NCeHu 1265/05
HISTORIA DEL CEHU
NOVIEMBRE 02

CRISIS DE LA (CON)CIENCIA
GEOGRÁFICA
1-
(CON)CIENCIA
V/S (SIN)CIENCIA
Las siguientes notas, buscan disminuir el grado de insatisfacción que se
respira actualmente en el ambiente de las ciencias sociales, un poco por culpa
del modelo y un poco por culpa nuestra.
Suponemos o nos gustaría que los cientistas o científicos
coadyuven a la sociedad, que asuman al rol de autoconciencia que permite develar
las insuficiencias, lo que suponemos facilitará, sea en forma lenta o brusca,
entre otras cosas; mejorar, girar y ojalá hasta cambiar las debilidades
estructurales o coyunturales de la sociedad.
Sin embargo, el mundo científico, no se pone de acuerdo
en los conceptos mínimos, pese a permanecer a las misma sociedad; ha utilizar
muchas veces los mismos instrumentos de medición e investigación, que ni
siquiera son muy variados.
No existe un quehacer científico "sagrado", único y
monoteísta que al acceder y transitarlo, utilizando sus rituales, asegure un
mismo producto, un resultado objetivo aceptado por todo el
mundo.
Lo anterior se explica en parte porque por ejemplo, no da
lo mismo realizar la actividad científica desde la mirada del poder o frente al
mismo poder, ya que, como plantean algunos autores, "el espacio desde el cual se
piensa, determina sus formas y sus contenidos.
Desde el poder, la función científica esta "encargada" a
algunos selectos asesores, quienes entre otras funciones deben construir
discursos legitimadores, y han sido en este último tiempo los economistas los
principales "ideólogos" de discurso, localizados tanto en organismos
internacionales como en la gestión de los gobiernos de
región.
En esta lógica, es interesante como el sector empresarial
ha sido una caja de resonancia efectiva y también amplificadora de las ideas de
expertos. Este rol los transforma en voceros y "protagonistas" de los cambios de
las últimas décadas.
En la medida que "la imagen de sociedad" que se busca
legitimar no coincide con la realidad, - que se comprueba día a día con el
surgimiento cada vez mayor de las "demandas corporativas", - al decir del
discurso oficial -, surge un nuevo tipo de asesoría, otros cientistas
"componedores" de conflictos, que también tienen origen en las ciencias
sociales.
En definitiva lo que interesa a estos nuevos cientistas
no es saber si la ciencia es ciencia, sino más bien la de "socializar" el
discurso del modelo. Para lograr este objetivo se usará la ciencia o se
prescindirá de ella.
A esta forma de producir discurso desde el poder, - con o
sin ciencia -, se la critica y cataloga con diferentes objetivos: formal,
estética, nomotética, instrumental, liviana, light, intranscendente,
conservadora, de factibilidad rápida, en el cual el tiempo pareciera que no
existe porque no hay pasado importante, el futuro es superfluo y el presente
fugaz.
La oficialidad intelectual se vuelve acrílica, se
subordina y está a un paso, peligroso, de perder su autonomía y actuar con poca
rigurosidad, sin darse el tiempo suficiente, - como ya lo señalamos -, para ver
madurar los diversos procesos en curso.
Se llega a si a las siguientes
interrogantes:
¿ Puede la sociedad administrarse sin (ciencia)
?
¿ Hay posibilidad de hacer verdadera ciencia desde un
compromiso con el modelo actual ?
¿ Es funcional al modelo "la animación artificial" de la
denominada crisis de las ciencias sociales ?
¿ Que utilidad tendría hacer desaparecer por ejemplo a la
sociología y torturar sus "viejos esquemas"?
¿Hablamos de una crisis terminal
?
¿Nos referimos a una crisis benigna, sana, que ayuda a
crecer ?
¿Cuál es el límite de cada crisis o cuanto puede durar un
crisis ?
2.- ¿ DONDE ESTÁ LA CIENCIA
?
Por otra parte, el resto del mundo científico, intenta
una opción "independiente" que les permita ver e investigar sin
límites.
Los científicos con (ciencia), inevitablemente son
relativamente autónomos para mirar lo que "incomoda", para decir lo que muchos
quieren olvidar.
Estas "sensibilidades", no citadas en lo corriente, son
sistemáticamente apartadas de lo oficial, son relegadas a una cierta
marginalidad, que a la vez, aumenta la sensibilidad para mirar la periferia de
la sociedad.
Esta exclusión consiente y sistemática en el discurso
oficial de los contenidos de este otro saber, lleva a sus autores a generar
complicidades más allá de la ciencia, y en muchos casos también se puede llegar
a actuaciones "límites", que se confunden con la mera (y legítima) lucha
política por el cambio.
A este otro modo de hacer ciencia, en un espacio que
contiene mucha dispersión de iniciativas y de debates, se le solicita varios
requisitos y se suele autodefinir y caracterizar con diversos calificativos que
debe cumplir: Tener una misión; un desafío; una posición; ser de utilidad para
describir, comprender y explicar la complejidad de la sociedad; o para cambiar o
intervenir en el escenario actual.
A través de la "critica científica" de puede construir
una realidad valórica superior, es decir, la ciencia tendría un poder
constructivo que debe estar al servicio de los problemas neurálgicos.
Así, esta sería la ciencia de los contenidos, autónoma,
que permite contemplar la utopía, puede mirar el conflicto, por lo tanto
considera lo emergente, a los actores vivos, observa el riesgo y da cuenta de
los efectos colaterales. No tiene trabas para analizar el poder y cuestionarlo
si es necesario.
Se habla de un saber fuera del poder, que debe ser
rescatado y potenciado, que puede ser la base para construir otro poder y daría
lo mismo que ese saber coincida con la imagen "sagrada" del saber
ilustrado.
3.-
LA MADRE DE TODAS LAS POLÉMICAS
Así, enfrentados "oficiales" y "autónomos", es esperable
el fuego cruzado. En el cual se relativizan mutuamente lo conceptos, las
metodologías empleadas y los resultados obtenidos. No hay expertos por
definición.
En esta guerrilla, el bando oficial utiliza todo el
arsenal lingüístico, ocupando dobles discursos, omitiendo o disparando cifras,
cambiando palabras, se dice sin decir, se enfatiza lo inexplicable, hasta se
cursan certificados de defunción para las ciencias sociales, el uso de las
formas no deja tiempo para llegar al contenido.
Se cuestiona que la sociedad pueda explicarse desde
arriba, desde lo macro, ya sea a
través del marxismo, el funcionalismo, el estructuralismo o la teoría de
sistemas.
También se cuestiona agresivamente las explicaciones de
la sociedad desde abajo, a través de lo micro que es muy gestual, minimalista,
lleno de anécdotas y autobiografías, que es muy profano, liviano, trivial,
intranscendente, es algo invisible, etno, realizados por
verdaderos
"borrachines" que comparten con el sujeto
de estudio.
En medio del combate intelectual nada tiene validez
universal, ni tampoco sirve el sentido
común. Esta polémica no se da en el vacío y tiene implicancias
mayores.
Este cuadro con ausencia de verdades absolutas, es lo que
sigue alimentando lo que se ha dado en llamar la "crisis de las ciencias
sociales".
Esta forma de enfrentar el quiebre y la permanencia
ritual de la autocrítica científica, produce polémicas "bizantinas", entre
falsos dilemas.
¿Quién ganará finalmente?, ¿quién es bueno y
malo?.
¿Qué
es lo que da validez a cada uno de estos enfoques?
En algunos es el poder que está detrás, en otros el
sufrimiento de los actores de la sociedad, especialmente los
marginados.
Una
vez que llegue el poder: ¿qué
pasará con la ciencia del no poder?
¿Es posible aspirar a un discurso común y quien puede
construirlo?
¿Cuál es el lenguaje apropiado para estos
tiempos?
¿Quién
participa de estos discursos?
Estas preguntas no quedan resueltas desde extremos que
señalan despreocupadamente que un género científico puede ser suplantado por un
género literario o que lo local se estudia con "pequeños conceptos de
interpretación de la vida cotidiana como da a entender el sociólogo chileno J.
Brunner.
Es necesario despejar el panorama, reubicar los conceptos
para facilitar la reflexión y el aprendizaje, pues las epopeyas siguen siendo
epopeyas: el sine es cine para mirar películas y comer cabritas dulces o
saladas; las novelas son novelas que se leen para pasar el tiempo o el verano.
Lo demás es leyenda.
4.- ¿TIENE CIENCIA LA
SOCIEDAD?
Se dice que la ciencia tiene su origen en las necesidades
de la sociedad, pues bien, allí nació, creció y maduró. La ciencia a través del
tiempo ha desarrollado potentes conceptos explicativos, lo que no evitó que las
contradicciones sigan existiendo e incluso que sean
mayores.
¿Qué puede hacer ahora la sociedad con la
ciencia?.
¿Es un producto desechable?.
Sin embargo,
¿Quien incrementa la capacidad de
prevención?
¿Quién va a hablar de la sociedad cambiante (vaya
novedad), de las nuevas formas de manifestación, de sus procesos y crisis?
¿Quién va a interpretar los nuevos conceptos? como
entender por ejemplo los eternos problemas de los países en vías de algo y los
siempre viables, para aclarar la "opacidad" y complejidad de nuestra
sociedad.
¿Se requiere una ciencia especial, para estos
tiempos?.
¿Tienen importancia los nuevos actores como los tan
citados ambientalistas y tantos otros?.
Los actores de hoy no son los que siempre se pensó como
protagonistas. En la actualidad los movimientos sociales no están liderando
ningún cambio de paradigmas.
Los cambios son radicales, a escala planetaria y el
responsable último no asoma la cabeza con claridad. Si ya sabemos que el tipo de
dominación es anónima; que existe una irresponsabilidad organizada; que el
proceso de globalización ha deslocalizado el capital y el trabajo; que eso ha
generado una conciencia global, sobretodo de los problemas del
hábitat:
¿Qué más puede hacer la
ciencia?.
¿Quién puede asumir de articulador y
árbitro?.
Si
incluso se detecta y se constata una pereza intelectual: ¿la
ciencia puede buscar alternativas para mejorar la sociedad
actual?
Efectivamente queremos que nuestras ciencias se
justifiquen y lleguen a puerto, que valga la pena el gasto de funcionamiento de
los pequeños, medianos y grandes centros de investigación y producción de
conocimiento.
Queremos creer que la ciencia nutre, ordena, que ayuda y
permite avanzar y orientar en las nebulosas, incluso cuando ella misma se
autodeclara en crisis.
"La ciencia y sus concepciones aportan elementos
centrales de nuestra visión del mundo actual. Nuestra cultura se encuentra bajo
el imperio de paradigma científico, en el cual se valida a la ciencia, como
prácticamente la única fuente segura de conocimiento". (Cecilia D. op.
cit.).
Sin embargo
¿Cuánto de la investigación científica (buena y mala) es
realmente utilizada por el resto de la sociedad?. ¿Cuánto esfuerzo es
lamentablemente archivado y arrumado entre miles de documentos?. ¿Quién
selecciona?.
¿Acaso el autodiagnóstico de la crisis de las ciencias
sociales no es un "mero pasatiempo" entre expertos de una misma clase?.
¿Cómo se ha enfrentado la ya mencionada crisis de las
ciencias sociales?
¿Quién tiene mayor cuota de
responsabilidad?
¿Qué rol ha jugado cada una de las ciencias sociales en
dicha crisis?
¿Qué sucede con nuestra
geografía?
5
ENTORNO DE LA GEOGRAFÍA
Como todas las disciplinas presenta una evolución en el
tiempo, acorde a los cambios de las sociedades, en las cuales se ha
desarrollado. Nuestro tiempo no es ajeno a esta
relación.
En su trayectoria, experimentó momentos de absoluta
vigencia, desde las antiguas sociedades. Fueron los primeros navegantes,
conquistadores, sabios y filósofos, los que ayudaron a descubrir el mundo y
ampliar las fronteras más allá de lo conocido.
La fuerza de las condiciones físicas de aquel entonces,
llevó a muchos pensadores a levantar la teoría del determinismo geográfico, el
cual explicaba todo tipo de fenómenos sociales, comportamientos, grados de
desarrollo e incluso habilidades artísticas y
culturales.
El desarrollo creciente de la sociedad en los siglos
siguientes, permitió alcanzar un registro global de nuestro planeta.
Aparentemente la geografía habría cumplido centralmente su ciclo, su aporte al
fortalecimiento de la sociedad. Pareciera que las posteriores construcciones
paradigmáticas no tuvieron el mismo protagonismo.
Desde la primera crisis paradigmática hasta el día de hoy
se constatan en el mundo diversas escuelas e intentos por construir nuevos
"significados", cuestión que desde nuestro país ha sido observada con
atención por la gente de la geografía.
En las décadas pasadas, la geografía de nuestro país
perdió visibilidad pública. y aparentemente se extinguió, incluso se cierra
temporalmente la carrera en la Universidad de Chile. En esos años se hablaba
como una ciencia que fue reducida casi a la actividad
turística.
De esta forma, la imagen cotidiana de la disciplina se
traslada desde "lo científico" a "lo literario", y que lentamente configura lo
que hemos denominado: "Síndrome del principito", que corresponde a un estado
mental de encierro en el propio planeta, con sus propios y viejos libros, detrás
de un escritorio.
Durante un gran período y sobretodo entre los años 70 y
80,la geografía nacional navegó sin rumbos, sin un mapa claro de orientaciones,
no se aprecia un paradigma articulador, un cuerpo de conocimientos
coherentemente asociados y consensuados.
Si bien es cierto se realizan aportes desde el enfoque
cuantitativo, "neutro", con abundante uso de modelos, este no es capaz de
generar una cultura geográfica nacional y por lo contrario, se fortalece aún más
el ejercicio geográfico en ámbitos castrenses, en desmedro del
civil.
El desvanecimiento temporal de la geografía tiene varios
factores explicativos: retroceso general de las ciencias sociales en el modelo
capitalista; deterioro de las universidades y particularmente de sus escuelas
geográficas estatales; creciente monopolio del soporte tecnológico
particularmente por el ejército y la armada de
Chile.
Pese a esta crisis, la ciencia geográfica mantiene su
esencia, sobrevive en el mundo civil, sigue preocupada de la relación
hombre-territorio. La ordenamos internamente en dos grandes campos: Geografía
física y Geografía humana, siendo esta última la que se ha relacionado
mayormente con las disciplinas que conforman la ciencia social.
La holística en geografía, permite mantener un dialogo
fructífero con su entorno disciplinario inmediato, pese a que este fenómeno aún no es practicado en
profundidad, sobretodo en nuestro país.
La mayoría de los problemas no pueden resolverse al nivel
que vienen planteados, de esta forma la perspectiva holística, la visión del
"pangeas" y no solo del "continente", permite enfrentar problemas y soluciones
en forma integral.
A raíz de esta concepción no es casualidad encontrar
geógrafos en las más diversas acciones del hombre, con capacidad de asociación y
relación de situaciones, que no son evidentes para otras
disciplinas.
Lo anterior deriva a un carácter de alta ubicuidad del
geógrafo, que por lo demás está acorde con las nuevas formas de ver el trabajo,
el sentido de ejercer la profesión, de estar en diferentes instituciones y
tribus sociales.
Una visión holística sustenta la compleja red de
problemas actuales, sociales, políticos, económicos, ecológicos, sicológicos. Al
mismo tiempo la magnitud de los problemas actuales es tal que reclama una
solución a un nivel superior de integración, es un verdadero cambio de
paradigma.
6.-
Paisaje de la geografía actual
El estado chileno jugó un rol central en la inserción de
la geografía en nuestro país, en directa relación con las necesidades del
momento, tales como colonización, creación de nuevas actividades económicas,
problemas limítrofes y la demanda científica propiamente tal, para conocer el
territorio nacional.
De esta forma, gobiernos de distintas épocas crearon
organismos tales como: Servicio de Colonización (1860); Instituto Geográfico
Militar, (1891); Dirección General de Obras Públicas (1897);Comisiones
exploradoras; Oficinas de Límites; Oficina de Mensura de Tierras (1945),
Pedagogía, geografía y geología en Facultades de la Universidad de
Chile.
¿Cuáles son las necesidades actuales de nuestro país,
como se resuelve esta demanda en nuestros días y quien tiene la
iniciativa?.
Al final de este siglo la iniciativa geográfica no se
agota en el estado, sino que se encuentra diversificada, incluido el sector
privado y la iglesia católica que impulsó la escuela de geografía en sus aulas.
Es probable que este efecto "archipiélago" haya atentado con la visibilidad
pública, por cuanto cada uno por si solo no puede arrogarse representatividad de
la geografía.
¿Quién puede hacer de vocero y por ende impulsar un
trabajo de imagen en la sociedad chilena?
La actual imagen de "lo geográfico" se percibe como una
"disciplina nueva", desconocida por la mayoría. La geografía tiene como desafío
"reinventarse" para la sociedad chilena y su inserción en nuevos campos
ocupacionales, debe ser la base principal de ese nuevo significado o
paradigma.
Su rol inicial ha mutado en el tiempo, apareciendo en la
actualidad con grandes potencialidades de adaptación y modernización de sus
conocimientos y técnicas para enfrentar los desafíos del desarrollo,
especialmente en USA y Europa, mientras que a nivel latinoamericano Brasil
presenta interesantes avances.
6.1 El principito y el planeta del
geógrafo
los primeros antecedentes respecto a la transmisión de la
geografía, se remontan a la época colonial. Los materiales didácticos utilizados
para su enseñanza, en las escuelas parroquiales y conventuales, eran de
preferencia mapas y croquis de pequeñas áreas locales y regionales realizados
con alto contenido artístico.
En 1813, al crearse el Instituto Nacional, se incorpora
en forma definitiva a la educación media chilena, la enseñanza de la geografía,
dictada entre otros por José Victorino Lastarria. Muchos serán los autores que
posteriormente aportan materiales de apoyo.
La enseñanza básica y media de la geografía, debe ser
impactada por la reforma educacional en curso, por cuanto se mantienen métodos
de aprendizaje pasivos y poco participativos. Se aprecia escasa producción de
nuevas tecnologías de estudios que permitan la interacción con el entorno
espacial. Están ausentes las visitas a terreno, los circuitos territoriales, las
entrevistas, la investigación de la comunidad, circundante y al estilo del
geógrafo del "principito" op. cit., con viejos libros se trasmiten conocimientos
de países, ciudades o ríos usando la "memoria en forma
mecánica".
La geografía no se enseña en forma grata en las actuales
aulas, son materias áridas, que provocan un distanciamiento de la población
respecto a estos conocimientos y que en alguna forma contribuye también al
"desvanecimiento" de su imagen pública.
Producto de esta enseñanza, la geografía se asocia
fácilmente a otras disciplinas relacionadas: astrónomos, geólogos, topógrafos,
cartógrafos, lo que demuestra un desconocimiento de su rol y competencia
actual.
Cabe recordar que gran cantidad de docentes que
actualmente se desempeña en este nivel de la enseñanza, proviene de la carrera
de "Historia y Geografía".
Por la matriz académica de origen, son estos
profesionales los que, debieran inculcar naturalmente la sabia relación entre
ambos tipos de conocimientos, geográfico e histórico, sin embargo, los
estudiantes se aproximan a la geografía a través de aprendizajes estancos y poco
atractivos. La reforma en este campo no ha
empezado.
6.2 Geografía en universidades estatales y de la iglesia
católica
El estudio geográfico superior se inicia en la Facultad
de Matemáticas de la Universidad de Chile, principalmente para el
manejo de técnicas de prospección y levantamientos, sobresaliendo en esta labor
Domeyko, Pissis y seguidores como Luis Risopatrón quien jugó un papel
destacado.
Luego se creó el Instituto Pedagógico destinado a la
formación de profesores especialmente en el campo geográfico y tiene como
artífices a los profesores Hans Steffen y Juan
Brueggen.
Posteriormente se crea el Instituto de Geografía (1948),
bajo la dirección de Humberto Fuenzalida, quien plantea el desafío de formar un
tipo de geógrafo que responda a los problemas reales del país de aquel entonces:
Prospección y exploración de las provincias extremas; corrección de límites;
reinserción de la agricultura; planificación urbana y
regional.
Desde Fuenzalida hasta hoy se visualiza un corte
generacional, hay un quiebre, entre los clásicos chilenos y el fenómeno
actual.
¿Qué sucedió con la descendencia de la etapa
fundacional?.
Actualmente el conocimiento geográfico se imparte en
cinco centros universitarios superiores, incluida la Universidad de Chile y
Católica. El resto de provincia (Valparaíso, Antofagasta y
Valdivia.). Las relativamente nuevas universidades privadas, no han incursionado
ni explorado la viabilidad de hacer geografía en sus
aulas.
Cada vez más la geografía y las carreras de las ciencias
sociales tienden a transformarse en una aproximación al conocimiento, a un
"período común de aprendizaje". Así, de las universidades no egresa un
profesional "acabado", "para siempre", sino que un potencial profesional del
desarrollo, que aún debe tomar muchas decisiones respecto a su
futuro.
En la actualidad el volumen de información disponible,
los miles de soportes y el cambio acelerado de partes de la sociedad, obligan a
los estudiosos de la geografía a generar filtros adecuados y útiles para la
sociedad.
Uno de estos filtros, que interesan a la sociedad
chilena, es el impulso del desarrollo local y regional, para lo cual las
escuelas geográficas deben apostar estratégicamente, tal como lo hiciera en su
fundación.
Las universidades presentan dificultades para renovar sus
mallas curriculares. Esta situación presenta lentos signos de evolución
positiva, por lo que la permeabilidad a nuevos conocimientos esta en plena
discusión.
Los que deben incorporar temáticas nuevas en las escuelas
de geografía pertenecen a una plana docente de gran estabilidad en el tiempo, de
leve recambio y con altas dificultades para enseñar bajo las actuales exigencias
del mercado, que entre otras consecuencias los obliga a participar en numerosos
proyectos simultáneos.
En alunas áreas del conocimiento que imparte en las
universidades, se ha producido un divorcio importante, respecto a los lugares de
producción de sociedad pública y privada de
geógrafos.
Los nuevos conocimientos y tecnologías geográficas en el
ámbito universitario, han sido desarrolladas por profesionales jóvenes, los que
presentan una débil inserción en sus mallas curriculares. Por esta razón y la
falta de recursos, algunos de estos innovadores se desplazan al mundo
privado.
Por otra parte, la implementación de investigadores
académicas junto con publicaciones regulares, son insuficientes al igual que la
asesoría a ciertos servicios públicos, ministros y municipalidades,
concentrándose una buena parte de ellas en otros organismos en como el Instituto
de Geografía Militar y el Instituto Panamericano de Historia y
Geografía.
Los
futuros geógrafos
La realidad de los estudiantes geógrafos no escapa al de
su entorno universitario, que comparado con generaciones anteriores, muestra una
"vocación social difusa", en la que no se aprecia responsabilidad ni
autocompromiso para prepararse más allá de lo que entregan las aulas de clases y
así aportar al desarrollo de nuestro país.
Fuera de su espíritu crítico respecto a la sociedad en su
conjunto y al sistema universitario en particular, se aprecia una escasa
iniciativa, un desgano y falta de animo, lo que insistimos es también un
problema generalizado, que algunos se explican por la crisis universitaria, el
proceso de privatización, la elitización de la educación,
etc.
La excepción a lo anterior corresponde a la iniciativa de
algunos grupos de estudiantes para organizar Jornadas de Geografía a nivel
nacional y Congresos internacionales de gran riqueza
interna.
Finalmente constatamos otro fenómeno experimentado por
muchos estudiantes ya egresados, respecto a la valoración tardía del "ser
geógrafo", sobretodo al comprobar el fenómeno actual de reconocimiento creciente
de la ciencia en el mundo y en nuestro país.
6.3 instituto geográfico militar
(IGM)
Según antecedentes de esta repartición pública "el servicio geográfico, nació en 1891, junto con
organizarse el estado mayor del ejército (...), al principio fue una pequeña
dependencia, hasta el día de hoy en el que está dotado "de vida propia", (...)
ya que es un organismo descentralizado del Ministerio de
Defensa".
"En el año 1930,por DFL N° 2.090 se le confiere la
responsabilidad de constituirse con carácter de permanente en "la autoridad
oficial, en representación del estado, en todo lo que se refiere a la geografía,
levantamiento y elaboración de cartas del territorio
nacional".
en este decreto se lee: "Ninguna repartición pública o
privada podrá ejecutar trabajos de la índole de los ejecutados por el IGM o el
departamento de navegación e Hidrografía. Los actuales servicios técnicos (...)
reducirán sus labores (...)".
Más adelante señala: "Corresponde al IGM la revisión y
aprobación de todo trabajo de levantamiento o de cartografía, que por
circunstancias especiales o encomiende el Supremo Gobierno" a otras
reparticiones públicas o privadas (...) estos trabajos serán considerados de
"propiedad nacional".
"El IGM realiza una importante labor científica y
cultural al promover seminarios, conferencias y otros encuentros, en distintas
disciplinas tales como geografía, geodesia, vulcanología, cartografía y
otras".
"Cabe destacar que el IGM cuenta con una Secretaría
Geográfica, que es un organismo asesor de la Dirección, en los asuntos relativos
a los aspectos geográficos y relacionados con entidades científicas afines
nacionales e internacionales y también con las secciones mapoteca nacional y
biblioteca, cuyo material de consulta es de la más alta jerarquía en la materia
y esta al servicio de las universidades, profesores, estudiantes, organismos y
públicos en general".
Además de sus vinculaciones internacionales, "en el plano
nacional asesora técnicamente a ministros, corporaciones, intendencias,
municipalidades, universidades y particulares".
Como se puede apreciar el IGM presenta el mayor
desarrollo tecnológico del país, con una alta inversión en instrumentos
computacionales, que permiten la medición y graficación de fenómenos especiales,
a través de múltiples variables.
El nivel de modernización, significa producir información
geográfica para comercializarla en el mercado de instituciones públicas y
privadas.
Entre los servicios que ofrece se encuentran las
cartografías temáticas en colores, con información satelital, levantamientos
aerofotogramétricos, fotografías aéreas, bibliografía, los que sirven entre
otros fines, para la elaboración de planes reguladores y planes de
desarrollo.
Otros productos conocidos: Atlas escolar, colección de
geografía de Chile, que cuenta con tomos de información temática, para cada una
de las regiones de nuestro país.
Dentro del geográfico militar, funciona el Instituto
Panamericano de Historia y Geografía, IPGH que cuenta con auspicio de la
Organización de Estados Americanos, OEA, y destaca por la organización de
encuentros y seminarios de corte internacional.
6.4 Consultoras privadas y
estado
En "lo privado" laboral se presentan signos de
crecimiento, tanto en el número de empresas de estudios, investigación y
servicios, como en las temáticas que se abordan en los informes y asesorías,
siendo en el ámbito de los estudios de impacto ambiental, donde estas tienen
gran proyección.
También se constata la pertenencia y trabajo de geógrafos
en organismos no gubernamentales, en campos muy variados y a través de todo el
país, sin conformar todavía una red formal de comunicación
geográfica.
En "lo público" resulta de interés constatar la
existencia de numerosos geógrafos en Ministros, secretarios regionales, e
incluso alcaldes. Trabajan en departamentos de catastros, planificación y
organismos más especializados como INE, CONARA, CONAMA,
etc.
Resalta también su inserción en las administraciones
locales de nuestro país, donde han desplegado conocimientos en diferentes áreas
del quehacer municipal ya sea a nivel de programas de desarrollo especial,
social, urbano, económico; en el manejo de planes y programas de desarrollo,
presupuestos, etc.
6.5
Gremio de geógrafos
Es un gremio poco numeroso, en comparación a otras
instituciones similares de nuestro país y con una trayectoria relativamente
nueva de no más de 15 años de existencia.
En esta instancia se puede comprobar parcialmente un
aporte creciente de la geografía en campos diversos de trabajo tanto en
instituciones privadas como públicas.
El Colegio AG. Ha funcionado con una alta conflictuidad
interna, en forma irregular y con una escasa participación de los asociados,
cuestión que si bien cruza a todas las organizaciones gremiales, en este caso es
más grave, por cuanto, se considera que estos años son claves para "posicionar"
y fortalecer la identidad de la geografía en nuestra patria y a este organismo
le cabe un rol articulador inmejorable.
Necesidad de constituirse en tribu
geográfica
Ninguna de las realidades antes descritas, donde se
practica la geografía, ha logrado producir un espacio real de encuentro, de los
generadores efectivos de conocimiento geográfico.
Las relaciones de competencia e intereses encontrados
entre las diferentes instituciones e incluso al interior de las mismas, impide
la proliferación de una complicidad tribal, la identificación con un clan con el
que valga la pena asociarse y entregue elementos de empoderamiento de la
geografía.
No se han creado hasta el momento, las condiciones para
sistematizar el despliegue de geógrafos en el mundo laboral ni tampoco ordenar
los conocimientos adquiridos y enriquecidos en su desempeño
profesional.
Romero op. cit. señala que "en Latinoamérica y
particularmente en Chile, la geografía no está contribuyendo (en toda su
capacidad) a resolver los problemas del desarrollo sustentable (...) mientras
que sus ciudadanos están inquietos por poseer y manejar conocimiento necesario
acerca de sus propios territorios y sus potencialidades y limitantes y a
interesarse por conocer mercados nacionales e internacionales, que aseguren el
desarrollo del continente".
Agrega que "es necesario que geógrafos e instituciones
inviertan en el desarrollo de la disciplina. Invertir significa tomar algo más
de otros lugares, generando redes de interacción y debate, entre las distintas
universidades, sectores y agentes, interesados en el progreso de la geografía y
su aplicación en el desarrollo social y económico del
país".
Mayor necesidad habrá de un centro convergente de
geografía, en la medida que la mayor inserción de geógrafos se aprecia a nivel
de las administraciones locales, las que se encuentran llamadas a jugar un rol
privilegiado en la modernización del estado.
La geografía esta en condiciones de amplificar su aporte
en el proceso de descentralización y es un desafío ineludible para la comunidad
geográfica en su conjunto.
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