NCeHu 608/07
Desde Pisco, epicentro del terremoto
Hola a todos, desde Pisco, kilometro 250 dela ruta panamericana sur del
peru, sur chico peruano, nivel del mar. LLegué hoy a Pisco con ansias de ayudar
a los hermanos damnifiocados por el terremoto de 7,9 grados en la escala
Ritcher, sufrido el día 15 de agosto a las 19 horas. Este dejo como saldo mas de
500 muertos, miles de heridos y otros tantos desauciados refugiados en distintos
lugares de la región de Ica la cual consta como principales ciudades con Pisco,
Ica, Paracas y Chincha. Sede original de la fabricación de la bebida Pisco la
cual solo es genuina si proviene de esta zona. Salí de Lima a las 6 de la
m´ñana, no es facil salir de esta monstruosa ciudad denominada por un escritor
peruano como "Lima la Horrible" ciudad casi todo el año nublada con un promedio
de 85% de humedad durante todo el año. Intente contactarme con la cruz roja o
con defensa civil pero fue en vano y por ende decidí venir por mi cuenta a la
zona del desastre. Llegue hacia el mediodía y el panorama era realmente
desolador. Practicamente no existe la ciudad, como si 100 aviones de fuego la
hubieran surcado y ametrallado. El centro yace en escombros y solo algunas
construcciones siguen en pié. Dicen que si el terremoto hubiera ocurrido en la
madrugada los muertos podrían alcanzar la decena de miles pero fué durante el
día y la mayoría pudo abandonar sus hogares. La plaza de armas (central) estaba
llena de carpas de la cruz roja, de defensa civil, de organismos religiosos e
internacionales. Enseguida comence a ofrecerme como voluntario, pero nadie sabia
decirme como o en que forma podía ayudar, esto me `produjo una cierta
impotencia. al final di con un ingeniero de defensa civil y este me dijo que
quizas podía ir a la base de la fuerza aerea adonde estaba centralizada la ayuda
pero luego me dijo que allí había mucha confusión y que mejor me dirijiese al
estadio campeones del 69´ que era un centro de refugiados. Para llegar aqui
debía caminar hasta el mercado y tomar un taxi colectivo, en el camino, entre
militares, derruidas casas y escombros una señora de nombre Dora me
preguntó adonde iba, le conté, le pregunté si su casa se había derrumbado y me
dijo que gracias adios no. Caminaba junto a su nieta y mientras avanzabamos ella
reconocía casas de gente amiga, ya no casas sino ruinas y le decía a su nieta
"huy mira la casa de Mabel y luego mira como quedó la casa del ernesto" Se
sentía enferma, desolada, trsite ante el espanto de las perdidas. Finalmente
llegué al estadio y allí tampoco nadie supo orientarme, mucha gente usaba
barbijo para protejerse del polvo y muchos medicos atendían a dolientes
afectados por enfermedades como la conjuntivitis epidémica. En el estadio me
puse a hablar con un niño de 8 años y me contó que las clases estaban
suspendidas, que tenía un hermano más grande, que habían perdido su casa y que
estaban viviendo en una carpa aunque no tenían colchones. Aquí conoci a
Francisco un chileno de la cruz roja que había llegado desde Chile por su cuenta
y estaba buscando a la gente de la cruz roja chilena. Con este decidimos ir
directamente a la base aerea y ahí nuevamente manifesté mis deseos de ayudar y
me mandaron a buscar a un tal Teófilo Almeyda, encargado del operativo de
defensa civil. LLegué a un gran hangar lleno de alimentos y muchos trabajando,
cargando un camión y mientras buscaba al tal Almeyda que estaba haciendo
relaciones públicas por ahí me puse a hablar con José, el chofer de un camión
contratado para repartir alimentos. Este me contó que su casa se había caido que
estaban viviendo en un trailer, que el piso se movía y casi no puede salir de su
casa antes de que esta se derrumbase y que a SU BARRIO NO ESTABAN LLEGANDO LOS
ALIMENTOS. Al parecer los barrios con punteros políticos cercanos al gobierno
son los que acaparan la ayuda generandose una segregación de la misma. Almeyda
apareció para despedir a un grupo de reservistas religiosos a los cuales
felicitó por su solidaridad y demagogicamente proclamó que si todos los peruanos
fueran como ellos tendrían un país diferente. Luego leyendo el diario me enteré
de que el presidnete Alan García creo por intermedio del congreso una comisión
para reconstruccion deb la zona que manejará un fondo de 300 millones de dólares
pero este estrá dirigido por un exitoso empresario y no por el lider político de
la región de Ica. En la base tambien estaban militares de distintos países asi
como las naciones unidas y la Cruz y la Luna Roja internacionales. Deje la base
con mucha amargura porque en la confusión nadie observó mis ganas de ayudar. Un
religioso norteamericano me dijo "Acá si conoces a alguien te ayudan sino estas
perdido" "Yo no nquiero que me ayuden, quiero ayudar" Le dije. Luego Salí de la
base y toque el sereno y verde mar de Ica, las innumerables aves seguían abonado
con su guano la playa. Muchos seguían sufriendo, otros accionaban politicamente
y otros comenzaban a vislumbrar grandes negocios. Ahora debo seguir viaje, al
menos lo intenté, al menos pude interpretar las bambalinas de un desastre
natural que cual guerra pone en marcha mecanismos siniestros en los cuales la
solidaridad se mezcla con los intereses de algunos despiadados. Desde
Pisco.
Gonzalo Yurkievich
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