La potencia hegemónica global, en su afán de
controlar el mundo, ha organizado el mando de sus Fuerzas Armadas en Comandos
Unificados con sus componentes de Ejército, Fuerza Aérea,
Cuerpo de Infantería de Marina, Marina de Guerra, Fuerzas de Operaciones
Especiales, etc., que tienen a su cargo, cada uno, un Área de Responsabilidad. A
la América Central, el Caribe y América del Sur les corresponde el Comando
Meridional.
La Marina de Guerra de Estados Unidos es uno de los
Servicios Armados que integran sus Fuerzas Armadas y, de acuerdo con las
funciones administrativas, sus buques, aviones y otros medios se agrupan en
Flotas que constituyen el componente naval de los Comandos Unificados. Las
Flotas se clasifican de la forma siguiente:
Flotas operativas:
existen dos, la Flota del Atlántico
(denominada desde el 2006 como Comando de las Fuerzas de Flota de los Estados
Unidos) y la Flota del Pacífico, a las cuales se asignan de forma más o menos
equitativa los buques.
Flotas numeradas:
en cada Flota Operativa existen dos o tres
flotas numeradas, a las cuales se les asignan los buques, de acuerdo con sus
misiones (esta organización también tiene carácter operacional) y la región
donde operan; a la Flota del Atlántico pertenecen la Segunda y la Sexta Flotas
(esta última actúa fundamentalmente en el Mar Mediterráneo, y es el componente
naval del Comando de Europa); a la Flota del Pacífico pertenecen las Tercera,
Quinta (activada en 1997) y Séptima Flotas.
Según un comunicado del Pentágono del mes de abril, a
partir del día primero de julio queda reactivada la Cuarta Flota de la Marina de
Guerra de Estados Unidos (desactivada en 1950), con la misión declarada de
llevar a cabo "operaciones de Seguridad Marítima en la región, en apoyo a los
objetivos de EE.UU. y a las actividades de cooperación y de seguridad para
promover la estabilidad y disuadir la agresión conjuntamente con los restantes
componentes del Comando Meridional y fuerzas aliadas; promover la paz,
estabilidad y prosperidad en el Área de Responsabilidad del Comando".
Muchas son las interpretaciones y conjeturas que han
hecho políticos y analistas acerca de este sorpresivo hecho: algunos, los más
ingenuos, plantean que es algo intrascendente solo para que los pueblos y
gobiernos de la región piensen que los "benefactores y salvaguardas del mundo"
no los olvidan, pero no pasa de ahí. Otros, consideran que es un simple acto de
demostración de su poder militar para neutralizar los impulsos esperanzadores de
los pueblos más oprimidos.
En nuestra opinión, la reactivación de la Cuarta
Flota tiene un importante significado: es una reacción tardía del gobierno de
EE.UU. ante el avance indetenible de las ideas revolucionarias de los pueblos
latinoamericanos y caribeños cansados y, sobre todo, conscientes, de la
explotación a la que los ha sometido un orden internacional injusto y criminal.
Es la expresión de la prepotencia imperial que se resiste a su desaparición y
están dispuestos a emplear la fuerza militar para evitarla.
Debe tenerse en cuenta que la Flota constituye una
agrupación de fuerzas de carácter eminentemente ofensivo, que cuenta con los
medios que le permiten ocupar y controlar un área marítima adyacente a las
costas de cualquier país y, desde ella, asestar potentes golpes aéreos y
coheteriles sobre objetivos ubicados en su territorio; realizar desembarcos de
tropas y apoyarlas en su avance.
Es evidente que en América Latina, en los últimos
años, se lleva a cabo un proceso de concientización de las masas, que ha ido en
escalonado progreso, y han surgido dirigentes izquierdistas, en unos casos, y
progresistas en otros, con una tendencia a la unidad e integración, que dio ya
algunos frutos.
Por otro lado, la administración Bush, empantanada en
su "guerra contra el terrorismo" en Iraq y Afganistán y sus intenciones de
dominar el Gran Oriente Medio, amenazando a Irán y a Siria, a lo que se suma sus
aventuras en el intento de crear un sistema de defensa antimisiles en Europa
contra la Federación de Rusia y una profunda crisis económica en su país, que es
ya global, ha desatendido su "patio trasero".
Pero hay algo más, en este "patio trasero" han
aparecido grandes reservas de hidrocarburos: petróleo y gas, cuando el
insaciable consumo de las naciones poderosas y el agotamiento a corto plazo de
las fuentes y la especulación, han elevado los precios a niveles inimaginables,
generándose una crisis energética; se ha incrementado el precio de los
alimentos, cuando la humanidad está enfrentando una crisis alimentaria; existe
la mayor riqueza en diversidad biológica del mundo en la Amazonía, cuando el
cambio climático y la tala indiscriminada de bosques originan una verdadera
crisis ecológica global.
La Cuarta Flota no cuenta con una plantilla o
estructura establecida, se integraría con buques traídos de la Flota del
Atlántico con la posible composición de: un Grupo de Batalla de Portaaviones,
constituido por un portaaviones nuclear tipo Nimitz, así como algunos buques de
superficie y submarinos destinados para su escolta; dos buques de asalto, cada
uno con 1 870 infantes de marina, cinco cazabombarderos AV-8 Harrier, 42
helicópteros de transporte de tropas Sea Knight, seis helicópteros
antisubmarinos SH-60B y tres lanchas de desembarco sobre colchón de aire;
además, varios destructores, fragatas, submarinos y buques de aseguramiento
logístico.
Llama la atención que ha sido designado como jefe de
esta Flota el Contralmirante Joseph Kerman, con una larga historia como miembro
de SEAL (Fuerzas de Operaciones Especiales Navales), y que hasta este momento
era jefe del Comando de Guerra Especial Naval, que es el componente naval del
Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos. Un militar con esta
experiencia no es el más indicado para dirigir tareas de cooperación en acciones
humanitarias, como salvamento en caso de desastres, atención médica a
damnificados o la lucha contra el narcotráfico.
Por otra parte, el Contralmirante James W. Stevenson,
jefe de la Marina del Comando Sur de EE.UU., dijo recientemente que "sus naves
llegarán hasta el tremendo sistema de ríos en Sudamérica, navegando en las aguas
marrones más que en las tradicionales aguas azules". Estas palabras tienen sabor
a intervención. No debe olvidarse que en América del Sur existen grandes ríos
navegables como el Magdalena, Orinoco, Amazonas, La Plata, que permiten penetrar
profundamente hasta regiones estratégicas y ricas en recursos naturales del
sureño continente.
( * ) General de
División (R). Doctor en Ciencias Militares. Presidente del Centro de Estudios de
Información de la Defensa.