Quijotadas, mafaldeses
y ecología
Los hispano
parlantes y el mundo entero por estos días festejamos los 400 años de la primera
publicación del "Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" de Don Miguel
de Cervantes Saavedra, el primer "best sellers" de la historia y sin duda,
todavía uno de los mejores libros que se hayan escrito. Don Quijote no es sólo
un buen libro, es uno que marcó época e hizo historia. Como novela es excelente
(revolucionaria para entonces), y contrastó al mundo por toda una filosofía que
encierra. Frases del Quijote pasaron al mundo de los dichos populares como
lecciones de vida. Algunas hoy tienen una vigencia impresionante. Para los
ecologistas el apodo de "quijotescos" les queda como anillo al dedo. Somos
luchadores de las mejores causas, pero lamentablemente es común que se burlen de
nosotros por utópicos e idealistas, exactamente los mismos calificativos con que
se mofan los personajes del famoso libro del protagonista y su escudero. Y sin
embargo, como a Don Quijote a la hora de su muerte, todos al final reconocen
que, de una forma o de otra, el ingenioso Hidalgo de La Mancha tenía
razón.
La vigencia es
tan enorme que releyéndolo en estos días, resalta aquella genialidad que
descarga el caballero al confundir la Catedral de El Toboso, el lar de su amada
Dulcinea, con un castillo: "Con la iglesia hemos topado", sentencia
el hidalgo, en lo que todos los estudiosos coinciden en afirmar que es una
irónica crítica a la Iglesia como institución frustradora de muchos
sueños; esto recobra hoy una actualidad sin par, al elegir el Colegio
Cardenalicio al más conservador y racista de todos sus integrantes
para su máximo cargo directivo..... Es también esta una Iglesia que toma
decisiones congraciándose con
grandes poderes globales, los mismos que han creado e impulsado este
modelo de desarrollo que está llevando al mundo al acabose. Una Iglesia que fue
capaz de bendecir y beneficiarse de uno de las primeras empresas globalizadoras
y mayores ecocidios de la historia, la explotación ilimitada de las
riquezas naturales y humanas de la América Aborigen, de Abia Ayala....Y esto por
nombrar solo una.
Los ecologistas
no somos solo quijotescos, somos también mafalderos, por recordar otro espacio
literario inspirador, que naciendo para hacer reír continua siendo una
referencia filosófica fundamental de la humanidad toda. Mafalda es la
crítica sarcástica a la sociedad de consumo, la misma que los ecologistas
cuestionamos por insostenible. Para Mafalda no es posible conjugar riqueza y
honradez... En boca de Manolito, nos dice Quino: "no se puede amasar una fortuna
sin hacer harina a los demás". En otro episodio, el popular personaje dice,
palabra más, palabra menos: "trabajar para ganarse la vida está bien,
pero ¿porqué esa vida que uno se gana trabajando debe desperdiciarla
trabajando para ganarse la vida?"
Los ecologistas
siempre reclamamos que se atiendan las cosas de fondo, aquellas que generalmente
no suelen verse por no ser de corto plazo (eso que ha dado en llamarse
politiquería), pues bien, fue el Quino de Mafalda el que dijo: "lo
urgente no deja tiempo para lo importante".
Y una
observación más natural, Mafalda señala: “a medio mundo le gustan los perros,
pero nadie sabe que quiere decir "guau". Matizando una de las pasiones
ecologistas, la relación hombres-animales, Quino dejó también para la historia.
“dicen que el hombre es un animal de costumbres, cuando más bien que de
costumbre el hombre es un animal". Con el perdón de los animales por la
comparación.
Y para cerrar
esta compilación de ironías, mencionaremos a la lapidaria, también de la
comiquita argentina: “esta vida moderna tiene más de moderna que de vida”...
P. Kaplún y J.
A. Parra. En: QUESTION. Año 3, Nº 36. Junio 2005. p. 38
Geografía Viva y
Cátedra de la Paz ULA.