NCeHu 1409/04
Enrique
Eskenazi :
Bancos y Regiones para una
acumulación modelo
Argentina
Eskenazi, de las obras públicas a los
bancos
Controla tres y va por más; nueva entidad
El mapa de las entidades que
representan a los bancos puede registrar cambios en breve, si la estrategia que
puso en marcha Enrique Eskenazi,
para recrear una asociación de bancos del
interior, le rinde frutos.
El empresario de la construcción, devenido en
banquero y con sólidos contactos con la administración Kirchner,
ya acumula el control de tres
entidades provinciales: los bancos de San Juan
y Santa Cruz y, más
recientemente, el de Santa Fe. Y
quiere ir por más, como lo demostró con su apuesta por el Suquía, a punto de
frustrarse.
Para no sufrir nuevos tropiezos en su
intención de construir un gran banco
en el centro del país, ahora apunta a liderar una asociación propia, para ganar peso político en las pulseadas que
vienen, según pudo establecer LA NACION de fuentes confiables.
La movida le sirve a Eskenazi para apostar a dos puntas: posicionarse de cara a las privatizaciones pendientes (las del
banco de Entre Ríos o el Bisel) y tomar revancha de las
actitudes que él considera "intolerantes" de parte de algunos banqueros que lo
consideran "ajeno al ambiente"
Quién es y qué busca
Eskenazi, de 78 años, es un ingeniero químico ex ejecutivo de Bunge y Born y
actual titular del grupo
Petersen Inversiones (PISA), un holding cuyo núcleo central siempre fue Petersen, Thiele y Cruz, una constructora de activa participación en licitaciones
públicas pero que suele tercerizar
las obras que se le adjudican, por lo que su plantel es pequeño
y especializado (técnicos e ingenieros, básicamente).
En los últimos años incursionó en el negocio financiero, y tras alzarse con
el Banco de San Juan (en una
sociedad con el Banco Piano que por estas horas está deshaciendo por
desavenencias societarias), tomó el control del Banco de Santa Cruz durante la segunda gobernación
de Néstor Kirchner, con quien mantuvo desde entonces una sólida relación.
Pero su avance más audaz lo consiguió cuando, tras haberse impuesto en una
licitación, logró quedarse con el 93,4% del paquete accionario del Nuevo Banco de Santa Fe, una entidad que
estaba a la deriva tras el derrumbe del Banco
General de Negocios de los hermanos Röhm.
Ese traspaso provocó una votación dividida en el directorio del Banco
Central, con el voto en disidencia de Augusto Magliano y Arturo O´Connell, dos
de los seis directores cuyos mandatos vencen en los próximos días, quienes
objetaron que un banco con activos por $ 380 millones (por el de San Juan, que
hizo las veces de oferente) pudiera ser habilitado a adquirir otro con activos
por $ 2250 millones, entre otros puntos.
Tras lograr el control de los tres bancos,
Eskenazi se lanza ahora a crecer en el centro del país, algo
para lo que intentará ingresar en el Banco de Entre
Ríos y convertirse en el administrador del Banco de Córdoba, una entidad que, por un compromiso
suscripto por esa provincia con el Banco Mundial, tiene previsto abrir hasta el
25% de su capital a inversores minoristas y conceder su manejo a un grupo con
experiencia, algo a lo que aspira PISA.
Desencuentros
Según confesó ante algunos de sus más allegados, Eskenazi imagina el manejo de una asociación
de bancos como un
paso concreto en esa dirección y piensa en Abira, la hoy vegetativa asociación de bancos del
interior. Se puso a trabajar en esa dirección tras retirar a dos de sus
entidades (el San Juan y el Santa Cruz) de Abappra y recibir lo que califica
como otro "desaire" de parte de Adeba, la cámara que agrupa a los privados de
capital nacional.
Eskenazi estuvo entre los refundadores de esa cámara, aunque desistió de
incorporarse formalmente cuando Jorge Brito (Grupo Macro) fue elegido
presidente, algo que aspiraba a bloquear proponiendo la designación de un
"profesional del sector". Su ingreso a Adeba volvió a fracasar luego, cuando
condicionó sin éxito su afiliación a la posibilidad de ocupar una de las tres
vicepresidencias.
Desde entonces activó su "proyecto centro" con un
discurso federalista. En cuanto
puede se queja de la falta de voz y
voto que padece la banca del interior. Y de la inutilidad que
representan las asociaciones que no ofrecen a sus bancos ventajas operativas,
como la posibilidad de compras y contrataciones conjuntas para bajar costos.
Sobre esta cuestión volvió hace unos días, cuando anunció la próxima conformación de un bloque de
bancos regionales de Santa Fe,
Córdoba y Entre Ríos, cuya primera reunión será "en octubre",
aunque no especificó lugar ni participantes. Eskenazi explicó que "la idea es juntar a toda la banca que tiene su capital
invertido en la región para atender cuestiones regulatorias con el
BCRA", y analizar los sobrecostos "de hasta el 40% que pagan los
bancos chicos por el manejo de caudales, la vigilancia y el transporte".
Será la hora de sumar adhesiones, una tarea que no le resultó fácil hasta
aquí, aunque le alcanzó para poner nerviosos a los jefes de otras cámaras, por
eventuales deserciones.
Javier
Blanco
Fuente:
diario La Nación, de Buenos Aires, Argentina; 7 de
septiembre de 2004.