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Los desplazamienteos. O la "libertad de circulación" de los
explotados
El huracán podría modificar el
mapa demográfico de EE.UU.
Por el desplazamiento de población negra de estados como Louisiana y
Mississippi
WASHINGTON.- El devastador huracán Katrina obligó a cientos
de miles de personas de raza negra a dejar sus hogares en Louisiana y
Mississippi, lo que provocó un masivo éxodo hacia otros estados que, según las
autoridades, modificará el mapa demográfico de Estados Unidos.
Aunque todavía es temprano para saber qué harán en el futuro los miles de
familias negras de bajos recursos que ahora se encuentran en centros de
refugiados en otros estados, muchos han manifestado que se quedarán allí si
encuentran trabajo en esos lugares.
"Si encuentro trabajo por acá, no vuelvo", dijo Willy, un afroamericano que
está refugiado en el estadio Astrodome, de Houston, después de haber vivido la
agonía del Superdome, de Nueva Orleáns. El joven resumió lo que piensan muchos
de los sobrevivientes desplazados.
Según las cifras que manejan las autoridades, hay entre 300.000 y 400.000
personas en su misma situación. Personas que antes tenían poco y ahora no tienen
nada y que dependen de la ayuda que pueda darles el gobierno. Después de la
dramática experiencia vivida con el huracán y las inundaciones posteriores,
cualquier lugar puede ser bueno para volver a empezar.
"Advertimos a la gente que esta ciudad está destruida", dijo anteayer el
subjefe de la policía de Nueva Orleáns, Warren Riley, quien pidió a sus ex
conciudadanos que por favor no volvieran por ahora a la ciudad.
Los desplazados están distribuidos temporalmente en centros para refugiados
en Texas y en otros estados, en su mayoría del sur del país.
Los desplazados podrían tardar meses, si no años, en poder volver a ciudades
como Nueva Orleáns. Esto preocupa a algunos estados que los recibieron, que
temen que los evacuados vayan a permanecer en su territorio.
Ante esta situación, los analistas ya están estudiando lo que pronto creen
que será una realidad: la modificación del mapa demográfico de Estados Unidos.
Por razones históricas no ajenas a la esclavitud, la comunidad negra de
Estados Unidos se concentra sobre todo en los estados del sudeste, es decir,
Louisiana, Arkansas, Mississippi, Alabama, Georgia y Carolina del Sur.
A principios del siglo XX, el 85 por ciento de los negros de Estados Unidos
vivía en los estados del Sur. Sin embargo, los cambios económicos posteriores a
la Segunda Guerra Mundial produjeron una gran redistribución de la población,
motivada sobre todo por el boom industrial.
Se calcula que en ese entonces cerca de cinco millones de afroamericanos se
trasladaron a estados industriales como Michigan -con sus empresas
automovilísticas-, Illinois y, por supuesto, Nueva York y estados aledaños, como
Nueva Jersey.
El movimiento de los derechos civiles de los años 60 y las revueltas que se
produjeron en el Sur durante esta etapa de rebelión contra la discriminación
racial produjeron también un éxodo hacia ciudades como Washington, donde
actualmente los afroamericanos representan más del 60 por ciento de la población
capitalina.
Las circunstancias ahora son muy distintas, pero las consecuencias pueden ser
similares.
Los desplazados no pueden esperar un año para rehacer sus vidas y
probablemente buscarán la forma de establecerse en los estados a los que
llegaron como refugiados.
Esto preocupa sobre todo a Texas, donde se calcula que ya hay unos 100.000
evacuados de Nueva Orleáns. Además, las autoridades informan que son 30.000 las
personas de bajos recursos refugiadas en el Astrodome y en el resto de los
centros de acogida de Houston. En otras ciudades de este estado, como San
Antonio y Dallas, hay más o menos 14.000 damnificados en cada una.
En esta situación no es de extrañar que el gobernador de Texas, Rick Perry,
haya hecho un llamado a los demás estados del país para que colaboren en la
acogida de evacuados y liberen a Texas de toda esta carga. Entre los que se
ofrecieron para recibir a los desplazados están Virginia, Utah, Oklahoma,
Michigan, Iowa, Nueva York y Pennsylvania. Otros estados, como Nuevo México, ya
recibieron a otros miles de refugiados.
María
Luisa Azpiazu
Fuente: diario La Nación,
de Buenos Aires, Argentina; 7 de septiembre de 2005.