Colombia: la
liquidación y privatización de ISS, ECOPETROL, SENA, TELECOM e
ICBF
Piratas, fantasmas y dinosaurios
Si de caracterizar a
los personajes que en su condición de funcionarios, asesores, empresarios
o contratistas deambulan por la Casa de Nariño se tratase, el título que
encabeza esta nota prestado a la estética narrativa de Osvaldo Soriano,
los retrataría con trazos muy apropiados. Porque en el penumbroso centro
del poder neoliberal encabezado por Alvaro Uribe Vélez, promotor del
alucinado boom neofascista que oprime a los colombianos, trepidan las
pisadas piratas de las corporaciones transnacionales, se percibe el vuelo
fantasmal de contratistas (diurnos) y asesores (nocturnos) mientras la
embestida del jurásico Fondo Monetario Internacional, agrieta la histórica
estancia republicana.
Ahora mismo han emprendido -previa toma
militar de las sedes y la negación del diálogo social-, la liquidación y
privatización de importantes patrimonios públicos como el ISS, Ecopetrol,
SENA, Telecom e ICBF. Empresas que antes de la apertura económica
neoliberal no sólo dieron frutos y se proyectaron por su prosperidad sino
que han simbolizado la noción más progresista de la seguridad social y la
defensa de las riquezas del subsuelo y del trabajo productivo. Pero había
que ponerlas bajo la racionalidad privada y sus lógicas de rentabilidad a
ultranza. En ese sentido, estudios contratados con firmas consultoras
extranjeras, como la Bozz Allen & Hamilton Inc, Arthur D. Litle y
Mckensey con intereses en los negocios de las empresas liquidadas, le
sirvieron de base al gobierno de Uribe Vélez para justificar la operación
con conceptos económicos errados, según lo ha documentado -y nunca ha sido
desmentido- el profesor y experto Eduardo Sarmiento Palacio.
De
esta forma piratas, fantasmas y dinosaurios, es decir, transnacionales y
especuladores, gobierno y empresarios, asesores y contratistas han
arrojado sobre trabajadores y empleados del Estado el lodo de sus propias
culpas. Al afirmar ante los medios que el origen de la crisis fiscal está
en los costos de la nómina (que sólo pesa el 10% del presupuesto en cada
empresa), escondieron factores de grave impacto en las finanzas como las
proyecciones erradas del mercado, los contratos de Joint Venture o de
'riesgo compartido', los sobrecostos operacionales y la adquisición a
precios de usura de materiales tecnológicos no utilizados. Con astucia y
mala fe han soslayado la responsabilidad que les cabe a quienes entregaron
-y a quienes recibieron- la operación de las empresas en su parte más
rentable, al tiempo que obligaron a las empresas oficiales a asumir la
porción más compleja, costosa y de mayor riesgo del negocio.
Pero,
¡alto ahí!. En extraordinario desafío a los voceros del pensamiento único,
el Partido Liberal colombiano, la academia universitaria, los sectores
modernos del país y las Centrales obreras han visibilizado la trama
perversa del gobierno y se proponen adelantar acciones para evitar el
total desmantelamiento del Estado Social de Derecho, en un país en el que
la eficacia de la guerra se mide por el número de muertos y el éxito de
las reformas estatales por la cifra de despedidos.
* Alpher
Rojas Carvajal es Analista político e investigador social.
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