NCeHu 776/05
Según el Programa de la ONU/ para el Medio Ambiente
(PNUMA)
Atlas de medio ambiente
revela impresionantes cambios en el mundo
La
multiplicación de invernaderos en el sur de España, la expansión de criaderos de
camarones en Asia y América Latina y la formación de una península gigante en la
desembocadura del río Amarillo en China, son algunos de los cambios más
sorprendentes registrados desde el espacio.
Así queda en evidencia en la
publicación "Un planeta, mucha gente: Atlas de un Medio Ambiente que cambia",
presentado hoy en Ginebra por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente
(PNUMA) y que contrasta imágenes por satélite tomadas en décadas pasadas con
otras contemporáneas.
Algunas fotografías revelan situaciones
dramáticas, como la desaparición de las selvas vírgenes de Paraguay y Brasil, el
rápido desarrollo de la industria del gas y el petróleo en Wyoming (EEUU) y el
retroceso de glaciares polares y de montaña.
Al presentar el Atlas, el experto del
PNUMA, Pascal Peduzzi, explicó que "los cambios del medio ambiente son lentos,
pero dramáticos y pueden ser tan impresionantes como los que ocasiona un
maremoto o inundaciones, con la diferencia de que los primeros se producen en un
periodo muy largo".
Como muestra de ello mencionó que en
los últimos 25 años se ha perdido 15 por ciento de los glaciares andinos y que
la tendencia indica que en el año 2100 sólo quedará el 10 por ciento de los
glaciares alpinos.
El nuevo Atlas ilustra también el crecimiento explosivo
de algunas grandes ciudades como Pekín, Dakar, Delhi, México o Santiago de
Chile.
Entre los cambios más espectaculares
ocurridos en Europa destaca el registrado en la provincia española de Almería
(sur), que imágenes tomadas en 1974 muestran como una típica zona rural
agrícola.
Sin embargo, fotografías más recientes
revelan que eso ya no es así y que, desde ése entonces, un área de 20.000
hectáreas ha sido transformada en un gran invernadero para la producción de
cultivos.
Las consecuencias, según el Atlas de la
ONU, son numerosas, particularmente sobre las reservas de agua, lo que ha
obligado -afirma el texto- al Gobierno español a volcarse en el uso de las
tecnologías para conseguir más agua, como son las fábricas de desalinización.
El Atlas también ilustra la "explosión
masiva de criaderos de camarones (gambas) en el Golfo de Fonseca, en Honduras",
el segundo país productor y exportador de ese crustáceo después de Ecuador.
"Se sospecha que las granjas de
camarones son el origen de graves problemas ecológicos, como la destrucción de
manglares, que constituyen un sistema de defensa natural al borde de los
litorales y sirven de hábitat a numerosas especies de peces", se advierte.
Imágenes del Golfo de Guayaquil, en
Ecuador, describen una situación similar, con un desarrollo del 30 por ciento de
la acuicultura de camarones entre 1984 y 2000 en una extensión de 118.000
hectáreas.
También se hace hincapié en la
situación de la frontera entre México y Guatemala, "que era rica en
biodiversidad" y se mantiene preservada del lado guatemalteco, gracias a la baja
tasa demográfica y al estatus de zona protegida.
Sin embargo, no ocurre lo
mismo en la parte que corresponde a México, donde "enormes áreas de la selva de
Chiapas han desaparecido desde 1974 debido al rápido crecimiento demográfico y a
la creciente necesidad de tierras cultivables y para el pastoreo".
Otras dos imágenes, registradas con 30
años de intervalo, muestran una tendencia similar en la frontera entre
Argentina, Brasil y Paraguay.
En 1973, la selva paranaense que
comparten esos tres países estaba en su mayor parte intacta, pero una imagen de
2003 "confirma la pérdida de más del 90 por ciento de la selva en favor de
cultivos de soja y maíz".
Sobre las ciudades, el Atlas analiza
grandes metrópolis, entre ellas Miami (Florida, EEUU), "cuya extensión hacia el
oeste amenaza los célebres Everglades, una de las zonas pantanosas más extensas
del mundo y protegida por la UNESCO, así como las especies salvajes y reservas
de agua considerables que ella abriga".
Asimismo, menciona el caso de México
"una de las ciudades de crecimiento más rápido en el mundo", que de tener 9
millones de habitantes en 1973 ha pasado en la actualidad a más de 20 millones.
"La ciudad extiende sus tentáculos
hacia todos los lados, provocando una importante deforestación de las montañas
al oeste y al sur", recalca el Atlas.
Otro caso en América Latina que toma en
cuenta es el de Santiago, en Chile, que en ese periodo ha duplicado su
población, que ahora alcanza los 5 millones de habitantes.
Sin embargo, Peduzzi dijo que no hay
que caer en el pesimismo porque hay ejemplos que demuestran que "cuando hay
voluntad política se pueden encontrar los medios para recuperar el ecosistema".
Resumen de
Prensa PNUMA / ORPALC