Asunto: | [LEA-Venezuela] ¿Yaguares maracayeros? | Fecha: | Martes, 30 de Enero, 2001 00:31:44 (-0400) | Autor: | Alberto Fernández Badillo <alfernan1 @..........ve>
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YAGUARES MARACAYEROS
Cuántas veces he leído páginas
sobre los orígenes del nombre de Maracay!!! Y cuántas veces pensé: ¿Por qué
tantos historiadores nunca han consultado a algún zoólogo venezolano para que
se quiten la idea de que los jaguares o yaguares no habitaron en lo que hoy
es Maracay!!! Bueno, leyendo en el Diario El Siglo del domingo 28 de enero
del 2001, volví a tener la oportunidad de leer, ésta vez de la pluma de
nuestro respetado cronista Oldman Botello, la negación de la existencia del
mayor felino neotropical en los alrededores del caserío que luego tomaría el
nombre de Maracay y la posibilidad de que el nombre "Maracay" pueda derivar
de este hermoso felino. No puedo discutir que "maracaya" sea voz caribe y que
pueda significar "cunaguaro" y no "yaguar", porque no conozco de lingüística
indígena; pero he leído líneas de Botello, donde acepta que significa
"felino" y que debe tratarse del cunaguaro y no del jaguar, porque éste
último no habita en esta región. Lo que deseo aclarar es que por todas estas
tierras, otrora cubiertos de espesa vegetación, tal como lo dice el propio
Botello, existieron y todavía existen aunque replegados a las montañas lejos
de las escopetas de los seres humanos, todas las especies de felinos
venezolanos, cuatro de ellos pintados y dos de color uniforme, entre ellos el
mayor de todos, el imponente jaguar. Para los interesados en relacionar los
felinos pintados con el nombre maracaya y por ende con el de nuestra ciudad,
vamos a aclarar que las seis especies, hasta hace poco consideradas del
género Felis, son el puma o león americano (Puma concolor) y la onza
(Herpailurus yaguaroundi), ambos de color uniforme, no pintados, por lo que
nunca se han llamado tigres o cunaguaros. Las otras cuatro son pintados de
negro y amarillo y popularmente si se conocen como tigres o cunaguaros y son,
de menor al mayor, el tigrillo o margay (Leopardus tigrinus) del tamaño de
un gato doméstico; el cunaguaro (Leopardus wiedii) de tamaño algo mayor;
el otro cunaguaro o tigre manigordo (Felis pardalis) y por último el más
grande y poderoso, el yaguar (Panthera onca). Para alguien que los ve en el
bosque es difícil distinguir, por ejemplo las dos especies de cunaguaros
entre si o un tigrillo podría confundirlo con un cachorro de las otras. Las
seis especies aparecen como presentes en los estudios más recientes del
Parque Nacional Henri Pittier y los más comunes son la onza, el puma y el
tigre manigordo o cunaguaro. Hace años atrás tuve la oportunidad de ver un
yaguar asesinado por unos cazadores en las montañas cercanas a Cata y en
los alrededores de Rancho Grande y en las cimas más altas, además de ver
las otras especies, hemos encontrado excrementos que siendo analizados
presentan abundantes pelos de báquiros, la presa preferida del yaguar, no del
puma. Los venados que Botello señala abundaban en los alrededores de Maracay
y efectivamente todavía pueden verse en algunos lugares, son presa
preferida de yaguares y pumas, pero nunca de los cunaguaros. Muchas crónicas
del siglo XVIII y XIX señalan la abundancia de yaguares en los alrededores
del Lago de Valencia o Tacarigua. Si eran comunes para entonces, imagínense
como serían antes de la misma llegada de los españoles. Por ejemplo, el
naturalista Cristian Antón Göering, en sus andanzas por las ciénagas del
Zulia en el siglo XIX, tuvo un encuentro nocturno con un yaguar y al respecto
escribe: "... en mis muchos viajes, apenas en otra ocasión recibí una visita
nocturna del jaguar; fue al sur del Lago de Valencia, cuando nos extraviamos
en el bosque de Cerro Azul. El jaguar y el puma, las dos especies felinas
más grandes de América del Sur, se encuentran en todo el continente, incluso
en las regiones montañosas más altas". En conclusión "maracaya" puede
derivar de la voz indígena "cunaguaro o tigre manigordo", especie del tamaño
de un perro mediano; pero si la razón para descartar que pueda derivar
de "yaguar", es que ellos no habitaban por estos lugares, debe revisarse
mejor este posible origen lingüístico. Mi motivación a escribir estas líneas
sólo intenta dar a conocer nuestra fauna autóctona y contribuir a evitar
errores imperdonables. Puede ser tonto, pero me duele ver que el símbolo de
"tigre" en nuestro país sea dibujado con rayas y no con pintas, es decir un
tigre de Bengala que sólo habita en Asia, incluso en las cartillas para que
los niños aprendan las letras del alfabeto. Ese Tigre de Bengala es también
el emblema, por ejemplo, de los "Tigres de Aragua" y hasta los narradores
de nuestro béisbol se atreven a referirse a ellos como "los bengalíes".
Por favor defendamos nuestra fauna silvestre y para seguir usando el ejemplo
de nuestro deporte preferido, el Caracas es un león africano, los cardenales
se olvidaron del nuestro y usaron la especie de Norteamérica y
los regionalistas del Zulia muestran con orgullo su águila calva,
también norteamericana, en lugar de una de las tantas hermosas águilas de
nuestra fauna. El básquetbol ha sido más benévolo con nuestras
especies.
Dr. Alberto Fernández Badillo Universidad
Central de Venezuela Facultad de Agronomía alfernan1@telcel.net.ve
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