NCeHu 1331/05
Uruguay
Siete meses de gobierno progresista...
Más continuidades que cambios
Raúl
Zibechi
10/10/05
A siete meses de instalado, la mayoría de los uruguayos
percibe que el gobierno de Tabaré Vázquez ha producido pocos cambios, sin duda
menos de los esperados. Pese a que la popularidad del equipo de gobierno es muy
elevada (entre 50 y 60 por ciento según los sondeos) y a que el Encuentro
Progresista-Frente Amplio triunfó con mayoría absoluta, lo que le permite
gobernar sin pactos con los partidos conservadores, la sensación térmica es que
las fuertes diferencias internas se van resolviendo a favor de los sectores más
pragmáticos, alineados con el continuismo económico.
Las dos áreas en
torno a las que se vienen registrando las mayores disputas son los derechos
humanos y la política económica. Vázquez apostó fuerte para remover la pesada
impunidad que se impuso en Uruguay, desde que en 1989 un referendo ratificó la
Ley de Caducidad que garantiza que los militares que torturaron, asesinaron y
desaparecieron prisioneros durante la dictadura (1973-85) no serán enjuiciados.
El mismo día que asumió el gobierno, el 1º de marzo, adelantó que se realizarían
excavaciones en cuarteles donde habrían sido enterrados algunos desaparecidos.
Dio un paso en falso en agosto, cuando aseguró que había "99 por ciento de
posibilidades" de que en el batallón 14 estuvieran los restos de la nuera del
poeta argentino Juan Gelman, con base en informes que los militares hicieron
llegar a los tres comandantes.
Dos meses después
no se encontraron restos óseos, ni siquiera indicios de tumbas clandestinas.
Todo indica que los militares de la dictadura dieron informes falsos que los
comandantes validaron, colocando al presidente Vázquez en una delicada
situación, que lo puede forzar a relevar a la cúpula militar. El movimiento
social, que parece haber comenzado a marcar distancias con el gobierno, realizó
una importante manifestación el 30 de septiembre reclamando no sólo "verdad",
como viene haciendo hace dos décadas, sino ahora también "justicia", consigna
que desde la aprobación de la ley de impunidad había sido dejada de lado. Un
manifiesto firmado por los principales movimientos, desde los familiares de
desaparecidos hasta la central sindical, reconoce los avances que se están
produciendo, pero a la vez reclama al gobierno la "democratización de la
información" sobre las violaciones a los derechos humanos e investigar todas las
desapariciones y cuestiona la Ley de Caducidad.
De esta manera, los
movimientos están mostrando que un amplio sector de la población no está
dispuesto a dar marcha atrás respecto a sus demandas y menos aún a dejarse
cooptar. En las próximas semanas la cuerda de las relaciones con los militares
habrá de tensarse, pero los movimientos mostraron su disposición a apoyar un
eventual endurecimiento del gobierno.
El frente económico
tiene en los ministros de Ganadería, el tupamaro José Mujica, y de Economía,
Danilo Astori, sus principales portavoces. La elaboración del presupuesto
quinquenal fue el momento de mayor tensión aunque, ironías de la política
uruguaya, la posible renuncia de Astori cuando Vázquez le exigió aumentar los
montos asignados a la educación hasta 4.5 por ciento del PBI se frenó gracias a
la intervención de Mujica. Ciertamente, todos los sectores de la izquierda
reconocen que el actual ministro de Economía es imprescindible, por poco que les
agraden sus orientaciones.
El presupuesto
cumple al pie de la letra las recomendaciones macroeconómicas del FMI. No
obstante, hay cambios evidentes en la educación (cuyo presupuesto aumentará en
50 por ciento), en las relaciones con los sindicatos y los salarios (que
experimentaron el primer aumento significativo en años), y los subsidios a los
más pobres que se resumen en un Plan de Emergencia que abarcará a la población
en situación de indigencia, 5 por ciento del total, que recibirá unos 50 dólares
por familia. Uno de los mayores éxitos del gobierno progresista es haber
instalado consejos tripartitos (Estado-empresarios-sindicatos) para abordar la
cuestión salarial y crear ámbitos para la negociación que disminuyan la
conflictividad laboral. Más allá de los resultados, ya que los aumentos
salariales llegan apenas a un pequeño sector de la población laboral, se trata
de una medida que revierte la desregulación promovida por el modelo neoliberal
desde 1990.
La contracara de
estas medidas positivas es el apoyo a la construcción de dos grandes plantas de
celulosa, y la posibilidad de que se instale una tercera, que consolidan el
modelo forestal con fábricas altamente contaminantes. En paralelo, el gobierno
apoya las maniobras navales UNITAS, promovidas por Estados Unidos, modificando
así una prédica de décadas en su contra. En tercer lugar, se está negociando un
tratado bilateral de inversiones con Washington y Tabaré Vázquez se muestra
ahora a favor de firmar un tratado de libre comercio. En los tres casos la
polémica interna no está impidiendo que se consoliden las posiciones más
conservadoras.
Uno de los
resultados más sorprendentes de los siete meses de gestión progresista es que
Uruguay tiende a alejarse del Mercosur y se acerca a Estados Unidos. Esta
realpolitik parece impulsada tanto por las dificultades que encuentra el
comercio con Brasil y Argentina como por la parálisis que atraviesa el Mercosur
y una política más pragmática de la Casa Blanca. Lo cierto es que, luego de su
reciente viaje a Washington, un Vázquez eufórico dijo que "Estados Unidos es el
que nos compra más y mejor", y que con ese país "vamos a intentar tener más y
mejor relacionamiento comercial".
No llama la
atención, entonces, que el tupamaro Mujica haya señalado, en las mismas fechas,
su decepción. "En el rumbo del gobierno, perdí", dijo, y adelantó su deseo de
abandonar el ministerio, ya que "ganó una concepción ideológica. Me está ganando
Harvard, que es tan dogmática como Moscú". En los próximos meses llegarán más
decisiones de corte neoliberal que afectarán a las empresas estatales. En esa
ocasión las disputas dejarán de librarse en el gabinete ministerial y ganarán la
calle.
Fuente: diario
La Jornada,
de México D.F., México.