Fracasó conferencia de la ONU sobre los cambios climáticos
No
lograron acuerdo para frenar el recalentamiento de la Tierra
El punto principal de discusión era la reducción de
las emisiones de anhídrido carbónico (CO2), responsable del llamado "efecto
invernadero" que provoca el aumento de la temperatura
LA HAYA/ANSA - EL NACIONAL - DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE
DE 2000
La VI Conferencia de la ONU sobre los cambios climáticos concluyó ayer con un
rotundo fracaso y una sonora derrota para la Unión Europea que no logró
convencer al poderoso "grupo sombrilla" encabezado por Estados Unidos sobre la
necesidad de reducir el recalentamiento de la Tierra.
"No hemos llegado a un acuerdo", señaló el ministro del Medio Ambiente
holandés, Jan Pronk, quien se confesó "muy decepcionado".
Cuando Pronk anunció que la Conferencia no había logrado imponer la política
ambiental impulsada por la Unión Europea, anunciaba en realidad una derrota para
la humanidad entera.
El ministro dijo que "después de las larguísimas discusiones que la
precedieron y del gran empeño puesto por muchos de los participantes, es
necesario constatar que no llegamos a un acuerdo".
El punto principal de discusión era la reducción de las emisiones de
anhídrido carbónico (CO2), responsable del llamado "efecto invernadero" que
provoca el aumento de la temperatura.
A pesar de que los científicos habían señalado reiteradamente que es
necesario reducir la emisión de ese gas en 60%, los 180 países participantes en
la conferencia de La Haya ni siquiera lograron ponerse de acuerdo sobre la
modalidad de aplicación del Protocolo de Kyoto (Japón) que firmaron en 1997. Ese
documento preveía la reducción de apenas 5% de la emisión de CO2.
Las mayores divergencias surgieron entre los países de la Unión Europea y
Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, y Nueva Zelanda, que forman el llamado
"grupo sombrilla".
La emisión de anhídrido carbónica se produce principalmente por la combustión
de los fósiles que alimentan las centrales eléctricas. Esas emisiones están
relacionadas con el progresivo calentamiento del planeta y ese recalentamiento a
su vez está relacionado con los cambios climáticos.
Los norteamericanos y sus aliados querían salvar el protocolo de Kyoto, pero
de hecho no estaban dispuestos a disminuir la emisión de CO2 en la atmósfera.
Paradójicamente, los países del Grupo de los 77, es decir las naciones en vías
de desarrollo, decidieron apoyar a ese grupo para no desaprovechar las ofertas
ventajosas que les fueron propuestas.
En efecto, el grupo sombrilla ofreció financiar proyectos de cooperación con
tecnología limpia a esos países a cambio de cuotas de reducción de emisión de
gas.
Además de su fracaso en la cuestión de la emisión de CO2, la Unión Europea
también se vio aislada respecto los llamados "mecanismos flexibles". Se trata de
la utilización de los bosques y del suelo agrícola como reservas de carbono, el
traslado de tecnología limpia a los países en vías de desarrollo para compensar
la falta de recorte en la emisión de CO2 y los métodos para controlar y
sancionar los países que no respeten los acuerdos.
El grupo ambientalista Greenpeace denunció que la reunión "será recordada
como el momento en que los gobiernos abandonaron la promesa de la cooperación
global para proteger el planeta Tierra".