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Asunto: | RE: [LEA-Venezuela] Entrevista con Gabriel Muzio | Fecha: | Domingo, 1 de Mayo, 2005 19:57:02 (-0400) | Autor: | JAPM <jalexp1 @.......com>
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¿Donde se puede encontrar la película, o las
películas de Muzzio?
Julio Alexander
----- Mensaje original -----
Enviado: Jueves, 28 de Abril de 2005
07:59 p.m.
Asunto: [LEA-Venezuela] Entrevista con
Gabriel Muzio
Entrevista a Gabriel Muzio, realizador de "Nuestro petróleo y
otros cuentos" "El silencio favorece al enemigo no la
crítica"
Rafael Uzcátegui www.nodo50.org/ellibertario
Gabriel
Muzio es un activista de origen italiano cuyo interés por América latina
se ha traducido en la realización de cuatro documentales. Junto a
Elisabetta Andreoli, Sara Muzio y Max Pugh, ha producido "Venezuela: otro
modo es posible", "Bolivia no se vende", "Cómo Bush ganó las elecciones en
Ecuador" y "Nuestro petróleo y otros cuentos", esta última recientemente
estrenada en el país y motivo de una aguda polémica. El Libertario quiso
sondear directamente la opinión de sus realizadores, a lo que Muzio
accedió a nombre del equipo haciendo un espacio en la apretada agenda de
videoforos realizados para difundir el film.
Gabriel descubrió
tardíamente su vocación por el documentalismo. Graduado de economía en
Inglaterra, se especializó en el tema del desarrollo económico para los
países de América del sur. Por esta razón se traslada entre los años 1983
y 1984 a Colombia para trabajar en un proyecto de cooperación binacional
con Italia: "era justamente los años en que había estallado la
crisis de la deuda externa, ahí comencé a entender la importancia de
comprender lo que había pasado y por qué". Tras pasar al área financiera y
empezar a trabajar como banquero en París, Muzio fue testigo de excepción
en la mutación del capitalismo bursátil: "tuve mucha suerte de encontrarme
allí en aquella época porque vi nacer el nuevo sistema financiero
internacional (.) Conocí desde adentro lo que son capaces de hacer
los bancos y el sistema financiero con la participación directa e
indirecta de entidades multilaterales". Después de más de una década de
trabajar en la banca, ahorrando todo lo posible, se dedica a los asuntos
que realmente le interesan: desenmarañar la ideología del desarrollo
económico, interactuar con otras profesiones y, especialmente, con otras
culturas. Con la mochila a la espalda, vuelve a Latinoamérica para
trabajar sobre biodiversidad, involucrarse con el movimiento que orbitaba
en torno a Porto Alegre y amplificar en Europa las luchas que se
desarrollaban en el continente. Para septiembre del 2002 Muzio trataba
infructuosamente de llamar la atención de la izquierda de su país para que
enfocara su atención sobre Venezuela. En ese momento tiene la suerte de
toparse con Max Pugh a su regreso de la Cumbre de la Tierra en
Johannesburgo, teniendo un documental grabado sobre el evento en 48 horas.
"El nos mostró como se puede hacer una película muy rápidamente, con
recursos básicos limitados, una cosa de calidad. Nosotros la presentamos 5
días después en una reunión en Milán ya habiéndole puesto subtítulos,
etc. Y vimos el impacto que la cosa tuvo frente a 300 personas: fue
un impacto 100 veces más fuerte que cualquier charla, cualquier discurso.
Fue ahí donde nació la idea: haremos una película sobre Venezuela". El
resto de la trayectoria hasta hoy forma parte de la historia del
videoactivismo mundial.
- Dentro del área audiovisual existe mucha
discusión sobre los géneros fílmicos. ¿Consideras que haces documentales,
denuncias o periodismo? - Creemos que estamos haciendo documentales.
Sabemos que no somos objetivos en el sentido que hemos decidido de forma
absolutamente subjetiva cuales son las cosas que nos interesa cubrir. Por
ejemplo, mucha gente nos criticó en el 2002 sobre "Venezuela: otro modo es
posible" el hecho que nosotros no les habíamos dado campo a la oposición
en la película. Nuestra respuesta fue: "los medios ya están llenos de
declaraciones de la oposición. Nuestra película es justamente una película
de contrainformación". Entonces en este sentido nuestra preocupación no es
la objetividad. Nuestra preocupación es si acaso ofrecerle una oportunidad
a gente que normalmente no entra en los medios. Este documentalista
italiano responde a quienes ven en el documental una veta hipercrítica que
no ayudaría mucho al "proceso": "Nosotros con la película estamos
intentando proveer algunas herramientas que puedan servir para debatir.
Hay que enfrentar estas cosas. Seguramente lo que hay que evitar es
la autocensura diciendo: "ah bueno no se puede hablar de esto porque esto
es una crítica, la crítica favorece solamente al enemigo". No, yo creo que
el silencio favorece al enemigo no la crítica. Sobre todo si la crítica es
documentada".
Sensibilidad por Venezuela Muzio vivía en Colombia en
1989 y 1992 cuando Venezuela fue escenario de dos momentos álgidos de su
historia: el "Caracazo" y el golpe de estado protagonizado por Hugo
Chávez, por lo que siguiendo de cerca los acontecimientos desarrolló una
sensibilidad especial por nuestro país. "Después no supe mucho más.
Después del 98 me enteré que Chávez había ganado las elecciones y me
pareció entrever ahí una posición original de un presidente". Cuando los
sucesos de abril del 2002 se encontraba en Italia: "cuando el 13 yo supe
que la gente se había rebelado contra el golpe, dije "ahora si voy a ir a
Venezuela es un compromiso hacerlo". Entonces vine mes y medio después, 5
días nada más en Caracas. Me convencí que había cosas originales que
estaban pasando, me dio la impresión que habían movimientos sociales
incipientes importantes". En octubre vuelve a pisar Maiquetía con la idea
de su primer documental en la cabeza: "la película se hizo muy
rápidamente. Desde el primer día de filmaciones hasta el estreno de la
película pasamos 5 semanas nada más. Y la película rodó por todo el mundo
y realmente nos demostró que el medio audiovisual tiene una fuerza
enorme que vale la pena de explorarlo e utilizarlo en términos de
vehículos de contrainformación".
- "Otro modo es posible" fue su
primera experiencia fílmica. Pero el tono que ustedes expresan en esa
película es bastante diferente al tono de "Nuestro petróleo y otros
cuentos". ¿Porqué 2 documentales sobre Venezuela y sobre el tema petrolero
en especial?. - A finales de 2002 era momento de movilización social
bastante grande en Venezuela. Nosotros percibíamos en aquel momento que la
situación pudiera ser objeto de una contra-revolución, una reacción fuerte
a nivel inclusive internacional. Nos pareció que la gente estaba bastante
organizada para hacer frente a esto. Era importante que la gente de afuera
conociera esta realidad. Nuestra película se convirtió de cierta forma en
una especie de bandera y comenzaron a mirar a Venezuela a través de ella,
creyendo que lo que estaba en la película realmente representaba una
realidad dinámica, en movimiento. Entonces, que al transcurrir del tiempo
había sencillamente que mejorar las cosas; una visión un poco teleológica
de la historia. No se preocupaban mucho de investigar qué estaba pasando
en la actualidad y comenzaron a ver la situación de Venezuela
acríticamente. He pasado por el país muchas veces después. Y en el tiempo,
sobre todo en el 2004, he visto cosas que no me han gustado. Me ha
parecido que se estaba alejando este proceso de formas de autonomía, de
hipótesis de poder popular hacia una situación de la cual la burocracia de
los partidos políticos son los que realmente dispensan favores y el
poquito de delegación de poder. Todo al revés de lo que uno había pensado
en el 2002. Y al mismo tiempo una desarticulación de las organizaciones
populares: "Ahora hacemos la campaña sobre reparos de las firmas, ahora la
campaña electoral para el referéndum, ahora la campaña electoral para las
elecciones de alcaldes y gobernadores", son agendas que no son del pueblo,
son impuestas. Además, el tema petrolero que no estaba nada resuelto,
porque se hablaba "PDVSA es del pueblo". Pero al mismo tiempo qué estaba
pasando: Había acuerdos internacionales que se estaban firmando sin
consulta con la gente. En Bolivia a finales del 2003 hubo una
especie de revolución popular en contra de la entrega del gas a Estados
Unidos. Sacaban al presidente los bolivianos, pero aquí en Venezuela se
estaba en el mismo momento firmando la entrega de la Plataforma Deltana
donde hay más gas que en toda Bolivia a una empresa transnacional como la
Chevron-Texaco y nadie hablaba de esto. Esto fue parte del motivo por el
cual volvimos a Venezuela a hacer una película. Y en parte porque
realicé mi primer viaje en zona petrolera el año pasado y me quedé
absolutamente asombrado frente a lo que vi en términos de miseria por un
lado, de resignación de la gente y de problemas de salud pública de
pasivos ambientales absolutamente impresionante. Si todos seguimos
pensando que el modelo que siempre rigió en Venezuela, que es un modelo de
economía extractiva debe ser lo que rige hoy, entonces yo no veo el
cambio. Entonces fue una película bastante diferente de la primera,
inclusive a nivel de su propósito. Mientras que la primera la hicimos para
hacer contra-información hacia el mundo, esta ha sido hecha para
hacer contra-información adentro de Venezuela.
- Una de las
primeras cosas que se muestra en el documental es el logotipo del CONAC.
¿Qué tipo de apoyo recibieron del gobierno? - Nosotros éramos bastante
conocidos en Venezuela a raíz de las 3 películas que hicimos,
incluyendo por algunas personas en el CONAC. Una persona que se ocupaba de
la sección de cine pensó que como el CONAC tenía un programa de
coproducción de obras documentales, podíamos calificar para este apoyo.
Construí una propuesta, que fue aprobada, entonces el CONAC participó en
la producción de esta película con más o menos la mitad del
presupuesto total. No se cual era exactamente la expectativa de ellos.
Porque la propuesta que entregué al CONAC contenía prácticamente todo lo
que terminó siendo el contenido de la película. La única diferencia es que
mi manera de ver la situación era también intentar introducir algunos
ejemplos de alternativas. Entonces había pensado en la pesca artesanal y
en la agricultura sustentable. En el curso del rodaje nos dimos cuenta que
esto debería ser objeto de otra película.
- ¿Hubo otras cosas que
se modificaron en el transcurso de la investigación o realización del
documental?. - Tenía ya bastante ubicado las temáticas en términos
generales, evidentemente después no la estructura sino los contenidos que
sacas dependen mucho de los que te encuentras en el camino. Yo por ejemplo
pensaba encontrar mayores ejemplos de organización popular de los que
encontramos. En la película hay un poco de ausencia de ejemplos
contundentes de movimientos, de organizaciones sociales. Pero esa es la
realidad, por lo menos la que nosotros encontramos. A partir de las
experiencias que habíamos tenido en Caracas a finales del 2002 pensábamos
que 2 años después esto hubiera debido fortalecerse.
- ¿Cómo
valoras la reacción que ha tenido el documental?. - Muy buena. Estuvimos
sorprendidos porque estamos concientes que este documental pueda
representar para mucha gente un golpe en el sentido que quizás por primera
vez se reúnen tantas temáticas importantes de las cuales poco se habla.
También había la posibilidad de causar una reacción de rechazo por parte
de la gente que no quiere encontrarse con, digamos, malas noticias. Pero a
nosotros nos pareció que la gente, yo diría un 90 % de los que se
expresaban verbalmente en los cine foros asumieron esto con enorme
fortaleza. Diciendo "eso demuestra que es absolutamente fundamental que
tengamos toda la información para poder participar en todas las decisiones
pertinentes". Y esto me parece un elemento muy positivo por que esto era
el propósito de la película: no de quitarle a la gente esperanzas y
energías sino de realmente darle una herramienta para poderse mover hacia
delante a través de un apoderamiento.
Sobre la declaración de
Encontrarte - Aporrea tiene una sección cultural donde sacaron un
pronunciamiento sobre el documental que no sé si conoces. Básicamente no
hace cuestionamientos de fondo, pero el que más nos llamó la atención. te
lo leo textualmente: "no se hace la más remota referencia a lo que el
petróleo de PDVSA está posibilitando para el desarrollo de programas
sociales, misiones y producción de cultura, la Venezuela real de carne y
hueso". - Ahí hay un pequeño lapsus porque dicen el petróleo de PDVSA, a mí
ya esta concepción me parece que ya es muy manifiesta lo que esta gente de
Encontrarte piensa: Que el petróleo es de PDVSA y con mucha magnanimidad
esta distribuyendo los beneficios. Estamos en dos posiciones difícilmente
conciliables porque nosotros creemos que el petróleo es del pueblo.
Segundo punto, alguna gente nos han mandado a decir "porque ustedes no
hablaron de lo bueno". Es decir, de las misiones que son posibles gracias
al petróleo. Nosotros decimos: porque esta película está ofreciendo una
visión alterna de contrainformación sobre cosas que suceden
alrededor del petróleo. Las misiones son cubiertas ampliamente en los
medios venezolanos, entonces nosotros no consideramos que sea necesario
agregarle más propaganda. Me parece que esto es un pretexto para
descalificar la película, para no querer confrontar lo que son los temas
que sí están en ella. Quiero agregar algo sobre esta cuestión con
Encontrarte de Aporrea, que a nosotros nos ha dejado un sabor muy amargo
no por las opiniones expresadas porque cada quien tiene derecho de decir
su cosas, pero por la manera absolutamente abusiva e inaceptable
como ellos manejan un espacio que supuestamente es una página colectiva de
información revolucionaria. Ellos están monopolizando este medio
porque este artículo del cual tu hablas aparece en la portada de Aporrea.
Entonces ¿que sucede? que toda la gente inmediatamente va a este artículo.
Pero hay mucha gente que ha escrito a Aporrea protestando contra esto,
dando sus propias visiones de la película o no ha sido publicada, o
solamente se han publicado como 3, pero he recibido en nuestro correo
mucho mas de estos. Entonces hay una censura, un filtro. Esto es realmente
una explotación de una posición de poder por parte de los editores de
Encontrarte y creo que debería ser vigorosamente criticado por los
movimientos de populares diciendo: así no se
hace.
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