Asunto: | Gran Sabana: A LA OPINION PUBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL | Fecha: | Martes, 26 de Septiembre, 2000 06:35:43 (-0400) | Autor: | Jose Rafael Leal <trastor @..........net>
|
A LA OPINION PUBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL
El caso del tendido eléctrico es más complejo y profundo que el tono
desacertado y claramente oportunista que le han dado algunos politicos con
fines electorales tal vez, así como los que tratan de opinar sobre una
posición que desconocen en esencia, ubicándose unos y otros en contra y a
favor de una realidad a la que muy pocos de estos opinantes han logrado
despertar, pues sino no se apresurarían a publicar sobre lo que hasta ahora
no le habían dado importancia, sin antes consultar, reflexionar y vivir la
situación suficientemente.
Hay muchas formas de tratar de explicar todo lo relacionado al caso si
usamos los distintos vocabularios, términos y enfoques de las diversas ramas
del conocimiento y disciplinas sean estos científicos, jurídicos,
sociológicos, antropológicos, políticos, económicos o ecológicos.
Pero para los efectos de este escrito, de manera simple de lo que se trata
es de exponer el irrespeto que sistematicamente está haciendo Venezuela a lo
más puro y autentico que nos queda de su nacionalidad al violentar
santuarios sagrados, representados al sur en las más antíguas tierras del
planeta, violentando su propia normativa jurídico-legal que tanto dinero
costó hacer, al simplemente obviar todos los estamentos ambientales del
Parque Nacional Canaima y el ABRAE denominado Zona Protectora del Sur de
Venezuela. Pero lo más sensible del irrespeto a la nacionalidad se tiene
cuando se ignoró en la planificación del tendido eléctrico a los guardianes
ancestrales de la tierra de los tepuys, los grupos humanos más dignos en su
resistencia de 500 años, herederos arquetípicos de los caciques Yaracuy,
Guaicaipuro y su princesa Yara entre otros. En pocas palabras se trata de
violentar a si misma Venezuela cuando tratan de avasallarnos a sus pueblos
indigenas, que sin ser perfectos como humanos que somos, maxime por la
transculturación, espiritualmente somos todavía lo más puro y noble que
afortunadamente compone lo que se ha denominado como una nueva raza cosmica,
producto del encuentro histórico de razas y civilizaciones en latinoamerica,
uno de cuyos exponentes es el "glorioso, bravo pueblo de Venezuela".
Lo más trascendente en la hora es la libertad que los pueblos indígenas
tenemos, no solo como derecho constitucional, sino hasta como derecho
consuetudinario indígena, reconocido en la dialéctica con el derecho
positivo, de decidir en nuestras propias asambleas, verdaderamente
participativas y democráticas, acerca de las grandes decisiones que nos
afecten de manera colectiva.
Por el caso del tendido eléctrico al Brasil, las asambleas indígenas están
en sesiones permanentes y extraordinarias, en consulta con todos sus
componentes. El Gobierno nacional está a la espera de las decisiones de
igualmente grandes repercusiones. Pero no es nuestra culpa el incumplimiento
del contrato internacional firmado por el Dr. Rafael Caldera, sobre la que
se ejerció una acción de nulidad por las razones antes expuestas ante la
antigua Corte Suprema de Justicia desde mayo de 1.998 y de la que aún no
se ha recibido, ni por cortesía, respuesta debido a las presiones políticas
que se han ejercido.
Es claro como el agua del río que una comunidad indígena jamas vendería, que
el primer incumplimiento lo cometio el gobierno anterior al no consultar a
los principales y directos afectados, los pueblos indígenas pemón, antes de
firmar contratos internacionales que subsidian con energía por debajo de su
costo, a un pais con mayores posibilidades económicas que el nuestro,
financiando un mega proyecto externo cuando aún no existe un proyecto
importante de asistencia socio-económica en nuestras fronteras y las
propuestas de proyectos de las comunidades no han sido financiadas, a pesar
de los montos relativamente bajos para costearlos.
Lo que se pretende con este escrito es apelar a la sensatez de Venezuela y
crear conciencia a la opinión pública de manera que no se involucre la
solución del caso del tendido eléctrico en la diatriba política y en los
intereses meramente económicos. Que se reconozca y permita el tratamiento y
solución del caso a la sabiduría del espiritu creador de la naturaleza, de
sus bosques y sus aguas, al creador de la sabia madre natura que nos
alimenta y nos cobija, y que en este caso busca su expresión a través de
las asambleas de nuestros pueblos indígenas.
En fin se espera que la opinión pública despierte de la ilusión y sepa que
muchas veces un desarrollismo precipitado y desmedido, lejos de solucionar,
atrae más y peores problemas que los que tenía en principio. Prueba de
ello son los desaciertos de los planificadores gubernamentales de los países
desarrollados, reflejados en el estado inocultable que tienen sus ambientes
y ecosistemas contaminados y degradados.
¿Que intereses fuera de los venezolanos son más importantes, que no se tomó
en consideración la opinión del Pueblo Pemon en las primeras negociaciones?.
Habría que tomarse el sabio tiempo que se están tomando las asambleas indias
para meditarlo. El pueblo de Venezuela debería apelar al inconsciente
colectivo de su parte de sangre india, que les puede dar posibilidades de
sobrevivencia.
Tal vez ya sea hora de que Venezuela se reencuentre consigo misma tomando
inspiración de su sangre india. Pero en todo caso debe empezar por respetar
sus comunidades indigenas y permitirle ejercer sus derechos
constitucionales consagrados.
REDACTADO POR JUAN MELENDEZ,
(ASSOCIATED DEGREE IN AGRICULTURAL SCIENCE, APICULTOR, EXTENSIONISTA RURAL
DE COMUNIDADES INDIGENAS).
SANTA ELENA DE UAIREN, GRAN SABANA, VENEZUELA. TELEFONO 58-88-951.611
CELULAR 014-855.23.38
|