Asunto: | [LEA-Venezuela] Fw: Galeano | Fecha: | Lunes, 18 de Febrero, 2002 11:28:38 (-0400) | Autor: | pefaur <pefaur @.........ve>
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----- Original Message -----
Sent: Sunday, February 10, 2002 7:48 PM
Subject: Galeano
Trofeos
Por
Eduardo Galeano
1. A pesar de los terroristas que
nacen, con cierta frecuencia, en sus sagradas arenas, Arabia Saudí es el
principal bastión de Occidente en Medio Oriente.
Una monarquía
democrática: cada día vende a los Estados Unidos un millón y medio de barriles
de petróleo, a precio bajo, y cada día le compra armas, a precio alto, por diez
millones de dólares.
Una monarquía que ama la libertad: prohíbe los
partidos políticos y los sindicatos, decapita o mutila a sus prisioneros al
estilo talibán y no permite que las mujeres manejen automóviles, ni que viajen
sin permiso del marido o del papá.
Desde mayo de 2000, Arabia Saudí es
miembro de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
2. Este reconocimiento internacional a los méritos de Arabia
Saudí, que tanto hace por los derechos humanos de sus cinco mil príncipes, me
anima a proponer otras recompensas.
Bien se podría, por ejemplo, otorgar
la Copa Mundial de la Democracia Representativa a la empresa petrolera Unocal,
de los Estados Unidos. Antes de conseguir empleo como presidente de Afganistán,
el elegante Hamid Karzai trabajaba para la empresa, y otro tanto hacía Zalmay
Khalilzad, que ahora es delegado del gobierno de Washington en Kabul. La lluvia
de misiles que barrió a la tiranía de los talibanes ha despejado el camino a la
democracia representativa de los representantes de Unocal, que ya están
empezando a concretar su viejo proyecto: el gasoducto que permitirá la salida
hacia Occidente del gas del mar Caspio, a través del territorio
afgano.
3. Numerosos candidatos tendría, un suponer, el galardón
latinoamericano a las Manos Limpias.
Un final cabeza a cabeza: muchos
son los gobernantes que han cobrado caro los servicios prestados a sus países,
en estos últimos años de la gran rifa de las privatizaciones.
A Raúl
Salinas, hermano del que fue presidente de México, lo llamaban “señor Quince por
Ciento”. Carlos Menem creó una Secretaría de Asuntos Especiales, para hacer
efectivas sus comisiones. El hijo del presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram hizo
una fiesta para celebrar su primer millón. Con lo que se encontró en una de las
cuentas de Vladimiro Montesinos, brazo derecho del presidente peruano Fujimori,
se podía haber construido quinientas escuelas.
Mientras fue alcalde de
Managua y presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, que vale su peso en oro,
aumentó su fortuna de 26 mil dólares a 250 millones, según denunció su embajador
ante la Unión Europea, que bien le conoce los negocios. ¿Sería para llegar a
esto que Ronald Reagan desangró en larga guerra a uno de los países más pobres
del mundo?
4. También me atrevo a sugerir que se distinga a la
empresa DaimlerChrysler con el trofeo a la Responsabilidad Social.
El año
pasado, en el Foro de Davos, que es algo así como el Foro de Porto Alegre al
revés, un directivo de Daimler Chrysler pronunció el discurso más aplaudido.
Jürgen Shrempp emocionó a la concurrencia exhortando a asumir “la
responsabilidad social de las empresas en el mundo de hoy”. De hoy, dijo. Al día
siguiente, su empresa echó a 26 mil trabajadores.
5. En tren de
seguir con las felicitaciones, creo que George W. Bush merece un Premio a la
Honestidad Involuntaria. Como se sabe, el presidente de la humanidad tiene
algunos problemas con la boca. A pesar de los consejos de su mamá, a veces se
olvida de masticar antes de tragar, y se atraganta con algún pretzel marca
Enron. Y a menudo se enreda con las palabras que dice, y entonces dice lo que de
veras piensa. Sus dificultades de expresión actúan al servicio de la verdad. El
2 de marzo del año pasado, por poner un ejemplo, Bush declaró: “Quiero comunicar
este equívoco mensaje al mundo: hay que abrir los mercados”.
Equívoco
mensaje, como bien dijo. En los Estados Unidos, mercado cerrado, se han
multiplicado por siete los subsidios agrícolas en los últimos cinco años. Y
mientras tanto, en los países del sur del mundo, mercados abiertos, millones y
millones de campesinos han sido condenados a vivir como el caracol, que puede
pasarse un año sin comer.
6. El premio a la Impunidad del Poder
tendría que ir a manos de la revista Newsweek.
Un par de meses después de
la caída de las torres, la revista ha publicado un artículo de su periodista
estrella, Jonathan Alter, que sin pelos en la lengua recomienda la tortura. El
periodista hace méritos desarrollando las ideas del presidente Bush, que en sus
discursos había advertido: desde ahora, vale todo. Según el artículo, la tortura
es el método más adecuado para hacer frente al enemigo en los tiempos que
vienen.
El periodista no lo dice, porque eso no se dice, pero la guerra
contra Satán y la guerra contra el terrorismo no tienen nada de nuevo como
coartadas para ejercer el terror de Estado. Desde los verdugos de la Inquisición
hasta los militares que aprendieron a torturar en la Escuela de las Américas, se
sabe que la tortura no es muy eficaz para arrancar información, pero es
eficacísima para sembrar el miedo.
7. El premio al Dinamismo de
la Economía tendría que ser atribuido, me parece, a la industria del
miedo.
Ahora que se privatiza todo, también se privatiza el orden. La
delincuencia crece y asusta. En el Brasil, por ejemplo, las empresas privadas de
seguridad constituyen un ejército cinco veces más numeroso que las fuerzas
armadas. Sumando los empleados legales y los ilegales, llegan al millón y
medio.
Este es el sector más dinámico de la economía en el país más
injusto del mundo. Una implacable cadena productiva: el Brasil produce
injusticia que produce violencia que produce miedo que produce trabajo.
8. Habría que colgar la Medalla al Mérito Militar en el pecho
del jubilado Norberto Roglich.
Ocurrió en la Argentina, a principios de
este año. En plena guerra contra la gente, los bancos habían confiscado los
ahorros. Roglich, jubilado, enfermo, desesperado, se lanzó al asalto de una
fortaleza financiera. En el puño, apretaba una granada:
–O me dan mi
plata o volamos todos.
La granada era de juguete, pero le devolvieron su
dinero.
Después, marchó preso. El fiscal pidió de ocho a dieciséis años
de cárcel: para él, no para el banco.
9. Para mí, no hay duda. El
trofeo de Ciencias Sociales debe ir a manos de Catalina Alvarez-Insúa. Ella ha
definido la pobreza mejor que nadie:
–Pobres son los que tienen la puerta
cerrada.
Si se aplicara su criterio, habría que corregir los cálculos:
los pobres del mundo son muchos más que los que las estadísticas confiesan.
Catalina tiene tres años de edad. La mejor edad para asomarse al mundo,
y ver.
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la Argentina. |

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