NCeHu 113/07
Más de 100.000 personas salieron a la calle en las siete
mayores ciudades del país
Manifestaciones masivas en Haití
piden el fin de la ocupación de la ONU
Haiti Information
Project
Contradiciendo las recientes afirmaciones de las Naciones Unidas de que el
movimiento Lavalas estaría muerto, una multitud de más de 100.000 personas,
según cálculos, ocupó las calles de las siete mayores ciudades de Haití en
demanda del fin de la ocupación de la ONU, libertad para los presos
políticos y retorno del presidente exiliado Aristide. Lavalas es el movimiento
político de la mayoría desesperadamente pobre del país y el partido político del
presidente Jean-Bertrand Aristide, derrocado el día 29 de febrero de 2004 en un
golpe apoyado por los Estados Unidos, Francia y Canadá.
A pesar de que
las mayores manifestaciones tuvieron lugar en la capital Puerto Príncipe y en
Cap-Haïtien, la segunda mayor ciudad del país, informan que miles de
personas han participado en actos similares en Port-de-Paix, Hinche, La
Kay, St. Marc y Miragoane. Actos de menor porte habrían ocurrido
también en las ciudades de Jacmel, Leogane y Gonaïves.
El enviado
especial de la ONU en Haití, Edmond Mulet, había declarado hace una semana
que “[mítines exigiendo el regreso del presidente Aristide] han logrado
reunir a unas 3.000 personas, y últimamente quizás solamente
75… 50 personas. Por lo tanto entiendo que el asunto relativo al anterior
presidente Aristide carece ya de actualidad en el ámbito político haitiano, y
que su movimiento –la familia Lavalas– está muy dividido, debilitado”. Mulet
hizo esos comentarios durante un foro-mesa redonda patrocinado por el Centro
para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en 31 de enero último
en Washington D.D.
La información sobre esas manifestaciones en Haití ha
sido objeto de un virtual apagón mediático por parte las grandes grupos
mediáticos. Solamente la Asociación de Prensa (AP) ofreció un corto despacho
informativo sobre las protestas ocurridas en Puerto Príncipe, e informaron
solamente que “centenas” de personas habrían estado presente en las
manifestaciones. Fotos de AP aparecieron también en Yahoo News pero parecían
haber sido cuidadosamente seleccionadas para minimizar el número de
participantes en la capital haitiana.
Pierre-Antoine Lovinsky, de la
Fundación 30 de Septiembre, declaró durante las manifestaciones del miércoles
que “Lavalas sigue siendo el mayor movimiento político de Haití, como se ha
demostrado otra vez. La ONU y la prensa internacional pueden hacer lo que
mejor que puedan para marginarlo y encubrir la verdad, pero esa gente está aquí
para quedarse y nunca han sido tantos como ahora. El Sr. Mulet y la Comunidad
Internacional han caído en su propia red de falsedades”.
Atestando una de
las principales vías de la capital, la Ruta Delmas, la marcha se extendía por
varios kilómetros desde la fachada del cuartel general del Consejo Electoral
Provisional (CEP) , en Delmas 48, hasta más allá del Carrefour Aviation y de una
plaza central inaugurada en su día por Aristide con el nombre de Place Miel. Los
manifestantes entonaban consignas contra las recientes elecciones nacionales y
locales, acusando al CEP, apoyado por la ONU, de haber orquestado una masiva
campaña de fraude electoral. Decenas de miles de partidarios de Lavalas
paralizaron la capital durante más de una semana en febrero de 2006, en desafío
al fiasco de las elecciones presidenciales patrocinadas por la ONU con 76
millones de dólares. El CEP intentó protagonizar un conteo fraudulento de los
votos con el objetivo de impedir que el actual presidente Rene Preval
asumiera el cargo.
Cuando la manifestación llegó a la entrada del Palacio
Nacional de Haití, los manifestantes parecían decididos a recordarle al
presidente Préval que ellos fueron los que le brindaron el cargo. “Préval no
cuenta con una base política propia. Su partido, el Lespwa, no tiene ninguna
base política, y fueron los partidarios de Lavalas los que le eligieron
presidente y luego lucharon contra el fraude para que pudiera asumir el cargo”,
gritaba Jean Luckenson, de 32 años, para que se le pudiera oír sobre ruidosa
multitud. Seguía: “¡Preval debe impedir que la ONU siga asesinando a gente
inocente en Cité Soleil!”, al mismo tiempo que la multitud comenzó a entonar la
consigna “¡Justicia para las víctimas de Cité Soleil!”, en alusión a
las recientes operaciones militares de la ONU en el barrio costero de chabolas
de Cité Soleil en diciembre último y a principios de enero, de las que siguen
apareciendo evidencia de que más de 30 personas desarmadas fueron asesinadas, y
otras decenas heridas. El presidente Préval habría sancionado personalmente las
operaciones militares, según representantes de la ONU citados en la prensa
internacional.
Un momento álgido de la protesta se dio cuando la marcha
llegó al cuartel militar de la ONU en Lalue, también conocida como la Avenida
John Brown. Los manifestantes lanzaron entonces insultos contra el personal de
la ONU que estaban protegiendo las instalaciones con la ayuda de una ingente
falange de soldados fuertemente armados. “¡Abajo la ONU!” era la consigna común
que se oía mientras la marcha pasaba de largo sin incidentes.
Además de
la autoimpuesta censura en la cobertura informativa de las manifestaciones del
miércoles por los grandes medios informativos internacionales, también existen
denuncias de censura de parte de los medios radiotelevisivos haitianos. Según
Andre Joseph, cuyo popular programa Variedad y Vibraciones se puede oír
diariamente en la Radio WLQY de Miami, “mi programa se retransmitía diariamente
en la Radio Indigene de Puerto Príncipe. El propietario me ha informado ahora
que el programa ya no será transmitido debido a las amenazas de muerte que
ha recibido. También me dijo que la ONU amenazó con boicotear su estación y
retirar toda publicidad financiada por la comunidad internacional si se empeñaba
en seguir emitiendo mi programa. Ellos son hoy los mayores anunciantes en Haití,
y de esa manera controlan los medios”. Otro propietario de una de las mayores
emisoras de radio de Haití, que habló bajo condición de anonimato, añadió que
“nos están imponiendo una presión tremenda para que censuremos las noticias.
Especialmente las operaciones militares en Cite Soleil. Las presiones vienen no
solamente de la ONU pero también de CONATEL, el consejo de licenciamiento
de emisoras. No estás sujeto solamente a perder los ingresos aportados por los
grandes anunciantes, pero también puedes tener ahora que enfrentarte a la
privación de tu licencia de emisión. La ONU está obsesionada por la forma como
hacemos la cobertura informativa de sus operaciones. Jamás había visto antes
algo parecido en Haití”.
El video exclusivo de HIP de las operaciones
militares de la ONU del 22 de diciembre de 2006 muestra los riesgos a que
tienen que enfrentarse los periodistas haitianos para poder cubrir los
acontecimientos. Se ve en la cámara a un grupo de periodistas tomando abrigo en
una casa después de haber sido tiroteados por las tropas de la ONU. Uno de los
periodistas grita a través de un móvil: “¡No sabemos porque nos están
disparando. Estamos inmovilizados y necesitamos que envíes un coche para
decirles que cesen de disparar en nuestra dirección. No queremos que nos maten a
nosotros también!”
http://www.haitiaction.net/News/HIP/2_9_7/2_9_7.html