Para ello, la Casa Blanca viene ajustando e
implementando los previos y respectivos pasos para garantizar un completo
éxito en la aventura bélica. Releva militares de altos rango reticentes a
las políticas militares para Irak y el Oriente Medio, y designa nuevos
responsables en puestos de dirección y jefatura; personas cercanas al
lobby israelí y neoconservador, a favor de la salida militar. Uno de esos
casos es el reciente nombramiento al frente del Comando Central (CENTROM)
que supervisa el Oriente Medio, al almirante Willam Fallon, quién es un
experto en guerra aérea y cercano a los neocons y al lobby
judío.[1]
Los pilares centrales del Plan de Ataque a Irán
lo componen una serie de políticas y mecanismos interrelacionados en una
guerra multidimensional que apuntan al mismo fin: destruir a Irán, para
controlar el país y hacerse a sus enormes riquezas de gas y de
petróleo.
Estos son los pilares principales que está
trabajando la Administración Bush, de los cuales tomaremos algunos para su
análisis:
1) En contra de su programa nuclear, generar
presión internacional y diplomática a través del Consejo de Seguridad de
la ONU, e incidencia para que se le sancione económica y
militarmente. 2) Ataques geo-financieros, manipulando la caída de los
precios del petróleo, y de esta forma ahogar económicamente al gobierno
de Mohamed Ahmadineyad. 3) A nivel mundial, saturando los medios de
comunicación, con propaganda sobre el peligro que representa el régimen
shií por su ‘fundatalismo religioso’, por su programa nuclear, y por el
apoyo que está brindando a “terroristas y radicales que odian a EE.UU.,
que matan soldados usaméricanos.” 4) Desplegando contingentes y
medios para el ataque. Envío de portaviones, submarinos nucleares,
soldados, sistemas de misiles antiaéreos a la zona. 5) Apoyo a los
grupos disidentes iraníes, en colaboración con el grupo secreto
conformado por la Casa Blanca para tal fin conocido como Iran Syria
Policy and Operations Group (ISOG).[2] 6) Impulso, fomento y creación
de enfrentamientos y situaciones de guerra civil en aquellos países que
puedan convertirse en impedimento para el desarrollo de los planes
contra Irán: Irak, Palestina, Líbano.
En cuanto a los ataques económicos se enmarcan
dentro de la guerra multidimensional emprendida por Washington. En ellos
se incluye una guerra de tipo geofinanciera.
Esta presión está siendo ejercida y manipulada
por multinacionales y centros financieros mundiales, en especial por el
Banco de Inversiones Goldman Sachs, y de otra, por Arabia Saudita, a fin
de que el precio de petróleo continúe cayendo por debajo de los US $40
dólares barril.
Todo esto encaja con los planes saudíes de
reducir los precios del petróleo, aumentando la producción, para debilitar
a Irán en caso de una retirada de Usamérica de Irak. La idea central es
debilitar financieramente a Irán, ya que el 85% de sus ingresos económicos
provienen principalmente de exportación de petróleo y en tanto, el 40% de
la gasolina que emplea es importada. Pues Irán carece de capacidad para
refinar localmente.
Si en un comienzo se argumentó que la caída del
precio del petróleo obedecían a problemas climáticos, como el fenómeno “de
el Niño”, el editor del Global Money Trends Magazine (2007-01-09), Gary
dorsch, sostiene que la razón real es el exceso de producción,
evidenciándose que la OPEC hizo trampa en su compromiso para reducir la
producción de petróleo a 23.3 millones de bdp en diciembre. En lugar de
esto, el Cartel bombeó 27 millones bdp, es decir 700 mil bdp por arriba de
las cuotas acordadas. Ha de tenerse presente que el país con capacidad
sobrante de petróleo y medios para presionar a fin de que los precios
desciendan es Arabia Saudita.
El ataque por parte de Goldman Sachs se basa en
el recorte del 50% de sus riesgos al petróleo para el presente año, en
algunos de los subíndices en el Goldman Sachs Commodity Index, que
naturalmente ha comenzado a tener impacto sobre los inversores. A esto se
refire Warren Mosler, presidente de Valence Corp., multimillonaria firma
de hedge funds, "si el modelo de Goldman le dice a ellos [inversores
institucionales] que deben reducir sus riesgos energéticos en gran parte
ellos lo hacen," (citado por Michael Norman en Energy Dumped, New York
Post, 2007-01-08.).
Pero si la idea, al tomar estas medidas, es
asfixiar la economía de Irán, parece que Ahmadineyad se preparó para ese
eventual acontecimiento. Pues su gobierno adoptó un precio de US$ 33,70
dólares por barril de petróleo para el curso presupuestario que se inicia
con el Novruz, el 21 de marzo [que es la fiesta de inicio del año iraní,
N.A.], con el fin de “proteger a Irán de los enemigos que intentan hacerle
daño a su economía disminuyendo los precios internacionales del crudo.”
(Reuters, 2007-01-21)
A este tipo de presiones también se ha sumado
la Unión Europea, ya que el Tribunal de Primera Instancia del tribunal
Europeo, anuló la congelación de fondos de la organización armada Mujahidi
Halk [Combatientes del Pueblo]. Esta organización es declarada terrorista
por la misma Unión Europea, EE.UU, Canadá, Irán, y cuyo objetivo es
derrocar al régimen iraní.
Simultáneamente, EE.UU. ha implementado una
serie de pasos diplomáticos y de relaciones tanto con Estados como con
líderes políticos de Oriente Medio, en unos casos se trata es de ganar
posibles aliados ante el ataque militar contra Irán y en otros, buscando
neutralizar o aislar a posibles opositores tanto de Washington como de
Israel, que puedan hacer comprometer la atención y esfuerzos militares a
Israel en su propio territorio.
Esa es la razón por la que, la Secretaria de
Estado, Condoleezza Rice, y otros miembros importantes del gobierno
estadounidense estén últimamente viajando frecuentemente a Oriente Medio
para entrevistarse con jefes de Estado y líderes políticos.
Durante uno de sus más recientes viajes
Condoleezza Rice se reunió con los ministros de relaciones exteriores de
Egipto, Jordania, Arabia Saudita y los seis miembros del Consejo de
Cooperación del Golfo para tratar de constituir un frente unido contra
Irán, pero aunque en cierta medida logró el apoyo de éstos para el nuevo
Plan para Irak de la administración Bush, el periódico The Peninsula de
Qatar escribió en su editorial (2007-01-17) que "todo el viaje del jetset
resultó ser de antemano otro ensayo de inútil ejercicio diplomático... En
efecto, Rice retornó a Washington con la manos vacías y con un montón de
falsas promesas en vez de optimismo."
Además, Condoleezza Rice en un esfuerzo por
tratar de que EE.UU. aparezca, en este preciso momento, como un adalid de
la paz y de la negociación en Oriente Medio, saca a relucir nuevamente la
moribunda y desprestigiada "Hoja de Ruta". Y haciendo malabarismos intente
presentarla como una iniciativa de paz que aún goza de excelente salud, y
se compromete a que con la mediación de EE.UU. se realice una nueva ronda
de negociaciones entre Israel y Palestina capaz de poner fin al conflicto
entre las partes.
Washington al tratar de revivir la ‘Hoja de
Ruta’ intenta mostrar una imagen mediadora a favor de la paz y la
democracia para la región, y de la creación de un Estado palestino. Si
esto fuera cierto sería plausible, pero esta es simplemente una jugada que
busca distraer al pueblo palestino con la ayuda del presidente la
Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.
Más explícito, la intención de este propósito,
no puede ser, ya que en la reciente reunión de febrero 2, del llamado
'Cuarteto de Madrid': Estados Unidos, la ONU, Rusia y la UE, Condoleezza
Rice dejó muy claro que el deseo de la Casa Blanca, es que el Cuarteto dé
su apoyo a Abbas, pues él es un "socio para la paz" con el que hay que
trabajar [en lenguaje diplomático quiere decir que él está de nuestro
lado, N.A.] y que se aísle al movimiento islámico Hamas.[3]
Queda claro que el fin último es aislar a
Hamas. Sin importar que éste haya sido elegido por el pueblo palestino en
unas elecciones que fueron secundadas por EE.UU. e Israel. Y este objetivo
es más que evidente, pues en los “últimos meses Estados Unidos a través
del Plan Abrams ha estado supliendo de armas, munición y entrenando a
activistas de Al Fatah para que enfrente a Hamás en las calles de Gaza y
Cisjordania.” Además, “Egipto y Jordania, designados aliados y bajo el
Programa Abrams, han estado enviando miles de fusiles y municiones al
presidente de la Autoridad Palestina, Abu Mazen (Mahmoud
Abbas).”[4]
Es más, las ministras de exteriores israelí,
Tzipi Livni, y usamericana, C. Rice, han dicho esta semana que "si se
llega a producir un acuerdo con Hamas, no será posible que el proceso de
paz se reanude." Esta declaración hace claridad sobre el 'proceso de paz'
mediado por la Casa Blanca debe servir para que se enfrenten, y en lo
posible, sirva como detonante a una guerra civil entre palestinos. No
importa que el gobierno de Hamas haya sido legítimamente elegido por el
pueblo palestino. Con estas palabras queda claro de qué democracia y de
qué paz se está hablando. Lo que realmente se busca al desempolvar la
'Hoja de Ruta' es tener ocupados y enfrentados a los palestinos mientras
Israel prepara e inicia los ataques contra Irán.
George W. Bush y su entorno, a pesar de la
cantidad de información que está circulando en referencia a la inminente
agresión contra Irán, están haciendo esfuerzos denodados para desmentir
que no están planeando una guerra contra Irán. Y nadie les cree. Aunque
así lo haya afirmado el Secretario de Defensa, Robert Gates, el pasado dos
de febrero que "entre los planes de EE.UU. no entra atacar a Irán. 'El
presidente [Bush] lo ha dejado claro, la Secretaria de Estado lo ha dejado
claro... yo lo he dejado claro no estamos planeando una guerra contra
Irán." No obstante esto es una verdad a voces. Pues ya es conocido por
todos la mitomanía empleada por la actual administración estadounidense el
caso Irak es el más patético.
Es tal la situación actual y el ambiente
prebélico de la Administración Bush, que el nuevo presidente del Comité de
Inteligencia del Senado de EE.UU., John Rockefeller IV, criticó duramente
a la administración Bush por su acelerada posición combativa hacia Irán,
diciendo que “los esfuerzos de la Casa Blanca por representar a éste como
una creciente amenaza son inquietantes reminiscencias de la retórica a
cerca de Irak antes de la invasión estadounidense de 2003.”...“Para ser
bastante honesto, yo estoy un poco preocupado que esto sea otro
Irak.”[5]
Las agitadas reuniones que viene sosteniendo la
administración Bush y el ajetreo diplomático internacional, principalmente
en el Oriente Medio a partir de diciembre, dicen todo lo contrario de lo
que afirma Washington. En primer lugar, esto no es otra cosa que la
adecuación y ajuste de los diferentes planes de ataque contra Irán en sus
mínimos detalles. Y en segundo lugar, con motivo del lanzamiento del nuevo
plan para Irak, en el que se decidió el envío de más soldados y armamento
para resguardar Bagdad de los ataques terroristas, el presidente
estadounidense G. Bush aprovechó la ocasión para orquestar una inmensa
campaña mundial, con la colaboración de los poderosos mass media de la
desinformación, orientada a culpar al gobierno de Teherán de ser los
culpables del aumento de violencia y de los ataques contra los soldados
norteamericanos.
Refiriéndose a esto el Secretario de Defensa,
Robert Gates, dijo: "lo que estamos tratando de hacer es, en Irak,
contener lo que los iraníes están haciendo a nuestros soldados, su
participación y actividades, particularmente esos proyectiles en forma de
explosivos que están matando a nuestros soldados y estamos tratando de
conseguir que ellos paren su enriquecimiento nuclear" (reuters,
2007-02-02). Y el presidente Bush en el último discurso sobre el estado de
la Unión afirmó: "recientemente, hemos podido ver que hacemos frente a
peligros provenientes de extremistas shiíes, igualmente hostiles con
EE.UU. y decididos a dominar Oriente Próximo. Se sabe que muchos reciben
órdenes del régimen de Irán, el cual financia y arma a terroristas como
Hezbollah, un grupo que ocupa el segundo lugar después de Al Qaeda como
responsable de la muerte de norteamericanos".
Según esas afirmaciones el gobierno iraní no
sólo sería el responsable de entrenar, armar y apoyar a los insurgentes
iraquíes sino que también sería culpable de la violencia en Irak.
Queriendo así, borrar de un solo plumazo y mandando al cesto del olvido la
verdad, que la invasión a Irak y las muertes de miles de mujeres, niños y
ciudadanos iraquíes son producto directo de la agresión para apropiarse de
los recursos petrolíferos y de los apetitos imperiales de
Washington.
Pero esto no hace más que confirmar que ante la
falta de un amplio apoyo no sólo de parte de la comunidad internacional y
del propio pueblo estadounidense a un ataque militar contra Irán, la
Administración Bush y el gobierno israelí están tratando de implementar
otros tácticas para "sensibilizar" a la opinión pública internacional de
que Irán representa un peligro para la seguridad de todas las naciones y
pueblos del planeta. Y quizá esta sea la razón por la cual ahora el eje
USA-Reino Unido-Israel esté desesperadamente buscando otras vías para
justificar sus planeados bombardeos contra las plantas nucleares
iraníes.
Pues aunque sea álgida la controversia por el
contencioso nuclear entre EE.UU. [secundado por Reino Unido, Alemania y
Francia] y el gobierno del presidente Mohamed Ahmadineyad, se agrega un
nuevo elemento negativo, mediante la aprobación de la Resolución 1737 del
Consejo de Seguridad, del 23 de diciembre de 2006, que sanciona a Irán por
negarse a suspender las actividades de enriquecimiento de
uranio.
Si bien es cierto que con esta resolución se ha
sancionado a Irán, esta situación en sí misma, todavía no le brinda la
certeza a EE.UU. de que pueda contar con el apoyo de parte de los miembros
del CS al uso de medios militares en el inmediato futuro contra Irán. Ya
que ésta solamente prohíbe que se facilite a Irán “asistencia o formación
técnica, ayuda financiera, inversiones, servicios financieros y toda
transferencia de recursos o servicios” relacionados con estos programas,
pero quedando explícitamente indicado que las sanciones en ningún caso son
militares.
Si bien la respuesta inmediata de Irán fue de
rechazo, alegando que su programa nuclear es de carácter civil y pacífico.
A manera de desafío anunció que instalaría 3.000 centrifugadoras para
marzo de 2007. Exacerbados los ánimos y establecidas las posiciones, esto
no es garantía para que en la próxima reunión del CS se opte por una
salida militar al controversial programa nuclear iraní.
Aunque por un lado, se produzca ese frontal
rechazo, bravuconadas, desafíos y alardes sobre la capacidad tecnológica
nuclear iraní de la que se ufana M. Ahmadineyad; y que por el otro, se den
exagerados alarmismos atómicos intencionados por parte de Bush. Pese a
ello, existe información seria y contrastada del Organismo Internacional
de Energía Atómica (OIEA), de que Irán aún está lejos de contar con
tecnología para contruir bombas atómicas.
Es más, instituciones de renombre como The
International Institute for Strategic Studies (IISS), de Londres, el
pasado 31 de enero en el lanzamiento del Informe anual del "Balance
Militar 2007", su Director General, John Chipman, dijó:
"Irán en caso de que contará con una reserva de
centrifugadoras, y el instalarlas, en cascadas enlazadas, son dos asuntos
separados. Irán está a varios meses lejos de instalar las centrifugadoras,
incluyendo conectar el complicado sistema de tuberías y los motores
eléctricos. Obtener cascadas centrifugadas para funcionar correctamente es
además otra tarea de un orden de magnitud totalmente diferente, lo cual
podría tomar al menos un año más y probablemente mucho más."... y "en el
supuesto caso y una vez Irán cuente con 3.000 centrifugadoras funcionando
sin contratiempos, el IISS estima que esto podría tomar entre 9 a 11 meses
para producir 25 kilos de uranio altamente enriquecido, suficiente para
una implosión tipo arma. Ese día está todavía lejos, de 2 a 3 años como
temprano."[6]
Es probable que ante esta realidad, y de que el
pretexto esgrimido por la dupla Usaméricana-israelí sobre el 'peligro
nuclear en manos de un país fundamentalista', no sea aceptado en el CS de
La ONU, ni que tampoco permita, ni justifique, ni sea la mejor forma de
venderle a la opinión pública internacional un ataque contra las plantas
nucleares y pozos petroleros iraníes.
Quizá por ello, buscando adelantarse a los
acontecimientos, EE.UU. e Israel se están moviendo aceleradamente en los
preparativos para lanzar los casi que inminentes bombardeos contra Irán;
para luego presentarse y, sobre hechos consumados, presionar a la
comunidad internacional.
Si bien cierto que el programa nuclear iraní es
controversial y causa alarma en muchos sectores a escala mundial, existen
muchas voces que insisten que aún se puede agotar la vía política y la
negociación. E incluso son muchos los que plantean que es mejor presionar
a Irán para que fracase en sus intenciones y en su política interna. Y que
en este momento ya están dando resultado las sanciones tomadas, pues son
numerosos los sectores al interior de Irán que se oponen a las políticas
del actual Gobierno. Que una vez caiga el gobierno de Ahmadineyad, es
cuando deben entrar a jugar su papel importante las fuerzas disidentes,
apoyadas por EE.UU. y la Unión Europea.
Pero a pesar de lo controvertido del programa y
de sus críticas, todo está indicando que las acciones bélicas planeadas,
serían emprendidas sin aprobación del Consejo de Seguridad de ONU, ya que
su interior hay voces que se oponen a las acciones militares. Por lo
tanto, estos dos Estados, al emprender cualquier acción militar, estarían
actuando por fuera de las leyes del derecho internacional, y en contra de
la comunidad internacional.
A pesar de la desconfianza y la preocupación
que produce el régimen de Teherán, muchos de los aliados de Washington no
comprenden, y menos aún comparten esta nueva aventura bélica de Ehud
Olmert y George Bush. Pues éstos no acaban entender cómo es posible que la
Casa Blanca emprenda una nueva guerra, cuando está recibiendo contundentes
golpes y derrotas militares en Irak. Cuando en Afganistán el Talibán, pese
a la participación de la OTAN y del envío recientemente de más tropas por
parte del Reino Unido, resurge con más fuerza y se espera que en los
próximos meses emprendan acciones de mayor escala en todo el
territorio.
En la misma lógica, se preguntan ¿Cómo es
posible que Tel Aviv, que aún no sale del desconcierto y no se acaba de
recuperar de la contundente derrota que le asestó Hezbollah en el pasado
verano, emprenda una nueva guerra? En esta guerra a Israel no le valió de
nada su enorme capacidad tecnológica; ni su superioridad en armamento, y
tropas; como tampoco, que su aviación no sólo haya destruido miles de
infraestructuras a lo largo y ancho del país; ni haberle causado la muerte
a miles de mujeres, niños, ancianos y personas civiles; ni el haber
bombardeado y lanzado contra los libanés más de 4 millones de
bombas-racimo, según informa el mismo Departamento de Estado de EE.UU.[7];
es decir !una bomba-racimo para cada habitante de Líbano!
Esta serie de reveses militares que viene
sufriendo EE.UU., y su aliado israelí, son un duro golpe a los planes
imperialistas de Washington y al expansionismo sionista. Estas derrotas
son de tal calado y de tanta importancia que hicieron añicos los planes y
las agendas políticas de estos dos Estados, afectándolos en lo táctico y
también en lo estratégico. El dominio, control y el poder del que gozaba
EE.UU. sobre los Estados esta región se halla seriamente menoscabado hoy,
a tal punto, que otras potencias y Estados comienzan a competirle por la
influencia en ella.
Ante la deteriorada imagen de la administración
Bush y la pérdida de dominio Estadounidense en esta geoestratégica región
como a nivel mundial, muchos sectores económicos, industriales, militares,
políticos al interior de Estados Unidos, al igual que varios de sus
aliados internacionales, esperan, y aún lo continúan proponiendo, que se
inicie un acercamiento de compromisos y de relaciones con Siria e Irán, a
fin de resolver la grave situación del Oriente Medio y de esa forma evitar
que los fracasos sean de enormes consecuencias en el futuro inmediato.
Para ello, necesariamente hay que poner, al menos por el momento, los
planes imperiales a buen recaudo. La respuesta de Bush y de su séquito
neoconservador fue todo lo contrario a que esperaban estos sectores. Esta
es una peligrosa huida hacia delante, en un intento por recuperar lo
perdido a cualquier precio, esto es, sin importar las
consecuencias.
Este peligroso movimiento y en abierta
contradicción con las recomendaciones de la Comisión Baker-Hamilton, no
sólo compromete al pueblo estadounidense y a sus aliados con el envío de
más tropas a la trampa mortal que se ha convertido Irak, sino que además,
inicia desenfrenadamente los preparativos para atacar a Irán con la ayuda
incondicional de Israel.
Entre los preparativos se ha enviado un segundo
portaviones al Golfo Pérsico y más submarinos nucleares a la zona. En los
países cercanos a Irán ha iniciado el despliegue e instalación de sistemas
antimisiles Patriot. E incluso Polonia arguye que el sistema de misiles de
defensa que quiere instalar EE.UU. en su territorio ¡es debido a la
amenaza de Irán! (sic)[8] Y a manera de provocación se invade una sede
diplomática iraní al norte de Irak y se detienen cinco diplomáticos
consulares, acusándolos de ser responsables del entrenamiento de
terroristas en Irak.
La fiebre bélica es tal que ya se afirma en
medios de comunicación que el ataque tendrá lugar antes de abril, y esto
de alguna forma es un homenaje a Tony Blaír, pues una fuente asevera que
esta fecha “se escogió por ser el último mes en el cargo de Primer
Ministro.”
Y según The Sunday Times del pasado 7 de enero
“dos escuadrones de la fuerza aérea israelí están practicando bombardeos
para continuar sobre objetivos iraníes usando destructores de refugios de
bajo contenido nuclear.”[9] En la misma información se llega a afirmar
“que en los planes diseñados, en las operación que realizará el ejercito
israelí utilizará bombas atómicas con un fuerza equivalente a un quinceava
parte [de un kilotón cada una, N.A.] de las bombas atómicas lanzadas por
EE.UU. en Hiroshima y Nagasaki. Y que bombas convencionales guías por
láser abrirían ‘túneles’ al interior de los objetivos. Entonces
‘mini-armas nucleares’ serían inmediatamente disparadas dentro una planta
en Natanz, explotando profundamente bajo la tierra para reducir el riesgo
de escape radioactivo.”
Esto que parece ciencia ficción, no lo es.
“Riesgo de escape radioactivo” ¡No habrá! Es más, debemos esperar que los
mass media de la desinformación, inunden en los próximos días las
pantallas de televisores y abarroten los periódicos, con datos e
informaciones demostrando científicamente que las bombas nucleares de
Israel y EE.UU. ‘son tan inteligentes’, que serán capaces de distinguir
entre objetivos militares y civiles. Por lo tanto, los ciudadanos civiles
iraníes no deben temer por los ataques, pues a ellos, aunque el país esté
inundado de hongos radioactivos producto de los bombardeos, no les parará
nada.
Recurrir a la mentira no será difícil. Cuando
las imágenes comiencen a mostrar miles de seres humanos calcinados, se
dirá que la culpa no fue por los bombardeos de Bush-Olmert contra Irán,
sino del régimen de los ayatolas por tener almacenadas cientos de bombas
atómicas, y que ellos –los agresores- habían advertido lo peligroso del
‘régimen fundamentalista’.
Según la información que se presenta Israel ha
identificado tres objetivos principales para el ataque al sur de Teherán,
los cuales según Tel Aviv, están involucrados en el programa nuclear
iraní[10]:
• “Natanz, en donde miles de centrifugadoras
están siendo instaladas. • Unas dependencias de conversión de uranio
cerca de Isfahan donde, de acuerdo con la declaración de un
vice-presidente iraní, han sido almacenadas en túneles 250 toneladas de
gas para el proceso de enriquecimiento. • Un reactor de agua pesada
en Arak.”
Además se especifican tres posibles rutas por
donde Israel llevará a cabo los bombardeos. Entre las posibles vías se
cuenta a Turquía y a países árabes del golfo, pero todo parece indicar,
que por las mismas dificultades y riesgos que éstos encierran, los ataques
serán a través y desde Arabia Saudita.
Cualquiera que sea la ruta que Israel y EE.UU.
elijan para iniciar la escalada militar afrontarán una serie de
dificultades: primero, los objetivos que piensan bombardear se encuentran
esparcidos por el territorio iraní; segundo, el limitado rango de vuelo de
los F-15 y F-16 obliga a que estos tengan que ser reaprovisionados de
combustible en pleno vuelo, pero los aviones para el reaprovisionamiento
de combustible necesitan estar cerca de los objetivos de ataque; tercero,
el acceso al espacio aéreo iraní acarrea grandes riesgos para los
cazabombarderos, y además, aquel país que le facilite a Israel o EE.UU. el
acceso a sus instalaciones para llevar a cabo el ataque será considerado
un objetivo de represalia; cuarto, Irán cuenta con un moderno sistema de
misiles de defensa antiaéreos (TOR-M1) y contra destructores.
Una vez se inicien los ataques por parte de la
aviación israelí entrará en acción todos los dispositivos bélicos
previstos. Pues se espera que la respuesta del gobierno de Teherán sea
atacar Israel, bloquear el estrecho de Hormuz, y golpear las instalaciones
petrolíferas de los países del Golfo. Es en este momento en que entrarán
en combate las fuerzas militares desplegadas por EE.UU. en la
región.
Pero Irán también se ha estado moviendo con
rapidez. Ha estado acudiendo a la "Hermandad" de los países del área, para
evitar que sea desde estos países los ataques. En reciente visita a
Teherán que realizó Sheikh Mohammed bin Zayed al-Nahyan, Ministro de
Defensa y Príncipe heredero de Emiratos Árabes Unidos, le aseguró al
gobierno de Almaneyad que ellos no permitirán el uso de sus instalaciones
para atacar a Irán. Y El sistema misiles de defensa ruso TOR-M1, que
adquirió recientemente Irán ha sido probado con éxito en días
pasados.[11]
Con este delicado panorama que nos presenta la
tozuda realidad podemos esperar cualquier trágico desenlace. Como es bien
sabido, cuando se desata una guerra es difícil predecir que sucederá a
partir de ese momento. De lo único que podemos estar seguros es que en el
mismo instante que se lance la primera bomba contra Irán, la respuesta de
éste va a producir de inmediato una serie de escenarios de guerra
posibles, con profundas consecuencias no sólo para región sino a nivel
global.
Independientemente de que las acciones
militares y de guerra de Israel-EE.UU. y de los resultados de éstas, la
situación geopolítica de Oriente Medio ya acusa profundos cambios. Lo más
probable es que los acontecimientos que se vislumbran en el presente
continúen con la tendencia que traen y que los nuevos actores de poder que
han entrado en escena en la región se consoliden.
Los dos nuevos poderes a nivel mundial que sin
lugar a dudas se van a consolidar como nuevos poderes decisorios en
Oriente Medio, serán China y Rusia. Poderes que estarán junto a EE.UU.,
cuyo dominio y poder, ante la pérdida de influencia y capacidad de control
en la región, viene en franco retroceso. Y China será, sin dudas, ese
nuevo poder en la zona; pues a manera de ejemplo, cómo se puede entender
que el gobierno saudí amigo incondicional de Washington, se haya
comprometido a llenar reservas estratégicas de petróleo a China. Esto
puede ser una jugada de alto vuelo estratégico, pero también, que Arabia
Saudita está viendo hacia donde se están moviendo las cargas y hacia donde
se dirigen los acontecimientos, y por ello, quiere estar preparada para
ese momento.
Y a nivel regional naturalmente Irán será el
nuevo poder decisorio en esa balanza de poderes, junto a
Israel.
En estos últimos años la comunidad
internacional está experimentando enormes cambios, después haber padecido
el estado permanente de guerra unipolar y unilateralista de Estados
Unidos, que la escena política mundial ha estado transitando
aceleradamente hacia un nuevo orden de carácter multipolar. Por ello, de
alguna manera la tozudez de los conflictos del presente, a nivel global,
está demostrando que esa tendencia hacia un Nuevo Orden Internacional es
más aguda y que éste se está consolidando con el surgimiento de nuevos
poderes mundiales. Cuyos rasgos principales y axiomáticos de ese nuevo
mundo multipolar es la búsqueda de nuevas alianzas y amigos. Reacomodos y
acuerdos entre poderes. Pactar para influenciar.
Igualmente, hay un renacimiento asiático con
luz propia, y el surgimiento de nuevas organizaciones internacionales
regionales o, el revitalizamiento de las ya existentes en contrapeso a ese
viejo orden.
Pero también en este nuevo orden internacional
aún están presentes el lastre de aquellos poderes en decline, como es el
caso de Estados Unidos, que se resiste a su nueva realidad. Que se niega a
aceptar que su sueño imperial hegemónico fue sólo eso, un sueño, pero una
terrible pesadilla para millones de habitantes de la tierra. Que se niega
a admitir que ya no es posible, pese a su capacidad militar, imponerle a
otros Estados y a las nuevas potencias mundiales su voluntad. Y que en su
desesperada añoranza del superpoder perdido, son capaces de crear
hecatombes nucleares sin importarles su propia existencia.
* Víctor Wilches: Miembro del Grupo
Interdisciplinario ALCES-España.
Notas:
1. Conn Hallinan: Iran:Thinking the Unthinkable,
Foreign Policy In Focus, www.fpif.org, enero 15, 2005. 2.
Farah Stockman: US unit works quietly to counter Iran's sway. Backs
dissidents, nearby nations, The Boston Globe, www.boston.com, enero 2,
2007. 3. Rice pedirá hoy en su reunión con el Cuarteto de Madrid más
apoyo para aislar a Hamas, El Mundo, España. www.elmundo.es, febrero 2,
2007. 4. Joshua M. Landis: Co-director, Center of Peace Studies
University of Oklahoma, “Elliot Abrams’ Uncivil War”, Syriacomment.com,
http://www.joshualandis.com/blog,
enero 8, 2007. 5. Mark Mazzetti: Leading Senator Assails Bush over Iran
Stance, New York Times, enero 20, 2007. 6. John Chipman: The
International Institute for Strategic Studies (IISS), Londres, www.iiss.org, enero 31, 2007. 7. Israel podría haber realizado un uso
ilícito de bombas racimo estadounidenses, www.elpaís.com, enero 29,
2007. 8. Iran threat behind Poland's interest in missile defense, Ria
Novosti, www.rian.ru, febrero 2, 2007. 9.
Uzi Mahniami and Sarah Baxter: Revealed: Israel plans nuclear strike on
Iran, The Sunday Times, enero 7, 2007. 10. Ibíd. 11. Iran
successfully tests Russian TOR-M1 missiles, Ria Novosti, www.rian.ru, febrero 7, 2007. |