Asunto: | [LEA-Venezuela] ESPIONAJE AMBIENTAL EN CHIAPAS | Fecha: | Lunes, 21 de Julio, 2003 19:31:19 (-0400) | Autor: | Julio Cesar Centeno <jcenteno @..........ve>
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Espionaje Ambiental en
Chiapas
El grupo ambientalista estadounidense
Conservación Internacional (CI) envía información detallada sobre los recursos
naturales de Chiapas al gobierno de Estados Unidos, acusó el mes pasado el
Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas de México
(CAPISE).
En su reciente informe
Conservación Internacional: El Caballo de Troya, CAPISE
informa que un avión de CI sobrevuela regularmente la selva Lacandona en
Chiapas tomando fotos de alta resolución. Estas imágenes de la jungla son
enviadas a la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos
(USAID).
La selva Lacandona es la base del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN) y es además una zona rica en recursos
naturales, como minerales, petróleo, maderas, biodiversidad y agua fresca.
Como parte del ambicioso Plan Puebla Panamá (PPP), el
gobierno del presidente Vicente Fox y grandes intereses corporativos anhelan
explotar los recursos de la selva y establecer en ella represas
hidroeléctricas, plantaciones de agroexportación y operaciones de turismo y
bioprospección. El EZLN y sus comunidades organizadas son un obstáculo
para estos proyectos.
"No sabemos qué uso tiene la información
suministrada por CI pero en la historia reciente hemos atestiguado cómo los
intereses económicos de carácter privado se transforman en intereses militares
de 'seguridad nacional'", dice CAPISE en su informe.
Con sede en
Wáshington DC y operaciones en 25 países, CI es uno de los grupos
conservacionistas más adinerados del mundo. Administra áreas naturales
protegidas y proyectos de bioprospección y ecoturismo en varios continentes, y
recibe financiamiento de corporaciones como McDonald's, Exxon, Citigroup, Ford
y Sony, y su junta directiva tiene ejecutivos de Starbucks, Gap, Hyatt y
United Airlines.
Entre sus directores está Alfonso Romo, uno de los
ciudadanos privados de más influencia en el gobierno Foxista y jefe de Grupo
Púlsar (GP), compañía con intereses en la agroindustria, la biotecnología y
bioprospección. Y GP precisamente es uno de los mayores financiadores de
CI.
CI "representa el caballo de Troya de grandes corporaciones
transnacionales y del gobierno estadounidense", según CAPISE. "La estrategia
de CI es recabar información y comprar grandes extensiones de tierra con altos
potenciales de bioprospección, lo que le permite administrar los recursos
naturales y/o estratégicos y ponerlos a la disposición de las grandes
transnacionales."
Ojos en el
cielo
El que CI envíe sus datos e imágenes de alta
resolución de la selva Lacandona al gobierno de Estados Unidos causa ronchas
entre sectores progresistas en la región, entre otras razones, porque
históricamente Wáshington ha usado esa información para conocer los recursos
naturales de América Latina mejor que los latinoamericanos mismos.
Dijo Eduardo Galeano en Las Venas Abiertas de América Latina
que en 1964 Brasil y Estados Unidos firmaron un acuerdo que le permitió a
aviones de la Fuerza Aérea estadounidense a sobrevolar y fotografiar la jungla
amazónica:
"Habían utilizado equipos de cintilómetros para detectar
los yacimientos de minerales radiactivos por la emisión de ondas de luz de
intensidad variable, electromagnetómetros para radiografiar el subsuelo rico
en minerales no ferrosos y magnetómetros para descubrir y medir el hierro. Los
informes y las fotografías obtenidas en el relevamiento de la extensión y la
profundidad de las riquezas secretas de la Amazonia fueron puestos en manos de
las empresas privadas interesadas en el asunto, gracias a los buenos servicios
del Geological Survey del gobierno de Estados Unidos. En la inmensa región se
comprobó la existencia de oro, plata, diamantes, gipsita, hematita, magnetita,
tantalio, titanio, torio, uranio, cuarzo, cobre, manganeso, plomo, sulfatos,
potasios, bauxita, cinc, circonio, cromo y mercurio." (p.
223)
Este espionaje económico-ambiental de alta tecnología también lo
documentaron Gerard Colby y Charlotte Dennett en su libro Thy Will Be
Done: The Conquest of the Amazon (Harper Collins,
1995):
"Un avión Carvelle propiedad de la firma texana Litton
Industries comenzó vuelos a 4,000 pies sobre el Amazonas a 500 millas por
hora. Usando cámaras espectrales, sensores infrarrojos y radar lateral
(side-winding radar), tomando imágenes de radar, reveló los contornos
topográficos bajo la jungla, incluyendo anomalías geológicas que sugerían
depósitos minerales. El proyecto RADAM (Radar del Amazonas) ya estaba en
operación. Cuando la creación de mapas terminó seis años después, el Amazonas
había perdido muchos de sus últimos secretos. Por $7 millones, Litton había
conseguido detalles cartográficos de los minerales y su densidad, y los tipos
de vegetación de un área que cubría de cuatro a cinco millones de kilómetros
cuadrados, que incluía el suelo de la jungla y hasta los minerales
debajo." (p. 671)
Nuevas tecnologías de
vigilancia
¿Cuán más avanzadas están hoy estas tecnologías de
vigilancia remota? Para saber sólo hay que echar un vistazo al creciente campo
de la agricultura de precisión, una especie de matrimonio de la agroindustria
con tecnologías de informática. La agricultura de precisión busca aplicar a la
finca tecnologías de punta como internet, imágenes satelitales, sistemas de
información geográfica (GIS) y posicionamiento global (GPS), y programas de
software.
La NASA- que incidentalmente está tomando fotos satelitales
de Centroamérica como parte de un proyecto de vigilancia ambiental- es
participante de Ag 20/20, un proyecto de investigación que
incorpora la vigilancia remota a la agricultura. En este proyecto los cultivos
agrícolas son observados por un satélite que contiene un sensor capaz de
discernir hasta 256 diferentes frecuencias de luz. Se están desarrollando
también sensores similares que serán colocados en tierra o en
aviones.
¿Qué utilidad puede tener el poder distinguir diferentes ondas
de luz? El metabolismo de una planta determina cuáles frecuencias de luz-
visible, infrarroja o ultravioleta- refleja y cuáles absorbe. Por lo tanto,
con el equipo y software adecuados uno puede usar tales fotos para averiguar
si un cultivo necesita irrigación, si sufre de alguna infección fungal o
viral, si tiene plagas, si las malezas están ganando terreno o inclusive si
los niveles de nitrógeno en el suelo son óptimos.
No es difícil
imaginar el uso de esta tecnología para identificar zonas estratégicas altas
en biodiversidad u otros recursos naturales. Sumemos a esto el que la Agencia
Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) tras finalizar la guerra fría
ha estado asignándose nuevas misiones, entre éstas la inteligencia económica y
la protección ambiental.-
EcoPortal.net
Carmelo Ruiz
Marrero CLARIDAD, 3 de julio
2003
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