NCeHu
1577/04
LAS EXPORTACIONES
DE GAS NATURAL ARGENTINO BENEFICIAN UNICAMENTE AL
OLIGOPOLIO ENERGETICO
Ricardo Andrés De Dicco
(IDICSO) 03/10/2004
Como es sabido, desde las reformas estructurales iniciadas
en 1989 hasta la fecha no se ha incorporado un solo gasoducto para abastecer al
mercado interno argentino, ya que el último fue construido por Gas del Estado y
entró en operación en 1988 (NEUBA II); lo cual señala la pésima gestión y la
irresponsabilidad en los cumplimientos contractuales por parte del sector
privado beneficiado con los programas de privatización, pues, como resultado de
ello, más de 13 millones de ciudadanos argentinos hoy no tienen acceso al gas
natural por redes (ver artículos de Ricardo De Dicco publicados en el
Info-MORENO), los cuales consumen gas licuado de petróleo envasado en garrafas
(85%) o queman leña, papel y residuos vegetales/animales (15%). No obstante,
entre 1996 y 2003 se construyeron y entraron en operación diez nuevos gasoductos
para satisfacer únicamente las necesidades energéticas de mercados extranjeros.
Siete de ellos tienen como destino Chile, y los tres restantes Uruguay (dos) y
Brasil (uno). TGN es el mayor exportador de gas natural de Argentina, operando
dos gasoductos a Chile (GasAndes y Norandino)[1], uno a Brasil (Uruguayana)[2] y
otro a Uruguay (Petrouruguay)[3], mientras que TGS opera un solo gasoducto, con
destino Uruguay (Cruz del Sur)[4]. Los restantes gasoductos de exportación son
operados por las empresas productoras de gas, con destino Chile (Pacífico,
Atacama, Methanex YPF, Methanex PAN y Methanex SIP)[5].
Al analizar la
evolución de la exportación de gas natural para el período 2000-2004 (ver Cuadro
1), se puede observar que en el primer semestre de 2004 se registró un
incremento del 7.6% respecto a igual período del año anterior, y 13% superior al
primer semestre de 2002. En el caso de las exportaciones destinadas a Chile, el
primer semestre de este año registraron un aumento del 7.8% en relación a mismo
período de 2003. Para el caso de Uruguay, se registró en el primer semestre de
2004 un significativo incremento en las exportaciones respecto a igual período
del año anterior: 135%, alcanzando así registros históricos. Mientras que las
exportaciones realizadas a Brasil registraron una considerable disminución en el
primer semestre del presente año en relación a mismo período del año 2003: -11%,
declinación que también había ocurrido en 2002, debido a las exportaciones
provenientes de Bolivia. Desde el año pasado, al igual que en el período
1996-2000, puede observarse que las exportaciones destinadas a Chile representan
más del 90% del total de las exportaciones de éste hidrocarburo. Al finalizar el
primer semestre de 2004, del total de las exportaciones, las correspondientes a
Chile representan el 93.9%, a Brasil 4.6% y a Uruguay 1.5%.

Cabe señalar que en el primer trimestre de 2004 las
exportaciones de gas natural realizadas a Chile han alcanzado registros
históricos, como el caso de Uruguay (ver Cuadro 1). Para el mes de Enero se
observa un incremento del 26% en las exportaciones de este energético a Chile,
respecto a igual mes de 2003. En Febrero del presente año se registró un aumento
del 33.5% en relación a mismo mes del año anterior, y un 8.5% respecto a
Ene/2004. En el primer mes de la supuesta 'crisis del gas' (Mar/2004) se
registró menos de un 9% de aumento respecto a igual mes del año 2003, mientras
que para el mes de Abril se registraron volúmenes de exportaciones similares a
los de igual mes del año 2003. La disminución relevante llegó en el pasado mes
de Mayo, registrándose un -12% respecto a igual mes del año anterior, mientras
que en Junio de este año se lograron nivelar los volúmenes de exportación con
registros similares a igual mes de 2003, y 5.6% superior a May/2004. Esto indica
que las 'restricciones' aplicadas a las exportaciones de gas natural no tuvieron
significación relevante durante los tres meses (Marzo, Abril y Mayo) que duró la
denominada 'crisis del gas' o 'crisis energética' de 2004.

En el Cuadro 2 se observa la proyección de la producción
total y exportación de gas natural a 2005 y 2010, según ENARGAS (2002). Cabe
destacar aquí que los incrementos proyectados al año 2010 por el organismo
gubernamental, tanto en las exportaciones (11%) como en la producción total
(67%) de gas natural, de no llevarse a cabo relevantes inversiones de capital de
riesgo y reformularse la estrategia implementada en los contratos de exportación
a largo plazo, significan una drástica disminución en el horizonte de vida
actual de las reservas probadas de este energético, dejando vulnerable la
sustentabilidad del abastecimiento interno, lo cual implicaría un inminente
agotamiento definitivo del hidrocarburo al finalizar la década en curso. En este
sentido, de mantenerse el actual nivel de producción de gas (sin considerar las
proyecciones señaladas antes (demasiado optimista por mi parte), las reservas
gasíferas se agotarían hacia el año 2016. Pero he aquí que doce años que pasan
muy rápido. Por otra parte, Bolivia no podrá exportarnos gas a mediados de la
década entrante, dado que sus yacimientos estarán probablemente agotados (entre
2015 y 2018), de concretarse aumentos significativos en sus exportaciones a
Brasil (para abastecer los aglomerados urbanos más grandes del país) y en caso
de realizarse exportaciones a EE.UU., México y Paraguay, ya que Bolivia posee al
día de la fecha apenas 800 mil millones de m3 de gas, poco más que Argentina
(663 mil millones de m3).
Retomando la lectura del Cuadro 2, en relación
a los destinos de las exportaciones, para 2003 Chile representaba más del 90% de
las mismas, mientras que en la proyección a 2010 se espera una participación del
país andino cercana al 52%, si se consideran los aumentos significativos
proyectados a Brasil (con una participación de casi 37%), Uruguay (casi 8%) y
las primeras exportaciones a Paraguay a concretarse antes de finalizar la década
en curso (próximas al 3% en 2010).
Un dato de significante relevancia es
el nivel de producción de gas natural al 31/Dic/2003: 54.037 MM de m3, según la
Secretaría de Energía de la Nación. Al analizar el consumo nacional y las
exportaciones, según el ENARGAS, se observan los siguientes registros: 28.470 MM
de m3 y 6.764 MM de m3, respectivamente, quedando sin resolver el destino de los
18.803 MM de m3 restantes. No obstante ello, según British Petroleum (2004),
Argentina produce tanto gas como cualquier país promedio miembro de la OPEP,
convirtiéndose así en el primer productor de América Latina, en el tercero del
Hemisferio Occidental y en el duodécimo del mundo, al mismo tiempo que posee el
0.4% de las reservas mundiales.
En el Cuadro 3 puede observarse la alta
concentración en la oferta energética para la exportación de éste hidrocarburo,
donde, al finalizar el ejercicio 2003, el conglomerado hispano-estadounidense
Repsol YPF participaba con el 46.3% (incluyendo Pluspetrol, petrolera argentina
controlada por Repsol YPF), siguiéndole el conglomerado anglo-estadounidense Pan
American Energy (propiedad de Amoco y British Petroleum, y en menor medida de
Bridas) con una participación del 9%, la francesa Total Austral (subsidiaria de
TotalFinaElf) con 7.8%, las alemana y estadounidense Wintershall y Mobil con
7.6% y 6.8%, respectivamente, la chilena Sipetrol con 5.1% y la estatal
brasileña Petrobras (propietaria de Pecom Energía) con 3.2%. De conjunto, las
siete principales exportadoras de gas natural concentran el 85.7% de las
exportaciones. Resulta oportuno recordar que los conglomerados extranjeros
Repsol YPF, Pan American Energy y Total Austral, la estatal brasileña Petrobras
y los ex grupos económicos argentinos Pérez Companc, Techint y Sociedad
Comercial del Plata (SCP, grupo de la familia Soldati) participan tanto en la
oferta energética como en los eslabones correspondientes al transporte,
distribución y consumo industrial del gas natural.

Lo paradójico de todo esto es que las leyes nacionales
17.319 y 24.076 prohíben las exportaciones de gas natural cuando el mercado
interno se encuentra desabastecido:
'El presente proyecto asigna al
dominio del Estado Nacional sobre los yacimientos de hidrocarburos los
caracteres de inalienable e imprescriptible; asegurándose así la aplicación de
una modalidad de aprovechamiento eminentemente administrativa, en la cual los
derechos de los particulares funcionarán siempre en armonía con los intereses
generales de la República. La finalidad del cuerpo legal es clara e
intergiversable satisfacer las necesidades de hidrocarburos del país con la
producción de sus yacimientos, para lo cual es menester contar con adecuadas
reservas. (...) La exportación de hidrocarburos y sus derivados es legislada en
estrecha coordinación con el aseguramiento de la autosuficiencia del país en la
materia, ya que el Poder Ejecutivo la autorizará siempre que se trate de
cantidades no requeridas para la adecuada satisfacción de las necesidades
internas' (Ley N° 17.319).
'Las exportaciones de gas natural deberán, en
cada caso, ser autorizadas por el Poder Ejecutivo Nacional, dentro del plazo de
noventa (90) días de recibida la solicitud, en la medida que no se afecte el
abastecimiento interno' (Art. 3 de la Ley N° 24.076).
En suma, la
Administración Kirchner tiene la obligación de luchar contra el oligopolio
energético y recuperar la soberanía energética perdida hace quince años. No se
trata de una cuestión meramente ideológica, se trata de la responsabilidad que
el Estado tiene en este sector clave de la economía, que es total, y su
incumbencia responde a una necesidad social a la cual está obligado. Por otra
parte, el sentido común nos dice que si los hidrocarburos, recursos naturales no
renovables, cubren el 90% de las necesidades energéticas del país y su
agotamiento es inminente, lo más sensato es que el Estado recupere la renta de
los mismos para desarrollar fuentes de energía primaria alternativas a éstos. La
estrategia de crecimiento económico basada en las 'fuerzas del mercado', no sólo
se apropió y depredó los reservorios hidrocarburíferos del país, sino que además
no realizó inversiones de riesgo, tampoco desarrolló nuevas fuentes de energía
primaria y, como si fuera poco, transfirió al exterior la acumulación y
concentración de capital e ingresos (de trabajadores argentinos) de los últimos
quince años. La actual Administración es conciente de ello. Pero con anuncios
wagnerianos por parte del gobierno, así como los de la oposición, no se sale del
abismo.
Notas: [1] Gasoducto GasAndes, propiedad de la
petrolera argentina CGC (SCP), de la francesa TotalFinaElf, de la distribuidora
MetroGAS (Repsol YPF y British Gas) y del conglomerado estadounidense AES Gener.
Gasoducto Norandino, propiedad del grupo económico Techint, del belga Tractabel
y de la estadounidense Southern Co. [2] Gasoducto Uruguayana, propiedad de
Transportadora de Gas del MERCOSUR (controlada por SCP, Techint, TotalFinaElf,
CMS Energy y Petronas). [3] Gasoducto Petrouruguay, propiedad del grupo SCP
(Soldati). [4] Gasoducto Cruz del Sur, propiedad de los conglomerados
extranjeros Pan American Energy, British Gas, Wintershall Energy y de la estatal
uruguaya ANCAP. [5] Gasoducto Pacífico, propiedad de los conglomerados
extranjeros Repsol YPF y TotalFinaElf y de la estatal chilena ENAP. Gasoducto
Atacama, propiedad de las petroleras argentinas Astra y Pluspetrol (controladas
por Repsol YPF) y por el conglomerado estadounidense CMS Energy. Gasoducto
Methanex YPF, propiedad de Repsol YPF. Gasoducto Methanex PAN, propiedad de Pan
American Energy. Gasoducto Methanex SIP, propiedad de
Sipetrol. Bibliografía: DE DICCO, Ricardo Andrés (2004). Los
resultados del modelo energético neoliberal en Argentina. El caso del gas
natural. SDTI028, Documento de Trabajo del Area Recursos Energéticos y
Planificación para el Desarrollo del Instituto de Investigación en Ciencias
Sociales (IDICSO) de la Universidad del Salvador. Buenos Aires. http://www.salvador.edu.ar/csoc/idicso
Fuente: www.argenpress.info , 3
de octubre de 2004. |