NCeHu 1579/04
Ref: NCeHu 1562
Escalada represiva en Caleta
Olivia con 80 detenidos
Marcelo García
Integrante del
programa radial autogestionario El cielo por asalto de Comodoro
Rivadavia, miembro del grupo Economistas
de Izquierda (EDI), miembro del Consejo Editorial de la revista Marxismo Vivo e investigador del Centro Regional de Estudios Económicos de
la Patagonia
Central (CREEPaCe). Dirección electrónica: subrodo25@hotmail.com
El pasado sábado 2 de octubre en
horas de la madrugada personal de Gendarmería y de la policía santacruceña
desalojó la nueva toma de la playa de tanques de TERMAP en Caleta Olivia y
reprimieron a los manifestantes que se encontraban cortando la Ruta nacional número 3, en el
acceso a la norteña ciudad de Santa Cruz.
El saldo de la avanzada represora
del gobierno de Sergio Acevedo y Néstor Kirchner fueron 80 compañeros
encarcelados de los cuales, al domingo 3 de octubre, permanecían 36 detenidos en
diferentes seccionales policiales de Caleta Olivia y hasta algunos fueron
trasladados a los cuarteles de Gendarmería en Comodoro
Rivadavia.
El recuento cronológico de los
hechos indica que todo se inició cuando los trabajadores desocupados, que a
finales de agosto habían tomado la playa de tanques de TERMAP, decidieron
retomar el reclamo porque las petroleras y el gobierno santacruceño no habían
cumplido con los acuerdos realizados.
Los piqueteros que obtuvieron
fuentes de trabajo dignas no recibieron los pagos correspondientes al primer mes
de capacitación, ni tampoco fueron incorporados a las operadoras de la región.
Fue por eso que, el lunes 27 de septiembre, un grupo de 50 desocupados
decidieron volver a protestar frente a la playa de
tanques.
Al día siguiente una avanzada
piquetera trasvasó los férreos controles de seguridad de TERMAP -que incluyen
alambrados de púas como los utilizados en los campos de concentración nazis y
efectivos de seguridad privada y pública apostados cada dos metros- y unos 10
manifestantes llegaron hasta el tanque 2016; el resto había quedado en las
puertas de la paya de tanques y decidieron cortar la Ruta 3.
A lo largo de casi todo el
miércoles y el jueves estuvo funcionando el sistema de seguridad contra
incendios que incluye el lanzamiento constante de un fortísimo chorro de agua
que golpeo incesantemente a los piqueteros que estaban dentro y fuera de
TERMAP.
En aquella ocasión la violencia
llegó hasta los trabajadores de prensa que se encontraban cubriendo las
alternativas de la protesta. La intencionalidad de la agresión a los periodistas
quedó de manifiesto cuando uno de los custodios que accionaba el chorro de agua
les gritó a los periodistas que “para ustedes también
hay”.
En la madrugada del sábado
hicieron nuevamente su aparición los gendarmes “privados”, ya que el cuerpo
especializado en represión que arribó de General Hacha (La Pampa) es solventado
económicamente por las petroleras multinacionales, que dispersaron brutalmente a
los piqueteros.
El saldo fueron casi un centenar
de trabajadores desocupados encarcelados en distintos puntos de la región norte
de Santa Cruz y algunos otros que fueron trasladados hasta el destacamento de
Gendarmería ubicado en Comodoro Rivadavia, porque a ellos se los acusaba de
haber cortado la ruta y así se reflotó el tan mentado artículo 194 del Código
Penal.
Al concluir el fin de semana sólo
quedaban detenidos una veintena de compañeros que habían sido encarcelados en la
localidad de Cañadón Seco. Ellos se suman a los seis presos que ya llevan un mes
de encarcelamiento.
Como si todo esto fuera poco una
de las compañeras detenidas denunció a través de la diputada nacional Patricia
Walsh que fue encapuchada y amenazada de violación por personal de la seccional
cuarta de Caleta Olivia.
Existen algunos datos estadísticos
de la industria petrolera que opera en la Cuenca del Golfo San Jorge (sur de Chubut y norte
de Santa Cruz) que son absolutamente contundentes.
Si se compara la producción
petrolera de los últimos dos años se puede verificar que la cantidad de crudo
extraído se incrementó desde enero de 2002 hasta junio de 2004 en un 18% en
Chubut y en un Santa Cruz se redujo en un 15% debido fundamentalmente a un
cambio del patrón extractivo de la cuenca pero también las diferentes protestas
protagonizadas en la zona.
Ahora si lo que se mide es el
valor que han tenido esos niveles de producción se debe afirmar que, en el mismo
período antes mencionado, el valor de la producción petrolera chubutense creció
en un 352% y en un 303% en el norte santacruceño.
Existen algunos números de gran
cantidad de dígitos que muestran la contundencia de estas cifras. En año
2002 el valor de la producción petrolera santacruceña significó
3.082.844.733pesos
y la chubutense fue de 3.148.994.327 pesos. En el 2003 ascendió a
3.593.738.313 y a 3.915.283.824 pesos respectivamente. En el primer semestre de
2004 los guarismos ascendieron a 1.795.685.253 pesos en Santa Cruz y a
2.259.683.906 en Chubut, lo que de mantenerse en la segunda mitad del año podría
llevar esos guarismos totalizadores del 2004 a niveles similares en la zona
santacruceña y a 4.519.367.812 pesos en la región chubutense.
Estas ganancias netas tan
abultadas se deben a varios factores. Por un lado se debe mencionar que el sur
chubutense es la región del país donde se han focalizado los mayores esfuerzos
productivos de las multinacionales, en particular Repsol-YPF y Panamerican
Energy.
Por otro lado existen dos
variables que facilitaron el abultamiento de los bolsillos de las petroleras,
una está relacionada ruptura de la paridad entre el peso y el dólar a principios
del 2002 y la está estrechamente vinculada al imparable aumento del precio
internacional del petróleo que ya se estableció en los 50 dólares por
barril.
Ante la contundencia de las cifras
mencionadas sería casi irrisorio calcular cuánto representan los puestos de
trabajo pedidos por trabajadores desocupados de Caleta
Olivia.
Lo cierto es que los gobiernos de
Kirchner y Acevedo han profundizado su escalada represiva en un claro accionar a
favor de las petroleras multinacionales sin importarle en lo más mínimo las
necesidades laborales, alimentarias y sociales que tienen el pueblo de la
región.
En Caleta Olivia se está se están
experimentando los límites de la represión a los movimientos sociales. La
respuesta gubernamental en Caleta es una amenaza para todo el movimiento
piquetero nacional y para los trabajadores en general.
Del rechazo, el repudio y la
movilización en contra de lo que está sucediendo en Caleta Olivia depende que la
oleada represiva se extienda a todo el país. La unidad y la lucha serán vitales
para derrotar a la “horda K”.