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Sent: Tuesday, September 03, 2002 8:01
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Subject: [redambiental] Vago acuerdo,
igual solo palabras
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SOCIEDAD
La conferencia sobre desarrollo sostenible de
Johannesburgo alcanzó anoche un pacto para fomentar las fuentes de
energías limpias, pero sin marcar compromisos concretos ni calendarios.
Era el último escollo para lanzar el plan de acción
CONFERENCIA
SOBRE DESARROLLO SOSTENIBLE
Pacto de mínimos en Johannesburgo
Los
países participantes llegan a un vago acuerdo sobre energías renovables
La Vanguardia - - 02.15 horas -
03/09/2002
JOHANNESBURGO. Agencias
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La cumbre de Johannesburgo no será la que marque el final
de la era del petróleo en el mundo. Estados Unidos no lo permitió. Los
ministros y jefes de estado presentes en la cumbre de la Tierra cerraron
anoche el plan de acción para combatir la pobreza y proteger el medio ambiente
con resultados muy lejanos a los planteamientos más ambiciosos impulsados por
la ONU, promotora de la conferencia. El objetivo de impulsar las energías
renovables se convirtió al final en la manzana de la discordia. El pacto se
cerró con una referencia muy suave a la necesidad de conseguir un "crecimiento
substancial de forma urgente" de las energías renovables. No se fijan
objetivos en forma de porcentajes cuantificables ni se dan calendarios para
alcanzar esta meta. El asunto resulta clave, puesto que las energías limpias o
verdes son necesarias para combatir el calentamiento global, causado por las
emisiones a la atmósfera procedentes de los combustibles fósiles (petróleo y
carbón, principalmente) usados en el transporte, la industria o las plantas
térmicas. Su fomento es, además, un mandato del protocolo de Kioto contra el
cambio climático. Como contrapartida tampoco hubo apoyo a la energía nuclear.
Al final, se impuso el pragmatismo, pues urgía abordar la declaración política
que se espera para la sesión final de mañana.
Mientras que la UE y
Latinoamérica deseaban que se fijara un objetivo para impulsar las fuentes
renovables, Estados Unidos y Japón, junto con algunos países en desarrollo,
sobre todo los productores de petróleo, rechazaban esta idea con uñas y
dientes. El presidente brasileño, Fernando Hernique Cardosa, intervino en la
disputa. Brasil proponía que en el año 2010 el 10% de la energía total
consumida proceda de las fuentes renovables (eólica, solar y minihidráulica,
sobre todo). En este objetivo se excluían sin embargo las fuentes renovables
más polémicas, como la gran hidráulica (embalses) así como la madera, la leña
y los restos vegetales, que sirven para cocinar y calentarse en el Tercer
Mundo, y que son un grave foco de contaminación. Latinoamérica y el Caribe
apoyaban su posición.
Por su parte, la UE deseaba que ese porcentaje
se elevara a un 15% para el año 2015, aunque era un objetivo más bien modesto,
pues no se excluía a la gran hidráulica. La Administración Bush hizo de su
rechazo a este asunto una cruzada particular, con el apoyo de su propio lobby
petrolero interno y la de los países de la OPEP. "Consideramos que la cumbre
se cerrará con un fracaso si no es capaz de marcar objetivos y calendarios en
materia de energía", había declarado declaró Marijke van Duina, de la Red
Ambiental Cristiana Europea.
Información
gráfica
[Martes, 3 de septiembre de
2002]

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