NCeHu 364/06
La "Patria
Contratista" hace su agosto en "la" geografía neoliberal
Corrupción
Afganistán se enroniza
William Fisher
IPS Noticias
"Las empresas constructoras están haciendo mucho dinero en
Afganistán por un mal trabajo", concluyó la periodista afgana Fariba Nawa
en un informe para la organización no gubernamental CorpWatch, que vigila
la acción de las grandes compañías. |
El gobierno estadounidense "vende" sus
operaciones por el desarrollo de Afganistán "como si fuese todo un éxito",
advirtió Nawa, quien obtuvo su formación profesional en Estados Unidos.
"Las corporaciones, que cuentan con buenas conexiones políticas y
realizan un trabajo similar en Iraq", echaron a perder la reconstrucción afgana
pero aun así obtienen "buenos contratos por un plazo indeterminado" y de manera
directa, sin competencia de otras empresas, afirmó.
"Estas compañías se
están embolsando millones de dólares y están dejando a la población cada vez más
frustrada y enojada con el resultados" de su tarea, agregó. Los empleados
extranjeros contratados "cobran unos 1.000 dólares por día, mientras que los
afganos tan sólo cinco."
El informe menciona apenas algunos ejemplos:
"Una carretera que se desmorona antes de ser construida. Una escuela cuyo techo
se derrumba. Una clínica con cañerías falladas. Una cooperativa de agricultores
a la que no pueden ingresar agricultores. Policías y militares afganos que
después del entrenamiento no pueden suministrar ni la seguridad más básica".
El estudio de la periodista "confirma que Afganistán fue 'enronizada'
por el gobierno de Bush", dijo a IPS el profesor Beau Grosscup, de la
Universidad de California en Chico, en referencia a la empresa estadounidense de
energía Enron, que quebró en 2001 en medio de un escándalo de corrupción.
La compañía estadounidense no pagó impuestos en los 15 años anteriores a
su bancarrota pese a obtener ganancias anuales de miles de millones de dólares,
y al quebrar tenía una deuda de 30.000 millones y numerosas acusaciones de
fraude contable.
"Al igual que con la desaparición de Enron, en el
futuro de Afganistán habrá una clase superior que vivió un 'enriquecimiento
meteórico' y que se escapará con el botín, mientras los pobres, impulsados a
invertir importantes cantidades de dinero en la 'reconstrucción' a cambio de
prosperidad, quedarán en la ruina", según Grosscup.
Nawa detalló algunos
casos en su informe. "En la ciudad Qalai Qazi cerca de Kabul, se erige una nueva
clínica, pintada de amarrillo brillante, construida por la empresa
estadounidense The Louis Berger Group", escribió Nawa.
"Esta clínica
debía servir de modelo para la construcción de otros 81 centros similares para
los cuales Berger ya fue contratada --así como para caminos, represas, escuelas
entre otras obras-- a cambio de los 665 millones que ya recibió de Estados
Unidos", explicó
"El problema es que esta clínica 'modelo' se venía
abajo. El cielo raso se pudrió. Las cañerías, cuando funcionaban, goteaban y
vibraban. La chimenea, hecha de metal fino, pudo provocar un incendio en el
techo. Los lavabos carecía de agua corriente, y en lugar emanaba olor a aguas
servidas", indica el informe.
La reconstrucción dirigida por Estados
Unidos incluye millonarios proyectos para la erradicación de cultivos ilegales
de adormidera, materia prima del opio, la morfina y la heroína.
Para
ello, contrató por cuatro años a una compañía privada por 120 millones de
dólares para capacitar a los agricultores en cultivos alternativos. Parte del
programa se concentraba en la localidad de Parwan y en la obtención de
compradores dentro del país y en el extranjero.
Los agricultores,
acostumbrados a plantar granos como frijol y lenteja, fueron alentados a
cultivar verduras. Pero sufrieron pérdidas. La verdura inundó el mercado y los
precios bajaron, relata el informe.
Los expertos del programa
determinaron los agricultores --que con sus familias representan 80 por ciento
de la población-- necesitaban canales y sistemas de irrigación y los medios para
mejorar la colocación de sus productos en el mercado interno, con miras a
minimizar las pérdidas de cosecha y restablecer su participación en el comercio
internacional.
La solución de la empresa contratada fue construir
canales para la irrigación. Pero el informe señala que la adormidera necesita
muy poca agua para crecer por lo que los agricultores terminaron utilizando el
agua de los canales para cultivar aún más opio.
Según el informe,
Estados Unidos contrató varias firmas de relaciones públicas con el fin promover
una imagen positiva de su tareas de reconstrucción.
Entre ellas figura
Rendon Group, una empresa de Washington que "goza de buenas relaciones con el
gobierno de George W. Bush".
El Departamento (ministerio) de Defensa le
otorgó a esta empresa más de 56 millones de dólares en contratos desde el 11 de
septiembre de 2001 "para difundir información positiva sobre Estados Unidos y su
ejército en el mundo en desarrollo", dice este informe.
Los contratos
piden que "se rastree a periodistas extranjeros" y "se incentive (y a veces se
pague) la publicación de comunicados en favor de los intereses de Estados Unidos
en todo el mundo", especifica el documento.
Rendon también se benefició
en 2004 de un contrato para capacitar en relaciones públicas a los subalternos
del presidente Hamid Karzai.
Luego, "recibió otra importante concesión
de 3,9 millones de dólares del Pentágono (Departamento de Defensa) para llevar
adelante campañas contra el narcotráfico junto con el Ministerio del Interior
afgano, a pesar de las objeciones de Karzai y del Departamento de Estado
(cancillería)".
El informe califica de obsoleto a este sistema de
contratos utilizado por los donantes internacionales.
"La Agencia para
el Desarrollo Internacional (Usaid) otorga contratos a compañías
estadounidenses", al igual que el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional lo hacen con compañías de otros países donantes, explicó la
periodista afgana.
Esas empresas "se llevan una buena parte del dinero",
pero "suscriben, a su vez, muchos subcontratos, que a su vez insumen buena parte
de los fondos, con lo que apenas queda los necesario para una reconstrucción que
no llega al nivel esperado", agregó.
"La garantía de calidad es mínima.
Las empresas constructoras saben que pueden precipitarse, poner una nueva capa
de pintura sobre un edificio destartalado, y pasar la factura y rara vez reciben
algún cuestionamiento" por ello.
"Como consecuencia, los hospitales se
desmoronan, las clínicas y las escuelas se caen a pedazos y existen nuevas
carreteras peligrosas, un sistema agrícola 'modernizado' que en realidad dejó a
los campesinos en peores condiciones, además de milicias envalentonadas y
señores de la guerra más preparados para desatar la violencia contra la
población de Afganistán", según el documento.
Los afganos "están
perdiendo la confianza en los expertos en desarrollo cuyo trabajo es reconstruir
y reparar su país. Lo que la población ve es un puñado de compañías extranjeras
que determinan las prioridades para sacar el mayor provecho y que, para colmo, a
veces son lo contrario de lo que se necesita", dice el informe.
Mientras, "la seguridad en Afganistán se sigue deteriorando, amenazando
directamente la reconstrucción. Algunos enfrentamientos son simplemente el
resultado de la profunda frustración y desconfianza entre los afganos que ya no
creen que la comunidad internacional vele por sus intereses", revela el
documento.
El "deliberado uso de los señores de la guerra y de las
milicias en la reconstrucción sólo les ha dado mayor credibilidad y poder,
debilitando aún más al gobierno electo y avivando la insurgencia liderada por
(el movimiento fundamentalista) Talibán que sigue ganando poder", según Nawa.
La infraestructura básica del país "se cae a pedazos" y "el narcotráfico
vive un auge repentino. Estos resultados deberían ser interpretados como un
importante revés para la 'guerra contra el terrorismo'. Esto es un gran
sufrimiento para los afganos, que después de décadas de guerra, creyeron que
finalmente gozarían de un descanso", concluye el informe.
Fuente:
www.rebelion.org , 8 de mayo
de 2006.