NCeHu
1285/05
México
A 37 años de la masacre a los
estudiantes mexicanos rebeldes de 1968 Su ejemplo no se borrará jamás, porque
nosotros tomamos su bandera
Documento leído por los
estudiantes de la UNAM al finalizar la marcha popular-estudiantil del 2 de
octubre pasado
Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de
México
Compañeros y Compañeras
A 37 años de la masacre
perpetrada en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco por el ejército
mexicano, los estudiantes de la UNAM, seguimos en pie de lucha exigiendo
justicia y castigo al genocidio.
Nosotros nacimos en medio de una brutal
ofensiva, sin duda una de las más crueles que haya conocido la humanidad. Hemos
visto cómo el neoliberalismo se ha apoderados de muchos de nuestros recursos
naturales, de empresas públicas, y cómo ha pretendido arrebatarnos la educación,
la salud, los alimentos, la vivienda y el trabajo. También hemos sido testigos
del desprecio de este sistema hacia la humanidad: millones de niños y jóvenes,
cientos de miles de mexicanos expulsados de sus tierras por el hambre y la
miseria.
Sí, compañeros, tenemos mucho por qué seguir luchando. Hace
apenas unos cuantos años, los dueños del dinero creyeron haber ganado la guerra,
y se autoproclamaron “vencedores”. Pero los pueblos del mundo aun no han dicho
la última palabra.
El 2 de octubre ya no es sólo un día de lucha
estudiantil, es ahora, sobre todo, una fecha histórica, de lucha y resistencia,
de los mexicanos rebeldes que salen a las calles a defender a su país y a su
pueblo, como hoy esta Plaza de la Constitución es testigo.
Hoy estamos
aquí para reclamar justicia, para exigir el castigo a todos los responsables de
las masacres del 2 de octubre de 1968, del 10 de junio de 1971, así como de la
guerra sucia, la masacre de Aguas Blancas, de Acteal y el Charco. Y nos
preguntamos: ¿para qué tanto tiempo perdido, para qué tanta burocracia, para qué
tantos recursos despilfarrados en la creación de la Fiscalía Especial, si al
final resolvieron algo que ni su madre les cree? Ya los de arriba, los jueces,
los magistrados y sus instituciones cómplices exoneraron a Luis Echeverría, pero
la historia no, porque la sangre derramada los inculpa, a pesar de lo que digan.
Hace años que el pueblo enjuició, y ha exigido castigo. No creemos ni en su
justicia ni en sus leyes, aquí venimos a decirles: ¡ustedes son los
asesinos!
La represión del gobierno continúa, los universitarios Héctor y
Antonio Cerezo Contreras, fueron los primeros presos políticos del gobierno
foxista que siendo inocentes, continúan lejos de su familia, en las cárceles de
exterminio de Puente Grande y Matamoros. ¡Exigimos su Libertad y la de todos los
presos políticos del país!
Pero esa represión no nos ha detenido y no lo
hará. Desde hace años la comunidad universitaria ha sufrido el acoso de los
grupos porriles financiados por todos los partidos políticos y las autoridades
universitarias. Recientemente en el CCH Naucalpan, Sur y Prepa 5 se vivieron los
ataques porriles más violentos en los últimos años. En Naucalpan más de 70
universitarios fueron encarcelados por luchar contra el porrismo, y fue gracias
a la movilización estudiantil que fueron liberados. En la Prepa 5 continúa
organizándose el movimiento antiporril, después de que más de 200 golpeadores
atacaron a la comunidad, amenazando a estudiantes y profesores. El discurso de
las autoridades es hipócrita, pues dicen combatir al porrismo pero en los hechos
lo fomentan, ni las expulsiones ni la entrada de la policía resuelven el
problema, el cáncer del porrismo debe ser atacado decidida y organizadamente,
buscando siempre la respuesta masiva de la comunidad y sin caer en
provocaciones.
Como estudiantes tenemos la responsabilidad de defender la
educación pública, gratuita y de calidad como un derecho para todos. Esto
significa impedir la privatización de nuestras escuelas, pero además impedir las
reformas educativas neoliberales que intentan hacer de la educación sólo una
herramienta al servicio del Capital. En la UNAM, el Poli y muchas otras
instituciones públicas, las autoridades están modificando los Planes y Programas
de Estudio, tecnificando nuestra formación y eliminando su carácter científico.
En ese sentido es que el gobierno pretende desaparecer a las Normales Rurales. A
los de arriba sólo les interesa que aprendamos a hacer lo que a ellos les
generará ganancias, todo lo demás les estorba.
También estamos aquí para
decirle fuerte y claro a Vicente Fox, que no permitiremos que nos arrebate ni un
derecho más, ni un recurso ni empresa pública más, que cerraremos filas y
resistiremos hasta las últimas consecuencias, y haremos todo lo que esté en
nuestras manos para detener su ofensiva contra los trabajadores.
En las
próximas semanas, Vicente Fox, los diputados, los senadores y los charros
sindicales, arremeterán fuertemente contra los trabajadores del IMSS y del
ISSSTE, para arrebatarles sus derechos laborales, y avanzar en la privatización
de los dos institutos. Entre otras cosas pretenden que los trabajadores paguen
más de su salario para la pensión, que trabajen más años para tener derecho a la
jubilación, y que su Fondo de Pensiones sea administrado por los
bancos.
Pero no sólo van por la Seguridad Social, también quieren la
industria eléctrica nacional, el petróleo, el agua y todos nuestros recursos
naturales.
El gobierno ha anunciado que en breve dará más permisos a las
trasnacionales para que inviertan en Luz y Fuerza del Centro y en la Comisión
Federal de Electricidad. Las empresas privadas ya controlan más del 20% de la
producción de energía eléctrica, y con los nuevos permisos pretenden apoderarse
poco a poco de todo el sector, aun cuando la Constitución lo prohíba. A los
trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, también se les quiere
arrebatar su derecho a pensión y jubilación.
Desde aquí les pedimos a los
trabajadores del SME y del IMSS que no bajen la guardia, que luchen sin temor y
con intransigencia en la defensa de sus derechos. Los estudiantes de todos los
rincones del país, debemos estar presentes y unirnos con ellos, y juntos ponerle
un alto al gobierno, para que no se atreva a tocar ninguno de nuestros derechos.
Compañeros electricistas, compañeros del IMSS: ¡su lucha también es nuestra!, ¡a
sacar a las empresas usureras!, ¡a defender con todo el derecho a pensión y
jubilación!, ¡no están solos!
Nuestro pueblo está aprendiendo que la
unidad se construye en la lucha, que el plantarse decididamente en contra de los
poderosos fortalece a los de abajo. Por ello es que estamos convencidos de que
tenemos que empujar la Otra Campaña propuesta por el EZLN, que busca unificar
todas nuestras luchas frente al enemigo común: el capitalismo. Tenemos que hacer
que esta iniciativa realmente esté en el corazón de las luchas del pueblo, que
sean ellas las que le den forma y la encaminen en unidad hacia la construcción
de una nueva sociedad. Debemos lograr que la Otra campaña escuche pero que
también proponga, que recorra el país pero construyendo organización. En todas
las escuelas tenemos que discutir qué tipo de nación queremos, y cómo, entre
todos, vamos a construir la Otra Campaña.
Compañeros: somos herederos
directos de aquel gran movimiento del 68; somos hijos de los desaparecidos y
asesinados de la guerra sucia. Treinta y siete años después decimos, se
equivocaron, el gobierno de aquel entonces quiso darle una lección al pueblo,
acallar la voz de los estudiantes rebeldes que luchaban por un mundo mejor.
Treinta y siete años después, decimos: su ejemplo no se borrará jamás, nosotros
tomamos su bandera.
¡VENCEREMOS!
2 de octubre de 2005, Plaza
de la Constitución, Ciudad de México
Fuente: www.argenpress.info , 3
de octubre de 2005. |