Las palabras sin tapujos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a los
participantes reunidos en la conferencia anual de seguridad Wehrkunde en Munich
han desatado una tormenta de protestas con pretensiones de superioridad moral
por parte de medios y políticos occidentales. Un visitante de otro planeta
podría haber pensado que el presidente ruso había decidido abruptamente el
lanzamiento de una provocativa política de confrontación con Occidente que
recuerda la Guerra Fría entre 1943 y 1991.
Sin embargo, los detalles del suceder en la OTAN y las políticas militares de
USA desde 1991 son cualquier cosa excepto un “nuevo dèjà vu,” para parafrasear
al legendario catcher de los New York Yankees, Togi Berra.
Esta vez ya estamos metidos profundamente en una Nueva Guerra Fría, que
literalmente amenaza el futuro de la vida en este planeta. La debacle en Iraq, o
la perspectiva de un ataque preventivo nuclear de USA contra Irán son
suficientemente espantosos. En comparación con lo que está en juego en la
acumulación militar global de USA contra su más formidable rival global, Rusia,
son amenazas que parecen relativamente pequeñas. Las políticas militares de USA
desde el fin de la Unión Soviética y la emergencia de la República de Rusia en
1991 requieren un examen más cercano en este contexto. Sólo entonces tienen
sentido las francas observaciones de Putin del 10 de febrero en la Conferencia
de Seguridad de Munich.
Debido a las informaciones engañosas publicadas en los medios occidentales
sobre la mayor parte de las observaciones de Putin, vale la pena leerlas en su
integridad en inglés (Abra: www.securityconference.de para la traducción
completa en inglés).
Putin habló en términos generales de la visión de Washington de un mundo
‘unipolar.’ con ‘un centro de autoridad, un centro de fuerza, un centro de toma
de decisiones, y lo llamó un ‘mundo en el que hay un solo amo, un solo soberano.
Y a fin de cuentas esto es pernicioso no sólo para todos los que están dentro de
ese sistema, sino para el propio soberano, porque lo destruye desde su
interior.’
Luego el presidente ruso llega al punto principal: ‘Hoy presenciamos un uso
de la fuerza – fuerza militar – casi descontrolado en las relaciones
internacionales, fuerza que está hundiendo al mundo en un abismo de conflictos
permanentes. Como resultado, no tenemos suficiente fuerza para encontrar una
solución exhaustiva para ninguno de esos conflictos. El encuentro de un arreglo
político también se hace imposible.’
Putin continuó diciendo: “Vemos un desdeño cada vez mayor por los principios
básicos del derecho internacional. Y las normas legales independientes llegan,
en realidad, cada vez más cerca a un sistema legal de un solo Estado. Un Estado
y, por cierto, ante todo USA, ha sobrepasado de muchas maneras sus fronteras
nacionales. Esto se deja ver en las políticas económicas, políticas, culturales
y educacionales que impone a otras naciones. Bueno, ¿a quién le gusta algo
semejante? ¿Quién está contento con algo semejante?’
Estas palabras directas comenzaron a mencionar lo que preocupa al señor Putin
en las políticas exterior y militar de USA desde el fin de la Guerra Fría hace
unos 16 años. Pero más adelante en el texto explicita ante cuáles políticas
militares reacciona. Es el sitio en el que su discurso vale una aclaración.
Putin advierte contra el efecto desestabilizador de las ‘armas espaciales.’ –
‘es imposible avalar la aparición de armas de alta tecnología nuevas, de alta
tecnología... una nueva área de confrontación, sobre todo en el espacio
exterior. Las guerras estelares ya no son una fantasía – son una realidad... A
juicio de Rusia, la militarización del espacio exterior podría tener
consecuencias imprevisibles para la comunidad internacional, y provocar nada
menos que el comienzo de una era [de carrera armamentista – f.w.e.]
nuclear.’
Luego pasa a declarar: ‘Los planes para expandir ciertos elementos del
sistema de defensa antimisiles a Europa no puede dejar de inquietarnos. ¿Quién
necesita el próximo paso de lo que sería, en este caso, una inevitable carrera
armamentista?’
¿A qué se refiere? Pocos saben que aunque afirma que lo hace para protegerse
contra países como Corea del Norte, o tal vez algún día Irán, USA recientemente
anunció que está construyendo masivas instalaciones de defensa contra misiles en
Polonia y en la República Checa.
¿Polonia? ¿Defensa contra misiles? ¿De qué estamos hablando?
Defensa contra misiles y un primer ataque de USA
El 29 de enero el general de brigada de USA, Patrick J. O`Reilly, Director
Adjunto de la Agencia de Defensa con Misiles del Pentágono, anunció planes de
USA de desplegar elementos de defensa balística contra misiles en Europa en
2011, que según el Pentágono tienen el objetivo de proteger instalaciones
USamericanas y de la OTAN contra amenazas enemigas provenientes de Oriente
Próximo, no de Rusia. Después de las observaciones de Putin en Munich, el
Departamento de Estado de USA publicó un comentario formal señalando que el
gobierno de Bush se siente ‘intrigado por los repetidos comentarios cáusticos
desde Moscú sobre el sistema previsto.’
Vaya... Más vale que envíen de vuelta el comunicado de prensa a la Oficina de
Propaganda Engañosa del Pentágono para que lo reescriban. De alguna manera la
amenaza de misiles de Irán para las instalaciones de la OTAN en Polonia no suena
convincente. ¿Por qué no pedir al antiguo miembro de la OTAN, Turquía, si USA
puede colocar su escudo contra misiles en ese país, mucho más cerca de Irán? ¿O
tal vez Kuwait? ¿O Israel?
La política de USA desde 1999 ha exigido alguna forma de defensa activa
contra misiles a pesar de la amenaza en la Guerra Fría por parte de los ICBM
(misiles balísticos intercontinentales) soviéticos u otro lanzamiento de
misiles. La Ley de Defensa Nacional de Misiles de 1999 (Ley Pública 106-38) así
lo dice: “Es política de USA desplegar tan pronto como sea tecnológicamente
posible un efectivo Sistema Nacional de Defensa de Misiles capaz de defender el
territorio de USA contra un ataque limitado con misiles balísticos (sea
accidental, no-autorizado o deliberado) con un financiamiento sujeto a la
autorización anual de apropiaciones y la apropiación anual de fondos para la
Defensa Nacional de Misiles.’ La defensa de misiles fue una de las obsesiones de
Donald Rumsfeld como Secretario de Defensa.
¿Por qué ahora?
Lo que queda cada vez más claro, por lo menos en Moscú y en Beijing, es que
Washington tiene una estrategia muchísimo más grandiosa tras sus acciones
militares aparentemente irracionales y de un unilateralismo arbitrario.
Para el Pentágono y los círculos dominantes de la política de USA, no importa
de qué partido político, la Guerra Fría con Rusia nunca terminó. Sólo continuó
en una forma disimulada. Ha sido el caso con los presidentes G.H.W. Bush,
William Clinton y con George W. Bush.
La defensa contra misiles sonó plausible cuando USA era vulnerable a un
ataque por una pequeñísima banda de terroristas islámicos de gran dedicación
capaces de apoderarse de un avión Boeing con cuchillas para cortar cartón. El
único problema es que la defensa contra misiles no apunta a terroristas
delincuentes como Al Qaeda de Bin Laden, o a Estados como Corea del Norte o
Irán.
La amenaza de un ataque nuclear devastador en el territorio de USA por parte
de estos últimos es inexistente. La Armada de USA y la flota de bombarderos de
la Fuerza Aérea están actualmente en plena preparación para bombardear, incluso
atacar con bombas nucleares, a Irán hasta devolverlo a la edad de piedra, sólo
por sospechas de que estaría tratando de desarrollar una tecnología
independiente de armas nucleares. Estados como Irán no tienen la capacidad
necesaria que hacer que USA quede indefenso, sin arriesgar una múltiple
aniquilación nuclear.
La defensa contra misiles apareció en los años ochenta cuando Ronald Reagan
propuso el desarrollo de un sistema de satélites en el espacio y de bases de
radar en todo el globo, de estaciones de escucha y misiles de intercepción, para
controlar y derribar a misiles nucleares antes de que llegaran a su
objetivo.
Recibió el mote de Guerras Estelares de sus críticos, pero el Pentágono ha
gastado oficialmente más de 130.000 millones de dólares en un sistema semejante
desde 1983. George W. Bush lo aumentó considerablemente a comienzos de 2001, a
11.000 millones de dólares al año, el doble del nivel durante los años de
Clinton. Y han presupuestado otros 53.000 millones de dólares durante los cinco
años siguientes.
La obsesión de Washington con la primacía nuclear
Lo que Washington no ha dicho, pero a lo que Putin aludió ahora en Munich, es
que la defensa de misiles de USA no es para nada defensiva. Es ofensiva, y
cómo.
La posibilidad de suministrar a un Estado poderoso, que tiene la maquinaria
militar más aterradora del mundo, un escudo para que se proteja contra un ataque
limitado, apunta directamente a Rusia, la única otra potencia nuclear que tenga
aproximadamente la capacidad de lanzar un contraataque nuclear verosímil.
Si USA pudiera protegerse efectivamente contra una potencial reacción rusa a
un primer ataque nuclear de USA, USA podría dictar simplemente a todo el mundo
sus condiciones, no sólo a Rusia. Eso sería lo que los militares llaman Primacía
Nuclear. Es el verdadero significado del poco usual discurso de Putin. No es
paranoico. Es estrictamente realista.
Desde el fin de la Guerra Fría en 1989, ahora ha quedado en claro que el
gobierno de USA no dejó ni por un instante la busca de la Primacía Nuclear. Para
Washington y las elites de USA, la Guerra Fría nunca tuvo fin. Sólo se olvidaron
de decírnoslo.
La busca del control global de los recursos de petróleo y energía, la busca
del establecimiento de bases militares en toda Eurasia, su intento de modernizar
y mejorar su flota submarina nuclear, su comando de bombarderos estratégicos
B-52, todo tiene sentido sólo si es visto a través de la perspectiva de la
inexorable búsqueda de la Primacía Nuclear de USA.
El gobierno Bush abrogó unilateralmente el Tratado ABM USA-Rusia en diciembre
de 2001. Es una carrera para completar una red global de defensa contra misiles
como clave para la primacía nuclear de USA. Incluso con un escudo primitivo
contra misiles, USA podría atacar los silos de misiles rusos y las flotas
submarinas sin temor a represalias efectivas, ya que los pocos misiles nucleares
rusos restantes no estarían en condiciones de lanzar una reacción
suficientemente convincente para disuadir contra un primer ataque de USA.
La capacidad de ambos lados durante la Guerra fría – el Pacto de Varsovia y
la OTAN – de aniquilarse mutuamente los unos a los otros, condujo a un punto
muerto nuclear apodado por los estrategas militares, MAD – [siglas en inglés de
destrucción mutua asegurada]. Daba miedo, pero en un sentido extraño, era más
estable que lo que tenemos en la actualidad, con una búsqueda unilateral de USA
de la primacía nuclear. La perspectiva de una aniquilación nuclear mutua sin
decisivas ventajas para ninguno de los lados, condujo a un mundo en el que una
guerra nuclear había sido ‘impensable’.
Ahora, USA busca la posibilidad de una guerra nuclear ‘pensable.’ Es una
locura total.
La primera nación con un escudo nuclear de misiles tendría de facto la
‘capacidad de primer ataque.’ Con razón, el teniente coronel Robert Bowman,
director del programa de defensa de misiles de la Fuerza Aérea de USA, llamó
reciente la defensa contra misiles, “el eslabón faltante para un primer
ataque.’
Más alarmante es el hecho de que nadie aparte de un puñado de planificadores
del Pentágono o de altos funcionarios de la inteligencia en Washington discute
las implicaciones de la búsqueda por Washington de defensa contra misiles en
Polonia, la República Checa o su impulso hacia la primacía nuclear.
Trae a la memoria “Reconstruyendo las Defensas de USA,” el informe de
septiembre de 2000 del belicista Proyecto para un Nuevo Siglo USamericano, del
que eran miembros Dick Cheney y Don Rumsfeld. En él declararon: “USA debe
desarrollar y desplegar defensas de misiles globales para defender la patria
USamericana y a los aliados de USA, y para suministrar una base segura para la
proyección del poder de USA en todo el mundo.’
Antes de llegar a ser Secretario de Defensa de Bush en enero de 2001,
Rumsfeld encabezó una Comisión Presidencial propugnando el desarrollo de la
defensa contra misiles para USA.
Tan ansioso estaba el gobierno de Bush-Cheney de hacer progresar sus planes
de defensa de misiles, que el presidente y el Secretario de Defensa ordenaron
que se dejaran de lado los requerimientos operativos usuales esenciales para
determinar si el altamente complejo sistema de sistemas era efectivo.
El programa de defensa de misiles de Rumsfeld encuentra una fuerte oposición
dentro del comando militar. El 26 de marzo de 2004, no menos de 49 generales y
almirantes de USA firmaron una Carta Abierta al presidente, llamando a que se
postergara la defensa contra misiles.
Como señalaron: ‘La tecnología de USA, ya desplegada, puede identificar la
fuente de un lanzamiento de un misil balístico. Es, por lo tanto, altamente
improbable que algún Estado se atreva a atacar a USA o permita que un terrorista
lo haga desde su territorio con un misil armado con un arma de destrucción
masiva, arriesgando así la aniquilación por un devastador ataque de represalias
de USA.’
Los 49 generales y almirantes, incluyendo al almirante William J. Crowe, ex
presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas siguió exponiendo al
presidente que: ‘Como usted ha dicho, señor presidente, nuestra principal
prioridad es impedir que terroristas adquieran y empleen armas de destrucción
masiva. Estamos de acuerdo. Por ello recomendamos, como el camino responsable
desde el punto de vista militar, que usted postergue el despliegue operacional
del caro y no-probado sistema GMD [siglas en inglés para Defensa con Misiles
basada en Tierra) y transfiera los fondos con él asociados a programas
acelerados para asegurar la multitud de instalaciones que contienen armas y
materiales nucleares, y para proteger nuestros puertos y fronteras contra
terroristas que puedan intentar el contrabando de armas de destrucción masiva a
USA.’
Lo que no dijeron los experimentados veteranos militares fue que Rumsfeld,
Cheney, Bush y compañía tenían una orden del día bastante diferente que amenazas
terroristas de delincuentes. Buscaban el Dominio de Pleno Espectro, el Nuevo
Orden Mundial, y la eliminación de una vez por todas de Rusia como rival
potencial por el poder.
El apuro por desplegar un escudo de defensa contra misiles no apunta
obviamente a Corea del Norte o a ataques terroristas. Apunta a Rusia y, mucho
menos, a las capacidades nucleares mucho más pequeñas de China. Como los 49
generales y almirantes señalaran en su carta al presidente en 2004, USA ya tenía
más que suficientes ojivas nucleares para atacar mil búnkeres o cuevas de un
Estado delincuente potencial.
Kier Lieber y Daryl Press, dos analistas militares USamericanos, escribieron
en marzo de 2006 en la influyente Foreign Affairs del Consejo de
Relaciones Exteriores de Nueva York: ‘Si la modernización nuclear de USA
apuntara realmente a Estados delincuentes o terroristas, la fuerza nuclear del
país no necesitaría las mil ojivas perforadoras del suelo adicionales que
obtendrá del programa de modernización W-76. La fuerza nuclear actual y futura
de USA, en otras palabras, parece diseñada a realizar un ataque desarmador
preventivo contra Rusia o China.’
Refiriéndose a los agresivos nuevos planes de despliegue para la defensa de
misiles, Lieber y Press agregan: ‘el tipo de defensas de misiles que USA podría
plausiblemente desplegar sería valioso en primer lugar en un contexto ofensivo,
no defensivo – como un complemento para una capacidad de Primer Ataque de USA,
no como un escudo independiente. Si USA lanzara un ataque nuclear contra Rusia
(o China), el país atacado se quedaría con un ínfimo arsenal sobreviviente – si
queda alguno. En esa situación, incluso un sistema de defensa de misiles
relativamente modesto o ineficiente podría perfectamente bastar para proteger
contra todo ataque de represalias...’
Ésta es la verdadera orden del día del Gran Juego Eurasiático de Washington.
Naturalmente, declarar algo semejante abiertamente haría correr el riesgo de
revelar la estrategia de Washington antes de haber apretado irreversible el
dogal alrededor del cuello metafórico de Moscú. Por lo tanto el Departamento de
Estado y el Secretario de Defensa Gates tratan de hacer chistes sobre las
recientes observaciones rusas, como si fueran desvaríos paranoicos de Putin.
Todo este programa USamericano de modernización de la defensa de misiles y
del Primer Ataque nuclear es suficientemente espeluznante como idea en sí. Bajo
el gobierno de Bush, se ha convertido en operacional y aerotransportado,
recordando los días peligrosos de la Guerra Fría, en los que flotas de
bombarderos B-52 con armas nucleares, y submarinos Trident con misiles nucleares
en alerta permanente las veinticuatro horas del día, un guión de horror
nuclear.
El Conplan 8022 del Pentágono: Ataque Global
La marcha hacia una posible catástrofe nuclear intencional o por cálculo
erróneo, como consecuencia de la audaz nueva política de Washington, alcanzó una
nueva gravedad significativa en junio de 2004, sólo semanas después de que 49
generales y almirantes tomaran el paso extremadamente atípico de escribir a su
presidente.
En junio de ese año, el Secretario de Defensa, Rumsfeld, aprobó una orden de
Alto Secreto para las Fuerzas Armadas de USA para que implementaran algo llamado
Conplan 8022, ‘que provee al presidente una rápida capacidad de ataque
global.’
El término, Conplan, es la abreviatura del Pentágono para Plan de
Contingencia. ¿Para qué ‘contingencias’ se preparan los planificadores del
Pentágono? ¿Un ataque preventivo convencional contra la minúscula Corea del
Norte o incluso Irán? ¿O un ataque nuclear preventivo de intensidad total contra
la última formidable potencia nuclear que no está bajo la dominación del Dominio
de Espectro Pleno de USA – Rusia?
Las dos palabras, ‘ataque global,’ también son notables. Este Pentágono-speak
para describir un ataque preventivo específico que, por primera vez desde los
primeros días de la Guerra Fría, incluye una opción nuclear, contrariamente a la
noción militar tradicional de USA de que las armas nucleares se utilizan sólo en
la defensa para disuadir contra ataques.
Conplan 8022, como algunos han señalado, es diferente de planes de guerra
tradicionales del Pentágono que han sido esencialmente reacciones defensivas
ante una invasión o ataque.
En concierto con la agresiva Doctrina preventiva Bush de 2002, el nuevo
Conplan 8022 de Bush es ofensivo. Podría ser desencadenado por la simple
‘percepción’ de una amenaza inminente, y realizado por orden presidencial, sin
el Congreso.
En vista de los detalles sobre ‘percepciones’ falsas o falsificadas en el
Pentágono y en la Oficina del vicepresidente sobre la amenaza de armas de
destrucción masiva de Iraq en 2003, el nuevo Conplan 8022 sugiere que un
presidente de USA podría ordenar el disparo de misiles contra toda y cualquier
amenaza percibida o incluso contra una amenaza potencial, no probada.
Como reacción a la orden de junio de 2004 de Rumsfeld, el general Richard
Myers, en aquel entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, firmó la orden para
hacer operacional Conplan 8022. Bombarderos con capacidad nuclear seleccionados,
misiles balísticos intercontinentales, submarinos nucleares con misiles
balísticos (SSBN), y unidades de ‘guerra de información’ (sic) han sido
desplegados contra objetivos no identificados de alto valor en países
‘adversarios.’
¿Era Irán un país adversario, aunque nunca había atacado a USA? ¿Lo era Corea
del Norte aunque nunca en cinco décadas había lanzado un ataque directo contra
Corea del Sur, para qué hablar de algún otro? ¿Es China un ‘adversario’
simplemente porque se está convirtiendo en demasiado influyente desde el punto
de vista económico?
¿Es Rusia ahora un adversario porque se niega a abdicar y a aceptar ser
convertida en lo que Brzezinski llama un Estado ‘vasallo’ del Imperio
USamericano?
Como no ha habido ningún debate abierto dentro de USA sobre Conplan 8022, no
ha habido virtualmente ninguna discusión sobre alguna de esas preguntas
potencialmente cargadas de peligro nuclear.
Lo que estremece en la orden de Rumsfeld de junio de 2004 a un mundo que
había esperado verdaderamente que los hongos nucleares se hubieran convertido en
una amenaza del pasado es que Conplan contiene un importante componente de
ataque nuclear.
Es verdad que la cantidad general de armas nucleares en el arsenal militar de
USA ha estado disminuyendo desde el fin de la Guerra Fría. Pero no, parece,
porque USA esté orientando al mundo a apartarse del borde de una guerra nuclear
por error de cálculo.
La nueva expansión de la defensa de misiles a Polonia y a la República Checa
se entiende mejor desde el ángulo de la remarcable expansión de la OTAN desde
1991. Como señalara Putin: ‘la OTAN ha puesto sus fuerzas de primera línea en
nuestras fronteras... pienso que es obvio que la expansión de la OTAN no tiene
ninguna relación con la modernización de la Alianza propiamente tal o con la
garantía de la seguridad en Europa. Al contrario, representa una seria
provocación que reduce el nivel de la confianza mutua. Y tenemos el derecho de
preguntar: ¿contra quién proponen esta expansión? ¿Y que pasó con las garantías
que nuestros socios occidentales dieron después de la disolución del Pacto de
Varsovia?’
Bases de USA rodean a Rusia
Como señalara recientemente un experto estratega y militar ruso, Yevgeny
Primakov, cercano asesor de Putin, la OTAN fue ‘fundada durante la era de la
Guerra Fría como una organización regional para garantizar la seguridad de los
aliados de USA en Europa.’ Agrega que: ‘Actualmente la OTAN actúa sobre la base
de una filosofía y doctrina completamente diferentes, actuando fuera del
continente europeo y realizando operaciones militares mucho más allá de sus
fronteras. La OTAN... se expande rápidamente en contravención de acuerdos
anteriores. La admisión de nuevos miembros a la OTAN está llevando a la
expansión de bases que albergan sistemas militares de USA, defensas aéreas, así
como componentes de defensa contra misiles balísticos.’
En la actualidad, los Estados miembro de la OTAN incluyen no sólo el núcleo
de la Guerra Fría, en Europa Occidental, comandado por un USamericano. La OTAN
incluye también a antiguos Estados del Pacto de Varsovia o de la Unión
Soviética, como Polonia, Latvia, la República Checa, Estonia, Lituania, Rumana,
Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia, de la antigua Yugoslavia. Los
candidatos a unirse incluyen a la República de Georgia, Croacia, Albania y
Macedonia. El presidente de Ucrania, Victor Yushchenko, ha tratado agresivamente
de llevar a Ucrania a la OTAN. Esto constituye un claro mensaje a Moscú, y no
sorprende que no lo reciba con los brazos abiertos.
También han sido formadas nuevas estructuras de la OTAN y se han abolido
otras antiguas. La Fuerza de Reacción de la OTAN (NRF, por sus siglas en ingles)
fue lanzada en la Cumbre de Praga de 2002. En 2003, justo después de la caída de
Bagdad, comenzó una importante reestructuración de los comandos militares de la
OTAN. Fue abolido el Cuartel del Comandante Supremo Aliado, Atlántico. Un nuevo
comando, Comando de Transformación de la Alianza (ACT, por sus siglas en
inglés), fue establecido en Norfolk, Virginia. ACT es responsable de impulsar la
‘transformación’ en la OTAN.
Al llegar el año 2007 Washington había firmado un acuerdo con Japón para
cooperar en el desarrollo de defensa de misiles. Estaba profundamente
involucrado con Israel en el ensayo de un sistema de defensa de misiles. Ahora
ha ampliado su Defensa de Misiles Europea a Polonia, país en el que el ministro
de defensa es un amigo cercano y aliado de los halcones belicistas
neoconservadores del Pentágono, y a la República Checa. La OTAN ha decidido
colocar en la vía rápida el tema de las proposiciones de Ucrania y de la
República de Georgia para la membresía en la OTAN. El Oriente Próximo, a pesar
de la debacle en Iraq, está siendo militarizado con una red permanente de bases
de USA desde Qatar a Iraq y más allá.
El 15 de febrero, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de
Representantes de USA aprobó un borrador de, un proyecto de nombre orwelliano,
la Ley de Consolidación de la Libertad de la OTAN de 2007, reafirmando el
respaldo de USA para la ampliación ulterior de la OTAN, incluyendo el apoyo para
que Ucrania se una, junto con Georgia.
Desde el punto de vista ruso, la expansión hacia el este de la OTAN desde el
fin de la Guerra Fría ha constituido una ruptura evidente de un acuerdo entre el
dirigente soviético de esos días, Mikhail Gorbachev y el presidente de USA
George H.W. Bush, que incluía la unificación pacífica de Alemania. La política
de expansión de la OTAN es vista como una continuación del intento de la Guerra
Fría de rodear y aislar a Rusia.
¿Nuevas bases para proteger a la ‘democracia?
Una consecuencia de la política de Washington desde el bombardeo de Serbia en
1999 que ha pasado casi desapercibida, ha sido el establecimiento de una
extraordinaria red de nuevas bases militares de USA, en partes del mundo donde
parecen poco justificadas como una precaución defensiva de USA, considerando la
amenaza y los inmensos gastos para el contribuyente, para no hablar de otros
compromisos militares globales.
En junio de 1999, después del bombardeo de Yugoslavia, las fuerzas de USA
comenzaron la construcción de Camp Bondsteel, en la frontera entre Kosovo y
Macedonia. Fue la chaveta en lo que sería una nueva red global de bases de
USA.
Bondsteel colocó el poder aéreo de USA dentro de una fácil distancia para
ataques en Oriente Próximo y el Mar Caspio, ricos en petróleo, así como en
Rusia. En la época, Camp Bondsteel era la mayor base militar de USA construida
desde la Guerra de Vietnam, con casi 7.000 soldados. La base había sido
construida por la mayor compañía de construcción militar de USA, KBR de
Halliburton. El jefe de Halliburton en la época era Dick Cheney.
Antes del comienzo del bombardeo de la OTAN en Yugoslavia en 1999, el
Washington Post señaló con toda naturalidad: ‘Con la creciente fragilidad
en Oriente Próximo, necesitaremos bases y derechos de sobrevuelo en los Balcanes
para proteger el petróleo del Mar Caspio.’
Camp Bondsteel fue la primera de una vasta cadena de bases de USA que fueron
construidas durante esta década. Las fuerzas armadas de USA siguieron
construyendo bases militares en Hungría, Bosnia, Albania y Macedonia, además de
Camp Bondsteel en Kosovo, que entonces seguía siendo parte de Yugoslavia.
Una de las bases de USA más importantes y menos mencionadas estaba en
Bulgaria, un antiguo satélite soviético y ahora nuevo miembro de la OTAN. En un
conflicto – y en Pentágono-speak hay sólo ‘conflictos,’ ya no son guerras, que
involucrara aspectos que requirieran que el Congreso las declarara oficialmente,
los militares utilizarían Bezmer para ‘aumentar’ hombres y material hacia las
líneas del frente. ¿Dónde? ¿En Rusia?
USA ha estado construyendo sus bases en Afganistán. Ha construido tres
importantes bases de USA desde su ocupación de Afganistán en el invierno de
2001, en Bagram Air Field al norte de Kabul, el principal centro logístico
militar de USA; Kandahar Air Field, en el sur de Afganistán y Shindand Air Field
en la provincia occidental de Herat. Shindand, la mayor base de USA en
Afganistán, fue construida a unos 100 kilómetros de la frontera con Irán.
Afganistán había sido históricamente el corazón del Gran Juego
Británico-Ruso: la lucha por el control de Asia Central durante los siglos XIX y
comienzos del XX. La estrategia británica era impedir a todo precio que Rusia
controlara Afganistán y con ello obtuviera un puerto de agua caliente para su
armada y amenazara la joya de la corona imperial británica: India.
Afganistán es visto también por los planificadores como de alta importancia
estratégica. Es una plataforma desde la cual los militares de USA podrían
amenazar directamente a Rusia y China así como a Irán y a otros del Oriente
Próximo rico en petróleo. Poco ha cambiado al respecto en más de un siglo de
guerras.
Afganistán es un sitio extremadamente vital, que está a horcajadas sobre Asia
meridional, Asia Central y Oriente Próximo. Afganistán también se halla a lo
largo de una ruta propuesta para un oleoducto desde los campos petrolíferos del
Mar Caspio al Océano Índico, donde la compañía petrolera USamericana, Unocal,
participó en negociaciones, junto con la Halliburton de Cheney y Enron, para
obtener derechos exclusivos al gasoducto para llevar gas natural de Turkmenistán
por Afganistán y Pakistán a la inmensa planta eléctrica de gas natural de Enron
en Dabhol cerca de Mumbai.
Al mismo tiempo, el Pentágono llegó a un acuerdo con el gobierno de
Kirguistán en Asia Central, para construir allí una base estratégicamente
importante, Manas Air Base en el aeropuerto internacional de Bishkek. Manas no
sólo está cerca de Afganistán; también está a una fácil distancia del petróleo y
el gas del Mar Caspio, así como de las fronteras tanto de China como de
Rusia.
Como parte del precio de su aceptación como aliado de USA en la Guerra contra
el Terror en lugar de ser su enemigo, Washington impuso un acuerdo con el
dictador militar de Pakistán, general Pervez Musharraf, que permite que el
aeropuerto de Jacobabad, a unos 400 Km. al norte de Karachi, sea utilizado por
la Fuerza Aérea de USA y por la OTAN ‘para apoyar su campaña en Afganistán.’
Otras dos bases de USA fueron construidas en Dalbandin y Pasni.
Todo esto es sólo una pequeña parte de la vasta red de bases militares
controladas por USA que Washington ha estado construyendo globalmente desde el
así llamado fin de la Guerra Fría.
Está quedando claro para gran parte del resto del mundo que Washington
incluso podría estar instigando o provocando guerras o conflictos con naciones
en todo el mundo, no sólo para controlar el petróleo, aunque el control
estratégico del flujo global del petróleo ha estado al centro del Siglo
USamericano desde los años veinte. Es el verdadero significado de lo que
Vladimir Putin dijo en Munich. Dijo al mundo lo que éste no quería oír: “La
nueva ropa del emperador” USamericano no existe. El emperador está vestido de la
búsqueda desnuda del control militar global.
A comienzos de los años noventa, al terminar la Guerra Fría, el gobierno de
Yeltsin había solicitado a Washington una serie de reducciones mutuas del tamaño
del arsenal de armas y misiles nucleares de cada superpotencia. Los arsenales
nucleares rusos estaban envejeciendo y Moscú veía poca necesidad de seguir
armado hasta sus dientes nucleares una vez que la Guerra Fría había
terminado.
Evidentemente Washington vio una oportunidad dorada para buscar la primacía
nuclear, por primera vez desde los años cincuenta, cuando Rusia desarrolló por
primera vez la capacidad de lanzamiento del Misil Balístico Intercontinental
(ICBM) para su creciente arsenal de armas nucleares.
La primacía nuclear es una política agresiva ofensiva. Significa que una
superpotencia, USA, tendría la posibilidad de lanzar un Primer Ataque nuclear
total contra las instalaciones nucleares de Rusia y destruir suficientes
objetivos en el primer golpe, con lo que Rusia se vería discapacitada para
realizar alguna represalia efectiva.
Sin una amenaza verosímil de represalia, Rusia no tendría un disuasivo
nuclear verosímil. Estaría a la merced del poder supremo. Nunca antes en la
historia había parecido tan cercana la perspectiva de semejante poder supremo en
las manos de una sola nación.
Esta acción sigilosa del Pentágono hacia la Primacía Nuclear ha sido
realizada, hasta ahora, en el máximo secreto, disfrazada en una retórica de
“Asociación por la Paz” entre USA y Rusia.
En lugar de aprovechar la oportunidad para retirarse del borde de la
aniquilación nuclear después del fin de la Guerra Fría, Washington se ha
orientado hacia la mejora de su arsenal nuclear, simultáneamente con la
reducción de su cantidad.
Mientras el resto del mundo seguía en choque por los eventos del 11 de
septiembre de 2001, el gobierno de Bush actuó unilateralmente para desgarrar sus
anteriores obligaciones contractuales con Rusia de no construir una defensa
contra misiles.
El 13 de diciembre de 2001, el presidente Bush anunció que el gobierno de USA
abandonaba unilateralmente el Tratado contra Misiles Balísticos (ABM) con Rusia,
y comprometió 8.000 millones de dólares del presupuesto para 2002 para construir
un sistema Nacional de Defensa de Misiles. Lo hizo aprobar por el Congreso,
presentándolo como una acción para proteger el territorio de USA contra ataques
terroristas delincuentes, de Estados que incluían a Corea del Norte e Iraq.
El argumento delincuente era un fraude, una historia de fachada plausible
diseñada para hacer pasar a hurtadillas el cambio de política sin debate,
después del choque del 11 de septiembre.
La revocación del Tratado ABM fue poco comprendida fuera de los círculos
militares cualificados. En realidad, representaba el paso más peligroso tomado
por USA hacia la guerra nuclear desde los años cincuenta. Washington iba rápido
hacia el objetivo de la superioridad nuclear total en todo el globo: la Primacía
Nuclear.
Washington desmanteló sus altamente letales misiles MX en 2005. Pero eso
engaña: Al mismo tiempo, mejoró significativamente sus restantes ICBM instalando
las ojivas nucleares MX de alto rendimiento y vehículos de reingreso en sus ICBM
Minuteman. El sistema de guía de los Minuteman ha sido mejorado para equiparar
el de los desmantelados MX.
El Pentágono comenzó a reemplazar los misiles balísticos anticuados en sus
submarinos por misiles Trident II D-5 mucho más precisos, con nuevas ojivas
nucleares de mayor rendimiento.
La Armada transfirió más submarinos nucleares SSBN lanzadores de misiles
balísticos al Pacífico para patrullar el punto ciego del radar de advertencia
anticipada de Rusia así como para patrullar cerca de las costas de China. La
Fuerza Aérea de USA completó el reacondicionamiento de sus bombarderos B-52 con
misiles crucero con armas nucleares considerados invisibles para el radar de
defensa aérea de Rusia. Una nueva electrónica de aviación aplicada a los
bombarderos furtivos B-2 les dio la capacidad de volar a alturas extremadamente
bajas evitando también la detección por radar.
Una vasta cantidad de armas acumuladas no es necesaria para la proyección del
nuevo poder global. Tecnología poco publicitada ha permitido que USA despliegue
una fuerza nuclear de ataque ‘más sobria y más maligna.’ Un ejemplo es el
exitoso programa de la Armada de mejorar la espoleta de las ojivas nucleares
W-76 que se usan en la mayoría de los misiles lanzados por los submarinos de
USA, lo que posibilita que alcancen objetivos muy duros tales como los silos de
ICBM.
Nadie ha presentado jamás evidencia verosímil de que Al Qaeda, Hamas, Hezbolá
o alguna otra organización en la Lista Negra de Organizaciones Terroristas del
Departamento de Estado posean misiles nucleares en silos subterráneos
reforzados. Aparte de USA y tal vez Israel, sólo Rusia y en menor grado, China,
los poseen en alguna cantidad.
En 1991, en el supuesto fin de la Guerra Fría, en un gesto para reducir el
peligro de un error de cálculo nuclear estratégico, se ordenó a la Fuerza Aérea
de USA que sacara a su flota de bombardeos nucleares de la condición de Alerta
Inmediata. Después de 2004 esto también ha cambiado.
Una vez más, Conplan 8022 puso a los bombarderos de largo alcance B-52 y a
otros bombarderos de la Fuerza Aérea de USA en la condición de ‘Alerta’. El
comandante de la 8ª Fuerza Aérea declaró en la época, que sus bombarderos
nucleares estaban ‘esencialmente en alerta para planificar y ejecutar Ataques
Globales’ por cuenta del Comando Estratégico de USA o STRATCOM, basado en Omaha,
Nebraska.
Conplan 8022 incluía no sólo armas nucleares de largo alcance y
convencionales lanzadas desde USA, sino también bombas nucleares y otras
desplegadas en Europa, Japón y otros sitios. Concedió a USA lo que el Pentágono
llamó el Ataque Global, la capacidad de atacar cualquier punto de la tierra o
del cielo con una fuerza devastadora, nuclear así como convencional. Desde la
orden de preparación de Rumsfeld en junio de 2004, el Comando Estratégico de USA
se ha vanagloriado de que está listo para ejecutar un ataque en cualquier sitio
de la tierra ‘en medio día o menos,’ desde el momento en que el presidente diera
la orden.
El 24 de enero de 2006, en el Financial Times de Londres, la
embajadora de USA ante la OTAN, Victoria Nuland, ex asesora del vicepresidente
Dick Cheney y esposa de un destacado halcón belicista neoconservador de
Washington, declaró que USA quería una ‘fuerza militar globalmente desplegable’
que operaría por doquier – de África a Oriente Próximo y más allá.
Incluiría a Japón y Australia así como a las naciones de la OTAN, agregó
Nuland. ‘Es un animal (sic) totalmente diferente cuyo rol en última instancia
dependerá de los deseos y aventuras de USA.’ ¿Dependiente de los deseos y las
aventuras de USA? Son palabras que difícilmente ayudan a calmar considerando el
historial del antiguo jefe de Nuland en la falsificación de inteligencia para
justificar guerras en Iraq y otros sitios.
Ahora bien, con el despliegue de una defensa de misiles aún más brutal, bajo
Conplan 8022, USA tendría lo que los planificadores del Pentágono llamaron
‘dominación de escalada’ – la capacidad de ganar una guerra a cualquier nivel de
violencia, incluyendo la guerra nuclear.
Como argumentaron algunas mentes más sobrias, si Rusia y China reaccionaran
ante estas acciones de USA, incluso con un mínimo de medidas de autoprotección,
los riesgos de una conflagración nuclear global por error de cálculo aumentarían
a niveles que van mucho más allá de cualesquiera que hayan sido vistos incluso
durante la Crisis de Misiles en Cuba o en los días peligrosos de la Guerra
Fría.
La pesadilla de Mackinder
En unos pocos años, Washington se las ha arreglado para crear la pesadilla
del padre británico de la geopolítica, Sir Halford Mackinder, el guión
horripilante temido por Zbigniew Brzezinski, Henry Kissinger y otros veteranos
de la política exterior de la Guerra Fría de USA que estudiaron y comprendieron
el cálculo del poder de Mackinder.
La zona central y la masa continental de Eurasia, ricas en recursos y
población, están creando vínculos económicos y militares mutuos por primera vez
en la historia, un impulso que surge del papel cada vez más agresivo de
Washington en el mundo.
El impulsor de esta cooperación geopolítica europea emergente es obvio.
China, con la mayor población del mundo y una economía que expande a más de un
10% por año, necesita urgentemente socios seguros que puedan garantizar su
seguridad energética. Rusia, un Goliat energético, necesita mercados comerciales
seguros independientes del control de Washington para desarrollar y reconstruir
su economía debilitada. Esas necesidades complementarias forman la semilla
cristalina de lo que Washington y los estrategas de USA definen como una nueva
Guerra Fría, esta vez por la energía, sobre todo por el petróleo y el gas
natural. El poderío militar es esta vez la divisa, igual que en la anterior
Guerra Fría.
Al llegar el año 2006 Moscú y Beijing habían decidido claramente la mejora de
su cooperación con sus vecinos euroasiáticos. Ambos acordaron que convertirían
una moribunda organización inarticulada que habían fundado conjuntamente en
2001, después de la crisis asiática de 1009, la Organización de Cooperación de
Shangai o SCO. La SCO tenía miembros muy importantes, desde el punto de vista
geopolítico. La SCO incluía a Kazajstán rico en petróleo, a Uzbekistán,
Kirguistán y Tajikistán así como a China y Rusia. En 2006 Beijing y Moscú
comenzaron a ver a la SCO como un contrapeso naciente ante una política del
poder USamericana cada vez más arbitraria. La organización discutió proyectos de
cooperación energética e incluso la defensa militar mutua.
Las presiones de una política exterior USamericana cada vez más desesperada
están imponiendo una improbable ‘coalición de los no dispuestos’ en toda
Eurasia. Los potenciales de una tal cooperación euroasiática entre China,
Kazajstán e Irán son bastante reales y obvios. El eslabón faltante, sin embargo,
es la seguridad que la haría invulnerable, o casi, a la bravuconería de
Washington y la OTAN. Sólo un poder sobre la tierra tiene la base nuclear y
militar y el know-how para asegurarla – la Rusia de Vladimir Putin.
El oso ruso afila sus dientes nucleares...
No puede sorprender que el gobierno ruso reaccione cuando las tropas de la
OTAN se aproximan sigilosamente a las fronteras rusas desde todos lados, los
B-52 nucleares de USA y los submarinos SSBN son desplegados a sitios
estratégicos en el perímetro de Rusia, Washington extiende su nuevo escudo de
misiles de Groenlandia al Reino Unido, a Australia, Japón y ahora incluso a
Polonia y la República Checa.
Los planificadores de Washington pueden haber supuesto que porque el otrora
poderoso Ejército Rojo era una carcasa de su antigua gloria, el estado de
preparación de las fuerzas armadas rusas desde el fin de la Guerra Fría era
ridículo.
Pero Rusia nunca abandonó su principal triunfo – su fuerza estratégica
nuclear.
Durante todo el caos económico de los años de Yeltsin, Rusia nunca dejó de
producir tecnología militar de punta.
En mayo de 2003, unos meses después de que George Bush desgarrara
unilateralmente el Tratado bilateral de Defensa Antimisiles con Moscú, invadiera
Afganistán y bombardeara Bagdad hasta subyugarla, el presidente de Rusia
presentó a la nación rusa un nuevo mensaje en su discurso anual sobre el Estado
de la Unión.
Putin habló por primera vez en público de la necesidad de modernizar el
disuasivo nuclear de Rusia creando nuevos tipos de armas, ‘que garantizarán a
largo plazo la capacidad de defensa de Rusia y sus aliados.’
Como respuesta a la abrogación por el gobierno de Bush del Tratado ABM, y con
su Start II, era previsible que Rusia dejara de retirar y destruir sus misiles
SS-18 MIRVed. Start II había prevista la eliminación total de misiles de ojivas
múltiples o MIRVed, por ambas partes para 2007.
En esa ocasión Rusia comenzó a reconfigurar sus misiles SS-18 MIRV a fin de
extender su vida útil hasta 2016. Los misiles SS-18 con carga completa tenían un
alcance de 11.000 kilómetros. Además, cambió de frente los misiles nucleares
móviles basados en rieles SS-24 M1.
En su presupuesto 2003, el gobierno convirtió en una ‘prioridad’ el
financiamiento de sus misiles de una sola ojiva SS-27 o Topol-M. Y el ministerio
de defensa reanudó los lanzamientos de prueba de SS-27 y Topol-M.
En diciembre de 2006, Putin dijo a periodistas rusos que el despliegue del
sistema móvil ruso Topol-M de misiles balísticos intercontinentales era crucial
para la seguridad nacional de Rusia. Sin nombrar la obvia amenaza USamericana,
declaró: ‘El mantenimiento de un equilibrio estratégico significará que nuestras
fuerzas de disuasivo estratégico podrán garantizar la neutralización de
cualquier agresor potencial, no importa qué sistemas modernos de armas
posea.’
No cabía duda sobre en quién estaba pensando, y no se trataba de los
habitantes de las cavernas de Al Qaeda en Tora Bora.
El ministro ruso de defensa, Sergei Ivanov, anunció al mismo tiempo que los
militares desplegarían otros 69 sistemas de misiles Topol-M basados en silos y
móviles durante la década siguiente. Justo después de su discurso de Munich,
Putin anunció que había nombrado a su antiguo amigo del KGB/FSB, Ivanov, como su
primer vice-primer ministro supervisando toda la industria militar.
El ministerio ruso de defensa informó que a partir de enero de 2006, Rusia
poseía 927 vehículos de lanzamiento nuclear y 4.249 ojivas nucleares en
comparación con 1.255 y 5.966 respectivamente de USA. No existen otras dos
potencias sobre la faz de la tierra que lleguen siquiera a aproximarse a esas
masivas capacidades de sobrecapacidad de exterminación. Fue el motivo, en última
instancia, por el que toda la política exterior de USA, militar y económica,
desde el fin de la Guerra Fría había tenido como objetivo final la total
deconstrucción de Rusia como un Estado en funcionamiento.
En abril de 2006, los militares rusos probaron el misil K65M-R, un nuevo
misil diseñado para penetrar los sistemas de defensa contra misiles de USA.
Formaba parte del ensayo y despliegue de una ojiva uniforme tanto para misiles
basados en tierra como en el mar. El nuevo misil era hipersónico y capaz de
cambiar la ruta de vuelo.
Cuatro meses antes, Rusia ensayó con éxito su Bulava ICBM, una versión naval
del Topol-M. Fue lanzado desde uno de sus submarinos de misiles balísticos de la
clase Typhoon en el Mar Blanco, viajando 1.600 kilómetros antes de alcanzar con
éxito un objetivo simulado en la Península Kamchatka. Los misiles Bulava han de
ser instalados en submarinos nucleares rusos de la clase Borey a partir de
2008.
Durante una inspección personal del primer regimiento de misiles balísticos
intercontinentales móviles rusos Topol-M en diciembre de 2006, Putin dijo a
reporteros que el despliegue de ICBM móviles Topol-M es crucial para la
seguridad nacional de Rusia, declarando: ‘Éste es un paso significativo hacia la
mejora de nuestras capacidades de defensa.’
‘El mantenimiento de un equilibrio estratégico,’ continuó, ‘significará que
nuestras fuerzas de disuasión estratégica podrán garantizar la neutralización de
cualquier agresor potencial, no importa qué sistemas modernos de armas
posea.’
Obviamente Putin no pensaba en Francia cuando se refirió al anónimo
‘agresor.’ El presidente Putin había presentado personalmente al presidente
francés, Chirac, una visita de una de las instalaciones de misiles de Rusia
durante ese mes de enero, en la que Putin explicó los últimos adelantos en
misiles rusos. ‘Sabe de lo que estoy hablando,’ dijo Putin a los reporteros
posteriormente, refiriéndose a la comprensión de Chirac de la importancia del
arma.
Putin tampoco pensaba en Corea del Norte, China, Pakistán o India, ni en Gran
Bretaña con su anticuada capacidad nuclear, ni siquiera en Israel. La única
potencia que rodea a Rusia con armas de destrucción masiva es su antiguo enemigo
de la Guerra Fría – USA.
El comandante de las fuerzas de cohetes estratégicos de Rusia, general
Nikolai Solovtsov, fue más explícito. Al comentar el exitoso ensayo del K65M-R
en el área de pruebas de misiles de Kapustin Yar en abril pasado, declaró que
los planes de USA para un sistema de defensa de misiles, ‘podrían afectar la
estabilidad estratégica. La escala planificada del despliegue por USA de un...
sistema de defensa de misiles es tan considerable que el temor de que podría
tener un efecto negativo sobre los parámetros del potencial de disuasión nuclear
de Rusia es bastante justificado.’ Para decirlo de modo simple, se refirió a la
búsqueda abierta ahora por USA de la Dominación de Espectro Pleno: Primacía
Nuclear.
Se prepara un nuevo Apocalipsis. La orden del día militar unilateral de
Washington ha provocado previsiblemente un importante esfuerzo de Rusia por
defenderse. Las perspectivas de una conflagración nuclear global, por error de
cálculo, aumentan de día en día. ¿En qué momento podría decidir un presidente
USamericano, Dios nos libre, un ataque nuclear preventivo generalizado contra
Rusia para impedir que Rusia reconstruya un estado de disuasión mutua?
El nuevo Apocalipsis no es exactamente el Apocalipsis por el que oran los
fanáticos cristianos de George Bush cuando sueñan con su Rapto. Es un
Apocalipsis en el que Rusia y USA irradiarían el planeta y, tal vez, destruirían
la civilización humana al hacerlo.
Irónicamente, el petróleo, en el contexto de la fracasada guerra de Iraq de
Washington y del alza de los precios del petróleo en el mundo después de 2003,
ha posibilitado que Rusia inicie la dura tarea de reconstruir su economía
derrumbada y sus capacidades militares. La Rusia de Putin ya no es una
superpotencia que mendiga ante sus vecinos. Utiliza su arma del petróleo y
reconstruye las nucleares.
Los USA de Bush son una economía ahuecada, plagada de deudas, empeñada en
utilizar su última carta: su vasto poder militar para fortalecer el dólar y su
papel como la única superpotencia del mundo.
Obviamente Putin ha comprendido que su nuevo ‘compañero en las oraciones,’
George W. Bush, tiene un gran punto negro que oculta los secretos de su corazón.
Recuerda una popular balada de ‘country-and-eastern’ de la difunta Tammy
Wynette: “Los vaqueros ya no tiran certeramente como solían hacerlo. Te miran a
la cara y mienten con sus sombreros blancos puestos.’ Es ciertamente lo que
sucede con el famoso vaquero de Crawford, Texas, en sus manejos con Vladimir
Putin y el resto del mundo.
F. William Engdahl es
autor de: “A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World
Order,” y de “Seeds of Destruction: the dark side of gene manipulation,” a ser
publicado próximamente. Este artículo proviene de su nuevo libro, en
preparación, sobre la historia del Siglo USamericano. Para contactos, abra su
sitio en la Red: www.engdahl.oilgeopolitics.net.
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArticle&code=ENG20070220&articleId=4873
Fuente:
www.rebelion.org ,
20/3/07.