El agua de Bagrax, el mayor lago de agua
potable de China, se ha vuelto salada debido al excesivo vertido de
agua residual, lo que pone en peligro una de las principales fuentes
de agua de la árida Región Autónoma de Xinjiang.
En los
últimos años, al Bagrax se han vertido 487 millones de toneladas de
agua residual proveniente de la agricultura, la industria y los
hogares, lo que ha conllevado el vertido de 700.000 toneladas de sal
en el lago cada año, señaló Zhang Handong, vicepresidente de la
prefectura autónoma de Bayan Gol de Mongolia.
Otras 50.000
toneladas de sal se depositaron en el lago debido a otros vertidos,
afirmó Zhang, quien añadió que en 2000 el nivel de minerales en el
Bagrax fue de 1,17 gramos por litro, mientras que en 2005 había
ascendido a 1,32.
Además, el área de terreno húmedo
alrededor del Bagrax está descendiendo, lo que representa una seria
amenaza para el hábitat de los pájaros.
Por todo ello, el
gobierno local ha establecido su primera regulación para proteger el
lago, con lo que se pretende poner freno a la contaminación y que
impone penas para las posibles violaciones de la nueva normativa,
señaló Zhang.
Finalmente, con un préstamo de 4,95 millones
de euros del gobierno australiano la prefectura construirá cuatro
plantas de tratamiento de agua residual entre 2006 y 2008, con una
capacidad para tratar 24 millones de toneladas de residuos cada
año. |