NCeHu
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SOBRE LA REFORMA
UNIVERSITARIA, LA “ASAMBLEA” EN LA UBA Y VIOLETA
PARRA
Pablo
Rieznik
La totalidad de los
actuales candidatos al rectorado de la UBA reivindican la Reforma
Universitaria. Un acontecimiento histórico al cual se le rinde
pleitesía cada 15 de junio. Ese día de 1918 estaba convocada también una Asamblea Universitaria, la de
la
Universidad de Córdoba, para elegir a su rector. Había sido
llamada por un interventor del gobierno de Yrigoyen para “normalizar” la casa de
estudios. Los estudiantes de la
FUC (la
FUBA de Córdoba) habían sido persuadidos que en la elección
“institucional” sería designado un profesor accesible a sus reclamos. Pero
la Asamblea,
sin embargo, votó a un candidato enemigo de los estudiantes, amigo del clero
reaccionario y las camarillas profesorales de la época.
Fue el detonante de una
explosión: la sala de sesiones fue copada por los estudiantes y se intimó a todo
el mundo, incluida la policía, a desalojar el recinto. “La multitud arrolló a
los gendarmes, arrastrándolos hasta la puesta de calle” informa “La Prensa” del 16 de junio de
1918. Un dirigente estudiantil de la FUBA, perdón, la FUC, proclamó la toma del edificio y la asamblea
de todos los estudiantes lanzó la
huelga general. El protagonismo estudiantil ocupó el centro del escenario y se
transformó en un movimiento nacional, hizo de la calle su territorio de lucha. Y
transformaron su movimiento en programa: “Córdoba reclama un gobierno
estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía,
el derecho a darse el gobierno propio, radica principalmente en los estudiantes”
(“Manifiesto Liminar” de la
FUBA, perdón, de la FUC).
Si no fuera por esta
virulenta y decidida decisión no hablaríamos hoy de la Reforma, ni sería un
acontecimiento histórico. Publicamos al respecto una larga crónica en Página 12
años atrás. Una historia que no pocos pretenden ocultar como basura debajo de la
alfombra. La democracia precisa de actos enérgicos para imponerla o impedir que
sea precisamente basureada. Ni que hablar cuando se trata de una Asamblea
Universitaria amañada para impedir la expresión del “demos universitario”.
Conclusión: los estudiantes insurgentes de la FUC, perdón, de la FUBA deben ser homenajeados.
Reivindicar la
Reforma Universitaria y la democracia en los claustros y
repudiar la acción directa democratizadora de los estudiantes es un
contrasentido. Y una hipocresía cuando se los tacha de “grupúsculos” en defensa
de cargos, camarillas y personas asociados a la destrucción UBA, a negocios
privados y a un pasado oprobioso. Recordemos, entonces, para un final agradable
aquella canción de Violeta Parra: “¡Que vivan los
estudiantes!”.
Publicado en diario
Pagina 12, de Buenos
Aires, Argentina; 29 de abril con el título “Que vivan los
estudciantes”.