Ejército y un fiscal militar, quienes sin estar
facultados para tales funciones detuvieron a ellos, civiles.
A final de la tarde del viernes 23
fueron liberados gracias a la actuación de un fiscal del
Ministerio Público.
Esta muestra de violencia por parte
del Gobierno no es otra cosa que un reflejo de la baja moral existente debido al
pésimo manejo del conflicto del tendido eléctrico y de saber que la razón y la
legitimidad está de nuestro lado.
Jorge Padrón
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