1. Los Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de
Delegación de los Estados Miembros de la Organización de los Estados
Americanos (OEA), reunidos en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos de
América, en ocasión del trigésimo quinto período ordinario de sesiones de la
Asamblea General;
2. REAFIRMANDO el compromiso de los Estados Miembros
a respetar y conducirse en sus relaciones interamericanas, de conformidad con
los principios, deberes y derechos de la Carta de la OEA, de manera particular
aquellos contenidos en sus artículos 1, 3, 10, 11, 12 y 33;
3. TENIENDO
PRESENTE que la Carta Democrática Interamericana establece que los pueblos de
América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de
promoverla y defenderla y que la democracia es esencial para el desarrollo
social, político y económico de los pueblos de las Américas;
4.
DETERMINADOS a promover y defender la democracia a partir de los compromisos
emanados de la Carta de la OEA y de la Carta Democrática
Interamericana;
5. RECONOCIENDO que la Carta Democrática Interamericana
es un ejemplo positivo para todos los que aspiran a la democracia;
6.
Considerando que la observancia de la Carta Democrática Interamericana como el
criterio que instrumenta la vigencia y defensa de los valores y principios
democráticos, fortalece y es un elemento fundamental para la plena
participación de los Estados Miembros en el sistema interamericano, en el
marco de los principios de la Carta de la OEA;
7. COMPROMETIDOS con el
avance de la prosperidad, los valores democráticos, las instituciones
democráticas y la seguridad de nuestro Hemisferio;
8. DETERMINADOS a
adoptar e implementar las acciones requeridas para generar empleo productivo,
reducir la pobreza y, en especial, erradicar la pobreza extrema, teniendo en
cuenta las diferentes realidades y condiciones económicas de los países del
Hemisferio y que la eliminación de la extrema pobreza es esencial para la
promoción y la consolidación de la democracia y constituye una responsabilidad
común y compartida de los Estados Americanos;
9. RECONOCIENDO que las
metas señaladas requieren la generación de empleo decente y productivo, y que
un comercio [liberalizado] [libre] [justo] [sin distorsiones] y un efectivo
sistema financiero multilateral que contribuirán a estas metas, reforzando así
la estabilidad democrática en la región;
10. RECONOCIENDO las legítimas
aspiraciones de todos los pueblos de las Américas de vivir en democracia y
gozar de los derechos y beneficios enumerados en la Carta de la OEA y en la
Carta Democrática Interamericana;
11. RECONOCIENDO TAMBIÉN que todos
nuestros ciudadanos pueden determinar libremente su condición política y
procurar su desarrollo económico, social y cultural, y que todo Estado Miembro
tiene el deber de respetar esto;
12. CONCIENTES de que la democracia y
el desarrollo económico y social son interdependientes y se refuerzan
mutuamente;
13. CONSIDERANDO que nuestros ciudadanos ejercen la
democracia como la forma de gobierno que debe ofrecer una mejor calidad de
vida;
14. CONSCIENTES de que cada uno de los sectores de la sociedad
puede contribuir a alcanzar los beneficios de la democracia a través de un
crecimiento económico equitativo que propicie la inclusión social y la
movilidad social, el desarrollo integral y la distribución de
ingresos;
15. RECONOCIENDO TAMBIEN la importancia de la participación
de las organizaciones de la sociedad civil;
16. CONSCIENTES TAMBIÉN de
que los pueblos del Hemisferio tienen derecho a la libertad, los derechos
humanos fundamentales, el respeto por la dignidad y el valor de la persona
humana, la igualdad de derechos de hombres y mujeres y la promoción del
progreso social y de mejores niveles de vida;
17. REAFIRMANDO el
compromiso de eliminar todas las formas de discriminación e intolerancia,
especialmente por razones de género, etnia, raza, religión y discapacidad,
como fundamental para el fortalecimiento de la democracia;
18.
CONVENCIDOS de que los países deben ser gobernados democráticamente, con el
pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, el
estado de derecho, la separación de los poderes y la independencia del poder
judicial, y las instituciones democráticas – y que los gobiernos de las
Américas tienen la obligación, de acuerdo con la Carta de la OEA y la Carta
Democrática Interamericana, de promover y defender la democracia y deberán
responder ante sus pueblos;
19. DESTACANDO que, para que la democracia
se desarrolle, los gobiernos deben ser receptivos a las legítimas aspiraciones
de sus ciudadanos y deben trabajar para ofrecerles las herramientas y
oportunidades para mejorar sus vidas;
20. CONVENCIDOS de que para que
las políticas nacionales de desarrollo logren estos objetivos tanto los países
desarrollados como en desarrollo deben cumplir con sus compromisos
internacionales;
21. CONVENCIDOS TAMBIÉN de que el multilateralismo y
la cooperación entre Estados soberanos juegan un papel fundamental en el apoyo
a los esfuerzos nacionales para consolidar la democracia, promover el
desarrollo social y luchar contra la corrupción;
22. REAFIRMANDO que,
en su calidad de principal foro multilateral del Hemisferio, la OEA tiene un
papel singular que desempeñar en el fortalecimiento de las instituciones
democráticas y la consolidación de la democracia representativa dentro del
respeto al principio de no intervención;
23. RECONOCIENDO que en la
Declaración sobre Seguridad en las Américas reafirmamos que la democracia
representativa es una condición indispensable para la estabilidad, la paz y el
desarrollo de los Estados del hemisferio, y que nuestra cooperación para
enfrentar las amenazas tradicionales y las nuevas amenazas, las preocupaciones
y otros desafíos también se fundamenta en valores compartidos y enfoques
comunes, incluyendo el pleno respeto de la democracia, el derecho
internacional, los derechos humanos y las libertades fundamentales;
24.
CONSCIENTES de los esfuerzos hemisféricos y globales para atender la amenaza
que representan el terrorismo, el narcotráfico y otras actividades criminales
internacionales que amenazan nuestra forma de vida democrática y nuestra
libertad de vivir y prosperar en paz;
25. CONSCIENTES ASIMISMO del
compromiso asumido de ser solidariamente activos en la lucha contra la
pobreza, el analfabetismo, los bajos niveles de desarrollo humano, la
inestabilidad social y política, la degradación ambiental, y la propagación de
enfermedades infecciosas mortales;
26. RECORDANDO que los compromisos
adquiridos en la Declaración del Milenio han sido aceptados a nivel
hemisférico y mundial como puntos de referencia para un progreso más amplio
por los donantes, los países en desarrollo, la sociedad civil y las
principales instituciones para el desarrollo;
27. RECONOCIENDO que en
la Declaración de Margarita sobre Pobreza, Equidad e Inclusión Social se
afirma nuestra determinación y compromiso de combatir de forma urgente los
graves problemas de la pobreza, la exclusión social y la inequidad, que
afectan en distinta medida a los países del hemisferio, de enfrentar las
causas que los generan y sus consecuencias, y de crear condiciones favorables
para el desarrollo socioeconómico con equidad para promover sociedades más
justas;
28. RECONOCIENDO ASIMISMO que en el Plan Estratégico del CIDI
los Estados Miembros establecen una cooperación solidaria para el desarrollo
que involucra la implementación de programas de cooperación basados en
asociaciones que respalden medidas destinadas a combatir la pobreza e incluyan
para este propósito a la sociedad civil y el sector privado; y,
29.
RECONOCIENDO TAMBIÉN la necesidad de trabajar en forma mancomunada para
mejorar y hacer realidad los beneficios de la democracia a los ciudadanos del
hemisferio y, para ese fin,
DECLARAN
QUE:
1. La Organización de los Estados
Americanos continúe avanzando con base en los ideales y compromisos de la
Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, trabajando en conjunto
para promover los valores políticos y económicos compartidos, con el propósito
de que este sea un Hemisferio de naciones democráticas, estables y
prósperas.
2. Se encarga al Secretario General para que, en
breve plazo, presente al Consejo Permanente, para su análisis y consideración,
un informe que dé cuenta de la manera en que se ha aplicado la Carta
Democrática Interamericana desde su entrada en vigencia en 2001.
3.
Se encarga al Secretario General que, luego de consultas con el Consejo
Permanente, y teniendo en cuenta los propósitos y principios de la Carta de la
OEA, en especial el de promover y consolidar la democracia representativa,
elabore propuestas de iniciativas de cooperación oportunas, eficaces, y
equilibradas y graduales, según corresponda, para abordar situaciones que
pudieran afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático
o el legítimo ejercicio del poder, de conformidad con lo establecido en el
capítulo IV de la Carta Democrática Interamericana, dentro del principio de no
intervención y el derecho a la autodeterminación, y las presente al Consejo
Permanente.
4. Se reafirma que el Secretario General, en el
ejercicio de la autoridad que le confiere la Carta de la OEA y de acuerdo con
la Carta Democrática Interamericana, podrá llevar a la atención del Consejo
Permanente aquellas situaciones que pueden requerir acción de conformidad con
dichas Cartas.
5. Se encomienda al Consejo Permanente que, con
el fin de facilitar la cooperación regional para el fortalecimiento de la
democracia representativa y el buen gobierno considere, en colaboración con
los gobiernos, de manera permanente, iniciativas para respaldar estas áreas,
de conformidad con las disposiciones de la Carta Democrática Interamericana y
con la situación en la que se encuentran los procesos democráticos en la
región, teniendo en consideración el informe y las propuestas del Secretario
General, los esfuerzos de otras organizaciones regionales y subregionales, y
las contribuciones de la sociedad civil, en el contexto del artículo 26 de la
Carta Democrática Interamericana y la resolución AG/RES. 1991 (XXXIV-O/04),
“Aumento y fortalecimiento de la participación de la sociedad civil en las
actividades de la OEA”.
6. Se alienta al Grupo de Trabajo
encargado de la negociación de la Carta Social de las Américas y de un Plan de
Acción, para que su labor contribuya efectivamente a reforzar los instrumentos
existentes en la OEA sobre democracia, desarrollo integral y combate a la
pobreza.
7. Las entidades pertinentes de la OEA facilitarán la
creación de redes hemisféricas de cooperación, tomando en cuenta la
Declaración sobre Seguridad en las Américas, para combatir la delincuencia
transnacional organizada, las pandillas criminales, el tráfico de drogas, la
corrupción, el tráfico de personas y otras actividades delictivas que amenazan
a los ciudadanos y sociedades democráticas.
8. El Consejo
Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), en colaboración con las
redes hemisféricas de cooperación pertinentes formulará estrategias para
combatir la pobreza, el analfabetismo, los bajos niveles de desarrollo humano,
problemas sociales y la degradación ambiental.
9. El Consejo
Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI) que convoque una reunión
extraordinaria de este órgano para el segundo semestre de 2005 con el
propósito de adoptar un Plan Estratégico de Cooperación Solidaria para
2006-2009, de conformidad con el articulo 95 de la Carta de la OEA, teniendo
en cuenta la relación de interdependencia entre la democracia y el desarrollo
social y económico.
10. Se convocará en el segundo semestre de
2005, a la luz del compromiso adoptado en la Declaración de Margarita, una
reunión conjunta del Consejo Permanente y del CEPCIDI para contribuir al
seguimiento, evaluación y supervisión de los 8 objetivos de desarrollo
establecidos en la Declaración de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas
para el año 2015.