NCeHu
1475/04
El 'extraño'
caso de capitalistas que se oponen al derecho de propiedad y de multinacionales
que abogan por el proteccionismo
Argentina
EL MODELO AGRARIO DE TRANSGENICOS NO TIENE SALIDA Y
LAS PROPUESTAS CONTESTARIAS TAMPOCO RECONSTRUIR EL ESTADO PARA UN MODELO AGROPECUARIO
NECESARIO
Soberanía
Alimentaria significa para el campo y la ciudad, otro proyecto de nación. Sin
transgénicos, sin monopolios comercializadores de agrotóxicos y cereales, sin
despoblamientos impuestos, sin contaminación de las tierras, sin la
desertización por la tala indiscriminada de los bosques, sin monocultivo sojero
y su relación con la Deuda Externa.
GRR (Grupo de Reflexión Rural)
Este documento pertenece al Grupo de
Reflexión Rural, que alerta sobre el desastre que se está cometiendo en el campo
argentino y de América Latina y que tiene directas implicancias con la realidad
alimentaria y de la preservación humana de todo nuestro pueblo.
El
Modelo Agrícola Biotecnológico nos conduce a un desastre
inexorable, pero las propuestas contestarias dominantes tampoco nos llevan a un
mejor destino... así afirman en su documento del 19 de septiembre
del 2004.
1. El modelo agrario de producción de comodities
transgénicas es el causante directo de gran parte de los males que sufrimos. Al
despoblamiento de las zonas agrarias, el deterioro de la biodiversidad, la
contaminación de los suelos y de las cuencas y el desplazamiento de cultivos
tradicionales que significaban alimentos para nuestro Pueblo, se suma ahora la
amenaza de desertización de los suelos, así como la posibilidad de que colapsen
los ecosistemas más frágiles.
2. El modelo de sojización es tributario del
sistema de endeudamiento que heredamos de la Dictadura Militar, y la
consecuencia de no discutir la legitimidad, ni auditar la Deuda Externa, sino
por lo contrario amoldar nuestra economía al pago creciente de sus intereses y
exigencias.
3. A lo
largo de la década de los noventa fuimos inducidos a entrar en un modelo de
colonización biotecnológica, ampliamente, subsidiado por las multinacionales y
por el Estado argentino. El Gobierno aprobó la liberación de la Soja RR sin
esperar el patentamiento, proceso que Monsanto inició mucho después de los
plazos administrativos. A lo largo de esa década el Glifosato se vendió en la
Argentina a un precio notablemente inferior al que pagaban los productores
norteamericanos. Por otra parte, los impactos medioambientales del modelo de
monocultivos jamás fueron considerados como externalidades, así como la
exportación de suelo pasó a engrosar directamente las ganancias de las empresas.
Sin duda que en esas condiciones, hacer soja fue un gran
negocio…
4. La colonización
psicológica precedió a la instalación del modelo productivo mediante la
captación de intelectuales y de científicos y la subordinación de las políticas
de investigación y de los ejes mismos de investigación a los intereses de las
trasnacionales. Tanto los medios de comunicación como las redes de ONGs y
centros académicos patrocinados por entidades como Fundación Ford, AVINA, BAYER,
Aventis y muchas otras llevaron adelante exitosos planes de domesticación, y
supeditaron a sus políticas a instituciones como el INTA, el CONICET, el INTI y
muchas otras.
5. La Argentina
como privilegiada colonia biotecnológica de las trasnacionales de la
Biotecnología ejerció, además, como plataforma de penetración sobre los países
vecinos y especialmente sobre el Paraguay y, más aún todavía, sobre el Estado de
Río Grande de la hermana República del Brasil, Estado que alguna vez sé
autoproclamara libre de transgénicos y sobre el que se llevó a cabo una
concertada política de contrabando de semillas y de mestización de sus cultivos
hasta obligar al Brasil de Lula a reconocer las semillas de
Monsanto.
6. Ahora pareciera
que llegó la hora de la verdad. Habría terminado la etapa de la seducción y de
las políticas permisivas y sobre un país devastado por los monocultivos, con más
de la mitad de la población en la pobreza y millones de hambrientos, la
multinacional Monsanto reclama su libra de carne. El Gen RR no fue patentado en
la Argentina por la empresa pero sí lo ha sido en numerosos países del mundo y
Monsanto puede cobrar sus patentamientos en los puertos de destino. De hecho ya
lo ha hecho con cargamentos de Soja del Brasil y la tasa fue de siete dólares
por Tonelada.
7. Las
respuestas gubernamentales a las sucesivas crisis y riesgos que plantea el
modelo biotecnológico son penosas, insuficientes y escapistas… A los peligros de
desertización se responde con la habilitación del Maíz RR, con la gravísima
consecuencia de contaminación genética irreversible de nuestros maíces
milenarios y mejorados, tal como ya ha ocurrido en nueve Estados de México y,
que a lo sumo, puede significar sólo un remedo de rotación y un mero agregado de
materia orgánica al suelo, y que insiste en los mismos patrones agroquímicos que
aceleran el desarrollo de tolerancia en malezas. Los mismos granos de maíz que
tira la cosechadora por la cola, serán malezas en la próxima rotación de Soja RR
teniéndose que utilizar otro agrotóxico diferente al glifosato para
exterminarlas. A los riesgos de una economía basada en monoproducciones se
responde con el 'descubrimiento' del mercado y de la economía china, dejando
cada vez más de lado al mercado europeo e iniciando una relación comercial de
resultados sumamente inciertos. A las crecientes evidencias de la
insustentabilidad del modelo sojero se responde con su profundización, con el
diseño de nuevas redes ferroviarias para transportar la soja del MERCOSUR al
Pacífico, con nuevas privatizaciones de puertos y con la construcción de silos y
aceiteras para alcanzar los cien millones de Tn -toneladas- de exportación de
granos. A las crecientes críticas que surgen de diversos sectores sobre estas
políticas se responde con más planes alimentarios sobre la base de soja, para
legitimar de esa manera al modelo, aún a costa de graves y criminales perjuicios
alimentarios para los sectores indigentes.
8. Mientras tanto, y cuando el mundo advierte el
fracaso creciente de la Argentina como gran experimento de implantación masiva
de OGMs, la CONABIA, la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria,
un lobby de las trasnacionales enclavado en la Secretaría de Agricultura, añade
nuevas liberaciones de transgénicos a los cientos de semillas genéticamente
modificadas actualmente bajo categoría de experimentación a campo abierto. La
estrategia irresponsable, criminal y hasta el momento impune de estos
funcionarios orgánicos a estas empresas trasnacionales, consiste en acrecentar,
de tal modo, la contaminación transgénica, que no queden argumentos válidos y
consistentes en contra de estas políticas, ni exista retroceso posible a otros
tipos de prácticas agrícolas.
9. La respuesta de importantes sectores de
chacareros y arrendatarios productores de soja frente a este panorama es la de
continuar evitando los debates sobre la biotecnología y el modelo de
agriculturización y de sojización, a la vez que son sólo críticos a sus
consecuencias. La consigna de Reforma Agraria que levantan, y los proyectos de
poner freno a la extranjerización de la tierra, y de implementar planes de
colonización para un millón de nuevos productores podrían resumirse en el
proyecto encubierto de ampliar la base social del modelo sojero, en los marcos
ideológicos de lo que Fundación Vida Silvestre ha dado en llamar Soja
Sustentable. Para estos sectores ligados a la producción y al pensamiento
'progresista', la disputa es, fundamentalmente, por la renta de la tierra que
arriendan y se trataría de socializar en nuevos protagonistas la riqueza que hoy
queda en manos de los terratenientes de la agricultura industrial y, con la que
según ellos podrían solucionarse innumerables problemas sociales, salariales y
aún intentar el famoso shock distributivo al que se asignan mágicos resultados.
Parte de estos reclamos, son el rechazo ingenuo del sistema de patente de las
trasnacionales a la vez que usan sus semillas, tal la soja de Monsanto y el
trigo de Nidera, y el alentar la posibilidad de una biotecnología nacional, en
falso apronte, de presunta independencia, que no se plantea seriamente
considerar las complejidades de la actual globalización.
10. Nuestras propuestas como Grupo de Reflexión
Rural son las de priorizar la denuncia del Modelo de monocultivos sojeros y su
relación con la Deuda y el sistema de endeudamiento. Proponemos una moratoria
nacional de cinco años frente a los desmontes. Proponemos asimismo la denuncia
del convenio UPOV que nos ata a las grandes empresas cerealeras y el aliento a
la producción nacional de semillas que nos posibilite alcanzar otro modelo
agropecuario. Necesitamos con urgencia retomar el control del Comercio Exterior
y restablecer la Junta Nacional de Granos y de Carnes, a la vez que establecer
precios sostén para las producciones que, como la lenteja y el arroz, aportan a
la mesa de los argentinos. Necesitamos funcionarios honestos en el sector, que
trabajen para el país y no sobornados como ahora por las trasnacionales.
Necesitamos un proyecto Nacional y necesitamos reconstruir el Estado para
disponer de los instrumentos necesarios que nos aseguren la Soberanía
Alimentaria de los argentinos.
Fuente: www.argenpress.info , 22 de septiembre
de 2004.
Disputa por la patente de la soja
RR
Dura acusación del Gobierno a Monsanto
Agricultura calificó de extorsión el reclamo de la firma
Campos dijo que la empresa amenaza a los productores con no introducir nuevas
tecnologías para lograr un acuerdo La firma había advertido que iniciará
demandas en el exterior
El secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos,
Miguel Campos, calificó ayer de extorsión el método por el cual la empresa
Monsanto pretende cobrar a los productores la patente del gen de la soja RR, el
principal cultivo del país que aporta unos US$ 7000 millones en concepto de
exportaciones de porotos, harinas y aceites.
"La extorsión pasa por el hecho de amenazar a los productores
con que si no aceptan este método se ataca a la biotecnología y eso no es
cierto", sostuvo el funcionario en una conferencia de prensa en la que cargó
contra esta multinacional dedicada al desarrollo biotecnológico con base en los
Estados Unidos.
"La empresa plantea una negociación en la que hay mucho de
póquer, porque tenemos argumentos jurídicos y herramientas sólidas para dar
pelea", dijo Campos, al tiempo que señaló: "Creemos que la aceptación del método
propuesto puede significar un precedente de incalculables consecuencias
negativas para el futuro del sector agropecuario". Sucede que la empresa
Monsanto amenazó con entablar demandas en el exterior contra los barcos que
lleguen cargados con granos argentinos. Pero, al mismo tiempo, abrió un contexto
de diálogo con las entidades gremiales y técnicas de la producción para llegar a
un acuerdo con el propósito de cobrar por la patente, que no está registrada en
la Argentina, en el momento de salida del producto. Las empresas semilleras, y
también Monsanto, fueron convocadas hoy a una reunión en la cartera agrícola. El
vocero institucional de la empresa, Federico Ovejero, dijo ayer que aguardarán
el resultado de ese encuentro antes de "hacer comentarios".
Pero ayer Campos esbozó un avance de lo que podría acontecer:
"Rechazo el método elegido por la firma de cobrar bajo amenaza, a la salida de
los barcos; no me importa si es una alícuota baja o alta. Monsanto no ha hecho
beneficencia en la Argentina, ha invertido, y lo valoro, pero precisamente el
tamaño de sus inversiones lo comprometen más en buscar soluciones
institucionales en vez de atajos facilistas bajo amenaza", expresó. Confirmó que
la cartera de Agricultura asesorará judicialmente a los productores para que no
acepten un acuerdo con la empresa.
Para comprender la historia hay que remontarse a 1996/97, cuando
la Argentina aprobó la producción de soja RR modificada genéticamente. En pocos
años las cosechas llegaron más que a triplicarse (de 11 a 34,8 millones de
toneladas) y el cultivo transgénico pasó al frente de la producción nacional.
La explicación es que la variedad RR es resistente al glifosato,
con lo cual, mediante la sola aplicación de este producto se libera el terreno
de otras malezas y abarata los costos para el productor. Monsanto poseía los
derechos exclusivos hasta hace algunos años sobre el glifosato "round up",
principal insumo para el cultivo. Ese negocio en la Argentina fue más rentable
que el de la semilla (175 millones de dólares en total acumulado, según
Agricultura), aunque comenzó a declinar por la competencia del producto
importado de China. Esto originó una demanda de Monsanto para que se le subieran
los aranceles de importación, pero fue desestimada por el Gobierno.
El mercado de semillas en la Argentina representa unos 1000
millones de dólares, de los cuales el 60% son productos ilegales, según datos de
Agricultura. Por eso, Campos había impulsado un proyecto de ley de regalías
globales para que las empresas obtuvieran una retribución por sus desarrollos
que, según comentó, cuenta con el apoyo del ministro de Economía, Roberto
Lavagna.
Franco Varise
Fuente:diario La Nación, de Buenos Aires, Argentina; 22
de septiembre de 2004. |