NCeHu 270/06
Reseña de “Toma el dinero y corre. La globalización neoliberal del dinero
y las finanzas”,
de Juan
Torres López
Un
libro de economía que se entiende
Pascual
Serrano

Sin duda comprender la
economía es difícil, estar capacitado para criticar cómo están evolucionando las
finanzas en el periodo neoliberal que atravesamos, más todavía. Pero lograr
poder hacer entendible todo ello a los mortales, es lo más meritorio. Y eso es
lo que hay que agradecerle a Juan Torres. Hartos como estamos de economistas que
tienen como objetivo y función justificar el modelo vigente y preparar textos y
discursos con los que intimidarnos y acomplejarnos para lograr la
desmovilización, encontrar a un economista díscolo que sigue reivindicando
principios humanos, valores fundamentales y justicia social por delante de las
políticas económicas es digno de reconocimiento.
Juan Torres tampoco
pretende explicar todo el universo de la economía neoliberal en este pequeño
libro de 150 páginas. Se detiene en un fenómeno relativamente reciente, “el
volumen tan extraordinario que han alcanzado los flujos financieros y el papel
mucho más relevante y decisivo que ha adquirido el dinero” en las relaciones
económicas actuales. Parte de la idea indiscutible de que hoy “el dinero
existente en la economía se ha disociado del volumen de comercio”. Ya ha dejado
de ser algo que sirve como medio de pago, para convertirse en algo mucho más
grave. Antes, nos recuerda Torres, el poder del dinero era un poder estatal, era
el Estado quien disponía en realidad de la capacidad última para determinar el
alcance de la financiación, bien acuñando la moneda o emitiendo los billetes.
Ahora, como consecuencia de nuevo procesos de la economía internacional, los
Estados, y sus correspondientes Banco Centrales, se han encontrado sin su poder
estatal de regulación que tenían en épocas anteriores. Todo ello ha ido
acompañado de un discurso neoliberal que buscaba legitimar que se dejen fuera
del ámbito de la decisión política democrática los asuntos del dinero y de la
financiación de nuestras sociedades.
En la fase neoliberal que
atravesamos, no sólo asistimos a nuevas y muy rentables formas de productos
financieros que nada tienen que ver con la producción de bienes y servicios,
sino a una disminución de las divisas en poder de los banco centrales y un
aumento del conjunto de activos financieros en manos privadas que ya es cinco
veces mayor que el que poseen los gobiernos.
Juan Torres explica cuáles
son las causas que han provocado ese incremento de los flujos financieros, los
procesos que han llevado a vaciar de contenido las políticas económicas de los
gobiernos para delegarlas en agentes privados sin control ciudadano, y los
valores y principios que se han encargado de justificar esa evolución en la
mentalidad de la opinión pública. Por ejemplo, si antes los agentes adquirían
divisas para poder comprar productos extranjeros con los que poner en marcha
determinado negocio o actividad productiva, ahora lo que da rentabilidad es
comprar o vender divisas por razones puramente especulativas. Algo similar
sucede con el ahorro, que dejó de ser dinero no consumido por los ciudadanos y
destinado a poner en marcha procesos productivos para ser manejado en un mercado
financiero con el único objeto de producir beneficios mediante la especulación.
Es lo que hacen los fondos de inversión, las compañías de seguro, los fondos de
pensiones y las empresas en general. Con la gravedad de que, además, son ellos
los que poseen el dinero y no los Estados, por lo que su control sobre la
economía es absoluto. Incluso han logrado infundir ese modelo económico a las
empresas que tenían vocación de producir. Así tenemos a grandes empresas que
cotizan en Bolsa que hace tiempo que han dejado en un segundo plano la
rentabilidad de las acciones para buscar a toda costa el aumento de su
cotización.
Y esa situación tiene
responsables y cómplices, según Juan Torres. En primer lugar, los gobiernos que
han abdicado de su capacidad de regular el universo monetario. Por otro lado,
las instituciones internacionales comandadas por EEUU, como el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial, que se han encargado de dirigir el traspaso de
poderes desde los gobiernos a los mercados, donde campan a sus anchas los dueños
del capital financiero.
Torres, con valentía, se
encarga de desmontar muchos de los tópicos dominantes entre los defensores del
status quo económico vigente. Por ejemplo, la defensa del libre movimiento de
capitales. El autor nos explica que “nada hay que pueda demostrar que un régimen
de plena y libre movilidad sea globalmente más adecuado”. También denuncia cómo
una de las conquistas sociales más importantes de los últimos decenios ha sido
apropiada por el mercado privado: las pensiones públicas. Y sigue rompiendo
tabús intocables del neoliberalismo. Afirma que “las razones que justifican la
independencia y el gran poder de los bancos centrales no se sostienen ni en el
análisis teórico ni en la realidad”, por lo que son esos bancos los que tienen
subyugados y condicionados a los gobiernos.
Como consecuencia de todo
ello, y según la acertada tesis de nuestro autor, las economías internacionales
actuales se han convertido en grandes casinos de especulación dejando a un lado
la necesidad productiva. Ahora los mercado evolucionan condicionados por la
especulación financiera. Todo ello pervierte el funcionamiento de las empresas,
y la burbuja de las empresas puntocom y de las empresas de comunicación es un
ejemplo claro.
Pero, en mi opinión, el
capítulo más destacado de este libro es el dedicado a las consecuencias
políticas de la “financiarización” de la economía. La situación nos ha llevado,
según Juan Torres, a que “la política monetaria debe desatenderse de la voluntad
del gobierno y, además, que no debe utilizarse para cubrir la gama de objetivos
a los que tradicionalmente estaba vinculada la política económica gubernamental
en su conjunto (crecimiento, pleno empleo, estabilidad de los precios,
equidad)”. Así, tenemos a los bancos centrales controlando la economía siendo
“mucho menos transparentes que los gobiernos y sujetos menos controles
democráticos”. Aunque también aclara el autor que “no puede decirse que los
bancos centrales hayan pasado a ser auténticos portadores de poder monetario. Le
han quitado el poder a los gobiernos, pero no ha pasado a tenerlo ellos”. El
poder monetario efectivo de nuestros días “está en los grandes inversores
institucionales, en las empresas multinacionales y, en general, en los grandes
poseedores de los inmensos y muy concentrados volúmenes de recursos financieros
que se movilizan incesantemente en los mercados”. La consecuencia no puede ser
otra que la pérdida de soberanía de los estados, de los gobiernos y, por tanto,
de los pueblos y del modelo de democracia.
La salida a esta
situación, según Juan Torres, no existe si no se pone sobre el tapete
“cuestiones de fondo, como el tipo de vida y de sociedad que queremos, los
valores que vamos a dejar que las gobiernen o incluso la clase de ser humano que
deseamos”. Para el autor “la voluntad de alcanzar otro orden social sólo puede
nacer de la rebeldía frente a un orden impuesto y fatal, de su no aceptación, de
la repulsa y la condena generalizada de la injusticia y la irracionalidad que
lleva consigo el existente”. Sí, ya sé que esta afirmación no es novedosa, pero
quiero recordar que en este caso va precedida de una magnífica explicación de
cómo está funcionando el mercado financiero internacional, de los elementos
didácticos para entenderlo, del conocimiento por parte del autor de las claves
de funcionamiento del sistema y de algunas propuestas concretas para cambiar ese
modelo vigente. Entre ellas, recobrar el poder de decisión y la capacidad de
maniobra de los gobiernos, recuperar el espacio y la lógica de lo público,
redefinir la fiscalidad, controlar los movimientos de capital y condonar la
deuda de los países empobrecidos.
No voy a añadir yo que
bastaría con eso, pero sí puedo coincidir con Torres en que es un buen
principio.
“Toma el dinero y corre. La globalización neoliberal
del dinero y las finanzas”. Juan Torres López. www.icariaeditorial.com