Asunto: | [LEA-Venezuela] Transgenicos | Fecha: | 9 de Marzo, 2004 00:48:16 (+0100) | Autor: | F. Eduardo <osoriof @.....net>
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Director: Emilio J. Corbičre
"La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida" - José
Martí
Buenos Aires, 8 / 3 / 2004
TRANSGENICOS
SOBERBIA SUICIDA (PARTE I)
Este artículo corre el velo sobre las consecuencias de la utilización de la soja
transgénica en
América Latina y los productos asociados a esta como el glifosato, poniendo
especial énfasis
en dos aspectos: la salud humana y la diversidad biológica.
Por: Claudio Tygier (especial para ARGENPRESS.info)
Fecha publicación:08/03/2004
Palabras previas
Las páginas que siguen han sido escritas con el fin de presentar de manera clara
y concisa
diversos aspectos de un problema, cuyas implicancias no hay que subestimar. De
entre todo
el abundante, heterogéneo y disperso material informativo al tuvimos acceso, que
además de
las referencias finales, incluye emisiones de onda corta de radios
internacionales, entrevistas
con estudiosos y aprendizaje in situ con campesinos, en su mayoría mujeres,
hemos
incorporado en esta publicación, sólo aquél cuyo contenido permite visualizar
cuál sería el
escenario en Bolivia, en caso de sembrarse aquí plantas genéticamente
modificadas. Para tal
hipótesis, hemos puesto el énfasis fundamentalmente en dos aspectos: salud
humana y
diversidad biológica. Todos los datos que aparecen en esta publicación
corresponden a las
fuentes citadas al final. Hemos omitido las referencias bibliográficas puntuales
por razones
de espacio. Quienes consideren necesario preguntar o criticar, están invitados a
hacerlo y
gustosamente se le responderá.
El rol protagónico en este guión está asignado, por motivos obvios, a la soya
transgénica
cuya patente es propiedad de la corporación transnacional Monsanto. Otros casos,
como ser
el maíz, no revisten igual importancia por cuanto su producción se destina en su
totalidad al
consumo interno, a través de diversos usos tradicionales, para los que el
cultivo
genéticamente manipulado no es utilizable. Dado el hecho de tratarse de la
implementación
de un paquete de tecnologías y no de la simple siembra de una semilla, dedicamos
considerable espacio al herbicida Roundup (glifosato) co-protagonista de esta
trama y a los
efectos y consecuencias de su aplicación.
Asimismo, con el fin de llenar el aparente vacío normativo observable en esta
materia, hemos
incluido un breve análisis legal, aportando conclusiones justificables dentro
del marco
estricto de la legislación vigente.
Consideramos también la necesidad de interpretar el fenómeno de la ingeniería
genética
agrícola desde perspectivas epistemológicas y biológico-evolutivas. A ello
también
consagramos algún empeño. Creemos haber cumplido este propósito de manera
satisfactoria.
Dada la abstracta aridez del tema, hemos intentado amenizar la exposición a
través de
algunas ejemplificaciones de tipo alegórico-deportivo, y mediante títulos que
condensan el
sentido de los textos que encabezan. Este dispositivo de titulación de textos,
facilita la
lectura, permitiendo una lectura ordenada a medida de cada lectora o lector. Es
posible leer
este trabajo en una pluralidad de secuencias u órdenes, aliviando así el tedio y
cierta
monotonía argumental. Sin embargo, existen ciertas limitaciones y en algunas
ocasiones será
necesario leer dos, o eventualmente tres bloques para una información adecuada.
Esperamos
que este trabajo brinde una modesta contribución para las discusiones relativas
al Area de
Libre Comercio de las Américas, uno de cuyos objetivos clave, es la eliminación
de todos las
restricciones a la introducción de semillas genéticamente manipuladas, que se
hallan,
además, subsidiadas en un 70-80% de su costo de producción. Dicha contribución,
consiste
a nuestro juicio, en que aquellos que sostienen las bondades de la transgénesis,
que lo
prueben en debate público, venciendo la lógica argumental que se les opone;
tienen ellos
ahora la palabra. Finalmente, hicimos referencia a un caso concreto de
'biotecnología limpia'
implementado en el país. Creemos que lo realizado en Bolivia en este terreno,
permite
afirmar que aquí están dadas las condiciones para ofrecer alternativas
inconmensurablemente superiores a las 'bondades' prometidas por la ingeniería
genética.
Primeros peligros
Hay un buen número de razones convincentes que justifican evitar los alimentos
que
contengan ingredientes derivados de organismos genéticamente modificados y
tratados con
herbicidas, como la soya, el maíz, la colza y las papas. En particular, los
niños deben ser
aleccionados para evitar estos alimentos. Los científicos asistentes al Grupo
Abierto de
Trabajo sobre Bioseguridad de la Convención de Naciones Unidas sobre Diversidad
Biológica
realizado entre el 13 al 17 de octubre de 1998 solicitaron a 'todos los
gobiernos a emplear
todas las medidas que estén a su disposición para excluir de sus mercados los
frijoles de
soya genéticamente manipulados Roundup-Ready de Monsanto resistentes a
herbicida,
porque dañan la salud pública'.
Un experimento reciente llevado a cabo en el Reino Unido por un experto
independiente, el
Dr. Alpad Pusztai, ha mostrado que los alimentos genéticamente manipulados
pueden,
cuando se alimenta en cantidad suficiente con ellos a los animales, causar en
forma muy
gradual daños en sus órganos y en el sistema inmunológico.
El alimento utilizado en el experimento fueron papas genéticamente manipuladas.
Se cultivó
dos grupos de papas en los mismos tiestos dentro de un solo invernadero. Uno de
los
grupos era una variedad genéticamente alterada para producir una proteína
aglutinante no
tóxica, y el otro era una variedad corriente de papas. La papa normal fue
suministrada a los
animales sin que se produjeran efectos adversos. La papa genéticamente
modificada causó
daños graduales a los órganos y al sistema inmunológico.
El problema del método
Un experimento de seguimiento separado llevado a cabo por el Dr. S.W.B. Ewen,
Patólogo
Senior en la Universidad de Aberdeen, Escocia, ha confirmado que no fue la
proteína la
causante de daños en los órganos y en el sistema inmunológico de los animales
alimentados
con las papas modificadas, sino los residuos tóxicos o infecciosos acumulados
durante el
proceso de manipulación genética. Del hecho de que no fue la proteína en las
papas, sino el
proceso de manipulación en sí, el factor decisivo que llevó a la aparición de la
toxicidad, se
puede esperar resultados similares en animales o humanos, alimentados durante un
prolongado período de tiempo (años o décadas) con soya, colza y maíz
genéticamente
manipulados directamente, o como ingredientes en alimentos industrialmente
procesados.
Una cuestión clave en la peligrosidad que entraña el ingerir OGM, es el empleo
de virus
altamente infecciosos como vector portador del gene introducido. Un virus
comúnmente
empleado es una variedad muy infecciosa del virus mosaico (combinación clonada
de
diferentes genotipos) del coliflor. La variedad de este virus que se halla en
alimentos
comunes no tiene estas caracterísiticas y no puede ser absorbido por los
mamíferos. Los
daños fueron descriptos en detalle por el renombrado geneticista, Dr. Mae-Wan Ho
en una
reunión mantenida el 31 de marzo de 1999 a invitación del entonces ministro de
medio
ambiente del Reino Unido, Michael Meacher.
Cosechas de recompensa o problemas-plaga
Los que abogan por la introducción masiva de OGM en el mercado, aducen que estos
productos brindan mayor seguridad ambiental y protección a la salud de
productores y
consumidores, pues permiten reducir el uso de plaguicidas y de herbicidas.
De hecho las investigaciones realizadas dejaron claro que los agricultores que
cultivan OGM
emplean en promedio una cantidad igual o superior de plaguicidas que sus colegas
dedicados a producir cultivos no manipulados.
Los agricultores 'cosechan recompensas si cultivan OGM', es un eslogan muy
utilizado por
los promotores de la ingeniería genética. Pero, no es así. Los agricultores en
realidad no se
benefician de ningún modo. La verdad es que:
El rendimiento de los OGM es menor que los cultivos tradicionales, pues la
función genética
insertada de resistencia al herbicida, disminuye la energía de la planta que
antes se hallaba
disponible para el crecimiento.
El gasto en insumos químicos es mayor, dada la rápida generación de resistencia
en
poblaciones de insectos-plaga o de malezas.
El deterioro permanente de los suelos disminuye el valor potencial de la
propiedad agrícola
Monsanto lleva adelante políticas intimidatorias en perjuicio de los productores
y acciones
judiciales por pago de patentes, lo que obliga a los agricultores a incrementar
costos para
aislar sus cultivos, y evitar así la contaminación con OGM y las demandas
judiciales de la
transnacional por el uso de su semilla patentada sin pago de regalías.
El periódico científico Nature con fecha 9-9-1999 informa que un grupo de
agricultores en
los EEUU se proponía iniciar acciones legales colectivas (class-action
lawsuits), en
representación de numerosos productores contra Monsanto y otras compañías,
porque
publicitaban sus OGM como benignos para la agricultura y el ambiente.
El diario Washington Post ha publicado el 18 de septiembre de 1999 que, 'los
agricultores
norteamericanos han plantado OGM de buena fe, en la creencia de que el producto
es seguro
y que ellos serían recompensados por sus esfuerzos' citando una declaración de
la
Asociación de Productores de Maíz (American Corn Growers Association) emitida la
semana
previa a la publicación. 'En lugar de ello, - publica en sus páginas el Post)
los productores se
ven engañados por las empresas productoras de semillas y agroquímicos, quienes
los
alentaron a sembrar un mayor número de hectáreas de estas variedades
manipuladas, sin
advertirles sobre los peligros vinculados con la producción de un cultivo que no
habría de
tener una mínima aceptación entre los consumidores'.
Breve filiación de Monsanto
Monsanto tiene en su haber el desarrollo del 'agente naranja' defoliante usado
en la guerra
de Vietnam. Otra de sus creaciones ha sido el DDT, y el methil parathion, uno de
los
ingredientes esenciales para fabricar el gas nervioso de las tan temidas 'armas
de
destrucción masiva'.
La vedette del momento para la corporación, fue hasta poco tiempo atrás,
Roundup, un
exterminador químico de plantas. En 1997, este herbicida representaba un 15% del
total de
las ventas de la transnacional. Solamente en el territorio estadounidense se
fumigaba 11.800
toneladas al año en sembradíos, jardines y bermas. Los derechos intelectuales
protegidos
por la patente de invención de este herbicida, han expirado en el año 2.000 y
como era
esperable, el precio cayó en forma abrupta, pues ya hay una importante planta
que lo
produce en China. La soya transgénica Roundup Ready, SRR es una buena forma de
asegurar
los beneficios que producía la venta del Roundup, glifosato, antes de la
caducidad del
monopolio. El primer paso en ese sentido fue hacer dependiente la soya
manipulada del
herbicida fabricado por la misma corporación. Si se fumiga la soya SRR de
Monsanto con
algún otro herbicida que no fuera la formulación de glifosato registrada
comercialmente
como Roundup, la soya Monsanto, sencillamente muere.
Manipulación del derecho a elegir en forma voluntaria lo que comemos
La desconfianza entre los consumidores se nutre del hecho evidente de ser las
mismas
empresas que introdujeron en el mercado el methyl parathion, el DDT, el agente
naranja y
docenas de otros productos químicos peligrosos, prohibidos desde hace largo
tiempo atrás,
las que ahora nos dicen ahora que los organismos genéticamente manipulados son
seguros y
aún benéficos para el medioambiente.
Los insumos derivados de frijoles de soya, por ejemplo, son empleados en casi
tres cuartas
partes de los alimentos procesados por la industria, ofertados en supermercados
y tiendas,
desde cremas heladas y chocolate, margarina y sodas, pan y salsas de tomate,
papas fritas y
mermeladas hasta la pasta italiana. Otra 'vedette' entre los OGM son los
edulcorantes
derivados del maíz transgénico. Es evidente que no hay prácticamente alimento
elaborado
que esté libre de estos nuevos productos. Ante esto, resulta paradójico y por
demás
significativo, el hecho de que quienes insisten de manera obstinada que los OGM
son
alimentos seguros y saludables, sean también los mismos que se niegan, por todos
los
medios, a identificar con etiquetado de fábrica, cuáles son los productos que
contienen
ingredientes elaborados con esos OGM 'seguros' y 'saludables'.
Ayudas no filantrópicas
Mediante las campañas publicitarias promovidas por la industria biotecnológica,
se pretende
hacer creer que los fines buscados por estas corporaciones son de naturaleza
filantrópica.
Mejorar las condiciones ambientales, preservar la salud de la población y
aliviar el hambre
padecido por millones en el mundo, son algunos de los nobles embustes
metódicamente
difundidos. Sin embargo, con más de 800 millones de personas en el mundo
sometidas a
una cruel e injusta hambruna, hambruna que no sólo no fue atenuada por la
Revolución
Verde, sino que, como consecuencia de la implementación de ésta en el Tercer
Mundo se
acentuó, cabe preguntar si el problema es debido a deficiencias en la producción
alimentaria,
a falta de comida. La respuesta es: definitivamente no. Es un mito que no hay
suficiente
alimento como para dar de comer a toda la humanidad. Actualmente, existen
excedentes que
superan en un 50% la cantidad necesaria para lograr este propósito, excedentes a
los que
mucha gente no tiene acceso por razones ligadas a las políticas agrícolas de los
países
industrializados, entre éstos, aquellos en donde fueron desarrollados los OGM.
La llamada 'ayuda alimentaria' a los países pobres, proveniente de los Estados
Unidos y de la
Unión Europea, ha empeorado, no mejorado la situación alimentaria de los
primeros. Gracias
a los astronómicos subsidios otorgados a los productores, superiores a los U$S
1.000
millones diarios, esta ayuda se comercializa a precios muy inferiores a los
costos reales de
producción de los agricultores del Tercer Mundo. Cargill, por ejemplo compra
cosechas de
maíz al 20% del costo real del agricultor. Los efectos de estas políticas son la
expulsión del
mercado local de los campesinos, quienes engrosan las multitudes de desocupados
que se
hacinan en las ciudades y la creciente dependencia de insumos y alimentos
importados del
Norte industrial.
Más aún, los métodos de cultivo basados en el empleo de insumos de 'alta
tecnología',
promovidos por las corporaciones transnacionales, han desquiciado los esquemas
de
suficiencia alimentaria existentes en los países en vías de desarrollo. Estos
métodos, por su
parte, han causado, debido al uso desproporcionado de agroquímicos y a la
práctica
irracional del monocultivo, severos daños a suelos y contaminado acuíferos,
además de
reducir drásticamente la diversidad de la agricultura nativa en muchos países.
Vacas sagradas
Es posible oír frecuentemente que, el hambre en el mundo se debe,
fundamentalmente, a
factores tales como la superpoblación, o el atraso tecnológico. Estas
suposiciones se
amparan en la sistemática desinformación que hay en este tema, y que se difunde
gracias a
las campañas de relaciones públicas de los intereses corporativos globales que
manejan la
producción y distribución global de alimentos.
Un ejemplo aclaratorio: Dos tercios de la humanidad consumen al año unos 170
kilogramos
de cereales per capita. El norteamericano y el europeo medios registran en
promedio, un
consumo per capita cuatro veces y media superior a esa cifra. Sin embargo, no lo
comen en
forma directa, sino a través de carne, huevos, leche y productos derivados,
provenientes de
ganado y aves, que a su vez se alimentan con un 80 % de los aproximadamente 760
kilogramos de granos de consumo promedio. Es sabido que la eficiencia de la vaca
en la
conversión de substancia vegetal en proteína animal es muy baja, hasta el punto
que sólo
entre el 10% y el 20% del cereal o del grano que se le da, resulta convertido
finalmente en
proteína animal. Esto implica, necesariamente, que las vacas, por ejemplo,
despilfarran
durante su propio proceso de nutrición, entre un 80% y un 90% del cereal, que se
les
suministra. Esto implica que se desperdicia, más de media tonelada de granos por
cabeza de
ganado vacuno criada. Conclusión: existe una marcada preferencia entre las
corporaciones
del sector alimentario a producir alimento para animales y no para humanos, de
los cuales
sólo un número relativamente escaso consume alimentos de origen animal.
La UE produce la mayor parte de sus cereales, 108 millones de toneladas, de
oleaginosas,
12,6 millones de tns, y de oleo- proteaginosas, 18,3 millones de tns, con el
único propósito
de alimentar ganado vacuna, porcino y aves.
Hectáreas-fantasma
¿De dónde se obtiene una importante parte de los recursos para esta producción
de carne y
productos lácteos consumidos en forma generosa en los países industrializados?
Veamos
algunos datos ilustrativos, aunque no demasiado actualizados, pues corresponden
al año
1992: En aquél momento, los Estados Unidos y otros países del hemisferio Norte
generaban
grandes excedentes de cereales, carne, leche y otros productos para el mercado
mundial de
alimentos, aunque, no lo lograban dependiendo solamente de sus propias tierras
cultivadas.
Lo hacían, gracias a la explotación de 'hectáreas - fantasma' en el extranjero
para producir
sus insumos agrícolas y alimentos. Holanda, a modo de ejemplo, dependía no sólo
de lo
producido a partir de sus dos millones (2.000.000) de hectáreas bajo cultivo,
sino de quince
a dieciséis millones (15 a 16.000.000) de hectáreas adicionales ubicadas en
otros países. El
Reino Unido explotaba en ese entonces para la agricultura, dos (2) hectáreas en
otros países
por cada hectárea cultivada en su territorio. En total, más de noventa y nueve
millones,
novecientas setenta y cuatro mil (99.974.000) hectáreas eran explotadas con ese
propósito
en países del Sur - un área equivalente a cuatro (4) veces la superficie total
de las tierras bajo
producción agropecuaria de todo el Reino Unido -. Irónicamente, aquellos países
cuyos
gobiernos han venido declarando solemnemente que luchan con firmeza contra 'los
problemas del exceso de producción', en el hipotético caso de ser retiradas de
la producción
sus 'hectáreas fantasma', tendrían, casi con certeza, dificultades en la
provisión de sus
propias necesidades alimentarias, de no haber cambios radicales en sus dietas.'
Como dato
ilustrativo puede decirse que prácticamente el 80% de la cosecha mundial de
soya, excluida
la República Popular China, está destinada a convertirse en alimento balanceado
para las
vacas y los cerdos cuya carne comen en exceso norteamericanos y europeos.
Efectos negativos de la práctica de monocultivos
Según datos difundidos por la FAO hace algo más de un quinquenio, el 25% del
total de
tierras arables en el mundo ha sido degradado por mal manejo. El 10% se ha
perdido
completamente durante los últimos 50 años. El despojo de la cubierta vegetal
protectora, el
uso de maquinaria pesada, el monocultivo continuado, el descuido de las
prácticas de
conservación de suelos, la tala de árboles en el campo, la pérdida de materia
orgánica y de
diversidad de vida por uso de pesticidas químicos son los factores causantes de
la
degradación. Cada año, en todo el mundo, se pierde por erosión 24.000 millones
de
toneladas de suelo fértil. Suficiente cantidad para llenar un tren con vagones
de carga cuya
longitud sería la distancia cinco veces ida y vuelta, entre la Tierra y la Luna.
El mal manejo del agua está estrechamente ligado a la degradación de suelos. La
agricultura
acapara el 73% del total del consumo mundial de agua y alrededor del 10% de las
tierras bajo
riego en el planeta se ha perdido o está severamente dañado por el riego
intensivo que causa
salinización, alcalinización y descenso en el nivel de las napas.
El uso intensivo e indiscriminado de fertilizantes, insecticidas, fungicidas y
herbicidas
sintéticos ha producido estragos entre los organismos que habitan los suelos,
disminuyendo
drásticamente su fertilidad; reduciendo la calidad nutritiva de los alimentos y
generando en
las personas el crecimiento exponencial de enfermedades como cáncer, mal de
Parkinson,
esclerosis múltiple, enfermedad neuromotora y encefalomielitis miálgica, así
como también
inmunosupresión y otras afecciones de su sistema inmunológico. También se ha
verificado
que estas substancias eliminan los insectos benéficos, y, provocando mortandad
masiva,
amenazan con extinguir especies de aves, peces y mamíferos.
Las pérdidas causadas por insectos-plaga en la agricultura han crecido en los
EEUU desde un
7% de las cosechas en 1945, hasta prácticamente un 13% en el año 1989, no
obstante
haberse incrementado, durante el mismo período, más de diez (10) veces el
volumen de
insecticidas sintéticos aplicado a los cultivos. Resulta preocupante que la
mitad de las 500
especies de insectos que ocasionan en ese país pérdidas por valor de 2.000
millones de U$S
al año, ha desarrollado resistencia a los insecticidas.
El reservorio genético de la mayor parte de las especies comúnmente cultivadas
ha sufrido
una devastadora erosión, especialmente aquellas que son comercializadas en los
mercados
globales. La erosión es resultado del desplazamiento de las especies nativas por
variedades
de alto rendimiento introducidas por la 'Revolución Verde'. El arroz y el trigo
han recibido el
golpe más duro. En 1990 las variedades híbridas de arroz cubrían ya el 74% de
las tierras
arroceras en Asia. En algunos países como Sri Lanka, Filipinas, China y Malasia
la cesión del
mercado en favor de las nuevas líneas genéticas es hoy prácticamente total. Unas
pocas
décadas atrás, en la India, los agricultores cultivaban unas 50.000 variedades
diferentes de
arroz; hoy cultivan apenas unas pocas docenas. De la misma manera, en las
Filipinas alguna
vez fueron cultivadas unas 4.000 variedades distintas de este cereal, sin
embargo, ahora los
agricultores sólo plantan unas pocas en todo el país. En Indonesia, 1.500
variedades locales
de arroz se extinguieron en los últimos 15 años.
Datos del autor: Claudio Tygier es periodista-investigador y traductor. Premio
nacional de
periodismo científico 1997, miembro correspondiente del Center for Amazonian
Literature
and Culture, CALC, Smith College, Northampton, Massachusetts, EEUU.
Información Adicional
Tema: Transgénicos
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