NCeHu
766/05
Argentina
Las heroicas huelgas
patagónicas
La clase obrera de la Patagonia
Argentina viene protagonizando una serie de luchas históricas que sacuden a las
sociedades de las provincias del extremo sur del país. Con el templado espíritu
de los peones rurales que efectuaron la Patagonia Rebelde, los obreros y los
trabajadores de Santa Cruz y Chubut han dado claras muestras de que están
dispuestos a luchar por su dignidad.
Marcelo García.
Periodista e
investigador
La alta conflictividad social que
se viene experimentando en todo el país no escapa a la Patagonia Argentina. Los
obreros y los trabajadores ocupados y desocupados han iniciado una oleada de
luchas casi sin precedentes en las provincias del extremo sur del
país.
Los 37 días de huelga de los
obreros de la pesca en Chubut y los casi 50 días de los trabajadores municipales
y provinciales de Santa Cruz son una demostración más que en la Patagonia no
todo funciona como los gobernadores y el Estado Nacional se empeñan en
demostrar.
Los salarios siguen estando en
niveles bajísimos, mucho más aún si se tiene en cuenta que los estándares de
vida patagónicos han tenido incrementos descomunales. Por ejemplo, los precios
de la canasta familiar en Comodoro Rivadavia (ciudad más importante de la
Patagonia) están entre un 40 y un 50 por ciento por encima de los resto del
país. Si a esto se le suma que para vivir en las frías tierras del extremo sur
de la Argentina hace falta más luz, más gas, más leña, más kerosén, más
alimentos con potencial calórico, etc.; el nivel de vida se hace casi
inalcanzable para cualquier trabajador.
Aunque inconscientemente los trabajadores
patagónicos han retomado el ejemplo de los peones rurales de la histórica
Patagonia Rebelde y se pusieron en pié de guerra contra estos gobiernos y
patronales opresoras que pretenden seguir pagando lo mismos que hace 10 o 15
años atrás.
Las importantes huelgas
patagónicas bien pueden ser divididas en dos grandes actos, aunque mucho de lo
que hoy sucede tiene que ver y tuvo sus antecedentes en el paro que los
trabajadores petroleros santacruceños realizaron en marzo del 2004, que se
entendió por casi un mes y que le torció el brazo a las multinacionales del
sector.
El aumento de 260 pesos en
concepto de ayuda alimentaria que obtuvieron los petroleros de santacruceños
hace un año hoy es el motivo por el que los petroleros chubutenses han iniciado
un plan de lucha. Porque aunque Chubut y Santa Cruz son provincias vecinas y los
trabajadores petroleros desempeñan funciones indistintamente en ambas
provincias, las petroleras se han negado a los petroleros de Chubut a pagar la
cifra que sí abonan en Santa Cruz.
Buena de estas peleas también
tuvieron sus inicios y los constantes y continuos cortes de ruta de los
desocupados chubutenses y santacruceños que en casi toda la cuenca petrolera del
Golfo San Jorge conquistaron más de 1.000 puestos de trabajo genuinos y pagaron
el precio de seis piqueteros presos, hoy liberados, en Santa
Cruz.
Primer
acto
En el orden cronológico inverso,
por estos días de junio se viene desarrollando uno de los mayores paros
estatales de la historia de la provincia del presidente Néstor Kirchner. A punto
de cumplir 50 días de lucha (las protestas escalonadas se iniciaron sobre
finales de abril) los estatales provinciales y municipales de casi toda Santa
Cruz son parte de luchas que se han extendido a casi la totalidad de la
provincia y que en algunas localidades del norte santacruceño se han convertido
en verdaderas puebladas, tal es el caso de Pico Truncado y Caleta
Olivia.
Reclamando un aumento de pesos en
los sueldos básicos los municipales caletenses iniciaron un plan de lucha
escalonado que terminó desencadenando un paro por tiempo indeterminado en Caleta
Olivia al que se sumaron localidades como Pico Truncado, Las Heras, Los
Antiguos, Perito Moreno, Puerto Deseado, San Julián, etc. En fin, la casi
totalidad de las localidades del norte y el centro de Santa Cruz son parte del
paro y los múltiples cortes de ruta que estallaron en la
provincia.
En la mismísima casa del
presidente Kirchner se inició una de las huelgas más profundas y duras de los
últimos tiempos en la Argentina, pero claro se trata de la provincia que fue
gobernada por el actual primer mandatario nacional y es este motivo suficiente
como para que el conflicto no sea cubierto por los grandes medios de prensa y
sea minimizado cuando se habla de estos laburantes
patagónicos.
Los empleados estatales y
municipales piden un aumento de 200 pesos al básico porque están cansados que
los incrementos salariales sean en negro y que luego de una larga década
kirchnerista más del 70 por ciento de sus salarios esté por fuera del básico y
sea parte de los aumentos no remunerativos o parte del
presentismo.
El gobierno de Sergio Acevedo, ex
vicegobernador de Kirchner y ex secretario de la SIDE, se ha mantenido
intransigente ante los reclamos de los trabajadores y se ha cansado de acusarlos
de ser partícipes de una interna política del justicialismo. Desde que Acevedo
llegó a la gobernación de Santa Cruz se rumorea que está enfrentado con el
presidente.
Aunque el tiempo pasa, los
trabajadores siguen fuertes en su pelea y lejos de debilitarse cada día que pasa
están más fuertes. El primer viernes de junio, a los 40 días de iniciado el
paro, en Caleta Olivia se efectuó una movilización sin precedentes que reunió a
casi 10.000 personas. De la misma tomaron parte los trabajadores en huelga, los
comerciantes y hasta las mujeres de los efectivos policiales, quines dicho sea
de paso se negarían a reprimir a los huelguistas.
Como si todo esto fuera poco en
Pico Truncado se produjo un paro cívico al que se sumó la casi totalidad de los
habitantes y la jueza de instrucción (Ruata de Leone) debió negociar con los
estatales piqueteros un cronograma de apertura de los cortes de ruta y fue así
como logró que cada ocho horas se permita el tránsito durante 30
minutos.
Para desprestigiar la lucha de los
trabajadores en las primeras horas del martes 7 de junio se especula que las
autoridades municipales de Caleta Olivia instalaron un artefacto explosivo en la
Municipalidad que causó serio daños y rápidamente culparon a los huelguistas del
“vandalismo”.
Segundo
acto
La otra contienda salarial
significativa de la región la han protagonizado los trabajadores de la pesca de
la provincia del Chubut. Luego de 37 días de huelga los fileteros (denominación
que reciben los obreros que industrializan los filetes de merluza) consiguieron
a finales de mayo un triunfo histórico: incrementaron la hora de trabajo en un
80 por ciento y consiguieron que las empresas del sector firmen un acuerdo para
abonarles una garantía horaria que significa percibir un salario mínimo de casi
1.300 pesos más allá de la materia prima que haya para
procesar.
La lucha de los fileteros de
Puerto Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia fue durísima y debieron soportar la
embestida de las grandes empresas pesqueras nacionales y de las multinacionales
del sector. Hasta la embajada de España en la Argentina intervino
extraoficialmente para defender los intereses de los empresarios pesqueros de la
península ibérica.
Los obreros de la pesca lucharon a
brazo partido, cortaron el tránsito en los tres puertos del Chubut, tomaron
municipalidades y marcharon los más de 70 kilómetros que distancian a Puerto
Madryn en la costa chubutense de la ciudad capital de
Rawson.
Tras cinco semanas de huelga
consiguieron el aumento que reclamaban y le marcaron el camino al resto de los
trabajadores del Chubut y la región. En medio del conflicto de la pesca se
produjo una huelga de la CTA y la CGT chubutense en solidaridad con los
fileteros, lo que se transformó en un hecho histórico para la
región.
La mayoría de los obreros del
sector concluyó su contienda a finales de mayo, pero los trabajadores de la
empresa Barillari aún siguen con su huelga ya que esta pesquera se ha negado a
pagarles los aumentos conseguidos y es por eso que los puestos de Comodoro
Rivadavia (en Chubut) y de Caleta Paula (en Santa Cruz) siguen paralizados por
los reclamos aún no resueltos.
Mientras estos incumplimientos se
suceden los gobiernos de las provincias de Chubut y Santa Cruz no han tomado ni
una sola medida contra Barillari. Los gobiernos provinciales son los que otorgan
los permisos de pesca a las empresas privadas para realizar las capturas en sus
aguas jurisdiccionales y ante esta situación ninguno de los dos Estados ha
suspendido o quitado estas autorizaciones de pesca.
Fuente: Lista EDI, 7 de junio de 2005.