Investigados 50 indígenas por explotar una mina en el Parque Nacional
Canaima
ADELA LEAL
La explotación de una mina de oro y de diamante en el corazón mismo del
Parque Nacional Canaima, por parte de indígenas pemones, fue detectada la semana
pasada por efectivos de la Guardia Nacional, adscritos al destacamento 82 con
sede en Guri, y funcionarios de Inparques, cuando realizaban labores de
patrullaje aéreo por la selva amazónica guayanesa.
La mina fue localizada en el sector conocido como Campo Carrao, a orillas del
río del mismo nombre, que pasa a escasos 10 kilómetros del Salto Angel,
considerada como una de las maravillas turísticas del mundo.
El comandante del destacamento 82, teniente coronel (GN) Arquímedes Moreno
Ramírez, dijo a El Nacional que 50 indígenas pertenecientes a las comunidades
Kamarata y Canaima de la etnia Pemón, sorprendidos en plena faena por la
comisión de patrullaje, son objeto de investigación. Precisó que, al parecer, 8
de ellos surgen como los presuntos responsables de la explotación de la
mina.
El comandante militar informó que si bien la actividad era incipiente ya
habían sido destruidas tres hectáreas de bosques y sabanas del parque Canaima en
menos de un mes, para construir campamentos y desarrollar actividades de
explotación con la correspondiente contaminación de mercurio del río Carrao.
Estimó que para la recuperación del sistema se requieren muchos años, previa
implementación de un plan de manejo forestal.
A los mineros indígenas les fueron retenidos 8 motobombas (usadas para
destruir la capa vegetal), 80 metros de manguera de 7 pulgadas, 7 bateas o
lavadoras (especie de mayas para colar la tierra), palas, palines, y surucas
(implemento parecido a un gorro chino utilizado para buscar el oro y las piedras
preciosas).
El comandante Moreno Ramírez dijo que a los indígenas investigados se les
está instruyendo el expediente penal correspondiente, por haber incurrido en un
delito ecológico consumado en un Area Bajo Régimen de Administración Especial
(Abrae). La averiguación se orienta también a determinar posibles financistas
detrás de los pemones detenidos, pues se presume que ellos no actuaban por
cuenta propia, ya que los implementos y materiales de explotación les llegan por
vía aérea.
El caso será pasado a la Fiscalía Ambiental e Indigenista.
Las autoridades militares y civiles de la zona no dejaron de expresar
extrañeza por la actitud de las etnias, quienes se oponen y han derribado varias
torres del tendido eléctrico hacia Brasil por razones ecológicas, y, sin
embargo, destruyen, sin compasión, la naturaleza con la actividad minera y sin
contar con la permisería correspondiente.
Moreno recordó que hace dos semanas fue desmantelada la explotación de una
mina en el sector El Infierno, cerca de la comunidad indígena de Sabanita de
Antavari, cuyo su capitán, Miguel Cardozo, cobraba 500.000 bolívares por derecho
al uso de una parcela e ingreso de equipos, 150.000 bolívares mensuales por
condominio y 50.000 bolívares al mes como patente a bodeguitas que expedían
medicinas, alimentos y otras provisiones. Unos 3.000 mineros operaban en El
Infierno.
EL NACIONAL -
LUNES 2 DE OCTUBRE DE
2000