Cuando estuve
en Galicia, en el camino se veían unas construcciones hechas a cierta
altura del piso cerca de cada casa. Todas iguales. Yo pensaba que tenían que ver
con algo religioso porque bueno, no sólo en Galicia, en toda España, la
religión está metida hasta el tuétano (mucho tiene de tradición y no de
verdadera fe pero ese es otro cantar). Pues que ahora que estuvimos en Portugal,
aparecieron las mismas construcciones. Resultaron ser "espigueiros":
habitaciones con una forma particular por cierto, donde se seca el milho (maíz).
Cada casa tiene uno.
Marisol Gejo