DIARIO: EL PERIODIQUITO. (Maracay, Edo. Aragua, Venezuela)
REDACTOR: Edwards Castillo-R.
GUÃA: "ARAGUANEY"
TITULO: INCINERADORES DE BASURA: ¡OTRO CABALLO DE TROYA!
Recientemente han aparecido en prensa regional opiniones de
concejales, alcaldes y empresarios que critican los rellenos sanitarios,
especialmente los que el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales le
regalará a las mancomunidades municipales de Aragua y Carabobo, presentando como
alternativa mágica los incineradores de basura. Sin embargo, de sus propias
expresiones puede notarse que al hablar de rellenos sanitarios tienen en sus
mentes vertederos de basura, que son otra cosa; y por otra parte, que desconocen
las consecuencias ambientales y sanitarias de la incineración de basura, por más
"pirolÃticos" que puedan ser los incineradores que intentan vendernos.
En primer lugar, no es cierto que los rellenos sanitarios sean
obsoletos, pues lo que se está clausurando en el mundo entero son los vertederos
de basura, confundidos por ellos con rellenos sanitarios, pero que nunca fueron
proyectados, ni construidos, ni operados como tales; que son focos de
contaminación de suelos, aguas y aire, asà como fuente permanente de
enfermedades. Al contrario, casi todas las normativas internacionales en la
materia se concentran en establecer parámetros técnicos, sanitarios y
ambientales para el diseño, construcción y operación de rellenos sanitarios como
sistema de enterramiento seguro de los residuos y desechos, como obras de
ingenierÃa sanitaria y ambiental.
En segundo orden, las plantas incineradoras pertenecen a la
fase de tratamiento de los residuos y desechos sólidos, pero siempre quedan
remanentes imposibles de eliminar, lo que implica usar rellenos sanitarios, que
son la única técnica para su disposición final.
El tercer punto es de normativa ambiental, pues en Venezuela y
muchos otros paÃses no es posible la incineración de desechos, salvo los de
origen médico-hospitalario y funerario y los de experimentos controlados que se
están investigando actualmente.
Como un punto cuarto pero en este mismo contexto, una planta de
este tipo requiere previa permiserÃa administrativa del Ministerio del Ambiente
y de los Recursos Naturales, lo que exige un Estudio de Impacto Ambiental y un
proyecto que no ha sido presentado por ninguna de estas empresas; siendo falso
que exista aval del MARN.
Finalmente, eso lo debe decidir el Soberano con suficiente
información tecnológica, jurÃdica y económico-financiera, pues adquirir y operar
una planta incineradora cuesta de cinco a diez veces más que un relleno
sanitario, pero apenas dura el doble; y este costo necesariamente será cargado a
tarifas por el servicio que tendrÃamos que pagar. Los incineradores de basura
son otro Caballo de Troya, pero no precisamente grati$.
Por último, intriga saber porqué solo ofrecen esta tecnologÃa donde el
gobierno nacional ya contrató la construcción de dos centro de disposición final
para regalarlos a las mancomunidades de municipios. ¿Oferta engañosa para
sabotear la obra del gobierno?. Basta saber quiénes están tras el negocio para
constatarlo.