INFORMACIONEcologistas responden a Min-Ambiente
"Tendido eléctrico afectará seis áreas protegidas del Sur"
VANESSA DAVIES
Uno de los leit motiv de la ministra del Ambiente, Ana Elisa Osorio, es
que la controvertida línea de transmisión de electricidad Guayana-Brasil
"no causará daños a la naturaleza". Esa supuesta inocencia, en voz de las
organizaciones que se oponen a su construcción, se convierte en culpa. "El
tendido atraviesa seis áreas bajo régimen especial: el Parque Nacional
Canaima (patrimonio de la humanidad), la Zona Protectora Sur del Estado
Bolívar y la reserva forestal Imataca, y los lotes boscosos El
Dorado-Tumeremo y Paisolandia, y Area Boscosa Bajo Protección El Choco",
alerta Jorge Padrón, coordinador de la Unión Nacional Ecológica y Social.
"Sí está ocasionando un impacto ambiental y sociocultural en la Gran
Sabana y sobre los territorios indígenas".
Mercurio y minería El megaproyecto, advierte el portavoz de
la unión ecológica, "va a incrementar la deforestación y sedimentación de
la cuenca alta del río Caroní, que suministra agua al embalse del Guri,
donde se genera más de 70% de la energía eléctrica de Venezuela". Grupos
ambientalistas han denunciado en reiteradas ocasiones que esta política
favorece la actuación de garimpeiros en cursos de agua como Paragua, Caura
y Orinoco.
Padrón revive palabras que la distancia no ha borrado de la
cotidianidad de los árboles: contaminación mercurial, prostitución,
sedimentación, deforestación, deserción escolar. El plan, subraya,
"intensifica un proceso colonizador basado en la minería del oro y del
diamante en esta región estratégica y frágil". A Osorio le responde que
"conoce de la problemática sanitaria de Bolívar, pero parece que no ha
estudiado muy bien la grave situación ambiental que se está presentando en
el Sur de Guayana como consecuencia de la explotación del oro y
diamantes". El geógrafo deja una pregunta en el aire: "¿Por qué no se
invierte todo ese dinero que ahora se lleva para beneficiar a Brasil y a
las compañías mineras transnacional en mejorar el pésimo sistema eléctrico
de las ciudades y pueblos venezolanos?".
El movimiento Amigos en Defensa de la Gran Sabana, que lideran Alicia
García y María Eugenia Bustamante, recalca que la obra "es objetable por
muchas razones; incluyendo las económicas (significa vender energía
subsidiada); tecnológicas (continúa el modelo de grandes represas y
desarrollos hidroeléctricos, abandonado en naciones industrializadas por
sus enormes daños); ambientales (porque interrumpe el ciclo hidrológico,
con consecuencias para los seres vivos); espirituales (los indígenas
consideran la zona como un lugar sagrado); políticas (el tendido fue
impuesto por el gobierno de Caldera, y mantenido por el de Chávez) y de
seguridad nacional (Venezuela se ata a Brasil)".
Y como si no bastara con todas estas explicaciones, una investigación
publicada en el diario español El País, el pasado 23 de septiembre, y
difundida en la revista Science, reveló que los bosques antiguos y maduros
(como los de Guayana) absorben más los gases nocivos del llamado "efecto
invernadero" (dióxido de carbono) que las plantaciones recientes. |