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RÍO+10: TIERRAMÉRICA EN JOHANNESBURGO Una cobertura
especial de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible *************************** Actualización del 3 de
septiembre de 2002
Industria petrolera triunfa en Johannesburgo
Por Marwaan Macan-Markar
JOHANNESBURGO, 4 sep (IPS) - Las empresas energéticas, encabezadas por
el sector petrolero, impusieron su criterio en la Cumbre Mundial sobre
Desarrollo Sostenible, que no estableció metas y plazos cuantificables
para el impulso de las fuentes renovables de energía.
El documento final que aprobará este miércoles la Cumbre en la
nororiental ciudad sudafricana de Johannesburgo no reflejará la
iniciativa, formulada por Brasil, de aumentar a 10 por ciento para 2012 la
participación de las fuentes limpias en la producción mundial de energía.
En cambio, el párrafo 19 del "Borrador de plan de implementación" que
aprobará la cumbre exhorta a los países a "incrementar sustancialmente" la
proporción de energía generada por fuentes renovables, como la eólica, la
solar, la marina y la "biomasa moderna".
El texto que circulaba antes del inicio de la Cumbre contenía
referencias específicas a objetivos cuantificables, que se convirtieron en
una de las cuestiones más conflictivas de la reunión.
La mayoría de los científicos atribuyen el aumento de la temperatura
planetaria registrada en el último siglo a la liberación en la atmósfera
de gases invernadero como el dióxido de carbono, resultante de la quema de
combustibles fósiles, entre ellos los derivados del petróleo, el gas, el
carbón y la leña.
Por otra parte, activistas cuestionan los daños a la población civil y
a los ecosistemas que causan las grandes centrales hidroeléctricas, así
como los perjuicios a la salud y al ambiente originados por la generación
nuclear de electricidad.
Poco después del inicio de la reunión en Johannesburgo, numerosos
ambientalistas aplaudían la iniciativa de Brasil, respaldada por América
Latina y el Caribe, considerada aun más progresista que la del texto
original que circulaba antes del inicio de la Cumbre el 26 de agosto.
Además de contener una meta concreta para 2012, la propuesta brasileña
excluía de su definición de fuentes renovables de energía los grandes
sistemas hidroeléctricos y las biomasas tradicionales, como la leña.
Pero la posición de Brasilia no prevaleció.
"Los grandes ganadores son los integrantes del 'eje del mal' del
ambiente", dijo el activista Daniel Mittler, de la organización Amigos de
la Tierra Internacional, parafraseando la expresión empleada por el
presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para aludir a sus enemigos
Corea del Norte, Irán e Iraq.
"La industria petrolera (...) logró concesiones para suministrar
combustible al mundo en desarrollo", agregó Mittler.
Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón y los 11 países que integran
la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) lograron imponer
la posición triunfante, sostuvo el activista. "Ellos impidieron que otros
gobiernos aprovecharan la revolución de la energía renovable", dijo.
El acuerdo alcanzado en Johannesburgo es "un completo desastre", dijo
la Asamblea de Energía y Clima, coalición que reúne a numerosas
organizaciones ambientalistas y de la sociedad civl en la Cumbre.
"Es claro que la alianza entre Estados Unidos y la OPEP bloquea toda
posibilidad de lograr avances en materia de energía", declaró la Asamblea.
Tampoco se logró un compromiso sobre "la reducción de los subsidios a
fuentes insostenibles de energía, como los combustibles fósiles, para
aumentar la proporción global de las fuentes renovables", agregó.
Los ambientalistas también cuestionaron el alineamiento del Grupo de
los 77, que reúne a 133 países y expresa en la comunidad internacional al
mundo en desarrollo, con la oposición al establecimiento de metas y plazos
en materia de energía.
Los países en desarrollo "fueron paralizados porque el presidente del
Grupo de los 77", Venezuela, "es un miembro de la OPEP", e Irán también
influyó, afirmó en una conferencia de prensa el activista Steve Sawyer, de
la organización ambientalista Greenpeace Internacional.
A cambio de eliminar los objetivos concretos sobre energía renovable,
la delegación estadounidense se comprometió a apoyar la cláusula del
documento final que establece la meta de reducir a la mitad para 2015 los
2.400 millones de personas que hoy carecen de servicios de saneamiento,
dijo un diplomático del mundo en desarrollo.
La Cumbre en Johannesburgo fue convocada para analizar los avances
logrados desde la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo o
Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, y establecer
mecanismos para alcanzar los objetivos allí establecidos.
Ambientalistas afirmaron este martes que la reunión en Johannesburgo se
había convertido en la "Cumbre Mundial de los Acuerdos Vergonzosos".
El plan de la Cumbre no contiene ninguna previsión sobre "el suministro
de energía para los 2.000 millones de personas de todo el mundo que
carecen de acceso a los servicios modernos" de electricidad", advirtió el
no gubernamental Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Sin embargo, "muchos líderes mundiales, funcionarios de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) y organizaciones no gubernamentales urgieron
a establecer compromisos, metas y plazos claros para facilitar el acceso
de los más pobres a la energía", según la Asamblea sobre Energía y Clima.
La Cumbre "fracasó" en establecer normas para proteger y manejar las
fuentes de agua, en "confirmar la supremacía de las necesidades de los
pobres y del ambiente sobre el libre comercio", declaró el WWF.
Además, los acuerdos alcanzados "son más débiles que los ya vigentes"
en materia de "control de productos químicos que amenazan la naturaleza y
la salud", agregó la organización.
"Vinimos aquí en busca de compromisos serios para combatir la pobreza y
proteger el ambiente, pero hubo un retroceso. Es claro que Estados Unidos
procuró diluir todo y que lo logró", sostuvo la asesora política del WWF
Melanie Steiner.
Entre los 104 jefes de Estado y de Gobierno presentes en Johannesburgo
no figuró el presidente estadounidense George W. Bush. A la Cumbre
asistieron 9.000 representantes de 190 países y 8.000 de numerosas
organizaciones no gubernamentales (FIN/2002) |