Ponencia
presentada en el Seminario – Taller para Líderes Ambientalistas del Estado
Mérida. San
Juan de Lagunillas. Municipio Sucre. Estado Mérida. Del 16 al 18 de Mayo de
2002.
Aportes para el aprovechamiento de
residuos sólidos en las comunidades de
Mérida.
Julio Alexander Parra
Maldonado
Queremos presentar la experiencia de
educación y acción ambiental, que basándose en el aprovechamientos de los
desechos sólidos generados en nuestras viviendas, sitios de trabajo y centros de
estudio; ha permitido un proceso de aprendizaje comunitario para los integrantes
del Centro de Reciclaje “Los Curos” CERCUS y las familias que se han incorporado
voluntaria y afanosamente a este proyecto.
El Centro de Reciclaje Los Curos
CERCUS, se concretó en Marzo de 1.992 con la creación de un almacén comunitario
para el aprovechamiento de aquellos materiales reusables y reciclables que se
generaban en la comunidad. Esta iniciativa respondió a la inquietud de varias
personas y agrupaciones de Los Curos preocupados por el inadecuado manejo de los
desechos domiciliarios y comerciales, con las consecuencias que generan en
materia de salud pública y conservación del ambiente.
Diez años de experiencia permiten
mostrar logros y avances en el aprovechamiento de los desechos sólidos. De igual
manera queremos mostrar los inconvenientes y fallas que hemos tenido en la
práctica diaria desde CERCUS a fin de dar aportes para futuras experiencias y
proyectos en el área.
Organización y funcionamiento del
Centro de Reciclaje Los Curos.
Desde su creación CERCUS ha orientado su acción
con los siguientes objetivos:
- Promover el Desarrollo Local
Sustentable con la comunidad a través de la Educación
Ambiental.
- Desarrollar alternativas
económicas mediante la recuperación para el Reciclaje y el Reuso de los
desechos sólidos.
- Investigar y promover el
aprovechamiento de los desechos sólidos con participación
comunitaria.
- Fomentar en la comunidad la
capacidad de comprender autogestionariamente el problema del tratamiento inadecuado
de los desechos sólidos.
CERCUS funciona mediante una estructura
organizativa elemental, basada en un equipo que comparte las labores de
captación, almacenamiento y comercialización de los materiales reusables y
reciclables; con la acción
educativa y de investigación para completar la labor de
CERCUS.
En la actualidad trabajan en este equipo un
almacenista que labora de Lunes a Viernes de 2:00p.m. a 6:00p.m. Trabaja un
promotor educativo que dedica buena parte de su tiempo al acompañamiento de la
comunidad y centros educativos con información y formación sobre ambiente, con
énfasis en el aprovechamiento de los desechos sólidos. Completan el equipo de
trabajó el Coordinador de la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos que se encarga
del seguimiento y retroalimentación de la acción global y las personas encargadas del control y
administración de los recursos de CERCUS. Es necesario indicar que la mayoría de
estas personas comparten actividades con el resto de programas de la Cátedra de
la Paz y Derechos Humanos que es la organización comunitaria que asumió la
conducción de CERCUS.
CERCUS se concibió como una microempresa
educativa, demostrativa y autogestionaria, para la comercialización de
materiales desechables. Esta acción
se ha fortalecido con el trabajo voluntario de mujeres y hombres que han
dado su aporte durante los diez años de labor.
Logros y dificultades de la
Acción:
Como logros importantes de CERCUS podemos
presentar los siguientes:
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Hasta Diciembre
de 2001, se recuperaron 160 toneladas de desechos sólidos aprovechables.
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Se cuenta con
una planta física y operativa adecuada para la acción, con posibilidad de
crecimiento. Un local en la comunidad en calidad de alquiler, pesos, mobiliario,
herramientas y un vehículo de carga.
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Más de cien
familias llevan mensualmente su desechos al almacén.
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Por concepto de
comercializar del material recuperado han ingresado a la comunidad 6.000.000 de
bolívares. Esta cantidad es destinada para las labores del reciclaje, gastos
operativos del proyecto y las familias que participan en
CERCUS.
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Como destino
final alternativo se tienen 70 puntos de comercialización de los desechos
recuperados. Plantas recicladoras, industrias, talleres, artesanos,
microempresarios y productores de alimentos y bebidas. Aunque algunos son
esporádicos, la mayoría mantienen un contacto permanente con CERCUS. Esta
empresarios son tratados bajo una política de atención de cliente puesto que son
una parte importante de la acción de CERCUS, dándole viabilidad económica al
proyecto.
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30 instituciones
educativas han participado en las campañas de reciclaje. Cada campaña tiene un
componente educativo y un aspecto práctico, es decir, que los muchachos
recuperan los materiales en casa y escuela, al tiempo que son informados y
formados en la materia.
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Mas de 50
instituciones, centros de investigación y organismos, públicos y privados, han
recibido asesoramiento y trasferencia educativas en CERCUS. Se acercan a buscar
información básica sobre el tema, ideas y orientación para nuevos proyectos,
datos y estadísticas, investigaciones académicas, accesoria técnica y social.
CERCUS les sirve de referencia para su formación o la formulación de sus
proyectos.
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123.500 envases
de vidrio de reuso han sido recuperados. Estos envases en su mayoría se destinan
a la pequeña y mediana industria de alimentos y bebidas de la región andina. Es
importante recordar que son envases que no han estado en basureros, sino que han
sido recuperados en los hogares, recuperados en los sitios fuente de
generación.
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El papel
recuperado (60,5 toneladas) equivale a la madera de 1028 árboles en edad madura
para producir pulpa de papel. Podemos decir que CERCUS cuenta con un bosque, o
que lo ha salvado.
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Mas de 1350
infantes han visitado a CERCUS en charlas formativas. Vienen de escuelas, grupos
ecológicos y comunitarios, planes vacacionales o acompañando a sus padres. Estos
niños y niñas serán los protagonistas del cambio de actitud necesaria para
implementar la cultura del reciclaje. Se han impartido numerosas charlas y
talleres referidos al aprovechamiento de los desechos sólidos y de educación
ambiental, por varios municipios del Estado y en otras ciudades del
país.
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Se han
distribuido 8.000 trípticos educativos, contentivos de información obtenida
durante el desarrollo del proyecto, como apoyo a la acción formativa de
CERCUS.
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La inversión de
150.000 Bs del crédito con que inició el proyecto, ha logrado movilizar cuarenta
veces esta cantidad, solo por concepto de comercialización. A esto hay que
agregar las donaciones al proyecto en función de la comunidad. Aunque CERCUS ha
recibido un apoyo externo a la autogestión, esta cifra son de todas maneras más
rentables, productivas y beneficiosas para el ambiente y la comunidad que seguir
enterrando y quemando los desechos.
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Por último, y no
por ellos lo menos importante, se han diseñado estrategias educativas y de
acción para la promoción comunitaria del tema, se cuenta con métodos y técnicas
para desarrollar una acción similar en otras comunidades. La practica enseña y
proyecta nuevas ideas.
A los logros, también debemos añadir
que la existencia de CERCUS también ha presentado dificultades para su
continuidad y mejoramiento. Se tiene claro que un centro de acopio comunitario
no es la solución definitiva al problema del inadecuado
manejo de los desechos en la comunidad. Si se suma la falta de políticas
públicas en los ámbitos municipal, regional y nacional, tenemos que hay un largo
trecho que recorrer para dar una respuesta ambientalmente sustentable,
económicamente factible, técnicamente adecuada y socialmente
aceptable.
Este proyecto es una iniciativa
comunitaria continuada y generadora de ideas; lo que hace que haya sido
reconocida con su estudio, reseña y replica en otras partes del país. El Centro
de Reciclaje “Los Curos” como uno de los primeros centro de acopio comunitario
en el país, ha servido de experimento y prueba para proyectos más ambiciosos
como lo es el de la Universidad de los Andes para los municipios del Estado.
Investigadores nacionales e internacionales han reseñado el trabajo de CERCUS.
También hay que señalar la proyección que ha recibido la comunidad hacia el
país, mediante su reconocimiento de
comunidad organizada y el aprendizaje que supone el haber estado vinculado al
proyecto CERCUS para profesionales y líderes comunitarios, tanto de Los Curos
como de otros lugares.
En definitiva son muchas los aportes
personales y los esfuerzos grupales que han hecho avanzar a CERCUS. Esas horas
de trabajo, materiales que cargar, libros que revisar, cuentas por sacar,
cálculos tediosos y pesados, dinero que rendir, compromisos adquiridos que
cumplir, costales que llenar, botellas que limpiar, personas que conocer, sitios
que visitar, precios que negociar, cargas de materiales que montar al camión,
situaciones difíciles que resolver, ratos alegres y satisfactorios que vivir,
ventas exitosas, deudas por cobrar, y muchos otros eventos que significa un
diario aprendizaje a quienes hemos compartido esta experiencia
comunitaria.
Debemos decir que el aporte de
quienes se han involucrado, los que están, y los que han estado, son la razón de
la subsistencia de CERCUS en el tiempo.
Para culminar debo agradecer la invitación a
este evento que pugna por una sociedad conciente de sus retos ambientales y
permitirme dirigirme a este grupo de líderes que pueden marcar el inicio de
cambios profundos en las comunidades del Estado. Debo reconocer la colaboración
prestada por Diana Lobo, Clara Contreras, y José Araque del equipo de CERCUS por
sus aportes para la elaboración de esta ponencia. Y a todos ustedes gracias por
su paciencia y desde el Centro de Reciclaje Los Curos y la Cátedra de la Paz y
Derechos Humanos estamos a su servicio y cooperación. Nos sumamos a la
iniciativa de los organizadores de este evento y a las conclusiones que podamos
tener en estos tres de días de trabajo.
Muchas gracias por su tiempo y atención. Buenas
tardes.
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