NCeHu 650/05
II Guerra Mundial
(1)
Augusto Zamora R.
El Nuevo Diario
Celebran estos días en Europa el 60 Aniversario de la
derrota del nazismo. Medio centenar de jefes de Estado acudió a Moscú. Como
homenaje a la heroica lucha del pueblo soviético.
27 millones de
ciudadanos, militares y civiles, perdió la Unión Soviética. En las batallas de
Stalingrado, Moscú, Leningrado, Kursk se decidió la guerra. Son sinónimo de
épica y valor.
Stalingrado en primer lugar. En agosto de
1942 los alemanes llegaron a sus calles. El feroz ataque nazi se estrelló en
ellas. Stalin ordenó: ni un paso atrás. Fue defendida casa por
casa.
Stalingrado era la llave al petróleo del Cáucaso. A la cuenca del
Don, “la bolsa de pan de Europa”. Hitler ordenó tomarla a cualquier precio. Su
artillería la demolió casi entera.
En noviembre de 1942 el poder
soviético se reducía a dos manzanas. El general Zúkov dirigía a sus tropas desde
un sótano, a orillas del Volga. De la otra orilla llegaba el refuerzo.
En
noviembre comenzó la contraofensiva. El Ejército Rojo quebró el primer espinazo
nazi. 200.000 soldados alemanes quedaron sitiados, sin retirada posible. Se
rindieron en 1943.
Fue el principio del fin. Zúkov, futuro mariscal de la
Unión Soviética, llevará al Ejército Rojo de Stalingrado a Berlín. Recordarlo es
hacer justicia histórica. Al pueblo soviético.
II Guerra
Mundial (2)
Augusto Zamora
R.
El Nuevo
Diario
El sitio de Leningrado, la actual San Petersburgo, duró
900 días. Del 8 de septiembre de 1941 al 27 de enero de 1944. Centenares de
miles de soldados alemanes cerraron la ciudad.
Cada día caían 245
proyectiles sobre Leningrado. Sin vías de aprovisionamiento, el hambre y el frío
causaron estragos en los 2.5 millones de habitantes. El invierno fue brutal.
–40º.
La ración de pan llegó a ser de 125 gramos al día. Pereció casi un
millón de personas. Entre el frío, la guerra y el hambre. Una vía de hielo por
el lado Ladoga era su único lazo externo.
Por el Ladoga llegaba una
mínima ayuda a la ciudad sitiada. Donde todos trabajaban para su defensa.
Combatiendo, levantando trincheras, curando heridos, enterrando
muertos.
El músico Sostakovicht se quedó. Allí compuso la célebre
sinfonía “Leningrado”. Sacada bajo las bombas, en un microfilme. Que fue
convertida en himno de las fuerzas aliadas.
Zhukov organizó su defensa,
igual que hizo en Stalingrado. El héroe militar soviético que no conoció la
derrota. Él en persona comprobó algunos errores fatales del ejército
alemán.
Vio, perplejo, que los alemanes empleaban un número de bota
correcto. De siglos, los rusos usaban un número superior al que correspondía.
Para rellenarlas de paja y combatir el frío.
“Ese día perdí el respeto
por los militares alemanes”, confesó Zhukov. Leningrado
resistió.
II Guerra Mundial
(3)
Augusto Zamora
R.
El Nuevo
Diario
En Kursk, en
el oeste de la Rusia Soviética, cerca de Ucrania, se dio la batalla que cambió
el rumbo de la II Gran Guerra. Se desarrolló entre el 5 de julio y el 6 de
agosto de 1943.
Fue, también, la mayor batalla terrestre de la historia.
Se enfrentaron 2.2 millones de soldados, 70.000 armas de todo tipo, 6.000
tanques y más de 4.000 aviones de combate.
Tras la derrota en
Stalingrado, el Mando alemán intentó retomar la iniciativa. Romper la
contraofensiva soviética. Juntó en Kursk 900.000 soldados, 2.700 tanques, 2.000
aviones.
El Ejército Rojo dispuso de 1.3 millones de soldados, 3.600
tanques y 2.400 aviones. Y de un poderoso sistema de armas antitanque, que causó
estragos en el ejército alemán.
En agosto, Alemania había perdido 500.000
hombres, 1.500 tanques, 3.000 cañones y más de 3.500 aviones. No pudo rehacerse
de la derrota. Los soviéticos no pararán hasta Berlín.
En 1944, las
fuerzas comandadas por Eisenhower enfrentaban a 53 divisiones alemanas en Europa
occidental. El Ejército Rojo combatía a 180 divisiones alemanas en el frente
este.
EEUU perdió 400.000 soldados, Gran Bretaña, 260.000. Las pérdidas
soviéticas, civiles y militares, sumaron 27 millones de seres. A ese costo, la
URSS decidió el sino de la guerra.
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