Introducción del editor de Tom Dispatch
34 mil millones de dólares es mucho dinero. Después de todo es la
dotación de Harvard; es el monto del daño que los triples huracanes -
Charley, Ivan, y Jeanne – infligieron en 2004; es lo que significan cada año
“los gastos médicos, trabajo perdido, daños a la propiedad, pérdida en la
calidad de vida y otros costes relacionados” causados por accidentes de
coches conducidos por adolescentes entre 15 y 27 años; son los préstamos que
el mayor prestamista hipotecario estropeado de EE.UU., Countrywide
Financial, mantiene para líneas de crédito sobre el patrimonio inmobiliario
y obligaciones secundarias; es la reciente deuda incobrable del Citigroup,
sobre todo para riesgos de créditos subprime; es lo que vale la industria
del turismo de Nueva Jersey – y, según el Centro de Evaluaciones
Estratégicas y Presupuestarias, la cifra mínima del “presupuesto negro” del
Pentágono para el año fiscal 2009 – dinero para, entre otras cosas, “compras
y desarrollo confidenciales de armas,” para el que el Pentágono seguirá sin
tener que rendir cuentas porque casi ningún estadounidense tendrá modo de
saber para qué se gasta.
Ahora, imaginad que, debido a un poco más de brujería del gobierno
Pentágono/Bush, incluso este presupuesto negro sea indudablemente una cifra
que tira a lo bajo. Una razón es suficientemente simple: El presupuesto de
541.000 millones de dólares propuesto para el Pentágono en el año 2009 ni
siquiera incluye dinero para las guerras actuales. Las guerras de George W.
Bush son todas pagadas por leyes “suplementarias” como los 162.000 millones
de dólares que serán aprobados próximamente por el Congreso – así como el
presupuesto oculto de 34.000 millones de dólares del Departamento de Defensa
pasa por alto los “fondos relacionados con la guerra.” Esto significa que
incluso la cifra general para ese presupuesto sigue siendo más oculta que lo
que podemos imaginar (como en un “agujero negro”). El Pentágono no sólo
produce aviones furtivos [stealth, en inglés], es, en términos
presupuestarios, una operación furtiva. Si fuera contabilizado honestamente,
el verdadero presupuesto anual del Pentágono, incluyendo todos los fondos
“relacionados con las fuerzas armadas” guardaditos en otros sitios, es
probablemente ahora más de 1 billón por año. [1.000.000.000.000 de
dólares]
Existe, sin embargo, otro lado furtivo del Pentágono – el lado
corporativo en el que una serie de compañías gigantes de las que jamás se
oye, se tragan los dólares del contribuyente en cantidades fenomenales. Nick
Turse, autor del mejor informe de todos sobre como nuestras vidas son
militarizadas, nuestra economía civil pentagonizada, y el Pentágono
privatizado – estoy hablando de “The Complex: How the Military Invades Our
Everyday Lives” [El Complejo: Como los militares invaden nuestras vidas de
todos los días] – ahora se vuelve hacia el lado corporativo oculto del
Pentágono para darnos una idea del inmenso agujero negro por el que se van
nuestros dólares. Tom.
Las corporaciones ocultas del
Pentágono
Cinco contratistas furtivos ganan miles de millones de
dólares
Nick
Turse
Los máximos contratistas del Pentágono, tal como la muerte y los impuestos,
nunca cambian. En 2002, los masivos traficantes de armas: Lockheed Martin,
Boeing, y Northrop Grumman se clasificaron primero, segundo y tercero entre los
contratistas del Departamento de Defensa, al absorber 17.000 millones de
dólares, 16.600 millones, y 8.700 millones respectivamente. Lockheed, Boeing, y
Northrop Grumman volvieron a hacerlo en 2003: (21.900, 17.300, y 11.100 millones
de dólares); en 2004: (20.700, 17.100, y 11.900 millones de dólares); en 2005:
(19.400, 18.300, y 13.500 millones); en 2006: (26.600, 20.300, y 16.600 millones
de dólares); y, sin que sorprenda, también en 2007: (27.800, 22.500 y 14.600
millones de dólares). Otros clientes habituales que reciben mega-pagos
financiados con impuestos con la regularidad de un reloj incluyen a los gigantes
de la defensa General Dynamics, Raytheon, el fabricante británico de armas BAE
Systems, y la ex subsidiaria de Halliburton, KBR, así como BP, Shell, y otros
peces gordos del complejo militar-petrolero.
Ahora, cuando el presupuesto básico del Pentágono pasa tarjeta a
aproximadamente 541.000 millones de dólares por año – antes de tener en cuenta
el financiamiento “suplementario” para las guerras en Iraq, Afganistán, y la
Guerra Global contra el Terror del presidente, así como los gastos de seguridad
nacional de otras agencias – hasta la considerable parte de 28.000 millones de
dólares de Lockheed es un pequeño porcentaje del impresionante total.
Obviamente, sumas importantes de dinero son dirigidas a otras compañías. Sin
embargo, la mayoría de ellas, incluyendo a algunas de las mayores, son todas
casi desconocidas incluso por observadores del Pentágono y por críticos opuestos
a la guerra con una buena comprensión del complejo militar-industrial.
El año pasado, en un artículo intitulado "Washington's $8 Billion Shadow" [La
sombra de 8.000 millones de dólares de Washington], Vanity Fair reveló un
escándalo de uno de los más conocidos contratistas furtivos: SAIC (Science
Applications International Corporation). SAIC, sin embargo, es sólo uno de
decenas de miles de contratistas del Pentágono. Muchas de esas firmas reciben
sólo decenas o cientos de miles de dólares del Pentágono cada año. Algunos se
llevan millones, decenas de millones, o cientos de millones.
Luego existe un selecto grupo que son amos del universo en el complejo
militar-corporativo en permanente expansión, que consigue regularmente más de
mil millones de dólares de dinero público al año del Departamento de Defensa. A
diferencia de Lockheed, Boeing, y Northrop Grumman, sin embargo, la mayoría de
estos “billion-dollar babies” logran volar por debajo de la pantalla de radar de
la atención mediática (ni hablar de la pública). Cuando aparecen de alguna
manera, generalmente lo hacen inofensivamente en las páginas de negocios de los
periódicos. Cuando tiene que ver con su apoyo para las guerras y ocupaciones del
Pentágono en Afganistán e Iraq, han desaparecido en combate, en términos
mediáticos.
Así que, ¿quiénes son algunos de los misteriosos contratistas de la defensa
de los que probablemente jamás habéis oído hablar? A continuación siguen algunas
instantáneas de cinco de los “billion-dollar babies” secretos del Pentágono,
entresacadas en gran parte de sus propios documentos corporativos:
1. MacAndrews & Forbes Holdings Inc.
Total en dólares del Departamento de Defensa en 2007: $3.360.739.032
Se trata de la masiva sociedad de participación financiera del
multimillonario inversionista Ronald Perelman. Tiene “intereses en una cartera
diversificada de compañías públicas y privadas” que incluye al fabricante de
cosméticos Revlon y a Panavision (los que hacen las cámaras que presentan
programas como 24 y CSI en la televisión). MacAndrews & Forbes podría
parecer, a primera vista, un contratista improbable de la defensa, pero una de
las compañías privadas que controla es AM General – los que hacen el Humvee
militar. Actualmente, dice la compañía, casi 200.000 Humvees han sido
“construidos y entregados a las Fuerzas Armadas de EE.UU. y a más de 50 naciones
amigas en el extranjero.” Los Humvees constituyen, sin embargo, sólo una parte
de la historia.
AM General también ayudó a investigadores de la Universidad Carnegie Mellon a
desarrollar robots para la empresa fantástica del Pentágono, el “Grand Challlenge” [Gran Desafío] de la Agencia de
Investigación de Proyectos Avanzados de la Defensa (DARPA), una competencia de
vehículos robot autónomos. El año pasado, AM General y General Dynamics Land
Systems, subsidiaria del mega-fabricantes de armas General Dynamics, formaron
una sociedad conjunta “para competir por el programa Conjunto de Vehículo
Táctico Ligero (JLTV) del Ejército y del Cuerpo de Marines de EE.UU.” AM General
incluso ha ido a la guerra – despachando a “sus representantes de servicio en el
terreno” y “representantes técnicos de mantenimiento” a Iraq, donde fueron
empotrados con las tropas de EE.UU.
Así pues, no puede sorprender que, antes en este año, la compañía haya
recibido uno de los Premios por Extraordinaria Preparación para el Apoyo de la
Agencia de Logística de la Defensa. Tampoco debiera sorprender a nadie descubrir
que un alto mandamás corporativo de MacAndrews & Forbes, el vicepresidente
ejecutivo y director administrativo, Barry F. Schwartz, haya contribuido por lo
menos 10.000 dólares a Straight Talk America, el comité de acción política del
candidato presidencial John McCain, quien dijo genialmente que le parecía “muy
bien” si las tropas de EE.UU. ocupan Iraq durante “tal vez cien años” (si no
“mil” o “un millón”).
Tal vez para distribuir un poco el riesgo, MacAndrews & Forbes está
diversificando en un emergente complejo dentro del Complejo: seguridad interior.
Recientemente, AM General vendió a la Patrulla de Fronteras del Departamento de
Seguridad Interior “más de 100 camiones de la serie HUMMER 100, para uso en
operaciones de seguridad fronteriza.”
2. DRS Technologies, Inc.
Total en dólares del Departamento de Defensa en 2007: $1.791.321.140
Sociedad constituida durante la Guerra de Vietnam, DRS Technologies ha sido
desde hace tiempo “un destacado proveedor de productos integrados, servicios y
apoyo a las fuerzas militares, agencias de inteligencia y contratistas de
primera en todo el mundo”; es decir han estado en el negocio de presentar
productos que realzan algunas de las armas más letales del Departamento de
Defensa, incluyendo "destructores DDG-51 Aegis, Tanques de batalla principal
M1A2 Abrams, Vehículos de combate M2A3 Bradley, Helicópteros OH-58D Kiowa
Warrior, Helicópteros AH-64 Apache, cazas jet F/A-18E/F Super Hornet y F-16
Fighting Falcon, cazas tácticos F-15 Eagle … [y] submarinos de las clases Ohio,
Los Angeles y Virginia." Incluso tienen “contratos que apoyan futuras
plataformas militares, como ser el destructor DDG-1000, portaaviones CVN-78 de
la próxima generación, Barcos de Combate Litoral y Sistemas de Combate
Futuro.”
Aparte de la pesca de dólares del Pentágono en 2007, DRS Technologies ha
seguido arrasando en 2008 en una serie de proyectos, incluyendo: un contrato por
16,2 millones de dólares del Ejército para unidades de refrigeración; 51
millones en nuevos pedidos del Ejército para miras térmicas de armas (parte de
un acuerdo quinquenal, por 2.300 millones de dólares rubricado en 2007); un
contrato por 10,1 millones de dólares para construir más de 140 Remolques
Pesados de Movilidad Expandida para Munición M989A1 (a fin de transportar
“numerosos conjuntos extremadamente pesados de Sistemas de Múltiple Lanzamiento
de Cohetes, munición paletizada o no-paletizada y contenedores flexibles de
combustible”); y un acuerdo por 23 millones de dólares “para proveer apoyo de
ingeniería, apoyo de servicio en el terreno y reparaciones generales de depósito
para las Miras Montadas en el Mástil (MMS) sobre helicópteros de ataque OH-58
Kiowa Warrior," entre numerosos otros contratos.
Fitch Ratings, una agencia internacional de nivel de solvencia, hizo
recientemente una aclaración de inteligencia, aunque tal vez subestimada – que
realmente se ajusta a todos estos “billion-dollar babies”. DRS, escribió, “se ha
beneficiado de los conflictos en Iraq y Afganistán...”
3. Harris Corporation
Total en dólares del Departamento de Defensa en 2007: $1.501.163.834
Harris es “una compañía internacional de comunicaciones y tecnología de la
información que sirve los mercados gubernamentales, de defensa y comerciales en
más de 150 países.” Tiene un ingreso anual de más de 4.000 millones de dólares y
una lista impresionante en su nómina de antiguo personal militar y otros
conocedores del complejo militar-corporativo. Harris no sólo ayuda a, y hace
negocios con, una serie de los mayores contratistas del Pentágono (como Lockheed
Martin y BAE Systems), es también un participante activo en las ocupaciones en
el extranjero. En su sitio en la Red, la compañía alardea de que “tecnología de
Harris ha sido utilizada para una variedad de aplicaciones comerciales y de
defensa, incluyendo la Guerra en Iraq, donde el sistema [de software de Harris]
suministró representaciones detalladas, tridimensionales de Bagdad y de otros
cruciales ciudades iraquíes.”
El año pasado, Harris firmó numerosos acuerdos con los militares, incluyendo
contratos para crear un enlace de datos digitales de alta velocidad que
transmite datos tácticos de vídeo, radar, acústicos y otros de sensores de los
helicópteros MH-60R de la Armada a sus barcos anfitriones. También provee a la
Armada computadoras avanzadas que suministran los “mapas altamente sofisticados
e información crítica de misiones a través de visualizaciones en pantalla en la
cabina del piloto” utilizadas por las tripulaciones en vuelo.
En los primeros seis meses de este año, Harris ha continuado su duro trabajo
para el Complejo. En enero, la compañía fue “seleccionada por la Fuerza Aérea de
EE.UU. para el programa de Operaciones de Red y Espacio y Mantenimiento (NSOM)”
con “un contrato base y seis opciones que llevan el valor general potencial a
410 millones de dólares durante seis años y medio.” para suministrar “apoyo de
operaciones y mantenimiento para la Red de Control Satelital de la 50 Ala
Espacial de la Fuerza Aérea en sitios en todo el mundo.”
En mayo, la compañía “recibió un contrato de tres años, por 20 millones de
dólares de L3 Communications [uno de los 10 máximos contratistas del Pentágono]
a fin de suministrar productos y servicios para la próxima generación del
Sistema de Captura de Ficheros Tácticos de Vídeo (TVCS)” – un sistema que
integra la técnica de vídeo simultáneo en tiempo real para realzar los
ejercicios de entrenamiento táctico – “que apoyará el entrenamiento en varios
emplazamientos del Cuerpo de Marines de EE.UU. en todo EE.UU. y el mundo.” Ese
mismo mes, Harris también “recibió un contrato potencial por cinco años y 85
millones de dólares de Entrega Indefinida/Cantidad Indefinida (IDIQ) de la Amada
de EE.UU. para terminales satelitales multibanda de comunicación que proveerán
comunicaciones avanzadas para portaaviones y otros barcos de cubiertas
amplias.”
Además, Harris trabaja duro para el Interior. No sólo recibió la compañía el
año pasado más de 3 millones de dólares del Departamento de Seguridad Interior,
sino el experto en seguridad nacional, Tim Shorrock, señaló en su artículo
“Domestic Spying, Inc.” de 2007 en CorpWatch que se señala específicamente que
Harris y otros contratistas de la industria de la inteligencia “podrán
beneficiarse de la expansión sin precedentes del sistema interior de
inteligencia de EE.UU.”
4. Navistar Defense
Total en dólares del Departamento de Defensa en 2007: $1.166.805.361
Registrada todavía en documentos del Pentágono bajo su antiguo nombre:
International Military and Government, LLC, Navistar es la subsidiaria militar
de Navistar International Corporation – “una compañía de participación
financiera cuyas unidades individuales suministran soluciones de transporte
integradas y mejores en su clase.” Aunque la compañía ha servido a los militares
de EE.UU. desde la Primera Guerra Mundial, es conocida, cuando lo es, por el
público, por hacer algunos de los vehículos Resistentes a Minas Protegidos
contra Emboscadas (MRAP) diseñados para frustrar las bombas iraquíes al borde de
la ruta. Hasta abril de 2008, los militares de EE.UU. habían “pedido 5.214
vehículos de producción total MaxxPro MRAP” de Navistar y, el mismo mes, la
compañía recibió “un contrato evaluado en más de 261 millones de dólares... para
diseñar actualizaciones del blindaje utilizado en vehículos International
MaxxPro MRAP.”
Pero Navistar hace más que MRAPs. Sólo el mes pasado, la compañía firmó un
“contrato plurianual evaluado en cerca de 1.300 millones de dólares” con el
Ejército de EE.UU. “para suministrar Vehículos Tácticos Medianos y repuestos a
la Policía Nacional de Afganistán, al Ejército Nacional Afgano, y al Ministerio
de Defensa iraquí.” Esto vino después de un contrato plurianual de 2005 del
Ejército, por 430 millones de dólares, “por más de 2.900 vehículos y
repuestos.”
Es bastante obvio que esta compañía está involucrada significativa,
lucrativa, y orgullosamente en las ocupaciones de Iraq y Afganistán. Como lo
describió a fines del año pasado Tom Feifar, gerente general de Partes Navistar
para Global Defense and Export: “Es un honor formar parte del esfuerzo por
apoyar a nuestros soldados.”
5. Evergreen International Airlines
Total en dólares del Departamento de Defensa en 2007: $1.105.610.723
Compañía de servicios globales para la aviación en manos privadas, tiene
subsidiarias en industrias relacionadas como ser la aviación en helicópteros
(Evergreen Helicopters, Inc.), así como unos pocos esfuerzos no relacionados
como ser producir “productos agrícolas, de viveros, y del vino” (Evergreen
Agricultural Enterprises, Inc.). Evergreen ha estado en la nómina del Pentágono
desde hace mucho tiempo. En 2004, Ed Connolly,
vicepresidente ejecutivo de Evergreen International Airlines, declaró:
“Evergreen ha volado continuamente para el Comando de Movilidad Aérea [de la
Fuerza Aérea de EE.UU.] desde 1975 y se enorgullece de continuar su antigua
historia de apoyo las misiones globales de las Fuerzas Armadas de EE.UU. con
calidad y servicios fiables.”
No es sorprendente que Evergreen haya estado íntimamente involucrada en la
ocupación de Iraq. De hecho, en 2004, la compañía recibió “aproximadamente 200
condecoraciones por su apoyo a servicios internacionales de aerotransporte
durante la guerra de Iraq” del Comando de Movilidad Aérea de la Fuerza Aérea. Un
general de la Fuerza Aérea incluso entregó esas medallas y certificados de
rendimiento a empleados de Evergreen.
En el informe 2006 de Amnistía Internacional: “Bajo el radar: vuelos secretos
a la Tortura y la ‘Desaparición,’” la organización de derechos humanos señaló
que Evergreen fue una de sólo un puñado de compañías privadas con permisos
válidos para aterrizar en bases militares de EE.UU. en todo el mundo. Ese mismo
año, la compañía incluso transportó a la personalidad de FOX News, Bill
O'Reilly, y a su show televisivo a Kuwait e Iraq para ver y saludar a los
soldados, firmar libros y fotos, y distribuir baratijas. Y recién el año pasado
la compañía formó parte de un consorcio, incluyendo a prominentes
transportadores comerciales como American, Delta, y United Airlines, al que el
Pentágono adjudicó un “contrato firme a precio fijo por 1.031.154.403 dólares
para servicios de aerotransporte internacional... [que] se espera será
completado en septiembre de 2008.”
Bajo el radar
A fin de cuentas, estas cinco corporaciones furtivas del complejo
militar-corporativo recibieron más de 8.900 millones de dólares de dineros
públicos en 2007. Para ponerlo en perspectiva, esa suma es casi 2.000 millones
de dólares más que el presupuesto para 2009 propuesto por el gobierno de Bush
para la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA). Dicho de otra manera, es
como nueve veces lo que un sexto de la población del mundo gastó en alimentos el
año pasado.
Decenas de miles de contratistas de la defensa – desde bien conocidas
corporaciones “civiles” (como Coca-Cola, Kraft, y Dell) a pequeñísimas compañías
– se han engordado con el Pentágono y sus guerras. Casi siempre, grandes y
pequeñas, vuelan por debajo del radar y son pocas veces identificadas como
contratistas de la defensa. Así que es difícilmente sorprendente que firmas como
Harris y Evergreen, sin reconocimiento de nombre fuera de sus propios mundos,
puedan recibir miles de millones de dólares en dineros públicos sin que sea
notado o comentado en nuestra economía civil cada vez más militarizada.
Cuando se termine por escribir la historia de la Guerra de Iraq, es muy
probable que no sean mencionados estos cinco ‘billion-dollar babies’, ni la
mayoría de los demás contratistas de la defensa involucrados en posibilitar la
ocupación de EE.UU. Hasta que comencemos a asumir el papel de semejantes
corporaciones en la creación de la base material para una política exterior
imperial, no llegaremos a comprender totalmente cómo trabaja el Pentágono y por
qué vamos tan regularmente a la guerra en países lejanos, y los ocupamos.
Nick Turse es
editor asociado y director de investigación de Tomdispatch.com. Ha escrito para
Los Angeles Times, San Francisco Chronicle, Adbusters, Nation, y regularmente
para Tomdispatch.com. Su primer libro: “The Complex: How the Military Invades
Our Everyday Lives,” una exploración del nuevo complejo militar-corporativo en
EE.UU., fue recientemente publicado por Metropolitan Books. Su sitio en la
red: Nick Turse.com ha
sido recientemente remodelado y expandido.
Copyright 2008 Nick Turse
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