Claves para entender a Afganistán
He aquí 11 preguntas, con sus respuestas, para comprender mejor el
conflicto entre E.U. y Afganistán.
¿Por qué E.U. bombardeó a Afganistán?
Porque protege al
saudí Osama bin Laden, el principal sospechoso de los atentados contra
Nueva York y Washington, y no lo quiso entregar a la justicia occidental.
¿Por qué bin Laden está en Afganistán?
Porque durante la guerra contra la invasión soviética (1979-1989) él combatió
contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y porque comparte
los preceptos y el modelo de nación islámica radical que pretenden consolidar
los talibanes en ese país.
¿Dónde está Afganistán?
Afganistán es un país asiático que está a mitad de camino entre Oriente Medio
y el Lejano Oriente. Ocupa una región de altas mesetas rodeada por cadenas
montañosas. En la parte central hay algunos valles, pero en general prima la
topografía quebrada. No tiene salida al mar.
¿Por qué su ubicación es clave?
Porque está rodeada de potencias militares regionales e incluso mundiales
como China (posee bomba atómica), Pakistán (bomba atómica), Irán y algunas ex
repúblicas soviéticas. Además, es la ruta obligada de los oleoductos que llevan
a Oriente parte del petróleo del Golfo Pérsico.
¿Por qué se dice que es invencible?
Porque por ubicación geográfica ha sido ocupada por potencias extranjeras
durante su historia, pero casi todos los invasores han sido expulsados. En el
siglo XIX, el poderoso imperio británico no pudo con los afganos. De 1979 a 1989
los soviéticos, que eran en ese entonces considerados el ejército más poderoso
del mundo, también fracasaron. Solo los mongoles de Gengis Khan lograron
subyugarlos. Pero eso fue en el año 1219.
Un ex combatiente soviético en Afganistán comentó que por su condición de
país montañoso los bombardeos aéreos son casi inoficiosos y el ejército afgano
aprovecharía su conocimiento del terreno para imponer una guerra de guerrillas.
"La única manera de derrotarlos sería utilizando armas prohibidas, como las
químicas y bacteriológicas", comentó.
¿Cómo está su economía?
Es uno de los países más pobres del mundo. Golpeado por grandes sequías, sus
veranos son insoportables (más de 40 grados centígrados de temperatura) al igual
que sus inviernos (menos 20 grados). El hambre acosa y más de 23 años de guerra
civil tienen en ruinas su de por sí ya precaria infraestructura. Es considerado
el principal exportador de opio en el mundo.
Se cree que en su subsuelo existen grandes reservas de gas natural, pero
hasta el momento han sido inexploradas.
¿Cómo son los afganos?
La población afgana está conformada por varias etnias. Las principales son la
patchun (40 por ciento, de la que forman parte los talibán); los tadjiks (25 por
ciento); los hazaras (15 por ciento) y los uzbecos (9 por ciento).
La mayor parte de la población vive como si fueran refugiados en extremas
condiciones de pobreza. El 99 por ciento de ellos practica la religión musulmana
y hay pequeñísimos reductos de otras religiones.
Hasta la llegada del régimen talibán eran gentes muy alegres y hospitalarias
y les daban mucha importancia a deportes como la búsqueda de una cabra escondida
en el territorio de dos equipos, la lucha y el fútbol.
¿Quienes son los talibán?
Los talibán son los ‘estudiantes de religión’ musulmana formados en escuela
coránicas pakistaníes. Ellos forman parte de los patchun, la etnia dominante en
el norte y el oriente del país. En la actualidad tienen el poder.
¿Por qué tienen el poder?
Porque después de que los soviéticos fueron expulsados en 1989, distintas
facciones siguieron luchando entre ellos. Al final quedaron dos bandos: la
Alianza del Norte, dirigida por el asesinado Ahmed Shah Massud, y los talibán,
dirigidos por el mulá Mohammed Omar. En 1994, los talibán se adueñaron del poder
y dominan el 90 por ciento del territorio, aunque la Alianza Norte sigue
luchando contra ellos.
¿Qué países reconocen al gobierno Talibán?
Antes de los antentados terroristas de Nueva York y Washington, solo tres:
Arabia Saudí, Emiratos árabes y Pakistán. Hoy, solo Pakistán tiene relaciones
diplomáticas con Afganistán.
¿Y qué países apoyarían a Afganistán en caso de conflicto?
En principio están solos. Pero las milicias fundamentalistas en cada uno de
los países de religión musulmana (como por ejemplo Indonesia y Yemen) podrían
enviar hombres para apoyarlos en una especie de ‘jihad’ o guerra
santa.
Claves para entender el conflicto en Oriente
¿Los árabes son sinónimo de terroristas?
No. Cuando se habla de árabe se hace referencia a un concepto de etnia, de
pueblos que tienen un origen, una historia, una cultura y una lengua
comunes.
Lo que sucede es que algunos grupos de origen árabe han luchado por
sus
reivindicaciones políticas o por su religión a través de atentados
terroristas en los que a menudo utilizan el método de los suicidas. Al igual que
grupos europeos, como el Ira o la Eta, que luchan por reivindicaciones
a través del terrorismo. No por eso todos los irlandeses ni todos los
españoles son terroristas. Son solo esos grupos específicos.
¿Cuáles son los países árabes?
Los países árabes son los del norte de Africa (Marruecos, Egipto, Libia
y
Argelia, entre otros), los de la península Arábiga (Arabia Saudí,
Yemen,
Emiratos Arabes, entre otros) y sus vecinos (Líbano, Jordania, Siria,
Irak y
territorios palestinos). En total son 22 países árabes.
¿Y Turquía e Irán?
No son árabes. Los turcos, aunque son musulmanes y por casi cinco
siglos
dominaron los territorios árabes, son europeos. Y los iraníes son de
origen
persa, pero se convirtieron al islamismo.
¿Los afganos son árabes?
No. Los afganos tienen origen indio y otros son de la etnia talibán,
que
en la actualidad detenta el poder.
¿Quiénes son los musulmanes?
Los musulmanes son los seguidores de la religión musulmana o islámica,
que
tienen como dios a Alá, como profeta a Mahoma y como libro sagrado el
Corán.
Es un concepto eminentemente religioso. Eso indica que puede haber, por ejemplo,
colombianos-musulmanes o japoneses -musulmanes; así como puede haber
árabes-hinduístas o árabes de religión budista.
¿Cuál es la relación entre la religión musulmana y los países
árabes?
La relación es que la musulmana es la religión predominante en
estos
países, pero no la única. Y también es la religión mayoritaria en
países
no árabes como Afganistán, Pakistán, Irán e Indonesia, ente muchos
otros.
Hay más de 50 países de religión islámica o musulmana.
¿Uno de los preceptos de la religión musulmana es el terrorismo?
No. Todo parte de interpretaciones extremas o manipulaciones del Corán.
Se
habla de que quien muera defendiendo su fe va directo al paraíso, al lado
de
Alá. Pero eso no se puede equiparar a un llamado a cometer actos
terroristas.
¿Y los fundamentalistas?
Los fundamentalistas son aquellos musulmanes que interpretan al pie de
la
letra las enseñanzas del Corán y las llevan hasta sus últimas
consecuencias. Hay Estados fundamentalistas como Irán, que en los últimos años
han bajado el tono y ha introducido reformas. Igual, en los otros países
musulmanes hay escuelas religiosas fundamentalistas.
¿Quiénes son los talibanes?
Son un grupo que al finalizar la guerra contra los soviéticos
conquistó,
con el apoyo de Pakistán y Arabia Saudí y con el acuerdo de E.U.
la mayoría
de Afganistán. Allí impusieron un régimen fundamentalista
que busca crear
el emirato con el Islam más puro del universo.
¿Por qué el odio de los habitantes de algunos países árabes e islámicos hacia
Estados Unidos?
Porque para muchos, la cultura, la forma de vida, los valores,
los
intereses económicos y la política estadounidense atentan contra la
moral,
la religión, la cultura y la estabilidad política de estos países.
Además,
se ve a E.U., y por extension a Occidente, como el imperio
opresor
responsable de las duras condiciones de vida.
¿Y cuál es el papel de Israel en ese odio?
Israel es un Estado que fue creado por la Organización de Naciones Unidas
(ONU) después del holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial, dentro de un
territorio llamado históricamente Palestina y habitado en su mayoría por gentes
de origen árabe (también por algunos grupos de judíos). En aquel entonces esos
palestinos no se habían organizado como Estado por estar bajo el dominio del
imperio turco-otomano (hasta el fin de la Primera Guerra Mundial) y luego bajo
administración británica.
Cuando se proclamó el Estado de Israel, los países árabes vecinos
entraron
en guerra contra Israel, que contó con el apoyo incondicional
de
E.U. Durante el siglo pasado se
enfrentaron en cinco guerras, sin contar la
del Golfo Pérsico, en la que una
coalición internacional encabezada por E.U.
sacó a Irak de Kuwait, otro país
árabe.
¿Y por qué el apoyo de E.U. a Israel?
Porque es un Estado de tipo occidental que se formó por judíos venidos
de
todas partes del mundo, especialmente de Europa y E.U. y ha sido un
aliado
incondicional. Para E.U. es fundamental porque es el único aliado
occidental
en esa región clave para la economía mundial por la producción
petrolera. A
E.U. se le odia, además, por apoyar a Israel.
¿Quiénes son los palestinos?
Son los habitantes del territorio donde se creó el Estado de Israel.
Ellos
organizaron su lucha contra Israel a través de movimientos
político-militares como la Organización para la Liberación Palestina (OLP) que
hoy es legal y reconocida por Occidente. Su líder, Yasser Arafat, ganó el Nobel
de la paz.
¿Qué tienen que ver los palestinos con los atentados del martes?
El principal sospechoso es el saudí Osama bin Laden. Pero algunos
grupos
fundamentalistas palestinos como el Hamas o la Jihad Islámica son
sospechosos ya que han cometido actos terroristas utilizando suicidas. Ellos no
están de acuerdo con el proceso de paz israelo-palestino. Pero palestinos
no es sinónimo de terroristas.
Las razones del odio contra Estados
Unidos
Algunos intelectuales van
más allá de la interpretación del presidente George Bush, según la cual los
ataques terroristas hacia su país se debieron al odio a su libertad de religión,
de opinión, de voto..., y aseguran que son consecuencia del papel histórico de
E.U. y sus sucesivos gobiernos. Opinan Noam Chomsky, Susan Sontag, Mempo
Giardinelli y Eduardo Galeano.
La pregunta de por qué odiaban tanto a su sociedad primero la hicieron dos
periodistas estadounidenses el mismo día de los atentados, pero fue opacada por
el maremágnum de eventos trágicos.
"Durante todo el día he escuchado de todo acerca de este tal bin Laden
excepto esto: ¡Nosotros creamos ese monstruo!". La alerta la enviaba el
periodista político Michael Moore al final de la noche del martes 11 de
septiembre. Casi nadie le puso atención. Ni a él ni al especialista
estadounidense Richard E. Rubinstein, que poco después dijo: "Lo que se necesita
es un análisis de por qué somos odiados por tanta gente en el planeta".
Él mismo, ante su país, se atrevió a darlo: "En el mundo, las armas tienen
escrito ‘Hecho en E.U’... el exportador mayor de la violencia en el mundo".
Desconcertados, los estadounidenses corrientes pidieron razones para entender
por qué los atacaban. A la respuesta del presidente Bush, se unió la del
periódico 'The New York Times', en un artículo de la periodista Elaine
Sciolino, según la cual el problema de E.U. es la incomprensión y el temor que
genera en el mundo, y que eso origina el odio.
E insistió en que pocos estadounidenses pueden concebir no ser amados por el
mundo entero. Unos de esos es Noam Chomsky, lingüista y crítico de su gobierno:
"Hay una política muy definida de intervenir y sostener atrocidades cuando es en
apoyo de nuestros intereses. Y siguiendo esa misma línea, hay intervención
militar cuando otro comete atrocidades, pero entonces se le llama ‘intervención
humanitaria’.
Una compatriota suya, la escritora Susan Sontag, antepuso las razones del
odio a su dolor por la tragedia y explicó, en un diario alemán, lo que sucedió
en Nueva York.
"No se trata de una ‘cobarde’ agresión contra la ‘civilización’, la
‘libertad’, la ‘humanidad’ o el ‘mundo libre’, sino de un ataque contra E.U., la
única y autonombrada superpotencia del mundo; de un ataque emprendido como
consecuencia de la política, los intereses y los actos de los E.U. ¿Cuántos
norteamericanos son conscientes de que E.U. sigue bombardeando Irak?", preguntó.
Mientras se escuchaban voces de venganza, el escritor argentino Mempo
Giardinelli, quien vivió y fue catedrático en E.U., exponía sus razones.
"Lo que los estadounidenses deberían meditar (y la TV jamás les dice) es que
por lo menos en todo el Siglo XX el papel de los gobiernos norteamericanos
frente al inmenso mundo ha sido horrible. Sus gobiernos fueron constantemente
intervencionistas, manejados casi siempre por conveniencias e intereses
sectoriales.
"Funcionaron como gendarmes militares al servicio de muchísimas injusticias,
y abortaron decenas de procesos de libertad y democracia autónomos. Protegieron
a los peores dictadores, entrenaron a miles de torturadores y asesinos, y
corrompieron a infinidad de políticos, empresarios y sindicalistas en cada
país".
Guerra anunciada, el escritor uruguayo Eduardo Galeano sustentó las razones
del odio en la manera en que cada bando concibe el mundo: "Los terroristas han
matado a trabajadores de 50 países en nombre del Bien contra el Mal. Y en nombre
del Bien contra el Mal el presidente Bush jura venganza...
"Saddam Hussein era bueno, y buenas eran las armas químicas que empleó contra
los iraníes y los kurdos. Después, se amaló. Ya se llamaba Satán Hussein
cuando E.U., que venía de invadir Panamá, invadió Irak porque Irak había
invadido Kuwait. Bush Padre tuvo a su cargo esta guerra contra el Mal. Con el
espíritu humanitario y compasivo que caracteriza a su familia, mató a más de
cien mil iraquíes, civiles en su gran mayoría".
Entre los estadounidenses, la explicación más sencilla al odio es la envidia
de otros países a las libertades que ofrece Estados Unidos. Analistas del mundo
entero tratan de explicar en cambio que si bien el estadounidense común es
inocente, las acciones de sus gobiernos los condenan. La venganza se sigue
pidiendo, pero al mismo tiempo la mesura.
Pero para los musulmanes, según Marius Deeb, profesor de estudios de Medio
Oriente, "Primero, está el histórico apoyo de EE.UU. a Israel desde su creación.
Y más recientemente, durante la Guerra del Golfo Pérsico, el despliegue de
tropas norteamericanas en Arabia Saudita, que contraviene una costumbre que data
del siglo VII d.C. y que prohíbe la presencia de infieles cerca de los
principales lugares sagrados del Islam", sostiene Deeb.
"A estos factores se suman otros no menos importantes -continúa-. Entre ellos
está el desencanto popular con muchos regímenes árabes seculares y pro
norteamericanos. Gobiernos como los de Arabia Saudita, Kuwait y Egipto son
considerados poco democráticos y corruptos por muchos musulmanes que ven cómo
E.U. los respalda en aras, acusan sus detractores, de mantener bajos los precios
del petróleo y de garantizar la supervivencia del Estado de Israel", remata.
Intervenciones de Estados Unidos
E.U. ha apoyado varios de los hechos sangrientos más graves del siglo y a no
pocos dictadores: Hussein, Mobutu, Ceaucescu, Marcos, Duvalier, Somoza,
Trujillo, Suharto, Pinochet o Noriega. Esta es la lista, país por país, de una
política exterior que le ha granjeado odios.
Afganistán: Apoyo logístico, político y armado a grupos rebeldes, entre
los que se encontraba Ossama Ben Laden, en su lucha contra el imperio soviético.
Argentina: Apoyo a las dictaduras militares a través de un operativo de
represión conocido como Plan Cóndor. Fue puesto en práctica por las dictaduras
de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia.
Bangladesh: Apoyo al general Yahya Khan, quien dio golpe de Estado y
propició una matanza de dos millones de personas.
Barbados: Los agentes de la CIA Orlando Bosch y Luis Posada Carriles
organizaron un atentado contra un avión cubano. Murieron 73 personas.
Bolivia: Entrenó al ejército boliviano en contra de las guerrillas
comandadas por el Che Guevara.
Brasil: Apoyó y financió en 1964 un golpe de estado contra el presidente
Joao Goulart luego de que este decidió limitar las ganancias de empresas
transnacionales.
Colombia: Toma de Panamá ordenada por Theodore Roosevelt, en 1903, con su
política del 'Gran garrote' y la 'Diplomacia del buque artillado'.
Desmembramiento de Colombia; Inicio del Plan Colombia en 1999.
Corea: Corea del Norte violó los límites fronterizos de Corea del Sur.
Estados Unidos intervinó, pero no logró vencer. Murieron cuatro millones.
Cuba: Guerra a muerte contra el régimen de Fidel Castro. Intentos de
asesinar al líder y bloqueo económico desde 1959. En 1961, desembarco en Bahía
Cochinos para tomarse a Cuba. Resulta un fracaso.
Chile: A raíz del triunfo del socialista Salvador Allende, el gobierno de
Richard Nixon destinó 10 millones de dólares para desestabilizar al nuevo
gobierno. La CIA organizó y financió un golpe de Estado. Subió Augusto Pinochet
al poder y dejó más de 3.000 muertos y desaparecidos.
Chipre: Apoyó el asesinato del presidente Makarios que provocó la
invasión turca a la isla.
El Líbano: Invasión en 1982.
El Salvador: Financió grupos paramilitares de 1980 a 1982. La guerra
salvadoreña dejó 75 mil muertos.
España: Guerra en 1898 por las posesiones de los ibéricos. Tomó Puerto
Rico, Filipinas, Cuba y la isla de Guam.
Europa: Intervino en 1917 en el fin de la I Guerra Mundial. Europa quedó
endeudada en 18 mil millones de dólares con E.U; Intervino de nuevo al final de
la II Guerra, tras el ataque de Pearl Harbor. Se le criticó la distancia inicial
ante el régimen Nazi en Alemania. Volcó la guerra a favor de los aliados.
Grenada: Tropas de E.U. la invadieron luego de un golpe de Estado contra
el régimen de Maurice Bishop.
Guatemala: Financió un golpe de estado para derrocar a Jacobo Arbenz
luego de que este nacionalizó tierras de la United Fruit. Doscientos mil
indígenas exterminados por militares financiados por E.U.
Haití: Invasión en 1915 y en 1994.
Indonesia: Apoyó el régimen del dictador Suharto cuando subió al poder en
1965 a pesar de masacrar a medio millón de personas. Suharto sometió brutalmente
a Timor Oriental en 1975 y exterminó un tercio de su población.
Irak: Guerra del Golfo en 1981. Los bombardeos siguen presentándose hasta
hoy; 130.000 iraquíes muertos, 18 mil en Bagdad.
Irán: E.U. apoyó a Irak en la guerra contra Irán; 200 mil muertos.
Además, le vendió armas en secreto para obtener la liberación de rehenes.
Japón: Lanzó las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Saldo: 100.000
personas muertas directa e indirectamente.
Kosovo: lideró a la Otan en los bombardeos contra los serbios.
Laos y Camboya: Les declaró la guerra. Hubo masacres de civiles.
Libia: Bombardeo en 1986 a Tripoli y Begazi. Embargo contra el gobierno
de Gadhafi por un atentado contra un avión que causó la muerte de 270 personas.
El embargo aún persiste y ha costado 33.000 millones de dólares a Libia.
México: Los estados mexicanos de Texas, Nuevo México y California pasaron
a manos estadounidenses en una guerra que se inició en 1846.
Nicaragua: En 1909 apoyó una insurrección. En 1910 y 1912, desembarcaron
tropas que permanecieron 13 años. En 1926, invadió de nuevo y fue combatido por
el guerrillero Sandino. A finales de los 70 apoyó al dictador Anastasio Somoza y
montó grupos terroristas mercenario llamados Contras. Murieron 60 mil personas.
Palestinos: Apoya la política de paz de Medio Oriente, pero no le exige a
Israel el cumplimiento de acuerdos y permite que reprima a los palestinos.
Panamá: Invasión para capturar a Manuel Antonio Noriega, ex agente de la
CIA acusado de tráfico de drogas. Siete mil muertos.
República Dominicana: Apoyó un golpe de Estado en 1964 contra el
presidente Juan Bosch. Intervienen e imponen nuevo presidente.
Ruanda: Contrario a su política de intervencionismo humanitario, E.U.
decidió no actuar durante el genocidio de al menos un millón de civiles.
Somalia: Invasión en 1992 por parte de la ONU bajo presión de E.U.
Sudán: Bombardeo en 1998.
Turquía: Lo apoyó para lanzar una intervención contra los kurdos. Turquía
era el principal receptor de ayuda militar de E.U. antes de Colombia.
Unión Soviética: Guerra fría desde el fin de la II Guerra Mundial hasta
la caída del Muro de Berlín en 1989.
Vietnam: Invasión desde 1961 hasta 1975. E.U. perdió la guerra y a 58 mil
soldados, Francia perdió 55 mil soldados y murieron 3 millones de
vietnamitas.

Terror en nombre de la fe
En
nombre de la fe, bien sea cristiana o musulmana, se han realizado masacres,
persecuciones y guerras que han dejado heridas muy profundas.
Los caballeros de la cruz cosida en sus ropajes, los cristianos venidos de
Europa, sitiaron la ciudad santa de Jerusalén, rompieron la defensa de las
fuerzas musulmanas que la protegían y lograron entrar en ella. Miles de
musulmanes fueron degollados a cuchillo en las calles de la ciudad sagrada.
Otros tantos fueron colgados, y los menos pudieron huir en medio de la
carnicería. Los cristianos, manchados de sangre, finalizaron su jornada adorando
el Santo Sepulcro y agradeciendo los favores recibidos. Eso, al menos, dicen los
libros de historia y los cronistas de la época de la conquista de Jerusalén por
los cruzados.
En ese entonces, el hecho fue considerado un triunfo de la cristiandad sobre
los infieles. En la actualidad, lo que sucedió ese 15 de julio de 1099 es
recordado como una de las más terribles masacres cometidas en nombre del Dios de
los cristianos en toda la historia de la humanidad.
Inclusive, en este momento, el régimen talibán de Afganistán amenaza con la
convocatoria a una guerra santa si es atacado por E.U. y sus aliados. Es la
misma guerra santa que convoca un país de mayoría islámica cuando se mete en
problemas con un país occidental.
Para Fernando Uricoechea, sociólogo Ph D. de la Universidad de California
(Berkeley, Estados Unidos) y profesor de la Universidad Nacional de Colombia,
las guerras en nombre de Dios están asociadas a un sentido misionero.
"Cuando no existe ese afán, ese celo misionero, no se dan esos
enfrentamientos. Un ejemplo es el del budismo y el taoísmo. Son religiones que
no están interesadas en convertir a los infieles. En cambio el cristianismo y el
islamismo se han caracterizado por ese celo misionero que ha hecho que estas dos
religiones sean las que más se han visto envueltas en fenómenos de violencia".
La expansión del Islam después del siglo VII, la Guerra de los 30 años y las
cruzadas, entre otros, han sido fenómenos en donde la fe ha sido el eje del
conflicto.
Pero también se han dado sucesos que sin tener origen en la lucha religiosa
han utilizado la fe como justificación o como elemento legitimador.
"Cuando los intereses políticos se sustentan o respaldan con actitudes
religiosas, el resultado es que no puede haber un diálogo porque la religión
hace que las posiciones sean mutuamente excluyentes. En los dogmas de fe no
puede haber discusión", dice el analista Germán Ortiz.
Inclusive, muchas guerras de religión han terminado buscando intereses más
terrenos, como el dominio del comercio o un territorio, y muchas han surgido en
periodos de transición, como cuando nació el Islam, o cuando el protestantismo
hizo su irrupción en el mundo cristiano.
Veamos un breve panorama de guerras, persecuciones y masacres cometidas en
nombre de la fe. Terror en nombre de Dios:
La expansión del Islam
El profeta Mahoma murió en el año 632 no sin antes erigir una nueva religión:
la islámica. Miles y miles de hombres de pueblos árabes
acogieron en su corazón la revelación y se lanzaron a la conquista del mundo,
teniendo como punto de partida la ciudad de La Meca.
En sangrientas luchas y amparados por los pasajes del Corán aplastaron a los
seguidores de otros credos y se adueñaron de Palestina, Persia, Egipto, India,
el norte de África y España. Y si no es porque en el año 732 Carlos Martel, el
líder de los francos, los derrota, los árabes se hubieran quedado con Francia y
Alemania, es decir, casi todo el viejo continente.
Las cruzadas
En 1095, el Papa Urbano II, ansioso de aumentar su poder político-terreno en
Europa e ilusionado con crear un reino cristiano en oriente, convocó a los
príncipes cristianos para llevar a cabo una incursión militar de gran nivel. El
objetivo era recuperar para el cristianismo la ciudad santa de Jerusalén, y, por
qué no, adueñarse de las principales rutas comerciales. En ese entonces Oriente
Medio estaba dominado por seguidores de la fe islámica.
Fueron en total 8 cruzadas. Jerusalén cayó en poder cristiano en 1099, pero
fue reconquistada por los musulmanes a través de Saladino en 1187. La última
cruzada se llevó a cabo en 1270.
La Guerra de los 30 años
El fuerte antagonismo religioso generado por la reforma protestante dentro
del cristianismo causó duros enfrentamientos con los católicos. Poco después de
que el monje Martín Lutero apareció en 1517, católicos y protestantes se
empezaron a hostigar, pero la guerra en sí se inició en 1618.
Con el tiempo, lo que fue una pelea entre dos facciones del cristianismo se
convirtió en una rivalidad entre príncipes alemanes, sumada al interés de
Francia y Suecia de frenar el poder político del católico Sacro Imperio Romano
Germánico.
En 1648 se llegó a la paz y las cosas quedaron prácticamente como estaban
antes de la guerra. Alemania fue arrasada y su población diezmada a la mitad.
El Vaticano pidió perdón por las guerras de religión y el integrismo en 1988.
La inquisición
Para hacerle frente a la herejía, la Iglesia creó unos tribunales para
localizar, juzgar y castigar a quienes no estuvieran dentro de la fe. El Papa
Gregorio IX la instituyó en 1231. Luego, alarmado por la difusión del
protestantismo en Italia, el papa Pablo III instituyó el Santo Oficio en 1542,
no tanto para perseguir la herejía como para proteger la ortodoxia de índole más
académica en los escritos teológicos.
A los sospechosos de herejía o hechicería se los sometía a inhumanos
interrogatorios en donde no faltaba la tortura tanto física como sicológica.
Para evitar más castigo, la víctima terminaba confesando sus lazos con el
‘demonio’ y finalmente era quemada en la hoguera. Miles de personas que cayeron
tanto en Europa como en América.
Inclusive, algunos santos católicos fueron víctimas de persecuciones de la
Inquisición. Algunos de ellos salieron vivos del proceso.
El Vaticano pidió perdón por las víctimas de la Inquisición en 1982.
Otros casos
La conquista de América, en la que millones de indígenas murieron, tuvo un
fuerte elemento religioso en la evangelización. Los misioneros obligaron a los
aborígenes a dejar sus creencias y a albergar la nueva fe. Inclusive, hasta hace
algunos años, en algunas comunidades indígenas colombianas los misioneros
imponían la fe cristiana con castigos y persecuciones.
Conflictos actuales como el de Irlanda del Norte, en donde protestantes y
católicos se enfrentan, así como algunas de las guerras de los Balcanes, en
donde los serbios (religión cristiana ortodoxa) chocaron con los bosnios (de
mayoría musulmana) configuran un cuadro en donde si bien el fundamento original
del conflicto no es la fe, sí hay un elemento religioso determinante.
Por EDUARD SOTO GUERRERO
Redactor de EL TIEMPO
Los talibanes, el lado más oscuro del Islam
Cómo un ejército de jóvenes religiosos comandados por ex
guerrilleros patriotas cambió la historia de Afganistán y generó la primera gran
guerra del siglo.
La paradoja hiere a Afganistán. La ira militar de Estados Unidos alcanzó su
territorio, atraída por un grupo de religiosos que buscaba restaurar la paz
nacional y desarmar a la población y que ya completa cinco años en el
poder.
Los talibanes (plural de talib o estudiante islámico) son un grupo de
insurgentes que se alzaron en armas en noviembre de 1994, cansados de dos años
de guerra civil entre las diferentes etnias y sectas islámicas de la nación
centroasiática.
Unos pocos habían sido mujaidín –‘los guerreros de la fe’ que resistieron al
poderoso ejército soviético entre 1979 y 1989– y otros más habían luchado hasta
derrocar, en 1992, al presidente Najibulá, el último rescoldo comunista de la
administración afgana.
Pero la gran mayoría de los talibanes nunca combatió a los ‘rojos’. Es más,
nunca había peleado contra nadie. Eran jóvenes venidos de las madrasas
(escuelas islámicas) de refugiados en el vecino Pakistán, donde aprendían el
Corán de memoria y lo interpretaban, además de estudiar jurisprudencia y
filosofía islámicas, así como lengua árabe y matemáticas.
La base del movimiento fue y sigue siendo Kandahar, la segunda ciudad más
importante de Afganistán, donde el mulá Mohammed Omar, hoy jefe de los
talibanes, empezó a ser reconocido como el líder de una cruzada pacificadora
alimentada por un apego furioso a las leyes coránicas.
"Todos cuantos se reunieron en torno a Omar eran producto de la jihad
(guerra santa) contra los soviéticos –cuenta Ahmed Rashid, corresponsal en
Afganistán del Daily Telegraph, en su libro Los talibán–,
pero estaban muy desilusionados por la división y las actividades criminales de
la dirección muyaidín, a la que habían idealizado.
"Se consideraban los purificadores de una guerra de guerrillas descarriada,
un sistema social erróneo y un estilo islámico de vida que corría peligro debido
a la corrupción y el exceso".
Conflicto de exportación
Sin embargo, el ascenso de los talibanes al poder fue una sangrienta escalada
de dos años, que agudizó los odios étnicos y religiosos en lugar de
desterrarlos. Con el apoyo económico y militar de Pakistán, los pashtunes –la
etnia mayoritaria del movimiento– aprovecharon para ‘limpiar’ Afganistán de
hazaras –el mayor grupo de musulmanes chiítas en Afganistán– y de los
pendencieros uzbekos.
A las victorias militares y masacres en cada provincia les seguía la
implantación de un "sistema islámico completo", con una interpretación extrema
del Corán como única referencia, que fue convirtiendo a Afganistán en el régimen
más radical del mundo islámico.
Con la idea de emular la sociedad ideal creada por Mahoma hace 14 siglos, los
nuevos señores de Afganistán despojaron a la población de todo aquello ligado a
la modernidad, desde la televisión hasta Internet.
Las mujeres fueron expulsadas de sus trabajos, alejadas de toda formación
académica y condenadas a vivir confinadas en sus hogares, por un gobierno de
hecho que convirtió prácticamente todo en pecado y delito al mismo tiempo.
Mientras tanto, la lucha entre el régimen del mulá Omar y la alianza
antitalibán –conformada por varios de los señores de la guerra que dominaban el
país a finales de 1994– polarizó a toda la región. El vecindario tomó partido
según sus conveniencias: Pakistán y Arabia Saudí suministraron ayuda a los
talibán, mientras Rusia e Irán hicieron lo propio con la alianza.
La internacionalización del conflicto interno afgano cobró una nueva
dimensión con la llegada al país de Osama Ben Laden, el terrorista más buscado
por Estados Unidos durante la última década.
El magnate saudí conocía bien a los mujaidín, pues fue uno de los líderes de
los 35 mil radicales islámicos de 43 países que entre 1982 y 1992 llegaron a
Afganistán para entrenarse en campamentos auspiciados por la CIA. Su regreso, en
mayo de 1996, coincidió con el ascenso definitivo de los talibanes y con el
cierre del cerco estadounidense, cuyas presiones lo sacaron de su refugio en
Sudán.
Hoy, cuando ya van cinco años de la sangrienta toma de Kabul que dio a los
talibanes el control del país la presencia de Ben Laden y la coincidencia entre
su filosofía y la del régimen que lo protege le recuerdan al mundo que el
destino histórico de Afganistán es enfrentar imperios.

Las palabras del islam
- TALIBÁN
: Plural de taleb, estudiante. Incialmente, los "estudiantes de
religión" de las escuelas teológicas, crisol del movimiento que tomó el poder en
Kabul. Hoy en día, la milicia y los mercenarios que lo mantienen en el
poder.
- ULEMA: Sabio de la religión musulmana, independiente del poder
político. En Afganistán, el poder puede apoyarse sobre un cuerpo de ulemas
conservador proveniente de diferentes tribus incorporadas al régimen.
- MULÁ: En la religión chiíta (en vigencia en Irán), dignatario que
acumula poderes espirituales y religiosos, justo por debajo del Ayatola. El
término es más utilizado entre los sunnitas (el islam mayoritario en el mundo,
incluyendo a Afganistán). El mulá Omar, que dirige Afganistán, se autoproclamó:
"jefe supremo de los creyentes". Este título sólo es reconocido por sus
partidarios (entre ellos Ossama Ben Laden).
- JIHAD: Guerra santa en respuesta a una agresión externa. Sólo puede ser
decretada por ulemas por motivos precisos. El régimen afgano convocó a los
ulemas para decretar la Jihad contra Estados Unidos en caso de intervención de
parte de Washington.
- FATWA: Consejo religioso emitido por una autoridad religiosa competente
y reconocida, dirigido a los musulmanes que están bajo su responsabilidad. En el
plano jurídico, una fatwa lanzada por el mulá Omar o los ulemas afganos no
tendría efecto en el resto del mundo musulmán.
- CHARIA
(sharia): "El camino". Designa los preceptos islámicos. La
mayoría de los países musulmanes se inspiran de ella en su legislación. Los
países fundamentalistas (Arabia Saudita, Sudán...) la aplican estrictamente. El
régimen afgano hace de ellos un uso particularmente riguroso
.