Después de ser incinerada
la lechosa modificada genéticamente
Mérida será declarada zona libre de
transgénicos
FRONTERA - 30 de diciembre de
2000
*Gracián Rondón, médico y ambientalista después de regresar
del Estanquillo, donde fue quemada la plantación de lechosa modificada
genéticamente, informó que un grupo de investigadores y científicos están
trabajando de forma conjunta con diputados del CLR, con el fin de promover una
campaña educativa que alerte sobre los peligros de consumir productos
transgénicos
Además, está en la agenda de los integrantes del Frente
Ambiental Andino, promover un decreto que prohíba este tipo de experimentos de
biotecnología en nuestra entidad, los cuales ponen peligro la biodiversidad y la
salud de toda la población
Francisco
Guerrero/Frontera
Los integrantes del Frente Ambiental Andino, así como miembros
de la comunidad del Estanquillo jurisdicción del Municipio Sucre, procedieron
ayer a incinerar el cultivo de lechosa transgénica, cuyos experimentos se
realizaban a cielo abierto violando todas las normas de bioseguridad.
La información fue aportada por Gracián Rondón, médico
ambientalista, quien refirió que con esta acción finalmente se hizo justicia en
el estado Mérida, lo cual es producto de la decisión tomada el pasado 18 de
diciembre, por parte de los diputados del Consejo Legislativo Regional (CLR),
quienes después de recibir información sobre el caso de la lechosa transgénica
desarrollada por Manuel Dager y otros científicos, en terrenos del Fondo
Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Fonaiap) de la referida localidad,
acordaron que era necesario hacer cumplir la decisión del ministro saliente del
ambiente.
Los diputados se sensibilizaron sobre los riesgos que se
corrían al llevar este experimento a cielo abierto. En esta reunión participaron
miembros de la comunidad del Estanquillo y representantes de las asociaciones de
vecinos de Lagunillas; pero fue el jueves 21 de diciembre cuando salió publicada
la resolución y tres decretos de ley emanados por los diputados del CLR, donde
se ordenaba la destrucción de esta plantación de lechosa transgénica.
Además, quedó establecido por decreto del CLR la prohibición en
el estado Mérida del consumo de alimentos genéticamente modificados, si los
mismos no tienen el etiquetado donde se alerte a los consumidores sobre la
naturaleza de los mismos.
La última parte de este decreto consiste en notificar a Indecu
(Instituto de Educación al Consumidor y al Usuario) para que supervise todos los
establecimientos de víveres en los cuales se expende productos transgénicos con
el fin de que éstos tengan etiqueta y sean los merideños los que decidan
(después de estar informados) si consumen estos alimentos o no.
La quema del cultivo de las 57 plantas de lechosa transgénica,
se produjo el pasado jueves 28 a las cinco de la tarde, acto al que asistieron
la presidenta de la junta parroquial, miembros de las asociaciones no
gubernamentales, científicos de la Universidad de los Andes y directivos
vecinales.
Pero los integrantes de esta brigada ambientalista quedaron
asombrados al llegar al Estanquillo jurisdicción del Municipio Sucre, al
encontrar que 50 de estas plantas fueron cortadas a machete, con el fin de dejar
pasar el tiempo mientras se calmaba la comunidad y que las plantas se
reprodujeran, informó Gracián Rondón.
Algunas de estas plantas ya estaban retoñando, por lo cual los
integrantes de los grupos ambientalistas, ajustándose a derecho, procedieron a
incinerar toda esta plantación y dos frutos que dejaron los coordinadores de
esta investigación, agregó.
"En días anteriores nosotros hicimos acto de presencia y
observamos que habían 8 frutos maduros grandes de lechosa transgénica; otras
plantas tenían flores, esto nos preocupó y acudimos al CLR para que realizaran
rápidamente el informe, pero al llegar nos encontramos con la situación ya
descrita", destacó Rondón.
Los integrantes de los grupos ambientalistas solicitarán al
parlamento regional, investigue esta situación a fin de determinar el lugar
donde están ubicadas las semillas de esta plantación de lechosa transgénica, ya
que de continuar con estos experimentos que viola las normas de bioseguridad, se
pone a toda la población, así como a los diferentes cultivos, en un grave
riesgo.
"En el caso de que quieran continuar con esta investigación, no
deberán realizarla dentro del estado Mérida, ya que nuestra entidad está
decretada como territorio libre de transgénicos", dijo.
Jornada educativa sobre
transgénicos
Informó Gracián Rondón que el 66 por ciento de los productos
alimenticios que ingresan a Venezuela procedentes de los Estados Unidos, son
transgénicos. El 100 por ciento de los productos alimenticios que ingresan a
nuestro país provenientes de Argentina, son modificados genéticamente.
"Por ello, la población de nuestro país es consumidora adicta
(sin saberlo) de trigo procedente de los Estados Unidos y Canadá, o sea que
estamos consumiendo pan hecho con harina transgénica", informó Rondón.
Otros alimentos con esta misma característica transgénica es la
harina de maíz precocida con la cual hacemos nuestras tradicionales arepas. "La
agroindustria está procesando maíz modificado genéticamente, adquirido a precio
muy bajo. A esto se suman frutas importadas, papas fritas, cerveza. Por ello nos
reuniremos con los diputados del CLR, para dictarles un taller, para luego
realizar estudios de laboratorio y de ADN, para verificar esta denuncia", agregó
Gracián Rondón.
Además está previsto crear una oficina fiscalizadora, cuyos
funcionarios serán los encargados de verificar si las semillas importadas que
están adquiriendo nuestros agricultores son semillas híbridas o genéticamente
modificadas.
Si se cumplen estas metas se podrían producir algunos cambios
en los patrones de consumo de los merideños, ya que al estar etiquetados los
alimentos transgénicos, es difícil que la población los consuma. La opción será
que consumamos alimentos sanos cultivados en nuestra entidad.
En el Frente Ambiental Andino, participa un grupo de
investigadores y científicos, que está elaborando todos estos planes, y que
además ofrece sus aportes a los integrantes de la Comisión de Salud del Consejo
Legislativo Regional, con el fin de laborar en forma conjunta y además pulir el
decreto que saldrá publicado en los próximos días.
En esta comisión conjunta está previsto se incorporen los
funcionarios de Indecu, con el fin de hacer cumplir estas decisiones.
Futuro oscuro
Destacó Gracián Rondón, médico integrante del Frente Ambiental
Andino, que las consecuencias de consumir productos modificados genéticamente,
se evidenciarán en la segunda y tercera generación de personas y, en el plano
vegetal, la situación será más grave cada día, cuando se produzcan
polinizaciones cruzadas.
Además de esto, a corto plazo se espera una destrucción de
nuestros cultivos autóctonos, ya que el experimento de las lechosas transgénicas
se hizo a cielo abierto. Ya las plantas de lechosa sembradas en las parcelas de
los campesinos cercanos al sector el Estanquillo comenzaron a afectarse y sus
hojas se están quemando, posiblemente con el virus de la mancha anular, que
afecta a las lechosas hawaianas y tailandesas.
Gracián Rondón se refirió además al consumo de pimentón,
brócoli y coliflor modificados genéticamente, los cuales el organismo humano no
los asimila, produciéndose una reacción de alergias irreversibles, además de
producirse daños en la flora bacteriana, al sistema de defensas y deterioro del
sistema de circulación del intestino al hígado, lo cual se está evidenciando en
los cuadros clínicos que se presentan en diversos lugares del planeta. "Estamos
creando una sociedad en decadencia cuyos resultados se notarán en los años que
vienen", destacó.
Los empresarios de la biotecnología argumentan que con la
creación de especies modificadas genéticamente no son necesarios los
agroquímicos, lo cual es falso. El segundo planteamiento es que estas
manipulaciones se justifican para eliminar el hambre del mundo, pero se trata de
otra mentira ya que la producción agrícola es mayor que el crecimiento
poblacional.
Las corporaciones que están trabajando con biotecnología -
alertó Gracián Rondón- tendrán el monopolio de los alimentos, las semillas, los
agroquímicos, el control de las tierras y los países del tercer mundo seguirán
siendo dependientes y con una población enfermiza, "que es lo que no queremos
que suceda en Venezuela", señaló.
FRONTERA - 30 de diciembre de
2000