NO LE DEMOS OTRA
OPORTUNIDAD
Guillermo García
Ponce (De El Mundo)
Los golpistas del 11 de abril se aprovecharon de las
debilidades ultrademocráticas de la República Bolivariana y de su naturaleza
hasta cándida para apoderarse del poder. Más que de la fuerza bruta y de la
estrategia de violencia, los golpistas lograron su victoria gracias a las
ventajas concedidas por la infiltración y la traición.
No le demos otra oportunidad.
La experiencia vivida enseña que, si vuelven, será para
desatar un baño de sangre. El régimen de terror, persecuciones, allanamientos
y abolición de la democracia instaurado durante las veinticuatro horas de la
usurpación, sólo fue una leve muestra de lo que depararán el odio irracional y
las tendencias fascistas a los venezolanos.
Los golpistas secuestraron la verdad a través del más perverso
abuso de los medios de comunicación.
La República Bolivariana no tiene su propio poder mediático
para contrarrestar la venenosa campaña de mentiras. Si queremos salvar el
proyecto revolucionario, no le demos otra oportunidad a la desinformación y a
la mentira. Es impostergable impulsar una política comunicacional al servicio
de la verdad.
Los servicios de inteligencia militar y la Disip fueron
paralizados por la traición. La democracia venezolana quedó a merced de sus
enemigos. Ciega y sorda para prevenir el zarpazo alevoso.
La República necesita órganos de seguridad inconmoviblemente
leales. No le demos otra oportunidad a la traición.
La Constitución y las instituciones surgidas de la voluntad
soberana del pueblo requieren de una Fuerza Armada de probada lealtad
democrática e institucional.
No le demos otra oportunidad a quienes intentaron colocar a
nuestros soldados al servicio de los privilegios de la vieja casta dominante y
de intereses extranacionales.
Infiltrados, enemigos abiertos del proceso democrático, actúan
con descarada impunidad en Ministerios e Institutos. Aprovechan las
debilidades de ministros y altos funcionarios para permanecer en sus cargos y
proseguir una perniciosa labor contra el Gobierno mientras son excluidos
militantes leales. No le demos otra oportunidad a la “Quinta
Columna”.
Para defender la Revolución Bolivariana, el pueblo sólo tiene
como armas su conciencia, unidad, organización y disciplina. Intrigantes y
aventureros calumnian a los Círculos Bolivarianos; conspiran para debilitar al
Comando Político de la Revolución y romper la unidad PuebloFuerza Armada a fin
de fragmentar nuestras filas. No le demos otra oportunidad a los
divisionistas.
La responsabilidad de no dar otra oportunidad al odio
irracional y a las tendencias fascistas es de todos, del Gobierno y del
pueblo.
Dijo Bolívar en su “Manifiesto de Cartagena” que la Primera
República se perdió, en 1812, porque “tuvimos filósofos por jefes,
filantropía por legislación, dialéctica por táctica y sofistas por
soldados”.
Aprendamos de la historia. No le demos otra oportunidad al
fascismo.