La vida siempre es como una fotografía
tomada a la luz de una ventana, llena de matices.
En ella no faltan las claridades y
oscuridades.
No hay manera de evitarlo. Tal vez por eso
nos atrapa tanto la navidad, tal vez por eso nos atrapa tanto el matíz azulito
de estos días, el brillo particular que tienen las estrellas en estos días. Es
como una manera de hacerle trampa a los inevitables matices no tan luminosos de
la vida, es como una manera de reservarle al año unos días para ver el brillito
de las estrellas, para que se ejercite la luz que se desprende de las sonrisas,
para permitirle al angel de nuestra humanidad que bostece, se estire y
salude.
Cónchale, de parte de mi ángel, felíz
navidad a todos.
Ramón Francisco Reyes
Echegaray
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